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lunes, 30 de enero de 2023

0760.- All the Madmen - David Bowie

All the Mamen, David Bowie

 


     Abril de 1969, por esas fechas David Bowie  contrae matrimonio con Angela Barnett, modelo, actriz y periodista que tuvo en el artista un gran impacto. Después de contraer matrimonio, Bowie da un golpe de timón y deja a su manager Ken Pitt, con el que tendrá un largo litigio, y contrata a Tony Defries. También es consciente de que una de las carencias de los discos anteriores era la de no disponer de una banda permanente, y reúne para la ocasión a un grupo de músicos a tiempo completo: Hablamos del baterista John CambridgeTony Visconti al bajo y Mick Ronson a la guitarra.

La banda finalmente decide autodenominarse Hype, y al igual que Bowie, que suele disfrazarse en el escenario y crear personajes, también ellos crean su estética y sus propios personajes,  diseñando los glamourosos trajes de las pretenciosas Arañas de Marte. Sin embargo, después de un concierto francamente desastroso, la banda vuelve al segundo plano de toda banda de acompañamiento, aunque las arañas ya habían llegado para quedarse y, poco después, el 17 de abril de 1970, Bowie y los demás comienzan, a caballo entre los estudios Trident y los estudios Advision de Londres, a trabajar en el tercer álbum de estudio del artista. Durante la grabación, surjen problemas entre el cantante y el baterista Cambridge, cuyo estilo no es del agrado de un Bowie exigente, que le acusa de estar estropeando su trabajo. Cambridge acabará dejando la banda, siendo sustituido por Mick Woodmansey.

Finalmente, el 22 de mayo Bowie, acompañado de Ronson, Visconti y Woodmasey, con la colaboración de Ralph Mace con los sintetizadores, y bajo la producción de Tony Visconti, finaliza la grabación de The Man Who Sold The World, publicado por la discográfica Mercury Records en noviembre de 1970 en Estados Unidos, y en abril de 1971 en Reino Unido. El resultado es un disco que, si bien sigue la línea de sonido folk y acústico de sus anteriores discos, empieza a sumergirse en el blues rock y el hard rock. En cuanto a las letras, son más oscuras y explora temáticas como la esquizofrenia, la paranoia, la locura, la religión, la tecnología o la guerra.

El disco empleó dos portadas diferentes en Estados Unidos y en Reino Unido. La original fue lanzada en Estados Unidos y era obra de Michael J. Weller, y se basaba en una imagen de John Wayne, pero a Bowie no le gustó demasiado y reclutó al dibujante Keith MacMillan, quien diseñó una portada donde David Bowie posa con un vestido azul diseñado por el diseñador de moda Michael Fish. En cuanto a la recepción del disco, aunque recibe mejores críticas en Estados Unidos que en Reino Unido, resulta ser un fracaso comercial en ambos países. Posteriormente el disco ha sido reconocido por la crítica tanto por el sonido de la banda como por la naturaleza de la música y las letras, considerando éste disco como el comienzo del periodo clásico de Bowie.

Incluido en este magnífico álbum se encuentra All The Madmentema inspirado y escrito por Bowie para su hermanastro Terry Burns, diagnosticado de esquizofrenia e internado en el Hospital Cane Hill de Londres. El tema habla de la locura y hace referencias a la lobotomía, a los tranquilizantes y a la terapia del electro-shock. El trabajo de Ralph Mace con los sintetizadores unido al de Mick Ronson a la guitarra le acaba dando un toque desgarrador al tema. La canción abre únicamente con voz y guitarra acústica, ya en el segundo verso se van incorporando platillos y grabadora creando una premeditada atmósfera de demencia para luego pasar a transformarse en todo un tema rockero con la guitarra distorsionada tocada por Mick Ronson y el sintetizador Moog tocado por Ralph Mace. La canción pasa por una parte más melódica para acabar otra vez con los esos pesados y riffs contundentes de guitarra hasta acabar la canción, lo que hace que Bowie nos contagie de esa locura premeditada en la canción. 

domingo, 29 de enero de 2023

0759.- The Width Of A Circle - David Bowie

The Width Of A Circle es la canción de apertura del tercer álbum de David Bowie, The Man Who Sold The World,  y fue su primer salto creativo en la década de 1970: Basándose en elementos de folk tradicional para su sección de apertura e imbuyéndolos con una sensación de rock más duro, la letra muestra a Bowie conversando con un monstruo (que es él mismo), disfrutando de un brumoso encuentro sexual por el cual su reputación queda en cuestión. Como si esto no fuera suficiente, la melodía luego se rompe en un trote insistente y nada menos que el mismo Dios aparece e intenta atraer a Bowie a una experiencia homoerótica entre pozos de fuego y serpientes venenosas. El riff de introducción es excelente, que continúa muy bien en la parte principal de la canción donde disfrutamos de un bajo y una percusión realmente geniales, acentuados aún más durante la sección donde hay simultáneamente un solo de bajo y guitarra. Para cimentar aún más esta canción como uno de los innumerables momentos increíbles en la carrera de Bowie, la canción cambia en el punto medio y se convierte en una versión más lenta y emocional del riff de introducción, esta vez con voces, antes de explotar en algo extremadamente divertido. Una de las canciones más polémicas de cualquiera de sus álbumes, ya que no solo trató los temas altamente controvertidos de la homosexualidad y la confusión religiosa.

En 1971, durante su primer viaje a Estados Unidos, Bowie concedió una entrevista a la revista Zygote, la publicación cerró antes de que se pudiera usar la entrevista, y esa conversación finalmente surgió a la luz en 2016 después de la muerte de Bowie. En él habló sobre el varias de sus canciones. “The Width Of A Circle cubre un período desde que tenía unos 17 años hasta justo antes de grabar este álbum, mi próximo álbum va a ser totalmente diferente a cualquiera de estos dos”. Bowie originalmente tenía la intención de que The Man Who Sold The World fuera mitad eléctrico, mitad acústico, al estilo de Bringing It All Back Home de Bob Dylan, aunque la idea la abandonó rápidamente, se sabe que 'The Width Of A Circle' es una de las tres canciones traídas a las sesiones que fueron escritas para guitarra acústica. El magnífico trabajo de Mick Ronson y la sección rítmica es quizás más evidente en el arreglo de ocho minutos, una verdadera actuación de conjunto que fue más larga que la interpretada por Bowie en los meses anteriores y contó con varias partes: la apertura de hard rock, con el solo de guitarra extendido de Ronson; una segunda sección más lenta respaldada por una guitarra acústica rasgueada; la parte 'Date la vuelta, vuelve' en tiempo triple; y finalmente una repetición de la segunda sección. Bowie ya había escrito la mayor parte de la canción, antes de entrar al estudio, era una de las pocas canciones que estaba casi completa cuando empezaron a grabar. La segunda parte de la canción no existía hasta que se les ocurrió improvisando en el estudio, Bowie agregó una melodía y voces a esa parte más tarde.

David Bowie grabó 'The Width Of A Circle' en dos ocasiones para la radio de la BBC, ambas anteriores a la grabación de estudio de The Man Who Sold The World, la primera fue para una edición de The Sunday Show, grabada el 5 de febrero de 1970 y transmitida tres días después. Bowie estaba respaldado por Mick Ronson a la guitarra, Tony Visconti al bajo y John Cambridge a la batería. Esta fue la primera aparición de Ronson como guitarrista de Bowie, aunque anteriormente había contribuido con la guitarra y las palmas en 'Wild Eyed Boy From Freecloud' en el verano de 1969. La primera grabación de la BBC de 'The Width Of A Circle' fue la más corta de todas las versiones lanzadas oficialmente de Bowie, con una duración de solo 4:42. 


viernes, 4 de noviembre de 2022

Disco de la semana 300: Transformer - Lou Reed



Recuerdo perfectamente el momento en que me compré el Transformer de Lou Reed, un día cualquiera mientras rebuscaba entre los cd's de "Discos La Metralleta" en un sótano del centro de Madrid, cuando podías encontrar allí casi cualquier cosa que buscaras al asequible precio de 6 euros. Al ver a Lou Reed sombreado en amarillo y negro en la carátula pegué un respingo, y emocionado lo abrí para ver si el cd interior estaba en buen estado. Sorprendentemente, el cd era completamente plateado y sin ninguna inscripción o dibujo que demostrara que se trataba realmente del mejor disco del "poeta de Nueva York" y no de otro disco cualquiera, que por equivocación hubiera terminado en esa caja, y aunque la explicación más probable era que se tratara de un cd grabado, yo estaba tan cegado por la emoción que aquello me pareció un mal menor.

Para resolver mis dudas, me dirigí al mostrador de la tienda y le mostré al dependiente el extraño cd plateado y sin leyenda alguna, como si de un platillo volante extraterrestre se tratase. El hombre de la tienda, no sé si disimulando para no perder una venta, o igualmente abducido por el extraño objeto, lo puso en un reproductor de cd's para resolver el misterio. Cuando Vicious empezó a retumbar por toda la tienda, supe que ese disco acabaría en mi mochila, porque original o no, contenía una obra maestra histórica. Con las afiladas y distorsionadas guitarras glam rock de Reed y Mick Ronson aún sonando de fondo, en el que era el tema de sonido más Velvet Underground del disco, el dependiente me ofreció una rebaja para compensar por el cd interior, dejándolo en 5 euros. Quizá eso fuera una prueba más de que el cd era grabado, pero a mí ya me daba lo mismo, era más grande mi "vicio" por aquel disco que cualquier otro pensamiento más coherente al respecto.

El dependiente siguió probando el disco y saltó a la pista dos. Andy's Chest sonó entonces por los altavoces de la tienda, pero Andy "sacó pecho" solo unos segundos, apenas los necesarios para que la canción, de un corte más acústico que la anterior y aderezada con los coros del propio Bowie, fuera reconocible. Una vez comprobada, el dependiente saltó a la tercera pista, y el solemne y taciturno piano de Perfect Day inundó de notas el viejo sótano. Una canción tan tremenda es capaz, por si sola, de salvar el peor de los días y hacerlo perfecto, y no puede ser rechazada por la simple sospecha generada por un cd más plateado de lo normal. Los arreglos de violines y la solemnidad del estribillo tienen la firma del mejor Bowie, pero en la voz de Reed, más melódica que nunca, y en la solemnidad y la épica del estribillo, el tema adquiere una profundidad sin precedentes.

Ya en casa, y escuchando el disco al detalle, la combinación de las guitarras sucias de Lou Reed y el toque brillante que le dan a las canciones la producción y las aportaciones de David Bowie me resultaron todavía más evidentes, y me reafirme en que estaba ante una auténtica joya irrepetible, aunque no exenta de momentos menos inspiradores como en Hangin' Round, que como su nombre indica no es más que un divertido intento de "dar vueltas" sobre el concepto de las estrellas de rock clásico y callejero con las que Reed se relacionaba en The Factory en los tiempos de Andy Warhol y la Velvet Underground. Es solo un respiro más o menos prescindible, antes de llegar a uno de los momentos cumbres del álbum y de la carrera del neoyorquino, la excelsa Walk on the wild side, una historia sobre travestidos, fracasados y otros personajes condenados a transitar por el "lado salvaje de la vida", con una letra que es casi cinematográfica y en la que la intensidad del bajo, los coros femeninos y el solo de saxofón son tan legendarios como la propia letra, sin duda una de las mejores de su carrera.

Make Up aporta el toque cabaretero a un disco canalla y oscuro. Los arreglos de tuba de Herbie Flowers la convierten en otra rareza más del disco y de la obra de Reed, aunque su posición en el disco perjudique a su reputación y su calado, porque a la sombra de dos gigantes como Walk on the wild side y Satellite of love palidece bastante. De esta última destaca sobremanera la progresión que va teniendo, pasando de manera sublime de una austera base de piano y un tema de corte melancólico, a un tramo final en el que la épica vocal de los coros de Bowie la convierten en una odisea espacial y grandiosa. Tras ella, el disco va bajando el ritmo al ver ya cercana la estación de destino del viaje, y la "rueda del vagón" suelta chispas de rock eléctrico y acústico en Wagon Wheel, en la que vuelven a aparecer unos coros femeninos, algo poco habitual en un disco en el que predomina la dupla vocal de Reed en la voz principal y las apariciones esporádicas de Bowie en los coros.

Tras el paréntesis de New York Telephone Conversation, una anecdótica pieza de relleno en clave de comedia teatral con base de piano, sobre la ligereza y los cotilleos de las conversaciones telefónicas, llega la traca final con dos canciones tan contrapuestas como brillantes: I'm So Free es el rock alegre y vitalista, y la libertad y la alegría de su letra y de sus arreglos contrasta con el tono sombrío y bohemio de Goodnight Ladies, más cercana a las canciones ebrias y cabareteras de Tom Waits, en la que la tuba hace de nuevo su aparición en el disco, y el saxofón se luce junto a la voz profunda y deprimida de Reed.

Al ponerlas juntas al final del disco, es como si fueran parte de una misma escena cinematográfica, que comienza en un estado de alegría y optimismo extremos, que a lo largo de la noche se van transformando en decepción y resignación, como si el "día perfecto" de esa otra gran canción del disco no terminara como habríamos esperado, y solo quede volver a casa haciendo eses y apoyándose en cada farola del camino, con la esperanza de que, a la mañana siguiente, el nuevo día sea aún más perfecto, los cd's plateados sean claramente auténticos, y los dependientes sigan haciendo buenos descuentos. Hasta entonces, y como dice el bueno de Lou Reed para cerrar este enorme disco: ¡Buenas noches, señoritas!

miércoles, 5 de octubre de 2022

0643.- Wild Eyed Boy From Freecloud - David Bowie

 


“Wild Eyed Boy From Freecloud” es otra de las canciones tibetanas de David Bowie, completando un ciclo que comenzó en Silly Boy Blue y evolucionó hasta convertirse en medio mito Karma Man y ahora termina como una fábula, digna de un un cuento para dormir o un espectáculo de marionetas. Originalmente la cara B del sencillo 'Space Oddity' , David Bowie volvió a grabar 'Wild Eyed Boy From Freecloud' durante las sesiones de su segundo álbum homónimo. Wild Eyed Boy From Freecloud, es tambien una de las primeras composiciones oscuras de Bowie. El niño está condenado a muerte, esperando la soga del verdugo al amanecer por el 'crimen' de la locura. Desconocido para la gente del pueblo, el niño comparte una simbiosis mágica con las montañas circundantes, y el pueblo se reduce a escombros cuando el niño muere, es un joven incorrupto en la naturaleza , cuya existencia ofende a los mundanos que viven miserablemente en la aldea, el niño se resigna a la muerte. “Freecloud” combina la sensibilidad teatral de Bowie con sus inclinaciones populares recientes, el resultado es una extraña combinación de teatralidad y naturalismo, la letra va desde los detalles cuidadosamente observados de los versos iniciales hasta el yo al estilo Streisand. Toda la canción es un catálogo de influencias: la puesta en escena de una noche antes de un ahorcamiento está fuera de Child Ballads , el sentido de la retribución divina impuesta sobre una ciudad maldita proviene de " Pirate Jenny " de Brecht/Weill.” y la elevación de la letra que describe la montaña (“donde el águila no se atreve a volar”, etc.) tiene un poco de Tolkien. ("Freecloud" era la canción de Bowie favorita de Tolkien-head Marc Bolan).

 

La canción está construida como una pirámide invertida, comenzando con dos largos versos descriptivos, cada uno de 11 versos sin rima ni métrica real; el patrón finalmente se rompe cuando Bowie entra en el puente, que, lleno de rimas y lleno de notas prolongadas, es un alivio para el oído. La canción desciende en espiral cada vez más rápido, primero con una especie de estribillo (aplausos, el título finalmente cantado), luego un par de versos turbulentos que contienen la destrucción del pueblo dentro de ellos y termina con una tranquila coda de 10 compases, el niño se abre camino para liberarse de los escombros mientras reaparece el patrón de guitarra de la introducción, lo que sugiere que el ciclo comenzará de nuevo, aquí o en otro lugar. El arreglo orquestal tiene una presencia abrumadora: comienza con el volumen alto y va hacia arriba, de modo que el caos de los últimos versos carece de la fuerza dramática que debería tener, casi todas las líneas que canta Bowie están acompañadas por un golpe de cuerdas, un estallido de metales, punteos de arpa o golpes de tímpano.

 

Una fuente de inspiración parece haber sido una traducción de 1962 del libro de Jean-Marc Gaspard Itard The Wild Boy of Aveyron , que Bowie leyó a principios de 1969. El libro era un relato de un niño salvaje francés conocido como Víctor de Aveyron, que fue descubierto siendo un joven adolescente a principios del siglo XIX. Itard fue un médico que efectivamente adoptó a Víctor, estudiando y escribiendo sobre su progreso.

martes, 4 de octubre de 2022

0642-. Memory of A Free Festival - David Bowie

 

Memory Of A Free Festival, David Bowie


     El 7 de noviembre de 1969 salía publicado el segundo álbum de estudio de David Bowie, conocido como Space Oddity. El disco fue grabado entre junio y septiembre de 1969 en los Trident Studios de Londres, bajo la producción del gran Tony Visconti, y publicado originalmente el 7 de noviembre de 1969 por el sello discográfico Philips para el Reino Unido bajo el título David Bowie, y por el sello Mercury para Estados Unidos bajo el título Man of Words / Man of Music, siendo relanzado en 1972 por RCA Records con el título actual, Space Oddity. Es uno de los grandes álbumes de Bowie, y surgió como punto de inflexión en la carrera del artista, que hizo la transición de un músico inspirado en el cabaret y la vanguardia a un músico con un sonido hippie / folk.

Incluido en este gran disco se encuentra Memory of A Free festival, un tema donde Bowie quiso inmortalizar, mediante una melodía liviana, alucinante y nostálgica, un festival en que había colaborado. El 16 de agosto de 1969, un joven David Bowie subió al escenario en el festival que se llevó a cabo en el Croydon Road Recreational Ground de la localidad de Beckenham, Inglaterra. Bowie había ayudado a organizar el festival con la esperanza de recaudar fondos para el Laboratorio de Artes de Beckenham. Aquel festival fue un evento muy concurrido y pacífico, con una gran variedad de ofertas musicales, y con vendedores de comida típica, donde la por entonces novia de Bowie cocinaba hamburguesas en un típico carrito de comida rápida. Como curiosidad, apuntar que en aquel festival David Bowie regaló a los  presentes una versión reggae de la mítica Space Oddity.

lunes, 3 de octubre de 2022

0641.- David Bowie - Letter to Hermione

Esta es la carta de amor de Bowie a una antigua novia, Hermione Farthingale, su primer amor verdadero, una joven que estudió ballet clásico y participó como bailarina en las películas; Inspector Clouseau (1968), La Carga de la Brigada Ligera (1968), El gran vals (1972), sólo por poner algunos ejemplos. Bowie se enamoró perdidamente de la actriz, bailarina y modelo durante una relación de 12 meses antes de llegar a lo grande, y se quedó desconsolado cuando ella lo dejó. La pareja se conoció en enero de 1968, en el plató de la obra de la BBC The Pistol Shot, que ambos protagonizaban, y pasaron solo unas semanas antes de que él se mudara con ella a South Kensington, Londres. Se dijo que el padre abogado de Hermione estaba decepcionado de que su hija de 19 años se estableciera en casa con el chico de clase trabajadora de Brixton. Como cualquier pareja joven que comienza junta, el dinero escaseaba y la pareja luchaba para llegar a fin de mes. Hermione dice: “Nos enamoramos, nos llevó unos cinco minutos como máximo. Era un muchacho, parecía ridículamente joven, aparentaba unos ocho años. De hecho, cuando salimos por primera vez con él, me molestó un poco y tuve que recordarme constantemente que en realidad tenía 21 años.


 "Letter to Hermione" no es solo una canción triste de ruptura, es una canción de ruptura realmente triste. Marc Spitz, el último biógrafo de Bowie, llama a la canción "quejumbrosa y literal", Nicholas Pegg la llama "dolorosamente íntima". Aquí, por fin, creemos que Bowie se quitó la máscara; aquí está el verdadero Bowie, derramando su corazón acompañado de una guitarra, tanto que la canción debería haber sido acreditada a David Jones. Es comprensible, porque Bowie sigue siendo una criatura tan desconocida que cualquier grieta visible en la pared vale la pena salir. Pero, ¿consideramos algo como “Letter to Hermione” una canción de Bowie esencial y “dolorosamente íntima” principalmente porque creemos que es verdad? ¿No es suficiente su belleza formal, la tierna melodía de los versos, el barrido de la guitarra de Bowie?. Porque la canción no es para nada un diario en bruto, sino que tiene tanto artificio y destreza como “Space Oddity”: está estructurada pulcramente con una introducción y un final de guitarra en espejo que encierran tres estrofas (la primera detalla lo desolada que es “Bowie”), el segundo nota los rumores que está recibiendo sobre cómo le está yendo a “Hermione”, y el tercero especula sobre su nuevo amante y su felicidad). En medio de cada verso, Bowie, con una confianza desesperada, sugiere que "Hermione" lo extraña ("Lloras un poco en la oscuridad") y responde con una breve línea de cuatro sílabas ("bueno, yo también"). Y como señala James Perone, dado que la canción es una "letra", descarta los estándares típicos de las "canciones de amor", evitando, en su mayor parte, los ganchos melódicos cortos en favor de frases largas y serpenteantes.


domingo, 2 de octubre de 2022

0640.- Space Oddity - David Bowie



Space Oddity sería la obra cumbre de cualquier artista, pero si ese artista es David Bowie, entonces tenemos que cubrirnos con el plural y decir de manera más ambigua que es "una de sus obras cumbre". Editada dentro del álbum del mismo título, y lanzada además como sencillo en 1969, desde entonces hasta ahora puedo decir que hay tres momentos que para mí la convierten en (de nuevo soy ambiguo) una de las canciones más grandes, no ya de la historia, que también, sino de mi particular "universo" musical.

El primer momento es la llegada del hombre a La Luna, aunque en aquel 1969 yo aún no había nacido, pero viendo años después reportajes sobre el alunizaje del Apolo 11, que a su vez tomaban imágenes de la cobertura del evento por la BBC, me impresionó que una canción de un artista por entonces aún semidesconocido (hablamos de su segundo álbum, mucho antes de la irrupción de Ziggy) hubiera sido elegida para un acontecimiento tan relevante. Pero claro, no solo es que fuera muy buena, sino que además narraba la odisea de un astronauta (el Mayor Tom) que queda flotando en el espacio, desconectado de toda comunicación con la sala de control de La Tierra.

El segundo momento llegó en 2011, cuando un par de amigos y yo decidimos juntarnos de vez en cuando a ensayar canciones, creando un grupo al que llamamos los "Telelovers", y a uno de aquellos ensayos llevé como sugerencia Space Oddity. La magia de esta canción nos llevó a tocarla una y otra vez hasta que sonara decente, y a grabarla con el móvil para que aquel momento nunca se perdiera. Aún conservo el mp3 que demuestra que una vez canté las desdichadas aventuras del Mayor Tom, pidiendo que alguien dijera a su mujer que la quería, antes de cortar definitivamente la conexión.

El tercer momento fue, quizá, el más inesperado de los tres. Ocurrió mientras veía la película "The Secret Life of Walter Mitty" de Ben Stiller. El film ya me estaba pareciendo una obra maestra, que recomiendo a todo aquel que no lo haya visto, pero cuando empezaron a sonar las notas de Space Oddity solo puede sonreír ante el momento en el que lo sobresaliente se había convertido en matrícula de honor. La sorpresa fue aún más grande cuando comprobé que, además, se trataba de una versión a duo entre el propio David Bowie y la actriz Kristen Wiig.

Hay muchos más momentos, yo solo he escogido los míos, y os animo a que penséis en los vuestros, y recordéis las situaciones y los lugares en los que esta mágica canción os tocó en lo más hondo. Si pudiéramos juntarlos todos, las combinaciones serían infinitas, como lo es el espacio en el que el Mayor Tom se perdió sin remedio. Nunca una llamada desesperada de auxilio fue tan bella y tan intensa, y por eso esta canción es la obra cumbre (entre las muchas otras cumbres) de la carrera de David Bowie.

viernes, 30 de septiembre de 2022

El disco de la semana 295: The Life Aquatic Studio Sessions - Seu Jorge



The Life Aquatic Studio Sessions (2004) es un disco del músico brasileño Seu Jorge, al que seguramente no habría conocido de no haberme topado con la irreverente película The Life Aquatic de Wes Anderson, protagonizada por Bill Murray, y con un elenco de actores que incluía, entre otros, a Owen Wilson, Cate Blanchett, Anjelica Huston, Willem Dafoe, Jeff Goldblum y... el propio Seu Jorge en un papel secundario pero muy relevante para la banda sonora del film, que incluyó cinco de las canciones de este The Life Aquatic Studio Sessions.

La película fue un fracaso de taquilla, pero acabó siendo una obra de culto, por su irónica y divertida descripción de la lealtad y de la búsqueda de un propósito en la vida, a través de la particular odisea de Steve Zissou (Bill Murray), que decide vengarse de una extraña criatura marina a la que bautiza como "Tiburón Jaguar", que devoró a su compañero Esteban Du Plantier durante el rodaje de su último documental. El film está plagado de momentos brillantes y cargados de trasfondo en sus mensajes, como en la escena en la que, en el estreno del citado documental, un niño le entrega a Zissou una bolsa llena de agua con un caballito de mar dentro, pero la bolsa empieza a perder agua, y Zissou hace una salida triunfal del teatro, haciendo caso omiso de los flashes de los fotógrafos y de la gente que le aclama o le critica a uno y otro lado, mientras avanza con gesto elegante, sosteniendo una copa llena de agua con el caballito de mar a salvo en su interior.

En el capítulo de momentos curiosos del film, hay que destacar también las escenas en las que, durante el viaje en busca del extraño tiburón, el marinero Pelé dos Santos (Seu Jorge), se retira de cuando en cuando con su guitarra a algún rincón del barco, para cantar tranquilo a la luz de la luna, o bajo el sol y la calma de la suave brisa del mar, versiones desnudas de algunos de los mejores temas de David Bowie, cantadas en portugués, y con el único acompañamiento de su guitarra acústica.

Trece son las canciones de Bowie que encontramos en este genial y curioso disco de culto, completado con Team Zissou, la canción que cierra el disco y la única canción original de Seu Jorge, escrita expresamente para el film. En ellas, sorprende que, manteniendo las melodías de las canciones originales, la traducción al portugués de las letras de Bowie no es, ni mucho menos, exacta, tomándose el músico brasileño la libertad de irse alejando o acercando a las letras originales a su antojo, creando con ello momentos de sorpresa en la escucha, lo que añadido al ligero toque a música brasileña que le imprime a los temas, dota a las míticas canciones de Bowie un nuevo y curioso pelaje, a la vez que mantiene las señas de identidad y la esencia de las piezas originales. 

El disco comienza con tres de las cinco canciones que fueron incluidas en la banda sonora oficial, firmada por Mark Mothersbaugh (Devo), y completada con canciones de rock de las décadas de 1960 y 1980, varias piezas instrumentales compuestas por Sven Libaek para la serie de televisión documental submarina Inner Space, y los temas de Seu Jorge. Hablamos de Rebel Rebel, Life on Mars y el "Astronauta de Mármore" (Starman), esta última basada en la adaptación que de la letra de Bowie hizo el grupo brasileño Nenhum de Nós en su versión del tema en 1986. La sencillez y el cuidado con los que Seu Jorge trata e interpreta estos y otros grandes éxitos del Duque Blanco son sin duda el mayor encanto de este disco, aunque la fórmula no encaje igual de bien en todas las versiones. Ziggy Stardust funciona y agrada también al mismo nivel, pero Lady Stardust, Changes y Oh! You Pretty Things empastan menos y por tanto no son tan llamativas como las anteriores.

En Rock N' Roll Suicide, la cuarta de las canciones incluidas en la banda sonora, vuelve la magia que rebosa el concepto de este disco, pero después llega un Suffragette City que pierde toda la fuerza del original en su versión acústico-brasileira. Five Years, la quinta y última elegida para la banda sonora, vuelve a ponernos en postura de reverencia ante la propuesta del músico de Río de Janeiro, y en el tramo final del disco hay espacio para curiosidades como la versión lenta y acústica de un tema tan enérgico como Queen Bitch, canciones más antiguas de Bowie como When I Live My Dream, y una agradable versión de Quicksand a la que le sienta bien el tempo del disco, más cercano al de la canción original que en otras canciones. El disco cierra con Team Zissou, el único tema original de Seu Jorge, pero en la versión para iTunes se ofrecía como bonus track la versión de Space Oddity, convirtiendo a la "Rareza Espacial" de Bowie en la rareza extra de un disco que, ya de por sí, estaba destinado a convertirse, como la película que le daba sentido, en una auténtica obra de culto.

Nada mejor que el propio Bowie para ponerle cierre a la reseña de este disco, cuando dijo que: "Si Seu Jorge no hubiera grabado mis canciones en acústico y en portugués, nunca habría escuchado este nuevo nivel de belleza que les ha dado a las canciones". Yo iría incluso más allá y diría que tanto el disco como la película han sido para mí piezas clave con las que restarle drama al guion y a la banda sonora de la vida misma, y por eso las canciones y las escenas de The Life Aquatic están siempre disponibles en un rincón cercano de mi memoria o de mi móvil, para poder volver a ellas siempre que necesite de la calma que da trasladarse mentalmente a la proa de un barco, para escuchar a Seu Jorge cantando el Astronauta de Mármore o Space Oddity, o para tener siempre presente que, cuando las dificultades se agolpen a ambos lados del camino, no hay que desfallecer y hay que asegurarse de llevar siempre contigo lo que de verdad importa, sosteniendo con mano firme la copa para que nuestro particular caballito de mar siga flotando seguro en su interior.

domingo, 26 de junio de 2022

Tina Turner - Break every rule #MesTinaTurner



Para su sexto álbum en solitario, Tina Turner se enfrentaba a la difícil tarea de trabajar en el disco posterior a un disco de gran éxito. Private Dancer puso el listón bastante alto, y con Break Every Rule (1986) se conjuró para "romper todas las reglas" para que estuviera a la altura del anterior.

A nivel de ventas y repercusión internacional lo consiguió, y el disco alcanzó el número 4 en las listas estadounidenses, alcanzando rápidamente el disco de platino que por entonces se otorgaba al alcanzar el millón de copias vendidas. Mayor éxito alcanzó incluso en el Reino Unido, dónde el álbum se aupó hasta la segunda posición de las listas, siendo certificado triple disco de platino, y llegó a ser número uno en otros países europeos como Alemania o Suiza.

Sin embargo, y aún tratándose de un disco de contrastada calidad, en lo creativo se quedó por debajo de su predecesor, y dejó la sensación de que la tan ansiada nueva entrega de Tina Turner solo se saltaba las reglas en el título, entregando una serie de canciones comercialmente efectivas pero poco arriesgadas, entre las que afortunadamente se encontraban algunas joyas que se incorporaron de inmediato a su colección de grandes éxitos en solitario.

Typical Male es la canción con la que arranca el disco, y un buen ejemplo de la pulcra comercialidad de la propuesta. Una canción intensa y pegadiza que funciona para romper el hielo. What You Get Is What You See es otra de las piezas destacables del disco, con una guitarra y un ritmo que recuerdan a Dire Straits, y es una canción en la que la voz de Tina brilla especialmente en el puente y el energizante estribillo. Two People es seguramente más conocida, y sin embargo da la impresión de haber resistido peor el paso del tiempo, y en contraste con las dos piezas previas suena con menos fuerza y unos teclados algo desfasados en la actualidad.

El siguiente bloque de canciones deja entrever algún que otro relleno (Till The Right Man Comes Along) y una excesiva repetición de esquemas en ritmos y estribillos (Afterglow), que le restan al álbum en su carrera por alcanzar las cotas artísticas de su antecesor. La versión del tema de David Bowie Girls es correcta y salva los muebles con su, de nuevo, comercial producción y acabados, y vocalmente le viene mucho mejor a Tina que los dos temas anteriores. Es el momento en el que el disco vuelve a enfilar con fuerza la cuesta hacia arriba, y manteniéndose ahí con la pieza rock de Bryan Adams Back where you started y llegando a lo más alto con Break every rule, la canción que da título al disco, un hit diseñado para que encaje como un guante con la intensa voz de Tina.

Con cierto toque a blues eléctrico de carretera, a Overnight sensation no le llega para jugar en las grandes ligas, pero es correcta y aporta su granito de arena a un disco que, salvo en un par de temas ya reseñados, es ameno y de agradable escucha. Le sigue Paradise in here, una balada construida en base a unos omnipresentes teclados ochenteros, en la que Tina se luce vocalmente como siempre, pero que cae al grupo de canciones más prescindibles del disco, que cierra a buen nivel con la power ballad I'll Be Thunder, contribuyendo al buen sabor de boca general de un disco que realmente no rompió ninguna regla, pero que siguió cimentando la leyenda y el éxito de una artista única en su especie.

jueves, 19 de mayo de 2022

0504 - In the Heat of the Morning - David Bowie

0504 - In the Heat of the Morning - David Bowie 

In the Heat of the Morning es una canción escrita por el músico británico David Bowie, está canción fue grabada por primera vez en el año 1968, ​pero una de las versiones que se grabó en 2008, tuvo una gran popularidad en 2008, esta versión interpretada por la banda británica the Last Shadow Puppets.

La primera versión de estudio fue grabada en los estudios Decca, en la ciudad de Londres el 12 de marzo de 1968, junto con Tony Visconti como productor. Fue completada con los overdubs grabados el 29 de marzo y el 10 y 18 de abril.

Los estudios Decca ya había rechazado a When I Live My Dream como un lanzamiento de sencillo, y tampoco aceptaron a In the Heat of the Morning.

The Last Shadow Puppets grabó su versión en los estudios RAK en agosto de 2007. La versión de the Last Shadow Puppets fue publicada como lado B del lanzamiento de sencillo de The Age of the Understatement.

Esta canción fue versionada en otras ocasiones, una de esas versiones, es una versión más lenta de la canción grabada en el mes de julio de 2000 para el álbum Toy de David Bowie. 

Como así también una versión demo grabada en su casa a mediados de 1968 fue publicado en la caja recopilatoria de 2019, Spying Through a Keyhole, y más tarde en Conversation Piece.

Daniel 
Instagram storyboy 

jueves, 13 de enero de 2022

0378.- Love you till Tuesday - David Bowie


Love you till Tuesday (Te amaré hasta el Martes) fue uno de los primeros sencillos publicados por David Bowie, y formó parte también de su álbum de debut homónimo, publicado en 1967, aunque en una versión remozada con el añadido de una brillante sección de cuerda de Ivor Raymonde. A Bowie le costó alcanzar el éxito en sus primeros años, y al igual que pasaría con la mayor parte de singles que lanzó antes de Space Oddity, con Love you till Tuesday no llegó a entrar en las listas de éxitos del Reino Unido.

Dos años después, la canción dio título a una película promocional de David Bowie, y apareció en los títulos de crédito iniciales, pero la maldición de los primeros años pareció continuar, y la película no llegó a ver la luz hasta 1984 y en el circuito de VHS, con David Bowie convertido en una mega estrella que atravesaba su particular cuesta abajo de los años ochenta. En apenas media hora de metraje, incluía interpretaciones de siete canciones de Bowie, la mayor parte de ellas provenientes de su disco de debut, y la por entonces nueva canción "Space Oddity". Curiosamente, Love you till Tuesday aparecía en una versión en alemán (Lieb 'Dich bis Dienstag) que tampoco ayudó mucho a que la vida comercial del tema produjera algunos brotes verdes.

En cualquier caso, y como "sólo un necio confunde el valor con el precio", no queríamos dejar pasar la ocasión de, con independencia de sus escasas ventas, poner en valor uno de los temas más destacables de los primeros años de David Bowie como intérprete. Love you till Tuesday fue, junto a Little Bombardier, uno de los temas en los que Bowie exploró territorios de music hall y vodevil con un descaro sorprendente para un artista novel, dentro de un disco de debut que, a día de hoy, sigue siendo tan desconocido como pintoresco.

miércoles, 12 de enero de 2022

0377.- Little Bombardier - David Bowie

 


Después de varios singles y de mucho trabajo, David Robert Jones mas conocido como David Bowie publica su primer álbum en la discográfica Deram, una de las filiales de Decca. El álbum esta integrado por 14 canciones, todas compuestas por el artista, sin duda no es representativo de lo mucho que nos iba a regalar el artista, pero desde luego ya tenemos ciertas pistas de todo lo que iba a ser capaz de ofrecernos.

La canción de apertura de la cara B del álbum debut de David Bowie, 'Little Bombardier', es la historia de un exsoldado solitario, que se fue de la ciudad después de hacerse amigo de dos niños pequeños. La canción parece haber sido inspirada por 'Uncle Ernest', un cuento de Alan Sillitoe en su colección de 1959 The Loneliness of the Long Distance Runner . El protagonista de la historia de Sillitoe es un tapicero solitario de mediana edad, Ernest Brown, que se hace amigo de dos hermanas preadolescentes en un café y acaba endeudándose después de comprarles comida, bebida y regalos. Aunque no hay indicios de que Brown estuviera motivado por otra cosa que no sea la soledad, dos policías le advierten que se mantenga alejado de las niñas, diciendo que lo han estado observando durante algún tiempo. Aplastado por saber que su tiempo con Alma y Joan había terminado, Brown busca consuelo en la bebida. La canción de Bowie sigue un tema similar, aunque hay varias diferencias clave. Su protagonista es Frankie Mear, un ex miembro de las fuerzas armadas que bebe mucho. Mear se hace amigo de dos niños en “the picture house”, donde pasa gran parte de su tiempo. El cine se representa como un lugar de escapismo y alegría, tal como sería en 'Life On Mars?' de 1971 . , mientras que la historia de Sillitoe se desarrolla en el ambiente mucho más monótono de un café lleno de gente. Y lo que es más importante, la canción de Bowie termina con el exilio de Frankie Mear, en lugar del olvido alcohólico de Ernest Brown.

martes, 11 de enero de 2022

0376.- Arnold Layne - Pink Floyd


Arnold Layne fue la primera canción de Pink Floyd que salió publicada como single. Desafortunadamente, y siguiendo la costumbre arraigada en los 50 y los 60 de no hacer coincidir las canciones de los singles y los LP's, este tema no fue incluido en el álbum debut de la banda (The Piper at the Gates of Dawn) pese a ser una canción muy superior a la mayor parte de temas del disco, y estar considerada como una de las mejores obras del período inicial de la banda, marcado por la psicodelia y la experimentación que aportaba su entonces líder Syd Barrett.

Escrita por el propio Barrett, la letra no estuvo exenta de polémica, ya que el protagonista de la canción era un travesti aficionado a robar ropa interior femenina de los tendederos de las casas. Pese a la polémica generada, y la consiguiente prohibición de ser emitida en algunas emisoras londinenses, Arnold Layne llegó al puesto 20 de las listas de ventas del Reino Unido, dando el primer paso firme de unos, por entonces, primerizos Pink Floyd, destinados a marcar una era en sus posteriores reencarnaciones y bajo el mando del ya presente Roger Waters y el aún ausente David Gilmour.

Pese a que Pink Floyd se convirtió en el blanco de las críticas de la nueva ola punk de finales de los setenta, una banda como The Damned se rindió a las excelencias de esta canción y realizó una versión de las aventuras del psicodélico travesti inmortalizado por Syd Barrett. Posteriormente, en 2006 David Gilmour la incluyó por sorpresa en su gira del disco On an Island, contando con la interpretación vocal de David Bowie durante el concierto celebrado en el Royal Albert Hall. Otra versión interesante es la de The Boomtown Rats, por tratarse del grupo en el que cantaba Bob Geldof, que encarnaría a Pink, otro de los personajes del imaginario creativo de Pink Floyd, y protagonista de la película del disco The Wall.


viernes, 17 de diciembre de 2021

0351: I'm waiting for the man - Velvet Underground

 

Estoy esperando a el hombre, tengo 26 dólares en la mano... Así comienza I'm Waiting for the Man, un intenso viaje en clave proto-punk y garage rock, hacia los infiernos del Harlem neoyorquino en busca de heroína. Escrita por Lou Reed, que comentó sobre la letra que "Todo acerca de esa canción es cierto, excepto el precio", podría interpretarse como una precuela de la mítica Heroin, incluida también en el disco The Velvet Underground & Nico.

Mientras que, hacia la mitad del disco, Heroin relata con pelos y señales la adicción del protagonista y el momento de "pegarse un chute", I'm Waiting for the Man suena casi al comienzo, describiendo la tensa espera de la compra de la droga entre la Avenida Lexington y la 125, sintiéndose "enfermo y sucio" y "más muerto que vivo", esperando a un camello que "nunca llega a tiempo, siempre llega tarde, lo primero que aprendes es que siempre tendrás que esperar".

Construida sobre un machacón ritmo de piano, bajo y guitarra, que ha sido copiado y versionado por toda una legión de músicos de diferentes generaciones, es una de las mejores canciones de la Velvet Underground. Su amigo David Bowie la llevó magistralmente a su terreno en directo, con la formación de los Spiders from Mars y en otras giras posteriores. Es también curioso escucharla en la voz suave y femenina de Vanessa Paradis en su disco de debut, producido por su entonces pareja Lenny Kravitz. Son solo algunos ejemplos de las múltiples visitas a la Avenida Lexington con la 125, para hacer suya una canción de incalculable valor. O quizá la consigas por solo 26 dólares, pero siempre te tocará esperar.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

0314: Wild is the wind - Nina Simone


Wild Is the Wind
fue escrita originalmente por Dimitri Tiomkin y Ned Washington para la película del mismo título, estrenada en 1957. La canción, grabada por Johnny Mathis para la película, se convirtió en single a finales de ese año, consiguiendo una nominación a la mejor canción original en los Oscars de 1958.

La versión de Nina Simone, que dio también título a su sexto álbum de estudio de 1966, ralentizaba la instrumentación y elevaba el nivel lírico y sentimental en una interpretación más intensa y conmovedora. La cantante estadounidense la interpretó en directo por primera vez en 1959, y aquella primera versión quedó registrada en el álbum en vivo Nina Simone at Town Hall, pero su interpretación más conocida acabó siendo la del disco Wild Is the Wind, incluido en los 1001 discos que debes escuchar antes de morir de Robert Dimery.

Wild Is The Wind fue también interpretada por David Bowie en su álbum de 1976 Station to Station, en una versión igualmente memorable e intensa. Bowie decidió grabarla tras un encuentro entre ambos músicos en 1975, y comentó que la versión de Nina Simone le había calado tan hondo, que decidió grabarla como homenaje a la genial intérprete y pianista.

viernes, 11 de junio de 2021

0162.- Liza Jane, David Bowie (aka Davie Jones with the King Bees)

 


David Bowie ni siquiera era David Bowie cuando lanzó su sencillo debut, un rock de R&B llamado "Liza Jane", con su banda King Bees, todavía usando su nombre de pila de Davie Jones, Bowie estaba apenas tiene 17 años, pero como demuestra la grabación, ya está lleno de fuego y actitud. Grabada para Vocalion Pop, la canción fue promocionada con fuerza, pero no llegó a las listas y la banda fue posteriormente eliminada del sello. Los orígenes de la canción se remontan a 1917, cuando Earl Fuller grabó una canción llamada "Lil 'Liza Jane" instrumental. La canción fue emitida por Harry C. Brown un año después, con voces añadidas. Desde entonces se ha convertido en un estándar del jazz y el R&B de Nueva Orleans, en gran parte gracias a la grabación clásica de Huey "Piano" Smith y los Clowns en los años 50. A The King Bees se le ocurrió una interpretación de blues de 6 compases y su manager Leslie Conn, hizo algunos cambios y se lo atribuyó a sí mismo. El sencillo fue lanzado en el sello subsidiario de Decca Records, Vocalion Pop, con el número de catálogo V.9221. Su cara B era 'Louie, Louie Go Home'. Solo se imprimieron 3.500 copias, muchas de las cuales quedaron sin vender. Ambas canciones habían sido grabadas a principios de 1964, durante una sesión de siete horas en Decca Studios en West Hampstead, Londres. Aunque era sabido que el tema era una adaptación, la composición se atribuyó a Leslie Conn, una cazatalentos de Decca y, que por entonces era el manager de Bowie, más tarde el cantante comentaría que “Liza Jane era una canción espiritual negra con la que practicábamos, no sé cómo se le ocurrió poner su autoría a la canción”

"Liza Jane" recibió críticas positivas de los semanarios de música del Reino Unido y se escuchó en la radio pirata Radio Luxembourg. El single fue lanzado el 5 de junio de 1964 y al día siguiente, fue una de las canciones que aparecieron en el concurso de Juke Box de la televisión de la BBC, donde fue considerada mala por todos menos uno de los jueces del estudio. Bowie estaba presente en el estudio y se le pudo ver por televisión cuando estaba reaccionando al veredicto, aquella seria su primera aparición en televisión. El grupo siguió con su periplo televisivo y el 19 de junio, Davie Jones con King Bees apareció en el programa de ITV Ready, Steady, Go! , interpretando 'Liza Jane' ante la audiencia del estudio. La banda también apareció en The Beat Room de BBC Two el 27 de julio, a pesar de ser lanzada con una fuerte promoción, la canción no fue un éxito comercial y no llegó en ningún momento a las listas de éxitos, sin embargo una vez comprobado en lo que se convirtió David Bowie, el sencillo se volvió muy buscado entre los coleccionistas de discos.

Decca reeditó 'Liza Jane' en 1978, pero apenas tuvo más éxito que en 1964. También apareció en la compilación de 1991 Early On (1964-1966) y en la colección de varios artistas de 2005 And The Beat Goes On. La canción también fue revivida inesperadamente por Bowie el 5 de junio de 2004 durante un espectáculo en el PNC Bank Arts Center en Holmdel, Nueva Jersey. Este fue el año del 40 aniversario del lanzamiento de la canción y la fecha final en Estados Unidos del A Reality Tour.

domingo, 31 de enero de 2021

La música en historias: Finaliza el Mes David Bowie

 


Finaliza el #MesDavidBowie, y mientras paseo por un bulevar cercano a mi casa, tengo la sensación de que, para abarcar toda la obra del Duque Blanco, tendríamos que haberle dedicado el #trimestreDavidBowie, para poder profundizar en muchos otros discos relevantes de su extensa discografía. Al final del bulevar, me detengo en un pequeño recodo de la calle, desde el que se accede a una zona de pistas de skate, en la que el gris de las rampas de cemento está salpicado de pintadas de grafiteros. Pienso en la portada de Lodger (1979), el tercer disco de la trilogía berlinesa, con un Bowie caracterizado como si se hubiera desplomado desde gran altura o, por qué no, como si se hubiera caído de un patinete en una de esas cuestas de áspero cemento. Lodger no era tan áspero ni tan atropellado como la portada sugería, y no llegaba a las cotas de experimentación de los dos discos anteriores, pero aportaba de nuevo un buen puñado de canciones al "universo Bowie".

Al caer la tarde sobre las solitarias pistas de skate, el lugar empieza a tornarse algo inquietante. No vivo en un barrio peligroso, pero las sombras que proyectan las luces de las farolas al iluminar las afiladas rampas hacen que mi imaginación se dispare y mi mente se ponga en alerta ante la posibilidad de encontrarme con monstruos terroríficos como los de Scary Monsters (1980), considerado por muchos como el último gran disco de Bowie, tras el que su patinete se lanzó en caída libre por una de esas escarpadas rampas del destino. Y hablando de patinetes, como no recordar que, precisamente, la primera vez que vi a Bowie fue montado en unos patines, en el vídeo promocional de "Day in day out", el single de lanzamiento del fallido Never let me down (1987), uno de sus desvaídos discos de los ochenta. El bajo tono general del disco no impide que, en mi caso, y quizá asociado a esa potente imagen de un Bowie con cazadora de cuero, patines y guitarra eléctrica, cantando sobre la difícil vida de una madre en los suburbios de la gran ciudad, la canción siga teniendo mi indulto permanente.

Ya en los 90, Black tie, white noise (1993) fue uno de los primeros discos con los que estrené mi primer equipo de sonido en CD, y aunque seguían siendo escasas las vetas doradas que se podían encontrar en sus discos, el brillo de "Jump they say" mantenía la esperanza en que la llama de los geniales discos de los setenta volviera a prender en algún momento. Lo hizo, de manera más o menos intermitente, en esa extraña pero meritoria obra conceptual llamada Outside (1995), protagonista de una de mis primeras citas con mi futura mujer. Paseando por el centro de Madrid, pasamos por delante de una tienda de discos, y le pedí que me acompañara a su interior por tan solo unos minutos. Al fin y al cabo, si iba a convertirse en la mujer de mi vida, tenía que empezar a acostumbrarse al mayor y más sano de mis muchos vicios. 

De allí salí con ella de la mano, y con Outside bajo el brazo. ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Pues ya puestos, que Bowie hubiera mantenido el pulso firme de discos como The Buddha of Suburbia (1993), Earthling (1997)Heathen (2002), frente a discos más apagados y desiguales como Hours (1999) o Reality (2003). Que el tiempo se hubiera detenido eternamente en ese inesperado gran retorno que fue The Next Day (2013), y que una estrella negra no hubiera anunciado nunca el final de su vida y de su obra en Black Star (2016). Pero el tiempo sigue su rumbo de manera inexorable, y ya es noche cerrada en las pistas de skate del barrio. Un perro ladra a lo lejos, y se oye el ruido de alguien dando una patada a lo que parece una lata de refresco vacía. Los monstruos terribles se acercan, y es el momento de regresar a casa. Al volver sobre mis pasos, y por sólo un segundo, juraría haber visto por el rabillo del ojo una delgada silueta enfundada en una cazadora de cuero, alejándose patinando al mismo tiempo que el #MesDavidBowie llega a su fin.

miércoles, 27 de enero de 2021

David Bowie - Héroes (Mes David Bowie)

Héroes, David Bowie

 


     En esta ocasión vamos a detenernos en Héroes, como el segundo disco de la llamada trilogía berlinesa de David Bowie. Recordemos que a finales de 1976 se muda a vivir a Berlín Occidental en un intento por dexintosicarse y revitalizar su carrera. Allí comparte piso con Iggy Pop y comienza a trabajar con el cantante, compositor y productor musical Brian Eno. En 1977 ayuda a componer y escribir el álbum debut de Iggy Pop, The Idiot, y ese mismo año publica Low, el cuál ha reseñado nuestro querido Nevermind. Con Low le da a su forma de componer letra y música una forma más oscura y abstracta, y el disco aunque obtiene críticas negativas y no es recibido tampoco con mucha alegría por su compañía discográfica en ese momento, RCA Records, que lo que pretendía era mantener el tirón comercial que Bowie tenía y pensaba que iba a fracasar con éste disco, acaba superando en ventas en el Reino Unido a su anterior trabajo, Station To Station



El 14 de octubre de 1977 Bowe publica el duodécimo disco de su carrera en solitario, y el segundo de la trilogía berlinesa, Héroes. Para éste álbum Bowie trabaja con Biran Eno al igual que con el anterior disco, Low, y es grabado en el Hansa Studio by the Wall, de Berlín Occidental entre julio y agosto de 1977 bajo la producción de él mismo y Tony Visconti. El disco contiene el mismo concepto minimalista e instrumental que Low, pero le dota de un aire más alegre y positivo y le introduce más elementos pop y rock. El personal que colabora con Bowie para la grabación de Héroes está compuesto por Carlos Alomar (guitarra rítmica), Dennis Davis (percusión), George Murray (bajo), Brian Eno (sintetizador y teclados), Robert Fripp (guitarra), Tony Visconti (coros) y Antonia Maass (coros). El disco obtiene una muy buena recepción de la crítica y del público, llegando al puesto número 3 en las listas británicas y permaneciendo en ellas durante 26 semanas seguidas, el puesto 35 en las listas estadounidenses, y obteniendo muy buenos resultados también en países como Alemania y Francia.

Héroes es un disco donde Bowie vuelve a poner de manifiesto el espíritu de la Guerra Fría, y vuelve a rendir homenaje a sus influencias de Krautrock, la corriente musical de rock experimental surgida a finales de los años 60 en la antigua República Federa Alemania. El tema que abre el disco es Beauty and the Beast, compuesta por Bowie, comienza con una especia de música inconexa de guitarra, piano, música electrónica y voz que va in crescendo. Podemos apreciar el toque que Robert Fripp le da con su guitarra eléctrica y el gran trabajo de Brian Eno con los sintetizadores. En cuanto a la letra, es una especie de oda de la relación amor / odio que Bowie mantenía en aquella época con su adicción a las drogas, más concretamente a la cocaína en ese momento. Joe the Lion, compuesta por Bowie, uno de los temas influenciados por el krautrock alemán, es un tributo al artista conceptual estadounidense Chris Burden, quién se crucificó una vez a sí mismo en 1974 en un Volkswagen New Beetle, y al que Bowie compara en el tema con una cruz de hierro. Para la lína de bajo de éste tema Bowie utilizó la de su tema Changes (Hunky Dory - 1971). Héroes, compuesta por Bowie y Brian Eno, el título es un guiño al tema Hero del disco Neu! '75 de la banda alemana Neu!, y cuyo guitarrista de esa banda, Michael Rother, había sido tanteado para tocar en éste álbum. Al parecer la inspiración le vino a Bowie al observar por la ventana del estudio, desde la que podía verse el muro de Berlín, a una pareja besándose, y aquella imgen de contraste entre el amor y la guerra le sugirió la idea del tema. Aquella pareja que Bowie vió en aqel momento no era sino al mismísimo Tony Visconti junto a una mujer, algo que sería confirmado años después. Sons of the Silent Age, compuesta por Bowie, fue el único tem que se gestó antes de las sesiones de grabación, pues todos los demás fueron creados e improvisados en las sesiones de grabación del disco. El tema hace referencia a los personajes de su canción The supermen (1970), y según la crítica, la letra es una revisión en tercera persona de lo temas de la abstinencia psicótica que Bowie había explorado en su anterior álbum, Low. Cierra la cara A Blackout, compuesta por Bowie, es quizás el tema más difícil del disco, con unas letras difíciles de esntender, donde Bowie hace alusión a cortes de energía, refiriendose probablemente al apagón sucedido en la ciudad de Nueva York en 1977,  que ha sido interpretado como al apagón personal sufrido por Bowie en Berlín, donde sufrió un colapso, siendo trasladado al hospital de urgencia. 



Abre la cara B V-2 Schneider, compuesta por Bowie, pieza instrumental donde el artista rinde tributo a Florian Schneider, cofundador de la banda alemana Kraftwerk, para quien Bowie supuso una clara influencia. V-2 era el apodo por el que se conocía a Schneider. También se llamó así al primer misíl balísitico desarrollado por el ejercito alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Para ayudar a generar ideas creativas, Brian Eno empleó sus llamadas Oblique Strategies, un método ideado por el mismo y por el artista Peter Schmidt, y cuyas cartas ofrecían desafíos con el fín de ayudar a los artitas a romper los bloqueos creativos y así fomentar la creatividad. Los siguientes tres temas, instrumentales, fueron creados a partir de éste juego entre Eno y Bowie,  Sense of Doubt, compuesta por Bowie, otro de los temas más oscuros del disco, Moss Garden, compuesta por Bowie y Eno, y Neuköln, compuesta también por ambos. Éste último instrumental lleva el nombre de un distrito de Berlín, y según la crítica especializada, con la música Bowie pretendía reflejar el desarraigo de los inmigrantes turcos que constituían un gran parte de la población de dicho barrio berlinés. Cierra la cara B y por tanto éste imprescindible disco del genial artista The Secret Live of Arabia, compuesto por Bowie, Eno y Carlos Alomar, tema que sería versionado en 1982 por la banda y productora British Electric Fundation (formada por los exmiembros de Human League y Heaven 17 Martyn Ware) en su álbum Music of Quality and Distinction.

domingo, 24 de enero de 2021

David Bowie - Low (Mes David Bowie)


 "Hoy voy a empezar a construir la casa dónde estaré para toda la vida..."

No, no me he despistado, creyendo que estoy de nuevo en el #MesCoqueMalla en lugar del #MesDavidBowie. Es que creo que Berlín, la canción de Coque, refleja perfectamente el momento vital en el que se encontraba David Bowie, en el momento de crear y publicar Low (1977), el disco con el que abrió algo más que lo que todos conocemos como su "Trilogía de Berlín" (Completada con los posteriores Heroes y Lodger). Con este disco, y más concretamente con la decisión previa de alejarse del "star system" y buscar el anonimato en Berlín, David Bowie buscaba un nuevo comienzo, una búsqueda de sentido y de dirección para su vida, inmerso como estaba en una lucha por salir del infierno de las drogas. No es de extrañar que un cambio de este tipo no acabara también manifestándose en un cambio relevante en su enfoque artístico. Low nace de ese estado vital y de ese momento personal concreto, además de la fascinación de Bowie por la escena musical alemana.

Tampoco estoy construyéndome una casa, aunque acabo de comprarme una nueva, y espero que sea para toda la vida. Cambiarse de casa es un cambio muy relevante, y una apuesta por un nuevo comienzo. En un pequeño cuarto de esa casa, montaré mi rincón para la música. Será un lugar presidido por estanterías llenas de vinilos y compactos, recopilados durante toda una vida. En ese lugar, habrá un espacio reservado para The Man Who Fell to Earth (1976), la película en la que Bowie encarnó a un extraterrestre llegado a La Tierra. Para la banda sonora del film, le propusieron que trabajara en varios temas, que finalmente no fueron utilizados. Ahí surgió el germen de lo que un año después sería Low, y quizá para reconocer ese nexo con la película, la portada del disco es una imagen de Bowie caracterizado como el personaje que interpretó en el film.

En Berlín, Bowie rompe con el pasado, y mira directamente hacia el futuro, aunque aún no sabe bien que dirección seguirá para encontrarlo. En algún momento, descubrió hacia dónde apuntaba ese Norte, y quizá mirándose en el espejo en alguna de las habitaciones del piso de la Hauptstrasse, se dijo algo parecido a "Voy a saltar, voy a nadar hasta otro lugar, para toda la vida", y tuvo claro que no seguiría el camino de discos anteriores como Young Americans, como le hubiera gustado a los directivos de la discográfica, sino que daría un paso más allá en el enfoque experimental iniciado en Station to Station. Con la inestimable ayuda de Brian Eno y del productor Toni Visconti, empezó a dar forma al que probablemente sea el disco más experimental de su carrera, un disco de culto y situado en las antípodas de lo que pueda considerarse un disco convencional.


UN RECORRIDO POR LAS HABITACIONES DE "LOW"

Veo la pared donde colgué, las fotos que acumulé, durante toda la vida. No reconozco a nadie, y sin embargo, cuando pienso que eran rostros que ayer eran toda mi vida, sé que ya no estoy, y que no quiero mirar la pared nunca más en la vida"

El disco comienza con Speed Of Life, corte instrumental en el que destacan los efectos electrónicos en los teclados, y la áspera guitarra de Ricky Gardiner, primer ejemplo del sonido oxidado y sin depurar que será la gran seña de identidad de toda la primera parte del disco. Con Breaking Glass el disco empieza a contagiarse del tono triste, oscuro y críptico de las letras, que aquí parecen reflejar aspectos de su pasado de los que se arrepiente ("No mires a la alfombra, dibujé algo desagradable en ella". Menos personal es el enfoque de What in the world, con la colaboración de Iggy Pop en los coros. Iggy fue uno de los pocos "rostros de la pared" de los que Bowie no quiso separarse, y aunque su participación en el disco se reduce a este tema, el retiro en Berlín del Duque Blanco no se entiende sin su presencia como compañero de piso y de aventuras en la capital alemana.

Low alcanza su momento más alto en Sound And Vision, tema muy por encima del resto de canciones, y que no por eso puede ser etiquetado como el más convencional. Al contrario, el desamparo que embargaba a Bowie se cuela en la aparentemente inofensiva y colorida letra. El "azul de la habitación en la que viviré" hace referencia a la tristeza,  y las "persianas pálidas todo el día" nos hablan de la depresión que no le permite ver la luz. Es Bowie aislado en su retiro voluntario, sin "nada que hacer, nada que decir", sólo esperar que la inspiración le llegue ("Me sentaré, esperando el regalo del sonido y la visión"). Todo un hit agridulce, que sin duda sonará insistentemente en la terraza de mi nueva casa, dónde pienso "preguntarme a veces sobre el sonido y la visión" con una buena cerveza en la mano.

Always crashing in the same car profundiza en el difícil momento vital que atravesaba. En todo propósito de cambio, hay momentos en los que las cosas parecen no estar saliendo de acuerdo a lo planeado. En una genial metáfora, inspirada en un accidente de coche real, Bowie describe esa sensación de estar dando "vueltas y vueltas en círculo" sin encontrar una salida, y resignado a acabar "estrellándose siempre contra el mismo coche". El tratamiento instrumental, con las guitarras y los teclados distorsionados, y la dejadez con la que la voz de Bowie transmite esa rendición ante el insalvable destino, la convierten en un tema tan irónico como brillante.

Be My Wife tiene un peso bastante marcado de los teclados, tanto en el ritmo como en las secciones de transición melódica, y podríamos decir que es, además de Sound and Vision, el otro hit radiable del disco, dentro de un álbum con pocas balas que disparar en radios convencionales. La primera cara termina con el tema más positivo, A New Career in a New Town ("Una nueva carrera en una nueva ciudad"), que reafirma con su título el proyecto de vida que se escondía tras la experimentación musical de Low. Un tema instrumental que cierra una primera parte que tiene, en sí misma, entidad de obra redonda y terminada, y muy diferente a lo que encontraremos al girar el disco.

Influido por la música vanguardista del emergente estilo Krautrock de grupos como Neu! o Kraftwerk, los temas del segundo tramo de Low son auténticos experimentos de música ambient. Temas como Art Decade o Weeping Wall pierden, con su ambiental minimalismo, el carácter áspero y urbano de los temas anteriores. A cambio, ganan en vanguardismo atmosférico y marcadamente instrumental, salvo por los puntuales gritos tribales de Bowie en Warszawa, o la breve letra de Subterraneans (el mejor tema de esta parte del disco). Son estancias de la futura casa muy marcadas por la influencia de Brian Eno, y que me generan menor entusiasmo. Algo así como el trastero, el tendedero o la plaza de parking, estancias menos cálidas de esa casa que Bowie empezó a construir, y de ese Berlín en el que no sabemos si llegó a pensar quedarse "para toda la vida".

miércoles, 20 de enero de 2021

David Bowie - Station to Station (Mes David Bowie)

La música en historias: Station to Station - #MesDavidBowie


Un disco que ni se acuerda el propio David Bowie, según sus dichos por el mismo musico, porque fue una época muy compleja para el músico por su adicción a las drogas, pero este disco de apenas seis canciones.

Pero David Bowie hace una transición del funk y el soul, haciendo un salto hacia sintetizadores y ritmos motorik influenciados por bandas electrónicas alemanas. Una curiosidad del disco, todas las canciones de Station to Station, excepto la que da el título al álbum, eventualmente fueron publicados como sencillos.

Pero vamos con la producción del disco Station to Station fue grabado en 1975 en Cherokee Studios, Los Ángeles, la grabación fue realizada en 10 días de actividad frenética, pero no solo eso fue lo frenético de este disco, el propio David Bowie no recuerda casi nada de la producción del álbum, ni siquiera del estudio, admitiendo el propio artista en declaraciones que "Supe que estaba en L.A porque lo leí".​ El cantante no era el único que abusaba de la cocaína durante las sesiones, Carlos Alomar (Guitarrista) comentó, "Si había una raya de coca que te mantuviera despierto hasta las 8 de la mañana, entonces podías hacer tu parte en la guitarra, y seguías con la raya [...] el uso de coca es impulsado por la inspiración"

Al igual que Bowie, Earl Slick tiene pobres recuerdos de la grabación "El álbum es un poco borroso ¡por razones obvias! Estábamos en el estudio y fue genial, pasábamos ahí un montón de horas, un montón de noches".

Lo cierto es que pese al olvido de sus artistas Station to Station esta entre los mejores álbumes de Bowie y así lo afirmaron los especialistas, Station to Station fue lanzado en enero de 1976, y Billboard consideró que Bowie "había encontrado su hueco en la música", a raíz de temas como "Fame" y "Golden Years", aunque la "canción de diez minutos aburre" (en referencia a la canción "Station to Station"). Y NME lo llamó "uno de los álbumes más significativos de los últimos cinco años". 

Daniel
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