East West, The Paul Butterfield Blues Band |
Si el álbum debut de The Paul Butterfield Blues Band, de título homónimo, ya era bueno, con East West, la banda se saca de la manga un disco más duro y musicalmente más diverso, con influencias, además del blues, psicodélicas, orientales, jazzisticas y de hard rock. Un álbum donde destaca sobremanera la alianza de Paul Butterfield con un Michael Bloomfield en estado de gracia.
A finales de 1964, Joe Boyd, un aspirante a productor y amigo del productor Paul Rothchild, de Elektra Records, le comenta que la mejor banda del mundo tocaba en un bar de blues de Chicago. Rothchild cogió un avión a Chicago para ver el cuarteto que en ese momento formaba Butterfield, y que se llamaba Big John's. Más tarde, esa misma noche, y a sugerencia de Boyd, Rothchild fue a otro club diferente donde vió a Mike Bloomfield con una banda diferente. Sería Rothchild el que animara a Butterfield para que fichara a Bloomfield, y se acabara conformando la influyente formación The Paul Butterfield Blues Band.
En 1966 la banda publica su segundo álbum de estudio, East-West. En ese momento la formación está conformada por Paul Butterfield (voz y armónica), Mike Bloofield (guitarra), Elvin Bishop (guitarra), Jerome Arnold (bajo), Billy Davenport (batería) y Mark Naftalin (piano, órgano). East-West, considerado como un álbum muy influyente dentro del blues, fue grabado en julio de 1966 en los reputados Chess Studios de Chicago, Illinois, bajo la producción de Mark Abramson, Paul Rothchild y Frazier Mohawk, y publicado en agosto de 1966 por el sello Elektra Records. El disco consiguió colocarse en el puesto nº 65 de la lista estadounidense Billboard Pop Album Charts. La portada del álbum es una fotografía tomada en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago.
La fórmula que el grupo emplea es la misma que la de su primer disco, The Paul Butterfield Blues Band, alternando versiones de blues tradicionales con otros temas de corte más eléctrico y toques psicodélicos, jazzísticos e incluso de la música India. Vamos a encontrar grandes versiones de blues clásico como Walkin' Blues, un estándar de blues escrito y grabado originalmente por el músico de blues del Delta estadounidense Son House en 1930. Esta canción pronto pasó a formar parte del reperterio de otros bluesmans como Robert Johnson y Muddy Waters entre otros, quienes adaptaron y grabaron sus propias versiones; el tradicional I Got a Mind to Give Up Livng; la también tradicional All These Blues y Two Trains Running, esta última compuesta por Muddy Waters.
También encontramos temas como Get Out of My Life, Woman, una delicia con toques de funk que la banda es capaz de llevarse a su territorio y hacerla suya a su estilo, y es que este tema fue escrito por el gran Allen Toussaint y grabado por primera vez por Lee Dorsey en la década de los 60. Hay lugar para versiones jazzeras, como Work Song, una magnífica sesión instrumental que nos regalan con un magnífico trabajo de las guitarras y la armónica Paul Butterfield. Se trata un estándar de jazz compuesto por el trompetista Nat Adderley y el escritor Oscar Brown Jr, y grabada por Adderley. Originalmente la canción era instrumental y posteriormente Oscar Brown Jr. incluyó letra en una versión posterior. La canción se inspiró en una experiencia infantil de Adderley al ver a una cuadrilla de trabajadores convictos trabajando. Está considerada esta canción como uno de los estándares del llamado estilo hard bop, que es como se describió un nueva corriente que surgió dentro del jazz y que incorporaba influencias del R&B, la música gospel y el blues. Never Say No es una tenue y lenta canción donde la banda se vuelve a mover muy sutilmente entre elementos jazzísticos.
También tienen tiempo para regalarnos un tema con aires psicodélicos, Mary, Mary, canción escrita originalmente por Michael Nesmith, guitarrista del grupo The Monkees, y grabada por primera vez por la banda de Paul Butterfield. Fue uno de los porductores, Barry Friedman, quien sugirió al grupo que pobara esta canción escrita por el guitarrista de The Monkees. La canción fue un claro intento de la banda, a sugerencia de los productores y la discográfica, de hacer un sencillo de éxito, aunque al final Elektra Records decidió lanzar esta canción como sencillo.
El disco cierra con una auténtica joya instrumental de más de trece minutos de duración y que además da nombre al disco, East-West, un tema que mezcla magistralmente blues y aires psicodélicos con patrones musicales de la música oriental de la India. La canción surigó a raíz de una sesión de improvisación de más de una hora de duración donde la canción se basaba en un patrón de bajo de cuatro tiempos y estaba estructurada como una serie de secciones, donde afloraban diferentes estados de animo y colores musicales, donde el baterista contribuye, además de con la sección rítmica, con mazos, tambores y diferentes platillos, con unas grandes guitarras, y donde Paul Butterfield contribuye con unos magníficos sólos de armónica. Esta canción está considerada como una de las primeras y que sentaría las bases de las raíces del llamado rock psicodélico.
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