sábado, 23 de noviembre de 2019

La música en historias: La Cumbia Te Salva






Hace un tiempo hablando con una amiga, me contó que tenia un proyecto que se llamaba Oidoscopio, y siempre tuve la ilusión de poder hacer algo juntos, y esta semana hablando con ella, le he propuesto publicar algo en 7D7N.

Y ella me dio toda la libertad de buscar entre sus publicaciones y elegir una historia que me guste, y entre tantas historias, he encontrado una que realmente me ha hecho pensar mucho, porque habla de los sentimientos, de las personas perdidas y encontradas, de los recuerdos que vuelven solo con escuchar una nota musical, pero sobre todo te salva.

★ LA CUMBIA TE SALVA
La música tiene el fantástico poder de transportarme. No me hace falta ni cerrar los ojos, con solo escuchar una canción puedo sentir la presencia de la persona con la que la canté por primera vez o ver el paisaje que recorrí con esos acordes.

No tengo buena memoria pero de las canciones que me calaron hondo me sé toda la letra, y me encanta cantarla a los gritos mientras gesticulo mucho con las manos.

Cuando descubro una canción que me gusta, la escucho una y otra vez. Son como mantras para mí; y Charly y Spinetta son mis gurús favoritos.

De vez en cuando les comparto canciones a mis amigos y a mi familia porque, dicen por ahí, que “cuando las palabras fallan, la música habla”.

Tengo una playlist mental para cada persona que conocí y para cada lugar al que viajé.

Me gusta conocer música nueva, y puede que nunca me acuerde de la fecha de tu cumpleaños, pero si me compartís una canción que me guste mucho, la voy a asociar con vos para siempre, y cada vez que la escuche te voy a sentir cerca.

El problema de todo esto es que cuando la vida me sacude y hay cosas que prefiero no recordar, la música se puede convertir en el perfecto aliado para que me muera de nostalgia. Hay canciones que adoro que, aún hoy, no puedo escuchar. Hay momentos y personas que extraño tanto que prefiero no usar la magia de la teletransportación porque no soporto la idea de que sean solo un “holograma”.

Hubo una época de mi vida en la que autocensuré casi todas las canciones de mi Spotify. Tuve que empezar de cero, y mientras iba reconstruyendo el “mix tape” de mi nueva vida, recurrí a un ritmo que sólo me traía buenos recuerdos y ganas de bailar: la cumbia.

Canciones viejas y nuevas que me transportaban a noches de risas y juegos. Canciones que podía bailar alzando las manos y cantando despechada mientras,con mis amigas nos señalábamos con mirada cómplice (sí, mantras de cumbia).

La música me salvó. Mis amigos me salvaron. La Creciente, La Calandria, Glitter, El golf, las fiestas del SIC, Dj amoroso y las pistas de cachengue de todos los boliches a los que fui. Los recuerdos de esas noches alegres con ellos me salvaron.

Aún a la distancia, cuando estoy sola y me tomo una cerveza en el balcón, los puedo sentir cerca si suena Pablito Lescano; o caminando por la calle me siento acompañada si escucho Jambao.

Así que, cuando la vida te sacuda y hasta las canciones duelan, mandale cumbia y ponete a bailar, que todo pasa pero la música queda 💃🏻 !!

Tofi.

Entra en: https://oidoscopio.com/

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