

"No siempre puedes tener lo que quieres, pero si lo intentas, a veces, puedes descubrir, que tienes lo que necesitas".
Lo que necesitamos ahora es consolarnos, buscando refugio en otras canciones y otros discos, y escribiendo sobre otro artista enorme durante el
mes de Octubre. Así que vamos cerrando, los pipas están recogiendo el equipo, y desmontando el gran logo de los labios rojos de detrás de la batería de Charlie Watts, así que es el momento de cumplir con lo prometido: Una última palabra para el #MesRollingStones, que sea tan energizante como el primer acorde de "Start me up". Y para lograrlo, que mejor que esa palabra sea una pista sobre el siguiente monstruo del rock al que homenajearemos en estas páginas. Quizá sea una pista demasiado fácil, pero no podemos aguantarnos hasta el artículo de presentación del nuevo artista, cuando el mes de Octubre suba al escenario y demos por fin la bienvenida al..."Jefe" .
Estamos sin duda ante una de las mejores obras de The Rolling Stones, para muchos fans este supone su punto álgido, aquello por lo que un día se juntaron para dejar una obra que permanecerá eterna en la memoria de cualquier amante de la música, porque una obra realizada con la personalidad de Exile es difícil encontrar. Ya sea porque que te limites a disfrutar de su sonido turbio, irregular, pero no nos engañemos ¡eso es rock! o por la carga de riffs increíbles que descubrimos canción tras canción que nos lo escupen tan directos y brutales, un disco que pulula por el lado áspero, sucio y hastiado de lo genial que es el sexo, las drogas y el rock'n'roll. También está el título brillante, que resume todo sobre la personalidad de la estrella de rock (el forajido en medio del nexo social, distante pero observado por todos, colapsando entre los contenedores de basura que reflejan el brillo de Broadway). Pero aquí estamos para hablar de la música en este disco, así que centrémonos en eso, ¿de acuerdo?
El sonido Rolling continúa su desarrollo paso a paso de Beggars Banquet a Sticky Fingers (que continuaría con otro paso concluyente a Goats Head Soup ): hard rock, blues eléctrico, baladas de rock con tintes country. Es todo esto, pero aún más intensificado y con menos amor por los detalles en el arreglo y la producción. Si bien pusieron canciones tan diversas como "Prodigal Son" y "Jigsaw Puzzle" en Banquet , mantienen el mismo sonido básico en todos los géneros mencionados: guitarras catárticas, pianos honky y, presagiando su camino desde las raíces hasta la grandilocuencia, una sección de metales que enfatiza los riffs. Pero es aquí donde encontramos algunas de sus mejores canciones de todos estos géneros que hemos mencionado, empecemos, “Rocks Off“ es un rock duro con un riff y una actitud desgarradora que llega a ser deslumbrante, con uno de los mejores coros de gritos. "Rip This Joint" crea un ambiente de fiesta para el álbum y "Shake Your Hips" es un tributo al artista de blues John Lee Hooker. "Tumbling Dice" es otro punto culminante de Exile, con un ritmo lento y funky. El conmovedor "Torn and Frayed" es un homenaje a Gram Parsons, con un gran órgano gospel que fluye por todas partes. "Sweet Black Angel" tiene una letra inteligente y política, el tema de Richards, "Happy", es un destacado toque de metal que muestra su actitud al diablo le importa, que fue su marca registrada durante los 70, declarando que necesita "amor para mantenerlo feliz".
"Exile on Main St." es un disco influido por su entorno. Un retrato vívido de una época tormentosa y bullente de creatividad. Un puro bullicio, un fluido puro no apto para tiempos de estrés. Requiere su tiempo, pero no porque sea difícil, sino porque es inmenso, inabarcable en una aproximación de puntillas. La obra maestra de los Stones requiere una inmersión profunda y prolongada. Lo que ofrece merece la pena. Quedarán saciados por completo, enganchados de por vida. Y puede que, como yo, no puedan encontrar una época más gloriosa que los cuatro años que empiezan con "Beggars Banquet" en el 68 y culminan con esta obra. Por más que busco no la veo. En ningún artista.
Cómo ya es costumbre en 7dias7notas vamos con la cuarta entrega de Los músicos de sesión, un espacio donde nos gusta dar visibilidad a todos esos músicos que ponen sus instrumentos al servicio de los grandes artistas y que seguramente sin saberlo hemos escuchado en innumerables ocasiones sin saberlo. Aquí va la siguiente remesa:
"La vida es sueño" dijo Calderón De La Barca, y nos lo repitieron hasta la saciedad nuestros profesores de literatura en el colegio. Escuché esa frase, casi tantas veces, como la de "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no puedo acordarme..", y esa saciedad y cansancio me llevaron a alejarme de esos mensajes, dirigiendo mi atención a otros del tipo "Tengan cuidado ahí fuera" o "Que la fuerza te acompañe".
En un 2020 en el que tenemos que tener especial "cuidado ahí fuera", y afrontar los desafíos de una nueva realidad con toda la fuerza posible, las frases del colegio han acabado cobrando un nuevo significado para mí, tras la escucha de In the court of the Crimson King, la obra que supuso el debut de King Crimson, la formación comandada por el guitarrista Robert Fripp, que junto Greg Lake, Michael Giles, Ian Mcdonald y
Peter Sinfield. Juntos, nos regalaron la primera gran obra del rock progresivo, y a través de sus evocadoras letras y sus brillantes pasajes musicales, este disco me ha abierto la puerta a su desbordante mundo paralelo, un derroche de imaginación e imágenes oníricas, y un refugio para la tormenta en la que a veces se convierte la vida real, que nos ha convertido a todos, de alguna manera, en "esquizoides hombres y mujeres del siglo XXI", como en este exuberante e impactante cuento musical en el que, canción a canción, el destino va conduciendo a un hombre hacia la imaginaria corte del Rey Carmesí.
21st CENTURY SCHIZOID MAN
I TALK TO THE WIND
EPITAPH
MOONCHILD
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Dream On, Aerosmith |
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Blue & Lonesome, The Rolling Stones |
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Nicky Hopkins |
En 7dias7notas nos gusta dedicar espacio no sólo a los primeros espadas del mundo de la música, también nos gusta dedicarlo a todas esas personas que han contribuido a engrandecer más si cabe este noble arte. En esta ocasión nos vamos a centrar en la figura de uno de los músicos de sesión que con su piano contribuyó en canciones de un gran número de grupos míticos grupos y artistas ingleses y estadounidenses. Pocos músicos de sesión pueden presumir del currículum que durante su carrera cómo músico hizo Nicky Hopkins.
Nicholas Christian Hopkins, más conocido como Nicky Hopkins, nace en la zona de Perivale, Londres (Inglaterra) en 1944. Comienza a tocar el piano a los 3 años de edad y siendo adolescente gana una beca de la Real Academia de Música de Londres. Desde pequeño sufre la enfermedad de Crohn, una enfermedad crónica que afecta principalmente al tracto gastrointestinal, lo que hace que tenga una salud frágil además de haber sufrido frecuentes operaciones. Esta enfermedad marcará al músico que decide concentrar casi todo su trabajo en el estudio como músico de sesión permaneciendo prácticamente alejado de las giras.
Nicky comienza sus andanzas al piano a principios de los años 60 en la formación llamada Screaming Lord Sutch's Savages, formación donde se encontraba también Ritchie Blackmore. Posteriormente se une al proyecto de una de las primeras bandas de Rithm & Blues de Inglaterra, The Cyril Davies All Stars, grabando con ellos su primer LP Country Line Special. En 1963 tiene que abandonar la formación debido a sus problemas de salud y una serie de operaciones que casi le cuestan la vida y le tienen unos 19 meses convaleciente. Nicky tiene claro que debe concentrar su trabajo como músico de sesión, y en poco tiempo se convierte en uno de los pianistas de sesión más reputados y solicitados de la escena londinense.
Nicky toca en todos los álbumes de los Rolling Stones desde Between The Buttons (1967) hasta Tattoo You (1981), a excepción de Some Girls (1978). Memorables son ya sus partes de piano en temas como We Love You (1967), Simpathy For The Devil (1968), Monkey Man (1969), Sway (1971), Ventilator Blues (1972), ó Angie (1973) entre otras. Nicky es contratado para las giras de los Rolling Stones Good-Bye Britain Tour (1971), para la gira norteamericana de 1972 y para la gira del Pacífico en 1973. Sus problemas de salud le impiden participar en la gira europea de 1973. No volvería a tocar en directo con ellos a excepción de una aparición como invitado en 1978.
Con The Kinks Nicky graba cuatro álbumes de estudio, The Kink Kontorversy (1965), Face To Face (1966), Something Else By The Kinks (1967) y The Kinks Are The Village Green Preservation Society (1968). La relación de Nicky con el grupo se deteriora a raíz de la grabación del último disco en 1968, pues según Nicky aproximadamente el setenta por ciento del trabajo de teclado del álbum era suyo y Ray Davies se había atribuido casi todo el mérito.
Con The Who toca por primera vez en su álbum debut My Generation. Posteriormente colabora en algunos temas en sus álbumes Who's Next (1971) y The Who By Numbers (1975). También es clave su trabajo al piano y los arreglos en la banda sonora de la película Tommy (Ken Russell, 1975).
También participa en el proyecto The Jeff Beck Group junto a Jeff Beck, Rod Stewart, Ronnie Wood y Micky Waller, permaneciendo en la banda desde 1967 hasta su disolución en 1969. Después se une al proyecto como miembro de pleno derecho del grupo Quicksilver Messenger Service, grabando con ellos Shady Grove (1969), Just For Love (1970) y What About Me (1970), además de contribuir en el álbum de reunión Solid Silver en 1975 como músico de sesión. Se convierte en uno de los pocos músicos que aparece en un tema de los Beatles, concretamente Revolution (1968).
La lista de colaboraciones de Nicky Hopkins durante su carrera es larguísima e incluye entre otros a artistas de la talla de The Move, Jefferson Airplane, Steve Miller Band, Donovan, P. J. Proby, John Lennon, Carly Simon, Harry Nilson, George Harrison, Joe Cocker, Marc Bolan, Peter Framptom, Jerry García Band, Art Garfunkel, Rod Stewart, Badfinger, Graham Parker, Spinal Tap, Paul McCartney, The Jayhawks, Ronnie Wood, Belinda Carlisle, Bill Wyman, Dusty Springfield, Ringo Starr, Joe Walsh e Izzy Stradlin and the Ju Ju Hounds entre otros.
Desde 7dias7notas queríamos hacernos eco del maravilloso trabajo y legado musical de Nicky hasta que nos dejó fruto de su temprana muerte a los 50 años de edad en 1994 causada por una cirugía para paliar sus problemas derivados de la emfermedad de Crohn, una enfermedad con la que tuvo que convivir durante prácticamente toda sus vida.
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Nicky Hopkins con Jefferson Airplane en Woodstock (1969) |
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Sticky Fingers |