miércoles, 9 de abril de 2025

Acariciando lo Áspero - #MesDivididos

 


"Acariciando lo áspero" (1991) es el segundo álbum de estudio de la banda argentina Divididos, un álbum que combina de manera efectiva elementos del rock, el funk y blues, que se ha convertido con el tiempo en todo un clásico del rock argentino. La energía y la versatilidad de la banda queda ya patente desde el primer tema, "El 38", una canción de letras directas, y una marcada actitud rockera fundamentada en un potente riff de guitarra y en la característica voz de Ricardo Mollo. Más relajado es el ritmo de "Sábado", en la que el sonido es más calmado y envolvente, pero no menos efectivo, y que encaja muy bien con la temática de la letra, sobre la rutina, la monotonía y la falta de libertad.

"Cuadros Colgados" es una canción muy breve, pero que retoma el ritmo intenso y rápido del arranque del disco, y que destaca tanto por su crítica letra sobre la superficialidad como por la potente guitarra y los solos de Ricardo Mollo. Es una buena manera de retomar la senda rockera, y curiosamente no la abandonan en el siguiente tema, porque a pesar de que "Cielito Lindo" es una versión del célebre clásico mexicano, Divididos la toca a su manera, haciendo que la tradicional tonada cobre nueva vida y se convierta en un tema rock.

¿Qué Tal? No estoy preguntando qué tal estáis, ni qué tal va la reseña de "Acariciando lo áspero", sino que ese es el título que Divididos le da al quinto tema del disco, una juguetona pieza de ritmo funky con una poderosa línea de bajo y una despreocupada letra. Nada que ver con "Sisters", y es todo un acierto que pusieran una a continuación de la otra, porque nos da una idea de su increíble versatilidad e inquietud por diferentes géneros y atmósferas. "Sisters" es una de las canciones más largas del álbum, y la que tiene la estructura más compleja y la atmósfera más introspectiva, a base de densas guitarras y sintetizadores, creando un paisaje sonoro intenso y envolvente.

La energía y el ritmo acelerado vuelven con "Ala Delta", todo un himno del rock argentino, con una letra que celebra y defiende la libertad y el atrevimiento de la aventura. De nuevo, contrasta con el siguiente tema, porque en "Azulejo" Divididos vuelven a levantar el pie del acelerador, dejándose llevar por atmósferas más melancólicas y mensajes más poéticos y reflexivos. Sin tiempo para relajarnos demasiado, y dentro de la montaña rusa musical que es el disco, "El Burrito" nos devuelve a un escenario más desenfadado y divertido, con la banda jugando con influencias del blues con las guitarras y la armónica.

De difícil pronunciación es Jamelosapoaí, y damos gracias a no tener que cantar eso a grito en el estribillo, en lo que es una breve pieza instrumental que funciona como interludio del disco. La guitarra es suave y melódica, en un nuevo ejercicio de calma que se verá nuevamente interrumpido por la siguiente canción (Paraguay), mucho más fácil de pronunciar y con un ritmo mucho más rápido y contagioso, y con letras directas y cargadas de crítica social y política. Sin tiempo para la pausa, llega después la segunda versión del disco, y esta vez le toca el turno al "Voodoo Chile" de Jimi Hendrix, en la que Ricardo Mollo demuestra su tremenda habilidad como guitarrista, en una interpretación que no desmerece respecto a la pieza original.

Todo lo bueno acaba, y con la introspectiva "Haciendo Cola Para Nacer" Divididos se despiden a lo grande, reflexionando sobre la vida y la muerte, cerrando a buen nivel un disco lleno de contrastes temáticos y sonoros, que en un impactante ejercicio de fidelidad a su título, logra llevarnos de la energía a la reflexión, y de lo suave a lo áspero, acariciando y golpeando nuestros oídos al ritmo de un puñado de buenas canciones tan diversas en intensidad como ricas en géneros y estilos, lo que hace de "Acariciando lo áspero" una obra relevante y un clásico del rock argentino por pleno derecho.

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