Más allá de su relación con el celuloide, "Live and Let Die" tiene también otras curiosidades relevantes, como que supusiera el primer reencuentro de McCartney con George Martin, el productor de los discos de The Beatles, que se encargó de la producción y dotó a la canción de unos espectaculares arreglos de orquesta, añadidos a la base principal del tema, grabado por McCartney con Wings durante las sesiones de grabación del disco Red Rose Speedway en los AIR Studios en octubre de 1972.
Con el paso del tiempo, "Live and Let Die" se ha mantenido entre las mejores composiciones de Paul McCartney en solitario, y en una pieza imprescindible de sus actuaciones en directo. Tal es la fuerza de su instrumentación y sus arreglos orquestales, que encajó como un guante entre la vasta colección de temas de hard rock que componían los discos Use Your Illusion (1991) de Guns N' Roses, que grabaron la que probablemente sea la versión más famosa y acertada de este intenso tema de McCartney & Wings.
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