Cerramos el #mesTheCure con el que fue su último chispazo de gloria. De todos los discos posteriores a Wish (1992), es Bloodflowers (2000) el único que puede incluirse en cualquier lista en la que intentemos aglutinar los grandes discos de la banda liderada por Robert Smith. Ideado como una continuación de su obra cumbre Disintegration (1989), que a su vez estaba emparentado con Pornography (1982), Bloodflowers cierra una trilogía tan conectada que incluso fue puesta en escena por The Cure en los dos conciertos que cerraron la gira del disco en la sala Tempodrom de Berlín el 11 y 12 de noviembre de
2002. Durante más de tres horas, interpretaron los tres discos al completo, inmortalizando el épico momento en la grabación en vídeo "Trilogy" publicada poco después.
Out Of This World es la primera flor del impactante ramillete del disco, y una de las mejores canciones de arranque desde aquel excelso Plainsong de Disintegration. Estamos ante un tema que combina de manera excelente el contraste entre una orquestación recargada y barroca con una base rítmica de guitarra acústica y unos teclados que recuerdan por momentos a The Beatles, un grupo en las Antípodas de The Cure en cuanto a positivismo y cercanía a la huerta de la alegría.
Le sigue Watching Me Fall, rabiosa y dura, y plagada de interesantes desarrollos instrumentales que por momentos chapotean en psicodelia. Quizá algo desmedida en sus 11 minutos de duración, en un momento en el que el disco casi acaba de comenzar. Imposible no pensar en que esta decadente historia, sobre un encuentro sexual en Tokio, habría quedado mejor al final del disco, como gran coda final o como paso previo a la Bloodflowers canción.
Maybe Someday fue, junto a Out of this World, lo más parecido a un single, al ser ambas elegidas para promocionar el álbum en las emisoras de radio, pero por decisión de Robert Smith no se publicó sencillo alguno de Bloodflowers. En el caso de Maybe
Someday, la elección debió basarse en el aire pop de la canción, más asequible para el público general que otras piezas del disco que, en general, tuvo una tímida acogida por parte de la crítica y el público, pero el resultado fue diferente en función de cada país. El tema Coming Up, por ejemplo, aparecía sólo en la versión en vinilo, y en las versiones de CD para Australia y Japón, y un tema como The Last Day of Summer, con marcado sonido "Disintegration", tuvo cierto recorrido en las emisoras de Polonia.
Aún queda tiempo para una canción más, y no una cualquiera, porque Where the Birds Always Sing vuelve a llevarnos al terreno del medio tiempo y la orquestación creciente, que tan buenos resultados les dio en Disintegration, mientras el armazón de batería, bajo y guitarra acústica nos lleva con paso firme hacia el final de una obra que mereció más reconocimiento y que, ironías del destino, ha envejecido mejor que otros discos más valorados por los fans de The Cure. Será que bañadas en sangre, las flores soportan mejor el paso del tiempo, y se resisten a acabar marchitándose.
Enorme disco. Mi favorita The Loudest Sound.
ResponderEliminarMuy bueno 👍
EliminarMuy buen tema, a mí me parece un disco a la altura de los mejores suyos, muchas gracias por comentar!!!
ResponderEliminarUn disco relativamente bueno, nada más. Ni cerca de estar al nivel de los verdaderos clásicos en mi opinión. Disintegration, Kiss me, the Head on The Door, Wish, Pornography 17 Seconds
ResponderEliminarThe Cure tiene tantos discos buenos que seguramente tengas razón, no es un Disintegration (palabras mayores) pero es un disco que, dentro de lo que han sido los últimos años, nos pareció que volvía a mostrar unos brotes verdes que ya casi no esperábamos de esta gran banda. También tenemos una reseña de Disintegration, el que para nosotros es su mejor disco, y si te animas nos encantaría contar de nuevo con tu opinión también sobre ese disco.
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