miércoles, 7 de abril de 2021

Prince -1999 (Mes Prince)

 

1999, Prince

El genio de Mineapolis, más conocido como Prince, publicaba en 1982 su quinto trabajo de estudio, 1999, considerado por la revista Rolling Stone como su álbum más influyente, ya que sentaba las bases de lo que más tarde sería conocido como sonido Minneapolis. El personal acreditado junto a Prince en la grabación del álbum está compuesto por Dez Dickerson (voz, guitarra y coros), Lisa Coleman (voz y coros), Jill Jones (Voz y coros), Vanity (coros) y Wendy Melvoin (coros). Doctor Fink (teclados), Bobby Z. (batería) y Brown Mark (bajo), si bien no aparecen acreditados en el estudio, aparecen en los vídeos musicales. De todos estos músicos nace el embrión que acabará convirtiéndose en The Revolution, la banda de Prince.

Está claro que Prince era un genio, y por eso su cerebro funcionaba a otro ritmo diferente al de la gente normal. Desde que fichara a finales de los años 70 con la discográfica Warner Bros., siempre habían surgido pequeños tira y afloja entre la discográfica y él a la hora de ver ciertas cosas, y en 1999 no iba a ser menos. Prince tenía el firme propósito de lanzar un doble álbum, mientras que los responsables de Warner querían lanzar un disco sencillo. Al final fue Prince quien se llevó el gato al agua, consiguiendo que Warner publicara el álbum como doble, un trabajo que realmente sólo tenía once temas, pero con la mayoría de los temas excediendo ampliamente de los 5 minutos, sumando entre todos poco más de 70 minutos de duración.

El material que compone este doble disco es grabado entre el estudio casero de Prince, el Kiowa Trail Home, instalado en su residencia de Chanhassen, Minnesota, y en los Sunset Sound Records, de Hollywood, California, entre enero y agosto de 1982. 1999 es publicado el 27 de octubre de 1982, y supone el punto de inflexión que lanza al estrellato a Prince, siendo el primer álbum del artista que alcanza el Top 10, consiguiendo el puesto número 9 en la famosa lista estadounidense Billboard Hot 200, y el quinto en la Billboard Year-End Abums of 1983. El disco consigue además la gran aceptación de la crítica, que lo considera innovador y revolucionario, llegando a ser calificado posteriormente por varias publicaciones y organizaciones como uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. 

En cuanto a la portada, es una ilustración del propio Prince, que esconde varias cosas interesantes. Por un lado, presenta elementos de la portada de su álbum anterior, Controversy (1981), los ojos de Prince y el pin de Rude Boy que porta en la chaqueta aparecen en los "9" de 1999, mientras las tachuelas de la hombrera de la chaqueta aparecen en la "R" de Prince. Y si nos fijamos en la "I" de Prince, ésta contiene las palabras "And The Revolution" escritas al revés, en reconocimiento a su banda de apoyo, presagiando la carrera que se avecinaba con dicha banda durante los siguientes años. La portada contiene un detalle más que quizás pasó inadvertido a los señores de la censura, si nos fijamos detenidamente en el "1" de 1999, se asemeja mucho a lo que viene a ser un pene. 

En cuanto al hecho de empezar a dejar pistas sobre The Revolution, Prince no quería formar una banda, el tenía la idea de formar un movimiento, y quizás la razón de no presentar 1999 como un trabajo de The Revolution fue que realmente éste había sido un trabajo prácticamente individual donde grabó el mismo prácticamente todos los instrumentos, y las colaboraciones de la banda se resumían básicamente a la participación en los coros. Pero ya estaba avisando y preparando al público y la crítica de lo que se avecinaba, The Revolution.



El tema que abre este doble álbum es precisamente la que da título al disco, 1999, compuesta, al igual que todas las demás, por Prince. El tema fue publicado como sencillo principal del disco, y el éxito tanto de crítica como de público marcó el comienzo del exitoso ascenso de la carrera del artista. Comienza el tema con unas tranquilizadoras palabras de Prince, con voz distorsionada: "No te preocupes, no te haré daño. Sólo quiero que te diviertas un poco". En este tema, Prince comparte las voces principales con los miembros de su banda, Dez Dickerson, Lisa Coleman y Jill Jones. Originalmente fue concebido para ser una armonía de tres partes, pero finalmente se decidió separar las voces que comenzaban cada verso. Little Red Corvette, es un tema que rápidamente se convirtió en uno de los estándares del artista, y su mayor éxito hasta la fecha, siendo el primero en alcanzar el Top 10 en Estados Unidos. El tema combina un ritmo de batería con un ritmo lento de sintetizador y un coro en clave de rock, sobre el cual Prince, usando metáforas de automóviles, recuerda una aventura que tuvo una noche con una hermosa mujer, a la que se refiere cuando habla del "pequeño Corvette rojo". El tema contiene un sólo de guitarra de Dez Dickerson, la única instrumentación del disco que no fue realizada por el propio Prince. Prince tuvo la idea de la canción mientras dormía en un coche Mercury Montclair Marauder de 1964, propiedad de la componente de la banda Lisa Coleman. Prince se quedó dormido en el coche después de una agotadora sesión de grabación que duró toda la noche. La letra fue compuesta a pedazos, entre el material obtenido en varias siestas más del artista. Cierra la cara A del primer disco Delirious, que fue además el tercer sencillo publicado, aprovechando el éxito y el tirón que supuso Little Red Corvette. Está compuesto sobre un blues estándar de 8 compases, y Prince, a través de sugerentes y sutiles metáforas sexuales, nos relata como una hermosa mujer lo está volviendo loco.

Abre la cara B del primer disco Let's Pretend We're Married. compuesta básicamente de teclados y cajas de ritmos, y dos versos seguidos de coros forman la base principal de la canción. En este tema, el genio de Minneapolis no se corta y le dice a su nueva amante, Marsha, que necesita una felación brutal si eso le va ayudar a olvidar a la mujer que acaba de dejar. El tema que cierra la cara B del primer disco es D.M.S.R., un tema de más de ocho minutos que aparecerá posteriormente en la banda sonora de la película Risky Business. Es un tema que dejaba a Prince y The Revolution espacio para realizar largas jams improvisadas en directo.

Abre la cara A del segundo disco Automatic, tema donde Prince juega con el personaje sumiso que solemos encontrarnos en sus primeros discos. El video musical está protagonizado por Jill Jones teñida de rubio y mientras baila con ropa interior de color negro y enciende los cigarros a Lisa Coleman. Después de unos minutos, las dos se acuestan en una cama con Prince con el torso desnudo y lo atan, fustigándolo mientras él se retuerce y da patadas. En Something In the Water (Does Not Compute), Prince laza un grito al aire y protesta por su condición de niño rechazado en su infancia. Cierra la cara A de éste segundo disco Free. uno de los temas más ligeros del álbum.



Comienza la cara B del segundo disco con Lady Cab Driver, otra canción donde Prince junta los coches y el sexo. Prince, mientras es llevado en coche por una atractiva taxista, papel interpretado por la integrante de la banda Jill Jones, decide que es el momento de compensar todas las injusticias sociales, biológicas y económicas que ha sufrido en la vida con un buen "polvo tranformador". All The Critics Love U In New York, fue el primer tema que Prince compuso con la idea de ser parte del material de 1999. Lo presentó en directo en Minneapolis, en el club First Avenue, y dijo al público presente que el tema no saldría editado en un año, o tal vez seis, cosas del genio. Al final vería la luz en el álbum, pero en una versión más suave que en el tema presentado ante el público de sus localidad natal.

Cierra la cara B del segundo disco, y por tanto el álbum, International Lover, que fue la primera canción de Prince que consiguió una nominación a los premios Grammy. Bajo una letra seductora, Prince, capitán de un avión llamado Seduction 747, invita a una hermosa mujer a subirse en él, ya que el avión está completamente equipado con todo lo que necesita ella para su propia satisfacción. Una metáfora en toda regla, donde el sexo son los viajes en avión, y el capitán Prince está al mando. Además de ser uno de los temas que catapultaron a Prince al estrellato, por su nominación a los Grammy, es una buena muestra del dominio y registro vocal de Prince, que a lo largo del tema juega tanto con los tonos más bajos como con el agudo y característico falsete marca de la casa. Y así acaba 1999, el álbum con el que Prince inició su viaje al estrellato, a bordo de su particular avión, un ascenso que ya no abandonaría hasta que un 21 de abril de 2016, el Seduction 747 tuvo un inesperado y forzoso aterrizaje, del que ya no volvería a despegar. 

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