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miércoles, 26 de febrero de 2025

Hardwired... to Self-Destruct - #MesMetallica

 

Hardwired... to Self-Destruct


     Con su décimo álbum de estudio, Hardwired... to Self-Destruct, cerramos el mes dedicado al grupo estadounidense Metallica, grupo que desde su creación en 1982, ha generado un gran número de seguidores y sus álbumes de estudio han encabezado de forma constante la lista Billboard 200 de Estados Unidos. Fue grabado entre mayo de 2015 y agosto de 2016 en lo Metallica's HQ Studios de San Rafael, California, bajo la producción de Greg Fidelman, y de Lars Ulrich y James Hetfield, y publicado el 18 de noviembre de 2016  bajo el sello discográfico Blackened Records.

Fue el primer álbum de estudio de Metallica en ocho años después de Death Magnetic (2008), marcando la brecha más larga entre álbumes de estudio en la carrera de la banda, y su primer álbum de estudio lanzado a través de Blackened Records. Hardwired... to Self-Destruct fue el sexto álbum de estudio consecutivo de Metallica en debutar en el número uno en el Billboard 200 de Estados Unidos , vendiendo 291.000 unidades en su primera semana y encabezando las listas en 57 países El álbum recibió críticas generalmente positivas de los críticos, incluso el baterista de Metallica, Lars Ulrich, llegó a clasificar el álbum en el año 2020 como el mejor de la banda. 

El germen del álbum comenzó en el año 2011, cuando el grupo se juntó en un estudio con el productor Rick Rubin. El grupo daría forma a ese proyecto cinco años más tarde bajo la producción de Grag Fidelman. Hardwired... to Self-Destruct marca el primer álbum de estudio de la banda que no presenta contribuciones de composición de Hammett desde que se unió a la banda en 1983 antes de la grabación de Kill 'Em All . En 2015, Hammett había perdido su teléfono en el aeropuerto de Copenhague, el cual contenía casi 250 ideas de riffs.  Dado que Hammett no hizo una copia de seguridad de los datos, afectó su aporte creativo para el nuevo álbum y tuvo que comenzar de cero nuevamente mientras que  Hetfield y Ulrich tenían material para las canciones". El único crédito de escritura de Trujillo en el álbum fue la introducción de ManUNkind, que luego dijo que fue escrita como un tributo al ex bajista de Metallica Cliff Burton. En cuanto a las letras, siguen un tema general de nihilismo y pesimismo. El título, "Hardwired... to Self-Destruct", proviene de una frase que Hetfield escuchó. "Alguien me dijo el otro día, y se me quedó grabado, 'Hardwired... Hardwired to Self-Destruct'. Así que es como que no importa lo que hagas en tu vida, realmente estás tratando de no seguir ese camino que tal vez estás programado para seguir"



Entramos en meteria y abre fuego Hardwired, con un sonido trash metal de la vieja escuela del que el grupo nos tenía acostumbrados en sus inicios. Fue lanzada como el primer sencillo del álbum el 18 de agosto de 2016, y es una de las canciones más cortas de la banda, con solo unos tres minutos de duración. Las letras pesimistas de la canción se centran en el concepto de una civilización consumida por la paranoia, el dolor y la locura. Si bien el concepto inicial de la canción era representar la idea de que las elecciones y los errores que comete una persona son parte de quiénes son, se ha interpretado de diferentes maneras, como las adicciones a las drogas, la sobredosis, o incluso representativa del clima geopolítico de 2016, particularmente el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de ese año. Atlas, Rise! fue el primer sencillo del álbum y fue promocionado con una máscara de Halloween Hardwired de edición limitada gratuita en las tiendas de discos participantes que contenía un código de descarga especial para poder acceder a la canción 30 minutos antes del lanzamiento público completo. En cuanto a la letra, Hetfield se refiere a Atlas, la figura mitológica griega qe fue condenada por Zeus, por su participación en La Guerra de los Titanes, a sostener el cielo con ss hombros. En Now That We're Dead James Hetfield canta sobre alguien cuyo amante ha muerto y espera con ansias que se reencuentren en la otra vida. Sobre Moth into Flame James Hetfield afirmó que Amy Winehouse le sirvió de inspiración para la canción después de haber visto el documental Amy de 2015. "La canción se inspiró un poco en el documental de Amy Winehouse, 'Amy'. Cuando lo vi, me entristeció mucho que una persona tan talentosa como ella cayera en la fama. Pero, hasta cierto punto, veo esa mentalidad reflejada en la vida diaria"... "'Moth Into Flame' es bastante literal. En estos días, todo el mundo [tiene] una obsesión con ser famoso. Ser popular. Ya sea en tu cuenta de Facebook o caminando por la calle, viendo a alguien haciéndose selfies mientras camina por la calle. ¿Como qué? ¿Qué estás haciendo?". En definitva, canción inspirada en la forma en que tantas personas en la sociedad moderna viven todos los días luchando por ser reconocidas y amadas. Dream No More contiene referencias al Mito de Cthulhu, que es una mitología y un universo ficticio compartido , que tiene su origen en las obras del escritor de terror estadounidense H. P. Lovecraft. Halo on fire es La canción más larga del álbum, tiene una duración de 8:15. Sobre la canción, James Hetfield afrimó en la rvista del clubs de fans de la banda lo siguiente: "En 'Halo On Fire' hay una yuxtaposición en todos nosotros, el bien y el mal, y ¿cuándo sale eso, cuándo se muestra? Algunas personas se presentan como verdaderos santos, y cuanto más oscura es su oscuridad, más tienen que presentarse como santos. Así que básicamente te estás alejando del 'tú' real, como si estuvieras compensando todo esto lo que crees que es realmente mmalo"



En Confusion la banda 
explora el concepto de trastorno de estrés postraumático, ya que James Hetfield canta sobre un soldado cuya lucha constante con el TEPT le impide vivir con normalidad. El vocalista y guitarrista explicaba que la condición está muy extendida en la sociedad actual y no se limita solo a las fuerzas armadas, y el trastorno de estrés postraumático está en todas partes, cosas que te pasan en tu infancia, incluso figuras del deporte o cualquiera que use un uniforme, que haya salido y haya retratado una vida de servicio, de dar o de usar la fuerza. La sección instrumental de apertura de ManUNkind presenta al bajista del grupo, Robert Trujillo, tocando con los dedos una línea de bajo melódica junto a la guitarra de James Hetfield. La línea de bajo de Trujillo recuerda al estilo de tocar del fallecido Cliff Burton. Trujillo escribió la sección instrumental de apertura en memoria del ex bajista de la banda, quien murió en 1986 cuando el autobús de gira de Metallica se salió de una carretera helada en Suecia. La letra de Here Comes Revenge se inspiró en dos fans de Metallica que aparecían en los conciertos de la banda sosteniendo un póster de una chica. Cuando Hetfield tuvo la oportunidad de conocerlos, les preguntó por qué, él dijo: "Mi esposa y yo no éramos fans de la banda, pero ahora lo somos. Porque nuestra hija era una gran fan, y un conductor ebrio la mató". sobre ello Hetfield afirmaba: "Ella era joven. ¿Cómo no enojarse? ¿Cómo no querer ir a por alguien? Pero lo que eligieron hacer fue abrazar la música que ella amaba y conocerla a través de la música y conectarse de esa manera. Siguen apareciendo en los conciertos, lo cual me encanta. Ahora somos amigos. Y han superado algo que no creo que yo pudiera superar". Sobre Am I savage James Hetfield explicó a la publicación Rolling Stone Australia que la letra de esta canción impulsada por riffs habla de "darse cuenta de que hay una bestia en mí, y también hay una belleza en mí... de que puedo pasar de ser súper amable a una bestia jodida que no tiene ningún filtro real ni sentido común". Murder One  es un tributo al fallecido líder de Motorhead, Lemmy Kilmister. Según Hetfield "Motorhead tuvo mucho que ver con que Metallica esté aquí ahora. Lemmy como entidad, una especie de figura paterna, nos ayudó mucho. No tenía miedo y era un personaje. Y era él mismo. Todos lo respetábamos mucho. Hizo lo suyo hasta el último aliento. No importa quién seas, ¿cómo no te puedes sentir inspirado por eso?"  Lars Ulrich afirmaba que el hecho de haber segido a Motörhead en sus giras como fans lo ayudó a tomarse en serio a Metallica: "Cuando volví al sur de California, llamé a james y le dje: 'Escucha, tenemos que intentarlo', Motörhead es el catalizador". "Murder One" era el nombre del amplificador favorito de Lemmy en el escenario. Spit Out the Bone es la canción que cierra el álbum. Una canción qe nos habla de las comodidades de los avanes tecnológicos. "Queremos cosas más rápidas, queremos la conveniencia de la tecnología, pero ¿en qué punto la conveniencia se inclina hacia la dependencia? La necesitamos, o de lo contrario no sabemos qué hacer". Nos describe cómo las personas están conectadas entre sí a través de dispositivos móviles y cómo todos se están volviendo más dependientes de la tecnología.

De Hardwired... to Self-Destruct se editó una edición de Lujo en la cual había una tercera cara compuesta 14 canciones, donde se incluye una versión regrabada del tema Lords of Summer, que fue lanzada por primera vez como sencillo digital en su forma demo el 19 de marzo de 2014, varios temas de la banda grabados en directo en 2016 y versiones interpretadas en vivo que sirven como homenaje a Ronnie James Dio y Rainbow (Ronnie Rising Medley (A Light in the Black / Tarot Woman / Stargazer / Kill the King), Deep Purple (When a Blind Man Cries) y Iron Maiden (Remember Tomorrow)

Hardwired... to Self-Destruct es principalmente el trabajo de James Hetfield y Lars Ulrich. Como ya hemo comentado, Kirk Hammett no tiene ni un solo crédito como compositor, ya que el guitarrista perdió un iPhone lleno de riffs justo antes de la grabación, y también se ve disminuido en términos de solos, dejando el álbum como un escaparate para las construcciones musicales de Metallica. Lo que verdaderamente destaca e impresiona de este álbum es el conjunto, el pensamiento y la musicalidad dentro de las composiciones y las interpretaciones, elementos que siempre han estado en el núcleo de la banda y brillan intensamente en este penúltimo trabajo de la banda.

jueves, 20 de febrero de 2025

Metallica - Reload - #MesMetallica



"¿No te gusta el café? Pues toma dos tazas", pensé al tener que afrontar mi segunda reseña del #MesMetallica. Ya comenté en la reseña de "...And Justice for All" que, aún reconociéndoles el poderío instrumental de muchos de sus temas, no son santo de mi devoción, y aún así siempre es positivo escuchar un disco al que no había dedicado tiempo ni atención antes. Siempre se encuentran cosas, así que no me ha importado "recargar" de nuevo las pilas y lanzarme a la escucha de "Reload" (1997), el séptimo álbum de la banda, que salió al mercado como una continuación natural de Load (1996), y tanto es así que, en un primer momento, la idea original fue lanzar Load y Reload como un álbum doble, pero resultó problemático para el grupo gestionar la grabación de tantos temas a la vez, y optaron por grabar solo la mitad de los temas para una primera entrega, y reservarse la otra mitad para el siguiente disco.

¿Es entonces Reload un conjunto de descartes de Load? Hay quién podría verlo así, porque el disco no terminó de convencer ni a crítica ni a público, pero yo apuesto por que el reparto fue algo más equilibrado, porque tampoco fue excesivamente bien valorado su antecesor, y porque canciones como "Fuel", con la que arranca el disco, o especialmente "The Memory Remains" (con la estimable colaboración de Marianne Faithfull, en la que fue la primera canción de Metallica en la que incluyeron a una invitada) están a la altura o incluso por encima de muchos de los temas de "Load".

Quizá no se pueda sacar tanto pecho de temas correctos como "Devil's Dance" o "The Unforgiven II", una innecesaria secuela de "The Unforgiven", que aunque tiene suficiente brillo, inevitablemente deja un regusto a relleno. Son temas destacables que bajan un peldaño el nivel pero que siguen por encima de lo que podría considerarse un descarte. Y en el resto de temas de Reload no se puede hablar realmente de malas canciones, sino más bien de un giro hacia el rock sureño que no fue bien recibido por los fans más clásicos del grupo, y que tampoco logró captar a una hornada de seguidores diferentes, dejando además la sensación de que a canciones como "Better Than You" o "Slither" les faltó un punto de cocción y podrían haber sido más trabajadas y desarrolladas.

"Carpe Diem Baby" y "Bad Seed" mejoran algo el panorama y son buenos temas que, sin brillar en exceso, contribuyen a darle empaque al álbum, pero no ocurre lo mismo con casi toda la última parte del disco, en la que en canciones como "Where the Wild Things Are", "Prince Charming" y, en menor medida "Low Man's Lyric" y "Attitude" es difícil resistirte a la tentación de saltar a la siguiente hacia la mitad de cada canción, hasta llegar a "Fixxxer", que junto a las ya mencionadas "Fuel" y "The Memory Remains" conforma el trío de ases de una partida de cartas de Metallica algo deslucida.

El farol del rock sureño no funcionó, y la falta de ases en la manga de "Reload" quedó al descubierto, pese a lo cual el disco entró inicialmente en el nº1 del Billboard 200, vendiendo más de 400.000 copias en su primera semana, y manteniéndose en la lista durante 75 semanas, aunque en su totalidad solo llegó a los cuatro millones de copias vendidas en Estados Unidos, una cifra agridulce para un álbum de una banda tan relevante como Metallica, que en futuras entregas intentaría retomar su rumbo más clásico, con mayor o menor acierto, como contaremos en las siguientes entregas del #MesMetallica.

jueves, 13 de febrero de 2025

And Justice for all - Metallica - #MesMetallica


No soy especialmente fan de Metallica, así que esta no va a ser la típica reseña de admirador entregado, pero tampoco soy un "hater", así que puede que me quede una reseña de lo más equilibrada y objetiva, que haga "Justicia para todos", tanto para los admiradores más acérrimos como para los que llevan camisetas de Metallica a los festivales pero solo han escuchado el "Enter Sadman" o el "Nothing Else Matters", canciones que no forman parte de "...And Justice for All" (1988), el cuarto álbum de estudio de Metallica.

Antes de empezar con lo que importa, las canciones, contaré aunque no sea relevante que he intentado en repetidas ocasiones, sin gran éxito, cogerle el punto a Metallica. La ocasión en la que más cerca estuve de entrar en el círculo de sus miles de seguidores fue en una época en la que quedaba con un compañero todas las mañanas para acercarle al trabajo. Yo tenía un viejo Volkswagen Polo de segunda mano, equipado con un "radio cassette", y mi compañero trajo durante una semana varios cassettes de Metallica para amenizar el trayecto. Esa fue la mayor dosis de "trash metal" que me he metido por vena en la vida, y reconozco que el grupo tiene canciones con grandes desarrollos instrumentales y solos de guitarra que me llamaron poderosamente la atención, y lo que me frenaba y hoy en día me sigue frenando es la voz y la manera de cantar de James Hetfield, demasiado ruda y plana, sin cambios de intensidad o de registro en comparación con un Axl Rose o un Bruce Dickinson, que me llegan más fácilmente.

Voz aparte, y siendo justo y gran amante de los discos completos, me quedé con la copla de que los más relevantes eran, a mi juicio, "Master of Puppets", el disco negro en el que venían las obligatorias y ya mencionadas "Enter Sadman" y "Nothing Else Matters", y el "...And Justice for all" protagonista de esta reseña. Porque a un disco de letras oscuras, que toca temas como la guerra, la censura, la amenaza nuclear y las injusticias judiciales y de abuso de poder de la clase política, bien se le puede perdonar que Hetfield cante los mensajes como si se hubiera tomado demasiadas jarras de hidromiel y tuviera que conducir a gritos un rebaño de cabras hasta el redil por una escarpada montaña.

Esa es la sensación que me produce escucharle en "Blackened", un tema explosivo y tormentoso que impresiona por su grandioso riff de introducción y su temática apocalíptica, con el que firman un gran comienzo de disco. Es un buen aperitivo para degustar a continuación "...And Justice for All", la canción que da título al álbum, una pieza mayor de su discografía y una crítica mordaz a la corrupción y la injusticia del sistema judicial. Tema de gran complejidad sonora y de grandes cambios de ritmo, y plagado de los grandes desarrollos instrumentales que tanto le alabo a la banda.

Eye of the Beholder explora el tema de la censura y la falta de libertad de expresión, con un ritmo metalero y un estribillo pegadizo. Mantiene la intensidad de los temas del comienzo, pero no brilla con la misma incandescencia. No le ayuda estar en medio de los dos mejores temas del álbum, la ya mencionada "...And Justice for All" y la excelsa "One", probablemente la canción más famosa y relevante del disco, una poderosa balada sobre un soldado herido en una guerra. El desarrollo de la canción es impactante, progresando paso a paso desde una introducción suave hasta un clímax explosivo y memorable.

The Shortest Straw centra su temática en la discriminación social. En la línea de la mayor parte del disco, tiene un rápido y guitarras pesadas, pero es uno de los temas en los que más me cuesta escuchar esa voz ruda y nada melódica. Cuestión de gustos, debo remarcar, para de nuevo no ser injusto con este estilo de cantar, y hay que decir además que el solo de guitarra es intenso y acelerado, y como banda son una auténtica locura.

Harvester of Sorrow tiene un ritmo más lento, y una temática más cercana a la locura y la tendencia a la autodestrucción. La guitarra oscura del comienzo y los riffs pesados le dan empaque y la convierten en uno de los temas más sombríos y acertados del álbum. De parecida temática es The Frayed Ends of Sanity, una inquietante reflexión sobre la lucha contra la locura, con un otro de esos complejos desarrollos musicales con los que, cuando Heffield calla, tanto disfruto. Y seguramente pensaréis que, por lo dicho anteriormente y por ser un instrumental, To Live Is to Die es mi canción favorita del disco. No llega a tanto, porque temazos como ...And Justice for All" y, especialmente, "One" estarían por delante, pero se agradece en la escucha esta pista de inicio de toque clásico y de intenso y sentido homenaje musical a Cliff Burton, el fallecido bajista de la banda, que alterna de manera brillante secciones más melódicas con tramos más pesados.

Con Dyers Eve el álbum llega a su fin, y el último de los muchos argumentos en su defensa bien podría ser que la escucha se me ha hecho bastante más agradable de lo que pensaba que sería cuando me cayó en suerte esta reseña. Buen tema de cierre, en un tono furioso y rápido, y una letra sobre la frustración y la rabia generacional que un hijo siente hacia sus padres.

Como miembro de un imaginario jurado, estaría de acuerdo con un veredicto que ensalzara a este disco como una obra grande, de las mejores de Metallica, y como me ocurrió con Master of Puppets o el disco negro, que llegué a tener en cd y a los que intenté engancharme sin éxito, habría matado por una edición especial de coleccionista en versión rigurosamente instrumental. Si alguien sabe de algún material en este sentido, que me lo cuente en los comentarios, y correré presto a hacerme con una copia. En el fondo es lo que todos buscamos, nuestra propia versión adaptada de la justicia, para que la justicia pueda ser realmente para todos los gustos.