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sábado, 20 de diciembre de 2025

1815.- La Balada de Lucy Jordan - Marianne Faithfull


El septimo trabajo de Marianne Faithfull es Broken English su voz es áspera, como mínimo, pero es muy expresiva y, sin esfuerzo, fresca e interesante. Es especialmente fascinante lo dañada y vulgar que es, pero en realidad, si lo consideras, suena como un comentario sobre el sexismo. Por otro lado, ¿quizás solo es amargada y rencorosa? Sea como sea, es un placer escucharla, y tiene algo muy carismático. La música probablemente se clasificaría como rock, pero hay un uso excesivo de sintetizadores que normalmente me desanimaría, pero en este caso le sienta de maravilla a las canciones. Al principio no me convenció hasta llegar a los dos últimos temas, pero después de escucharlo muchas veces, puedo decir que me ha ido gustando. Alguien me señaló lo similar que suena a Fleetwood Mac. Este álbum podría fácilmente ser su primo cascarrabias. La verdad es que me dejó con ganas de más, ya que solo tiene ocho temas. Faithfull explora el lenguaje de la crítica antipuritana y la alabanza de la vida ("Witches' Song"), el de la autoafirmación y las relaciones que lo consumen todo ("Guilt", " Brain Drain"), , el de los disturbios sociales ("Héroe de la clase trabajadora"), y desemboca en un inglés obsceno, el del lascivo y desafiante "¿Por qué lo haces?". Esta versión de Lennon quedó realmente bien, pero sin duda la pieza estrella es "Why D'ya Do It?", es la pieza más furiosa del álbum, pero es casi como un clímax tras ir aumentando la tensión a medida que avanzaba el disco.


Nos detenemos en La Balada de Lucy Jordan, en ella se describe a una esposa y madre de barrio residencial que se aburre de su vida. Sueña con aventuras y con liberarse de sus tareas cotidianas. Atrapada en las banalidades domésticas, Jordan recuerda las fantasías de las canciones infantiles de su infancia y toda la curiosidad y la esperanza que se entretejen en esas historias. La canción, escrita por el autor y caricaturista Shel Silverstein, fue lanzada por primera vez en 1974 por un grupo estadounidense con un nombre que recuerda a una canción infantil: Dr. Hook & the Medicine Show. La versión de Faithfull formó parte de la banda sonora de la película de 1991 Thelma y Louise , cuyos protagonistas también aspiran a escapar de sus vidas aburridas.Steve Winwood interpretó el burbujeante sintetizador, dotando a la adaptación de Faithfull de un aire onírico. Aunque Faithfull sea más recordada por su trabajo musical y cinematográfico durante los vibrantes años 60 en Londres, "The Ballad of Lucy Jordan" marca un giro radical hacia la nueva ola. Mientras tanto, la voz de Faithfull suena tan rota como el espíritu de Jordan, años de adicción y luchas personales endurecieron su voz, antes suave. La balada termina con Jordan recorriendo París a toda velocidad, donde ha encontrado su "para siempre" y se desvanece en el sintetizador sin resolver de Winwood, dejando la historia de Jordan suspendida en un sueño. Puede que Lucy Jordan fantaseara con una vida glamurosa, pero Faithfull la vivió. Y los vertiginosos dramas de su vida real se desarrollaron como la contraparte de una de sus canciones más famosas.


jueves, 20 de febrero de 2025

Metallica - Reload - #MesMetallica



"¿No te gusta el café? Pues toma dos tazas", pensé al tener que afrontar mi segunda reseña del #MesMetallica. Ya comenté en la reseña de "...And Justice for All" que, aún reconociéndoles el poderío instrumental de muchos de sus temas, no son santo de mi devoción, y aún así siempre es positivo escuchar un disco al que no había dedicado tiempo ni atención antes. Siempre se encuentran cosas, así que no me ha importado "recargar" de nuevo las pilas y lanzarme a la escucha de "Reload" (1997), el séptimo álbum de la banda, que salió al mercado como una continuación natural de Load (1996), y tanto es así que, en un primer momento, la idea original fue lanzar Load y Reload como un álbum doble, pero resultó problemático para el grupo gestionar la grabación de tantos temas a la vez, y optaron por grabar solo la mitad de los temas para una primera entrega, y reservarse la otra mitad para el siguiente disco.

¿Es entonces Reload un conjunto de descartes de Load? Hay quién podría verlo así, porque el disco no terminó de convencer ni a crítica ni a público, pero yo apuesto por que el reparto fue algo más equilibrado, porque tampoco fue excesivamente bien valorado su antecesor, y porque canciones como "Fuel", con la que arranca el disco, o especialmente "The Memory Remains" (con la estimable colaboración de Marianne Faithfull, en la que fue la primera canción de Metallica en la que incluyeron a una invitada) están a la altura o incluso por encima de muchos de los temas de "Load".

Quizá no se pueda sacar tanto pecho de temas correctos como "Devil's Dance" o "The Unforgiven II", una innecesaria secuela de "The Unforgiven", que aunque tiene suficiente brillo, inevitablemente deja un regusto a relleno. Son temas destacables que bajan un peldaño el nivel pero que siguen por encima de lo que podría considerarse un descarte. Y en el resto de temas de Reload no se puede hablar realmente de malas canciones, sino más bien de un giro hacia el rock sureño que no fue bien recibido por los fans más clásicos del grupo, y que tampoco logró captar a una hornada de seguidores diferentes, dejando además la sensación de que a canciones como "Better Than You" o "Slither" les faltó un punto de cocción y podrían haber sido más trabajadas y desarrolladas.

"Carpe Diem Baby" y "Bad Seed" mejoran algo el panorama y son buenos temas que, sin brillar en exceso, contribuyen a darle empaque al álbum, pero no ocurre lo mismo con casi toda la última parte del disco, en la que en canciones como "Where the Wild Things Are", "Prince Charming" y, en menor medida "Low Man's Lyric" y "Attitude" es difícil resistirte a la tentación de saltar a la siguiente hacia la mitad de cada canción, hasta llegar a "Fixxxer", que junto a las ya mencionadas "Fuel" y "The Memory Remains" conforma el trío de ases de una partida de cartas de Metallica algo deslucida.

El farol del rock sureño no funcionó, y la falta de ases en la manga de "Reload" quedó al descubierto, pese a lo cual el disco entró inicialmente en el nº1 del Billboard 200, vendiendo más de 400.000 copias en su primera semana, y manteniéndose en la lista durante 75 semanas, aunque en su totalidad solo llegó a los cuatro millones de copias vendidas en Estados Unidos, una cifra agridulce para un álbum de una banda tan relevante como Metallica, que en futuras entregas intentaría retomar su rumbo más clásico, con mayor o menor acierto, como contaremos en las siguientes entregas del #MesMetallica.