sábado, 4 de abril de 2020

Ruta 77: Las 7 canciones de Fran "@fbarrospalacios"


El viaje continúa, y Storyboy es quién, en esta ocasión, está al volante. Estamos llegando a Asturias, para cubrir el siguiente capítulo de nuestra aventura por la Ruta 77.  La hoja de ruta de esta nueva aventura tiene como punto final Pola de Lena, una villa fundada en 1266 por Alfonso X el Sabio como paso entre Oviedo y León. En el siglo XIX, vivió una fase de gran desarrollo demográfico gracias a la explotación de la hulla, consolidándose en el siglo XX y llegando hasta nuestros días con una población de unos 8.700 habitantes, repartidos en varios barrios y zonas a lo largo de sus 31 km² de extensión.

Aparcamos el coche frente a la estación de ferrocarril de Pola de Lena, principal estación del concejo de Lena. La estación dispone de servicios de media y larga distancia, así como una línea de Cercanías Asturias, pero no tenemos planeado un viaje en tren. La idea es encontrarnos con nuestro amigo Fran en el primer andén, por lo que nos dirigimos hacia el interior de la estación. Mientras cruzamos la calle en dirección a la entrada, vemos una densa niebla acercarse desde los cerros de detrás de la estación.

Atravesamos la estación y salimos puntuales al andén, pero no hay nadie esperándonos. Por la megafonia de la estación, nos llega el sonido lejano de "QE2", el tema de Mike Oldfield que da título a su disco de 1980. Las últimas notas de esta canción se entremezclan con los primeros compases de "Platinum", de su disco de 1979. Pasan los minutos, y ambas canciones siguen sonando en bucle, mientras Fran sigue sin aparecer por ningún lado. Mis compañeros comienzan a impacientarse, y para matar el tiempo se alejan caminando hacia un extremo del andén, observando la vieja estación y haciendo algunas fotos. Yo espero sentado en un banco de la estación, y ojeo un periódico local que alguien ha dejado abandonado sobre el banco. La fecha de la primera página indica que es un periódico de hoy, 23 de julio de 2020. Mientras estoy distraído leyendo los titulares de las noticias locales, la niebla ha bajado desde los verdes cerros y se ha tragado completamente las vías, deteniéndose momentáneamente junto al borde del andén, como si de un dique se tratase.



Algo inquieto, llamo a Jorky y los demás, que se giran al oír mi llamada, y dan unos pasos para acercarse, pero en ese momento la niebla invade el andén, y en cuestión de segundos lo cubre completamente, impidiéndome ver nada más allá de la distancia que abarcan mis brazos estirados. Dejo el periódico en el banco, y me giro hacia el lado contrario hacia el que deberían aparecer mis amigos. Una brillante luz intenta abrirse paso entre la niebla, y un potente silbato anuncia la llegada de un tren a la estación. Con la entrada del tren, la niebla se disipa ligeramente, y compruebo para mi asombro que la locomotora es un modelo de vapor de finales del siglo XIX. Sorprendido, vuelvo a mirar la primera página del periódico abandonado, y en un acto reflejo me levanto apresuradamente del banco. Bajo el título del periódico, la fecha ha cambiado. Sigue siendo 23 de julio, pero de 1874.



La portezuela del primer vagón se abre, y un revisor perfectamente uniformado desciende la pequeña escalinata. Como si asumiera por mi boca abierta que no voy a ser capaz de mediar palabra, decide tomar él las riendas de la conversación: "Bienvenido al @fbarrospalacios Express, en el viaje inaugural tramo Pola de Lena - Gijón. Si no se apresura, va usted a perder el tren" - dice, al tiempo que, con un gesto de la mano, me invita a subir al vagón.
No sin reparos, y echando varias miradas furtivas hacia el otro lado del andén, para comprobar que ninguno de mis tres acompañantes aparecía entre la espesa niebla, decido subir al vagón. Una vez dentro, el revisor hace sonar su silbato y levanta un farol hacia la locomotora, para darle la señal de partida. Al cerrar la portezuela tras de sí, amablemente me invita a seguirle hasta mi asiento. El tren se pone lentamente en marcha, y poco a poco va tomando velocidad. Los sonidos de Mike Oldfield se hacen cada vez más pequeños, hasta hacerse inaudibles, y así deduzco que hemos dejado la estación, ya que con la niebla es imposible ver nada más allá de los cristales del pasillo del tren.

El revisor me conduce hasta el vagón restaurante, indicándome que me siente en una de las elegantes mesas. En el interior del vagón suena "El Zenzontle pregunta por Arlen" de Carlos Mejía Godoy, dotando a la escena de un toque bohemio, al que también colabora la densa humareda del vagón. "No había espacios sin humos en 1874" pienso para mí. En la mesa de al lado, tres personas conversan amigablemente. Al notar mi curiosidad por los otros ocupantes del vagón restaurante, el revisor se acerca y me susurra al oído: "El señor de la derecha es Vital Aza, escritor, comediógrafo y humorista. Los dos señores que se sientan frente a él son Juan Muñiz Zapico "Juanin", minero y sindicalista muy querido en la zona, y José Manuel Castañón, escritor. Los tres son personajes ilustres de Pola de Lena, pero no tanto como quién le acompañará durante la cena. Espere aquí solo unos instantes".

Tal y como prometió el revisor, y apenas termina la canción de Carlos Mejía Godoy, mi misterioso anfitrión aparece, justo al mismo tiempo que el intérprete del siguiente tema entra en acción por los altavoces del vagón. Y una gran sonrisa ilumina mi rostro al reconocer a ambos. De pie frente a mí, el protagonista de nuestra aventura, Fran para los amigos y @fbarrospalacios para todo el que quiera conversar con él en Twitter. Cantando en directo en el Budokan, Bob Dylan y su clásico Mr. tambourine man.


Me levanto para saludarle y nos damos un abrazo, y reconozco que ver por fin una cara amiga ha hecho que me tranquilice en una situación tan extraña. El vino que nos sirven también ayuda lo suyo, y en condiciones tan agradables comienza una distendida charla, en la que Fran confiesa que, tras haber leído los artículos anteriores de la ruta 77, imaginó al detalle un viaje en tren en el que ir contando los momentos de su vida asociados a cada una de las 7 canciones. Así, QE2 y Platinum sonaban seguidos una y otra vez, como en la semana que pasó en los Lagos de Covadonga, con 12 o 13 años. Está a punto de contarme las razones por las que ha elegido a Carlos Mejía Godoy y a Dylan, pero en ese momento ha empezado a sonar "Agotados de esperar el fin" de Ilegales, en una versión en directo de un concierto al que asistió hace años, en el que probablemente el alcohol corrió en mayores cantidades que en nuestra cena, y eso que un camarero acaba de reemplazar una botella vacía por una llena. Fran cuenta con emoción aquel episodio, y nos echamos unas risas que duran hasta la llegada del siguiente tema: "Te recuerdo Amanda" de Víctor Jara.

Estando ya en los postres, y en una increíble versión en directo del "Layla" de Eric Clapton, el silbato del tren ruge en la noche, anunciando la próxima parada del trayecto. Fran apura su copa y, tras dejar su servilleta sobre el fino mantel, dice: "Esta es tu parada, Nevermind, gracias por compartir conmigo esta velada musical". Intento sin éxito pagar la cuenta, pero Fran se niega y el camarero zanja la discusión con un "La casa invita, hacía tiempo que en este tren no sonaba una música tan buena". Nos damos un nuevo abrazo final, y el revisor me acompaña por el pasillo hacia la portezuela del vagón. El tren va reduciendo la velocidad, hasta detenerse por completo. La densa niebla sigue dificultando la visión, así que tengo cuidado con los escalones, tal y como el revisor me ha recomendado. Ya en el andén, veo como el revisor levanta de nuevo el farol, y cierra la portezuela tras tocar el silbato. El tren se pone en marcha y se pierde poco a poco entre la niebla. No puedo ver nada a mi alrededor, pero no hace falta, sé exactamente dónde estoy. Por la megafonía de la estación suenan QE2 y Platinum, una detrás de otra, una y otra vez. Avanzo hacia el banco en el que había estado sentado, y recojo de nuevo el periódico usado, correspondiente a la edición de hoy 23 de Julio de 2020.

"¿Dónde te habías metido?" - pregunta la voz de Chema entre la niebla, mientras mis amigos de 7dias7notas se acercan al banco. "Es una larga historia, mejor os la cuento en el camino de vuelta".


Nota final: Y eso es lo que hemos intentado hacer en este artículo, contar de la mejor manera posible las 7 canciones favoritas de @fbarriospalacios, al que agradecemos que nos haya compartido momentos personales y las canciones que los acompañaron, quedando grabadas a fuego en su memoria.

"De esto va la Ruta 77, y por eso nos gusta tanto".

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