El bosón de Higgs
Empieza el
disco con la canción más larga, y casi convertida en dos canciones en uno
debido al cambio tan grande que da pasada la mitad de la canción, una canción
optimista y llena de poesía de mucho nivel musical, sobre todo en esa primera
parte.
Gira el
universo entre las luces de la tierra
como gira tu
melena entre destellos y noches en vela,
vuela hacia
esta playa, estoy aquí.
Hoy es la
noche más corta del año y habrá
que hacer
una cena y mirar cómo se pone el sol,
hoy el
planeta parece mi casa y mi hogar,
para
pensarte y tener una imagen perfecta.
Pájaro azul
Aparentemente
poca cosa, pero cuando lees que este pájaro azul ha sido elegida por los
lectores de la revista Rolling Stone como la mejor canción de 2013 tus sentidos
se agudizan. El título hace referencia a un poema de Bukowski y nos ofrece
ritmos bailables a tope dentro del pop con una gran calidad en los teclados que
no llegan a agobiar. Muy recomendable el video musical protagonizado por los
hermanos Ferreiro

Mi otra
mitad,
la única
pieza que echo en falta;
mi religión,
tus vacaciones
y mi nudo en
la garganta.
Hoy decidí,
mi libertad
se esconde en la música,
la música
está detrás del cristal.
Bambi Ramone.
Y no paramos
de bailar, aunque el tono de la canción sea de una alegría descomunal la
historia que esconde detrás de ella es de una crueldad supina. Es la historia
de una niña que pierde a su madre a los 12 años, momento en el que sus
compañeros empiezan a llamarla “Bambi”. Se comenta que esta canción está basada
en hechos reales cuando los artistas conocieron a una niña con esas circunstancias,
una muestra del sufrimiento humano y de la crueldad que inconsciente o
consciente los niños pueden desarrollar, pero también me gustaría encontrar en
ella ese tono de superación, afán de vivir, de seguir adelante, peleando con
uñas y dientes que convierte en un himno del glam
Ángel caído
del cielo
Con dos alas
negras
A los doce
años ya mayor de edad.
¿Cicatriz o
marca de nacimiento?
En el
ombligo un misterio perverso.
Sorprendido
soñando despierto
una vez
más... no hay tiempo...
Chainatown.
Una de mis
favoritas, por la mística que tiene la canción y los esfuerzos y cambios con la
voz que se marca Ivan Ferreiro, comienza a lo agente 007 en sus inicios y se
derivan en unas melodías más pausadas que se conjugan con una letra realmente
magnifica que saca afuera el sentimiento en estado puro que pone en cada
composición. Este fragmento me parece brutal con ese final plagado de
instrumentos de viento.
La verdad ya
no dolerá,
estuviste
aquí, no me lo inventé.
Siempre
quedará Chainatown, Madrid,
Gondomar,
Nigrán, las puestas de sol.
Y, en esta
canción, bien pueden caber
los abrazos
que me diste una vez.
Voy a
tientas, hoy la niebla,
si me llevan
mis tormentas.
El dormilón.
Una
deliciosa melodía que se te clava poco a poco y te crea un intenso sentimiento
de optimismo y la letra no puede ser mejor y como se entremezcla con la música:
“ella quiere salvar el planeta y él quiere que el mundo se gobierne solo… ella
siempre mira hacia adelante y él jamás mira hacia atrás… ella es la esperanza
de la humanidad y él escribe mientras ella duerme… y sueña con soñar lo que
ella sueña”, primer single de este regreso.
Pandelirios.
Se vuelve un
poco áspero en este tema, mas rudo, menos melodía pero con ciertos
reminiscencias a Los Planetas, un tema que viaja de la fuerza a la
tranquilidad, un buen tema
Una inquietud persigue mi alma.
Otra de las
delicatesen del disco, una canción que se convierte en el más preciado pequeño
bocado del disco porque sin llegar a penas a los tres minutos da una absoluta
exhibición tanto líricamente como musicalmente con ciertas reminiscencias a la
ciencia ficción y como no a su idolatrada Blade Runner, una nana futurista que
quedara en los anales de la música con solo 12 versos con reminiscencias al
Space Oddity
Y aquella
antena que puse para oírte no me funcionó,
la puerta de
Tannhäuser se cerró detrás de mí.
Si no
recibes esta grabación, es que me perdí;
la nave no
avanzaba y deseé vivir en Madrid.
Alien vs. Predator.
En esta
ocasión nos encontramos con un dúo, acompañado de Julieta Venegas como
invitada. Personalmente la considero demasiado comercial y la mezcla no queda
nada bien, aun así tiene sus virtudes
El resplandor.
Aunque los
títulos ya es todo un homenaje este corte del disco es el verdadero homenaje al
séptimo arte, un tema que nos recuerda mucho a Daft Punk y donde el Ukelele le
da un cierto toque original
Como conocí a vuestra madre.
Vuelta a los
sonidos bailables, con un gran rollo es imposible no dejarse llevar, pero
quizás está exenta de algo de química que nos haga conectar aún mas con ella.
Brazil.
Es quizás el
tema más tierno del disco y donde de nuevo la voz de Ivan Ferreiro inunda toda
la canción acompañada de esa guitarra a la que solo interrumpe una trompeta que
nos lleva a evocar el Jazz de los años 50.
somos niebla
de verano
agua y
viento sin pasado
un suspiro,
un ruido callado
para llegar
otra vez despegar
un suspiro,
un ruido callado
es la brisa
desnuda, vestida
tanta
quietud resolvió la ecuación.
Twin Peaks.
Otra joya
que divaga entre la melodía y los cambios de tono ásperos y duros, con una
letra muy potente, que contiene una letra muy potente, es una canción con la
capacidad de convertirse en un clásico a poco que nos detengamos en ella, por
sus notas se sucede el amor, la desesperanza, la ilusión o la derrota y no solo
en la música sino también en la música. JOYA!
Y hoy el
cielo se abrirá y nos prometió
que todo lo
que hicimos hasta aquí
tenía que
pasar y lo comprendo,
para ser los
amos de una nueva situación,
partículas
de polvo de una estrella enana
que se
enciende entre tu pelo.
Y yo soñaba
con poderlo retener,
será un
largo recorrido sin igual.
Soñaba con
poderlo retener,
un largo recorrido
sin igual,
dormirme en
tu camisa y recorrer
un largo
recorrido sin igual,
bailando en
las cornisas con champán.