jueves, 29 de abril de 2021

0119: I saw her standing there - The Beatles

 

 

"Ella me miró, y yo pude ver que, en poco tiempo, me enamoraría de ella. Y ella no bailaría ya con otro, desde que la vi parada allí" cantaba Paul McCartney en el primer tema de "Please Please Me", el disco de debut de The Beatles en 1963. La canción, compuesta principalmente por McCartney, pero acreditada como todas al dúo Lennon-McCartney, es una celebración de los típicos guateques sesenteros, en los que las chicas esperaban en un rincón a que alguno de los chicos se atrevieran a sacarles a bailar.

Pese a ser una de las mejores canciones del disco, y la elegida para encabezar el listado de canciones del mismo, quedó relegada a la cara B del sencillo de "I want to hold your hand", uno de los temas de los Beatles que alcanzaron el número 1 en Estados Unidos, lo cuál no impidió que I saw her standing there estuviera durante más de tres meses en el Billboard Hot 100 en 1964, llegando a alcanzar el puesto 14. La revista Rolling Stone la situó en el puesto 139 en la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, publicada en 2004. La canción se titulaba originariamente "Seventeen", en referencia a la edad de la chica, mencionada en el primer verso del tema. McCartney se inspiró en la canción tradicional "As I Roved Out", una versión a su vez del tema "Seventeen Come Sunday", y en la línea de bajo del "Talkin' About You" de Chuck Berry.

Tras darle varias vueltas a la letra y los acordes, terminó de completarla en la casa de los McCartney en Forthlin Road, con la ayuda de John Lennon, siguiendo el "modus operandi" con el que el dúo solía componer, en el que uno de ellos llevaba una canción casi acabada, y el otro sugería cambios y aportaba propuestas añadidas. Con I saw her standing there y la voz de McCartney contando "1,2,3,4" para que sus compañeros entraran al unísono, comenzaba la carrera discográfica de The Beatles, y desde ese momento en que les vimos parados allí, ya no quisimos bailar con ninguna otra banda.

La música en historias - El final del Mes Prince

 

Qué difícil es cerrar el #MesPrince sin tener la sensación de que, pese a haber reseñado más de una docena de sus obras, nos hemos dejado muchos discos buenos en la "bóveda" de 7días7notas. Para aliviar esa sensación de obra inconclusa, he creído necesario terminar el #MesPrince con uno de esos recuerdos asociados al momento en que su música se convirtió en la banda sonora de mi adolescencia. Después de que discos como Sign of the Times y Lovesexy "me volaran la cabeza", me embarqué en la búsqueda de todos sus discos anteriores, con la ayuda de una página de una revista que reseñaba brevemente todos los discos publicados hasta entonces, ordenados cronológicamente y con las fotos de las portadas. Como mencioné en la reseña de Parade, "recorté esa página y la colgué en la pared de mi habitación, y se convirtió en la hoja de ruta de mi búsqueda de Prince". Ha llovido mucho (y púrpura) desde entonces, y lamentablemente no se dónde fue a parar aquel recorte, pero su recuerdo me invita a cerrar el #MesPrince continuando aquellas breves reseñas, y que esta "segunda parte" pueda serviros de guía a todos los que queráis profundizar en los mejores discos de su obra posterior, quizá menos conocida, pero no por eso menos interesante:

 

Love Symbol (1992)

El mejor disco de Prince en los 90, con singles rotundos como My Name is Prince, Sexy MF o Seven, rodeadas de un buen puñado de buenos temas como The Continental, Love 2 the 90's, Damn U o The Morning Papers. Prince juega con la melodía de Rave unto the Joy Fantastic en los arreglos orientales de The Max, explora ritmos reggae en la juguetona Blue Light, y muestra su gusto por el erotismo y las películas de Roger Vadim en And god created woman. Las concesiones al rap están más acotadas que en Diamonds and Pearls, y sólo llegan a lastrar un tema como The Flow, al que salva el genial final instrumental, con la sección de vientos a tope. El disco iba a ser conceptual, pero los tramos hablados en los que se contaba la misteriosa historia de tres antiguas monedas de oro (3 chains O'gold) fueron en su mayoría eliminados para incluir canciones prescindibles (I wanna melt with U, Arrogance), pese a las cuales sigue siendo un disco sólido y desbordante, en el que anticipa ya la travesía entre el My Name is Prince del primer tema, y el sacrificio de cambio de nombre (The Sacrifice of Victor) que dejaba entrever en el tema final.


The Undertaker (1993) 

En 1993, Prince convocó al baterista Michael Bland y el bajista Sonny Thompson, miembros de New Power Generation para grabar un disco de power trío. Eran las 3 de la mañana, y dedicaron aproximadamente una hora a hacer un disco rudo y en directo, sin añadidos, basado en la canción que le da título, un alegato antidrogas y violencia de diez minutos de duración. La secuencia de canciones del disco es exactamente como la tocaron, y entre ellas hay joyas como la blusera The Ride, curiosidades como la revisión de Bambi, también en clave de blues, canciones que después encontrarían su sitio en discos posteriores (Dolphin, Zannalee) y hasta una versión del Honky Tonk Woman de los Rolling Stones Prince planeaba distribuir The Undertaker junto con la revista Guitar World, pero Warner Brothers lo impidió. La canción The Undertaker terminó saliendo en el disco The Voice de Mavis Staples en 1993.

 

The Gold Experience (1995)

El primer disco que sacó firmado con el símbolo impronunciable con el que renunciaba a su nombre, era un disco muy especial para Prince, y es uno de los mejores discos que sacó durante la década. Temas como Dolphin, Billy Jack Bitch, Gold y, sobre todo, I hate U serían suficientes para elevar este disco a la categoría de grande, pero además es el disco en el que finalmente incluyó una versión de The most beautiful girl in the world, su single de mayor éxito en esa década. Un disco que podría haber sido aún más grande, porque inexplicablemente en la selección de temas Prince descartó canciones como Days of wild o Interactive, superiores a otros temas que acabaron formando parte de The Gold Experience.

 

Chaos and Disorder (1996)

A lo largo de la década de los noventa, Prince entregó los trabajos que tenía pendientes con Warner sin demasiado ánimo, tirando de la "bóveda" para rescatar temas antiguos. Y, sin embargo, varios de esos discos entregados por contrato, tienen un nivel de calidad elevado y, en el caso de Chaos and Disorder, una estimable unidad como disco, gracias al marcado enfoque oscuro y rockero que comparten la mayoría de sus canciones. Chaos and Disorder, I like it there o The same december suenan frescas y rotundas, y Dinner with Delores es un correcto single de sonido limpio y áspera letra. Junto con The Undertaker, podría decirse que es el disco más "heavy" de Prince, sin llegar a serlo realmente.


The Truth (1998)

The Truth es uno de los discos más consistentes e interesantes de Prince, a la vez que uno de los más ocultos y desconocidos. Un disco de cuidada y minimalista producción acústica, que hace que el talento musical de Prince se disfrute de manera desnuda y directa. Canciones como The Truth, Don't Play Me, The other side of the pillow o Welcome 2 The Dawn están entre lo mejor de este disco, en el que también hay espacio para sensuales y sencillas baladas de sugerentes teclados (Circle Of Amour, Dionne) y otros temas destacados como 3rd Eye o One of our tears. Un disco en el que sólo sobra el innecesario tema Animal Kingdom, una anecdótica oda al veganismo que musicalmente es pobre y poco acertada, dentro de un disco de producción impecable, una auténtica rareza acústica dentro de su discografía.


The Vault: Old Friends 4 Sale (1999) 

Al igual que ocurriera con Chaos and Disorder, estamos ante un disco obligado por contrato, y de nuevo basado en una colección de temas que Prince tenía almacenados y sin publicar (Old Friends for Sale se quedó fuera de Parade), o que habían sido inicialmente ofrecidos a otros artistas (Five Women había sido compuesto para Joe Cocker), y de nuevo el resultado es un disco bastante unitario e, incluso, de mayor calidad que el disco publicado como "El Artista" en ese mismo año (Rave unto the joy fantastic), gracias al marcado toque jazz de la mayor parte del disco. She spoke 2 me, en una versión extendida con una improvisación jazzistica, se erige como el mejor tema del disco, y temas como When the lights go down o Extraordinary brillan también con luz propia en este disco.

 

The Rainbow Children (2001)

Su disco más valiente e interesante de la década de los 2000. Una apuesta arriesgada y conceptual que narra una historia de tintes bíblicos, con un marcado regusto a jazz-funk, y con transiciones en las que Prince va contando la historia con voz distorsionada. El tema The Rainbow Children son diez minutos de jazz experimental, mientras The Work pt I o 1+1+1=3 son funk al más puro estilo James Brown. El disco tiene tramos que parecen parodiar los musicales (Everywhere), con toques incluso operísticos (Wedding feast), y en su tramo final alterna reivindicativos temas funk que incluyen recitados de Martin Luther King (Family Name, The Everlasting now) con brillantes temas acústicos (She loves me 4 me, The Last December) No llega al nivel de sus discos de los ochenta, pero es innegablemente valiente.

 

One Nite Alone (2002)

Los mismos halagos que se llevó un disco como The Truth son aplicables a One Nite Alone, un disco concebido con la misma dinámica de producción sencilla y minimalista, pero dónde The Truth se basaba en guitarra acústica y la voz, aquí el protagonismo es para el piano de Prince y su voz aterciopelada y de falsete, con apenas añadidos adicionales. El resultado es también el mismo, estamos ante uno de los discos más consistentes e interesantes de Prince, y de nuevo pasa a engrosar las filas de sus "discos rareza" de no muy fácil adquisición. Encontramos aquí joyas como la propia One Nite Alone, U're gonna C me, Here on Earth o Have a Heart, canciones para sentarse y disfrutar en la oscuridad, y dejarse llevar por las notas del piano de Prince y su voz cálida y directa. Incluye una versión de A Case of U de Joni Mitchell, uno de los temas favoritos de Prince, que encuentra en "el disco de Piano de Prince" el sitio perfecto para ser incluida. Una rareza que de nuevo es impecable y altamente recomendable.

 

Musicology (2004): El deseo de Prince de regresar a la primera línea le llevó en este disco a alejarse de la experimentación y a entregar un álbum de corte más convencional. Consiguió el objetivo, con canciones destacables como Call my Name, A million days y, especialmente, Musicology, el single de lanzamiento y la canción que representó ese ansiado regreso  al calor de los focos, el éxito y el reconocimiento, ya como artista consagrado más que como el admirado innovador de antaño. Se cuelan en este disco un par de canciones en las que Prince muestra su preocupación por los problemas raciales post 11-S (Cinnamon Girl) y las demandas de los menos favorecidos, en forma de carta abierta al presidente en Dear Mr. Man,  el mejor tema del disco.

 

 Art Official Age (2014): El regreso del hijo pródigo a Warner, veinte años después, era un acontecimiento por el que Prince puso toda la carne en el asador, con temas tan rotundos como Clouds, y aunque seguía esforzándose por sonar moderno (Art Official Age), le salió un disco que volvía a esquemas pasados (Breakdown recuerda a The Beautiful Ones en estructura, y The Gold Standard a Superfunkycalifragisexy). Por si fuera poco, el mejor tema del disco (This could be us) es el recuerdo nostálgico de la relación con Apollonia en Purple Rain.

 

Hit 'N' Run Phase Two (2015): Tras la decepcionante primera parte de la saga Hit 'N' Run, esta segunda entrega supuso un regreso / homenaje a las raíces de la música negra (Look at me, look at you) el soul (When she comes) y el funk clásico (Black Muse). Grabado en analógico y a la vieja usanza, y apoyado en una sección de vientos de hasta 11 miembros en algunos temas (Big City), con guiños al pasado (Stare incluye, por un instante, la guitarra de Kiss perfectamente ensamblada en el ritmo) y visitas a la "bóveda" (Xtraloveable) que no desentonan en un conjunto sobrio y equilibrado. Una brillante despedida para una carrera inigualable.

miércoles, 28 de abril de 2021

0118: Love Me Do - The Beatles

 

Love Me Do, The Beatles


     Nos encontramos a finales de 1962, el año en el que aparece publicada la primera grabación en forma de sencillo de Los BeatlesPaul MacCartney y John Lennon compusieron Love Me Do cuando tenían 16 y 17 años respectivamente, en uno de eso días en los que se solían saltar las clases para componer canciones. Paul McCartney escribió la letra de la canción inspirándose en la que era su novia en aquel momento, Iris CaldwellJoh Lennon contribuyó en la composición del puente musical.

Love Me Do fue un tema que Los Beatles grabaron hasta en tres ocasiones, la pimera fue grabada el 6 de junio de 1962 con Pete Best a la batería, como parte de la audición que hicieron para los EMI Studios de Londres. La segunda vez que grabaron el tema fue el 4 de septiembre de 1962, ya que al productor del grupo, George Martin no le habia convencido la interpretación a la batería de Best en la anterior grabación, por lo que en esta segunda ocasión fue Ringo Starr el que se ocupo de la batería. 

La tercera grabción que existe de Love Me Do, fue realizada el 11 de septiembre en los EMI Studios. En dicha sesión ya habían grabado también P.S. I Love You y el grupo estaba entusiasmado con el resultado, por lo que llegaron a valorar la posibilidad de utilizarlo como cara A. Dicho entusiasmo no fue el mismo que mostró George Martin, consideró que estaba bastante bien pero sugirió que intentaran otra vez la grabación de Love Me Do, pero esta vez con el baterista de sesión Andy White, que ya se había ocupado de la percusión tambien en P.S. I Love, quedando Ringo Starr relegado en ese tema al uso de unas maracas. En Love Me Do White volvería a hacerse cargo de la percusión y a Ringo en esta ocasión le pidieron que se uniera a la grabción del tema usando una pandereta.

La grabación de Love Me Do con Ringo Starr a la batería se convirtió en el primer sencillo de la banda, publicado por la discográfica Parlophone el 5 de octubre de 1962, siendo acompañado en la cara B por P.S. I Love You. La versión grabada con Andy White aparecería publicada en el prime álbum de estudio de la banda, Please Please Me, publicado el 22 de marzo de 1963. La primera versión del tema con Pete Best a la batería permaneció inédita hasta el año 1995, cuando es incluido en la recopilación del grupo llamada Anthology I

Prince - Diamonds and pearls (Mes Prince)

 




Diamonds and Pearls, como prácticamente todos los álbumes de rap de mediados de los 80 y principios de los 90 que lo inspiraron, es más largo de lo necesario (es difícil imaginar que alguien pueda justificar la inclusión de "Jughead" y "Push"). Pero también es uno de los últimos álbumes de Prince en generar múltiples sencillos exitosos, mientras que aún contiene pistas que podrían haberse sumado a ese número si hubieran tenido la oportunidad ("Daddy Pop" al menos probablemente hubiera tenido mejores resultados en las listas de éxitos que "Insatiable” lo hizo). No es del todo el mejor álbum de Prince de los años 90 (ese título es para Love Symbol, aún más largo, loco y diverso, lanzado un año después), pero era una señal importante de que Prince estaba dispuesto a abrazar los sonidos contemporáneos, o cercanos a los contemporáneos, para mantenerse visible, y que aún podía escribir canciones que merecen la atención que lo llamaron. 

Thunder es el comienzo del álbum, momento para mezclar una vez más la espiritualidad y la sexualidad, tiene una apertura deslumbrante y una línea de sitar interesante, las letras religiosas y me gusta que las abandone en favor de una sección más larga que no es realmente improvisada (con más guitarra) para la última mitad de la canción. La canción incorpora además algunos sonidos extraños de guitarras, también es muy interesante el juego de coros que podemos encontrar. Un ritmo pesado con acentos de órgano proporciona la base para Daddy Pop, y se convierte en una canción de banda, donde todos tienen su momento para expresar lo que tienen dentro, ayuda a eso todos los ecos y voces que van respaldando la canción mientras Prince y Rosie Gaines llevan la batuta vocal. Aparece al final de la canción Tony M y la verdad que lleva el tema a la mediocridad, demasiado escuchado. Diamonds and Pearls era la elegida para poder poner un single en las listas de éxitos y arrasar, mucho más cerca del pop que se realizaba en aquella época que de las gloriosas canciones que nos regalaba Prince llena de matices y música que te entra por todos los sitios, aquí nos deja simplemente una melodía agradablemente pegadiza y una Rosie Gaines en estado de gracia, pero me gusta más el Prince desmelenado.  Cream fue la canción que amaban absolutamente todos los que no habían buceado aun en la discografía de Prince, de nuevo tenemos una melodía pegadiza y un ritmo muy molón, pero no llega a caer en la ñoñería de la anterior y se permite meter algunos toques musicales que nos recuerdan de quien estamos escuchando el álbum. De hecho el objetivo se cumplió, ya que consiguió llegar al número 1 de las listas con ese ritmo informal y nervioso mientras canta de manera suave y entrecortada, al borde del susurro. 



Strolling es una especie de musical con aires de jazz, pero con un sonido agradable bastante interesante. No es una canción que vaya a matar, para muchos les parecerá una cosilla sin ninguna importancia, para los más fanáticos puede ser una forma más de innovación del maestro, yo me quedo a medio camino, no me parece la joya que es para muchos, pero tampoco una cosa soporífera. Willing and Able es una especie de R&B, con acentos gospel, donde destaca una agradable guitarra acústica. La cabezonería de Prince por meter el hip-hop de todas las maneras posibles lastran el último minuto cuando encontramos de nuevo al rapero Tony M estropeando algo que iba lo suficientemente bien. Gett Off es Prince en su momento más cachondo, y quizás lo mejor del álbum, vuelven esos gritos de placer que tanto había usado en su primera época en temas como Dirty Mind o Darling Nikki pero no es solo ese aspecto, también encuentro algo misterioso según vas escuchando el tema, envuelve tu mente… me flipa. Con Walk Don't Walk consigue descolocarme del todo, vengo del universo Gett Off y me encuentro esas voces femeninas entre el doo-wap y el rap y no me atrae nada, un pinchazo. Jughead no lo arregla y parece que opta claramente a la peor canción del disco y yo diría que está justificado. Después de abrir con un atractivo tarareo de Rosie Gaines, obtenemos un número completo de hip-hop de Tony M que se hace bola. ¿Pero quién es este Tony M?... vamos a desenmascarar al asesino, Anthony Mosley fue un bailarín de respaldo que en un momento dado fue incitado a rapear en algunas canciones, no se cómo se encoñaria el maestro con él que le llevo a un protagonismo poco merecido en este álbum.



Money Don't Matter 2Night es una suave balada soul, un momento de tranquilidad y bienestar dentro de la tormenta que hemos sufrido anteriormente. A destacar la suave y modulada voz que Prince nos regala que le da un aspecto de narrador místico. El mensaje del coro de que el dinero no importa puede parecer que compite con la vida de lujo representada por los diamantes y perlas del disco, hasta que nos damos cuenta que el lujo aquí es un estilo, un estado de ánimo. Con Push volvemos a entrar en el lado dance-funk que está centrado el álbum, supera otras muchas canciones parecida por el gran falsete que nos regala la voz de Prince, aquí encontramos a toda la banda dejándolo todo, pero sin llegar ni siquiera a la mitad de lo que llega el maestro. Insatiable es la típica balada de Prince que nos ponemos para estar haciendo el amor hasta altas horas de la madrugada, es la Scandalous de Batman o el Slow Love de Sign of times. Live 4 Love es la culminación al exceso del que hemos disfrutado en el disco, 7 minutos de exhibiciones, pero él propio Prince se reserva el último minuto y medio para mediante su compañera eterna en forma de guitarra nos despide con un numero de una gran altura, que casi roza la excelencia.

martes, 27 de abril de 2021

0117: Surfin' USA - The Beach Boys


Hablar de Surfin' USA, escrita por Brian Wilson para sus Beach Boys, es hablar también de "Sweet Little Sixteen", el mítico tema de Chuck Berry del que ya hemos hablado a lo largo de estas páginas, y de la polémica surgida entre ambos "genios" (entre comillas por el doble sentido que esta palabra adquiere, cuando la utilizamos para referirnos a estos dos irascibles y a la vez geniales músicos) por estar la primera inspirada en la melodía de la segunda.

Brian Wilson reconoció haber compuesto el tema influenciado por Chubby Checker (Twistin' USA) y el propio Chuck Berry (Sweet Little Sixteen), pero no consideró que esa influencia fuera tan relevante como para incluir a Berry en los créditos de la canción. Berry la reclamó como suya, y se le acabó reconociendo como autor tanto de la melodía como de la letra, a pesar de que ésta última era obra de Wilson, inspirado en el mundo del surf (en la canción se mencionan hasta 16 enclaves surferos, la mayoría en California, pero también en las no menos surferas Hawai y Australia).

Pese a ser obra de Wilson (o de Berry, si hacemos caso a sus reivindicaciones de derechos), la canción está interpretada por Mike Love, el otro vocalista de la banda, que también acabó reclamando su parte en la autoría de la misma. Sea de quién fuere, se convirtió al momento en uno de sus temas de mayor éxito, y uno de los clásicos más reconocibles de "Los chicos de la playa". Además de su publicación como sencillo, Surfin' USA dio nombre a su álbum de 1963, en el que los cinco músicos asumieron la totalidad de los instrumentos del disco, prescindiendo de la ayuda de músicos de sesión. Ellos sólos se bastaban y sobraban para surfear aquellas olas solos, al ritmo de temas como "Shut Down", "Lonely Sea" o, especialmente, Surfin' USA.

Un país, un artista: Italia - Franco Battiato

 Italia es un país donde la canción ha estado presente en toda su historia, pero nos vamos a detener en una de las personalidades más eclécticas y originales en la escena italiana en las últimas décadas, ha pasado por múltiples estilos musicales: inicios románticos, música experimental, vanguardia culta, ópera, música étnica, rock progresivo y música pop siempre logrando plasmar un gran éxito de público, construyendo una carrera inigualable, que también lo ha visto probar suerte en la dirección cinematográfica. 

Nacido el 23 de marzo de 1945 en la provincia de Catania, después de la muerte de su padre decide mudarse a Roma y posteriormente a Milán en 1965, donde publica dos singles para la revista de rompecabezas Nuova Enigmistica Tascabile, que incluía discos de canciones famosas interpretadas por cantantes poco conocidos, que hoy tienen un valor de colección muy alto. En estas dos ocasiones, el artista aparece con el nombre de Francesco Battiato.


Dos años después, en 1967, auspiciado por Giorgio Gaber se incorpora a la línea musical de "protesta" que estaba muy de moda en ese momento. El primer single que grabó oficialmente fue “La torre” seguido de “El mundo va así” y fue presentado en el Festival de San Remo en 1967. En 1968 cambió de compañía discográfica, se mudó a Philips y también abandonó el género de la protesta para grabar discos románticos más inmediatos y fáciles de usar. En 1969 participó con excelentes resultados en la Disco para el verano con la canción "Bella ragazza" (con él también estaba otra cantante destinada a hacerse famosa, Fiorella Mannoia). Será el encuentro con el músico de vanguardia Juri Camisasca para dar un primer giro brusco a su carrera. En 1970 colaboró ​​en uno de los pocos experimentos de rock psicodélico italiano con el grupo Osage Tribe, autor de un solo álbum del mismo nombre, pero legendario, cuya portada (que representa la cabeza de una muñeca con la boca sangrando) hizo historia. Desde 1971 se dedicó a la música experimental con un amplio uso de la electrónica con una serie de álbumes legendarios para el sello Bla-Bla: Fetus (1972), Pollution (1973), On las cuerdas de Aries (1973), Clic (1974) y M.elle le Gladiator (1975).  En 1976 se traslada a Ricordi y se dedica a la vanguardia culta con tres discos muy poco vendidos pero apreciados por la crítica: Battiato (1977), Juke Box (1978) y L'Egitto prima delle sabbie (1978). Con Zâ, un experimento con un solo acorde repetido en el piano, en 1977 ganó el premio Stockhausen de música contemporánea.


Con el paso a EMI en 1979 vuelve a la canción con ecos orientales sin ceder nunca al gusto imperante, y obtiene un extraordinario y merecido éxito de público en álbumes como La era del jabalí (1979 ), Patriots (1980), La voce del padrone (1981, las primeras 33 rpm italianas en superar el millón de copias vendidas), Noah's Ark (1982), Lost Horizons (1983), Mondi faranissimi (1985), Fisiognomica (1988), Giubbe rossa (1989, su primer disco en directo), Like a camel in a gutter (1992), Cafè de la Paix (1993) y El paraguas y la máquina de coser (1994), último disco de EMI, realizado sobre textos de la el filósofo Manlio Sgalambro, quien luego se convertirá en su colaborador más cercano.

 

Varias de sus canciones han entrado de lleno en la historia de la música, no solo la italiana: basta mencionar La era del jabalí, El rey del mundo, Up patriots to arms, Nevskji Prospect, White flag, Permanent center of gravity, Cuccuruccuccu, Radio Varsovia, quiero verte bailar, Los trenes de Tozeur (con el que en 1984 ocupó el quinto lugar en el Eurofestival emparejado con Alice), La temporada del amor, La Cura y muchas otras, incluida la famosa Patria Povera, una acusación muy dura contra poder político y poder en general. En su música hay una búsqueda profunda y constante de la espiritualidad: ser mencionado sobre todo Y vengo a buscarte, El océano del silencio y La sombra de la luz.

A partir de 1985, abrumado y quizás sorprendido por el colosal éxito que llegó de repente (no solo en Italia, sino también en España y en la mayor parte de Europa, mientras que en los países anglosajones no es tan apreciado) se dedicó a la implementación de numerosos proyectos ajenos a la música ligera, acogidos con interés. En 1985 fundó su propia editorial L'Ottava que, en colaboración con Longanesi, publica catorce libros de diversos autores, algunos de los cuales han sido reeditados por la editorial Neri Pozza. En 1989 también fundó un sello discográfico homónimo de su editorial, que publicará seis títulos de música étnica y música culta. También compone tres óperas, Génesis (1987), Gilgamesh (1992) y El caballero del intelecto (1994). Es el primer músico occidental en actuar en Irak, en 1992, bajo el régimen de Saddam Hussein (Concierto de Bagdad, lanzado en 2006 en DVD).


En 1994 comienza a colaborar con el filósofo Manlio Sgalambro y la discográfica Virgin en álbumes de gran éxito como L'amboscata (1996), Gommalacca (1998), Ferro battuto (2000) y Ten stratagemmi (2004). Las canciones de esta época son menos utilizables, quizás con un sonido más difícil para el gran público que, sin embargo, siguen sin abandonarlo, y con razón, partiendo de la extraordinaria La cura (declarada en 1996 mejor canción del año y en 2005 votada como mejor canción de amor de los 90), luego Strange days, Shock in my town, The dance of power, Running contra la corriente (cantada con Jim Kerr de la banda Simple Minds) Hermenutics y Between sex and chastity. Continuando con su investigación sonora en territorios del rock y la electrónica, el artista publicó Gommalacca, estrenada en otoño de 1998, que representa uno de los mayores éxitos del artista y, al mismo tiempo, uno de sus experimentos musicales más atrevidos. Con el fin del milenio, el artista vuelve a huir del formato de canción y por encargo del Teatro del Maggio Musicale Fiorentino graba para Sony los siete movimientos experimentales que componen el disco Magnetic Fields . La obra es un regreso momentáneo a las tendencias de vanguardia de principios de los setenta, ahora filtradas por el uso de la tecnología digital moderna. El disco se alterna con continuos flujos y muestreos electrónicos, ataques de percusión repentinos que dejan espacio para grabaciones líricas y de piano. No faltan las partes recitadas que tratan en particular de la ciencia empírica. 

En el otoño de 1999, el cantautor siciliano lanzó un nuevo álbum titulado Fleurs , totalmente apoyado solo por piano y cuarteto de cuerdas. Es un "álbum de portadas conceptual" compuesto (además de dos canciones inéditas) de otras diez canciones, la mayoría de las cuales datan de los años cincuenta y sesenta, todas arregladas para conjuntos de cámara. Repetiria en 2002 con Fleurs 3 y en 2008 con Fleurs 2 a pesar de no desearlo (si, Battiato decidió nombrar al segundo con el número 3 para evitar sacando discos de esta colección, pero no le sirvió de nada). La segunda década del siglo XXI, Battiato la dedico a la experimentación más agresiva con Open Sesamo y Grupo experimental de Joe Patti para cerrar en 2019 con un disco recopilatorio grabado con la Royal Philharmonic Orchestra de Londres.

lunes, 26 de abril de 2021

0116: Surf city - Jan & Dean

 


Jan Berry y Dean Torrence asistieron juntos a la escuela en Los Angeles, se hicieron amigos ya que coincidieron en el equipo de fútbol. Comenzaron a cantar juntos, junto con algunos de sus compañeros de equipo y después de la temporada de fútbol, ​​se mudaron a la casa de Jan en Bel Air, donde la familia tenía una sala de música con piano y dos grabadoras Ampex. Iniciaron así una carrera que primero les llevo a intentarlo con el doo – wap, donde no tuvieron mucha suerte, más tarde buscando nuevos horizontes sus composiciones girarían hacia un nuevo estilo que estaba naciendo, nos referimos al género “surf”, un estilo de música que ensalzaban esa actividad que ellos mismos practicaban. La suerte seguía dándole la espalda hasta que por casualidad se encontraron con el líder de un grupo que empezaba a despuntar, Brian Wilson. The Beach Boys conocieron a Jan & Dean en el verano de 1962 cuando ambos grupos tocaron en un teen hop. Ese otoño, The Beach Boys sirvió como grupo de apoyo de Jan & Dean en algunos conciertos para el dúo y entablaron una gran amistad.  The beach boys habían registrado algún éxito leve y a su líder le gustaba trabajar con distintos artistas diferentes ya que tenía un talento grandioso y su cabeza no hacía nada más que crear canciones, así fue como Wilson les regaló esta canción (nada más escuchar los primeros acordes te das cuenta rápidamente que es un tema 100 % Beach Boys). Aquel regalo inesperado fue el primer número uno de Jan & Dean, pero también supuso un grave enfrentamiento entre Brian y Murry Wilson, que era el padre de Brian y el manager del grupo, Murry estaba furioso, ya que pensó que Surf City iba a ser la gran canción que llevaría a lo más alto a The Beach Boys. Sin inmutarse, los grupos continuaron trabajando juntos, con Wilson cantando en el primer álbum de Jan & Dean, y Dean Torrence haciendo la voz principal en "Barbara Ann" de The Beach Boys.

 

¡Dos chicas por cada chico! fue la línea de apertura inmortal de "Surf City" que después del toque mágico del ingeniero, Bones Howe , fue lanzada el 17 de mayo de 1963, rápidamente entró en la lista de pop de Billboard alcanzando la cima de las listas de éxitos de EE. UU. el 20 de julio de 1963. “Surf City” sería el único número uno de Jan And Dean, pero siguieron grabando improvisaciones de surf-pop cada vez más complejas, a menudo con Wilson, durante los siguientes años (“Dead Man's Curve” de 1964 es su otro gran éxito). Su carrera solo aflojo cuando Berry tuvo un grave accidente automovilístico en 1966, quedando en coma durante unos meses. Siguieron grabando después de que se recuperó, y Torrance terminó teniendo una exitosa carrera como diseñador de portadas de álbumes. Mientras tanto, ironías del destino, “Surfin 'USA” también escrita por Brian Wilson, solo llegó al # 3, a pesar de haber salido unos meses antes. Como cualquier moda musical, la música de surf tenía fecha de caducidad. Jan y Dean aprovecharon todo el tiempo que duro creando canciones basadas en el surf.

Prince - Come (Mes Prince)


 

EL MANUSCRITO EN LA BOTELLA

A las orillas de 7días7notas ha vuelto a llegar un manuscrito en una botella, firmado en esta ocasión por Charly "El Druida" (@CatCarlus), uno de los grandes amigos que hemos hecho gracias a nuestro blog y las cuentas asociadas del mismo en Twitter y Telegram. Dentro de la botella, Charly nos envía una reseña del disco Come (1993) de Prince, que publicamos hoy íntegramente dentro del #MesPrince. Hasta ahora, hemos hablado de Prince desde la admiración que nos genera a los cuatro aficionados a la música que formamos 7días7notas, pero con esta reseña damos un paso más allá, para conocer como vive un disco de Prince un músico como Charly que, como buen druida, nos desgrana los matices y detalles técnicos de la poción mágica utilizada por el genio de Minneapolis, que logró que incluso discos menos accesibles fueran admirados y reconocidos por sus propios compañeros de profesión. Así que, desde 7días7notas cedemos la palabra a Charly, y le decimos "Ven" (Come) para que nos hable de uno de sus discos favoritos de Prince. 

 

¡Y Prince hizo "Come"!...

Un larga duración que demuestra que "El Artista" podía ir cambiando de registros según le apetecía y siempre impresionaba. Fue el fundador del reconocido "Minneapolis Sound", ganador de muchísimos premios, entre ellos un Óscar por la canción "Purple Rain", un montón de "Grammys", etc. Destacó por como tocaba instrumentos de cuerda, teclados y percusiones, incluida la batería, aunque una vez escuché que tocaba más de 20 instrumentos. El disco "Come" apareció en agosto de 1994, fue su decimoquinto álbum de estudio y consta de 10 grandes canciones. Por cierto, la portada es Prince en la Sagrada Familia de Barcelona.

1 COME: Una letra llena de sentimiento, con una música que nos lleva hacia ella. Escuchamos el mar, y una batería con alma, mientras él nos habla y en ese momento estamos todos situados. Un bajo con sonidos agudos y una batería con caja dura llevan el tema, y una melodía enérgica con arreglos de viento y teclado le dan elegancia. Yo la siento como funk y jazz, son once minutos de calidad y ritmo.

2 SPACE: Un bajo y una batería que lo llenan todo, batería muy presencial y un bajo que camina. Se acompaña con mucho teclado y diferentes recursos de voz, segundas voces y alterna entre suavidad y contundencia.

3 PHEROMONE: Antes de salir el disco, la versión instrumental de esta canción ya había sido utilizada por Prince en otros proyectos. No es un sonido limpio lo que hace destacar muy por encima el golpe de caja de la batería. Queda una base bailable, que da muchas posibilidades a la voz y eso Prince lo aprovecha, marcando mucho la entrada del estribillo.

4 LOOSE!: ¡Buff Loose!! Es brutal. Empieza con un grito muy loco de Prince y entras en bucle, de hecho creo que grita toda la canción. Una batería donde se escuchan muy bien todos sus elementos y un bajo que aguanta la misma nota casi toda la canción, todo con un sintetizador con un sonido muy electrificado. Y cuando estás flipando y crees que no puede haber más, entra la guitarra distorsionada del maestro con un punteo brutal.

5 PAPA: Letra dura, igual que su forma de cantarla, sentida. La música es bastante tétrica y triste, hasta que después de un redoble todo se vuelve más reivindicativo y fuerte.

6 RACE: Funky enérgico. No sé si será por el título, pero es una canción muy negra. Se pone muy vacilón cantando mientras la base trabaja, con unas buenas segundas voces, una guitarra con grandes ritmos y con buen riff y una batería muy clara, donde se aprecia muy bien su charles (chi chi chi chi...), hecha para que tu mente camine mientras la escuchas.

7 DARK: Suave y elegante. Balada donde la voz va evolucionando a medida que avanza el tema sobre una alfombra acústica suave, bajo bien sonante con adornos de teclado. Predominio de viento acompañando al cantante. Si, una balada un poco atípica.

8 SOLO: Letra de David Henry Wuang, escritor de Madame Butterfly. Prince le pidió que le escribiera un poema, éste lo hizo y se lo mandó. Días más tarde, Prince se la devolvió en forma de canción. Esta genialidad se incorporó en la cara B del single Letitgo, que salió una semana antes que el álbum. Poderío máximo a capella, acompañado a ratos por arpas.

9 LETITGO: El primer single del álbum. Una base constante con batería estable y bajo que combina graves con agudos de forma inusual. Medio ritmo bailable, funky, pero yo diría que también soul, tanto en la base como en las guitarras. Canta en falsete, acompañado de voces más graves y buenos solos de teclado y flauta.

10 ORGASM: También conocida como "Poem" por su letra. Partes de este poema se escuchan al principio de varias de las canciones del álbum (Pheromone, Race, Dark y Letitgo) La voz del orgasmo es de Vanity, de una pista inédita (Vibrator) para el grupo Vanity 6, y la guitarra eléctrica apareció 13 años antes en el tema Private Joy de Controversy (1981). Instrumentalmente hay poco más que recalcar.

Teóricamente, excepto Letitgo, son todo temas antiguos. Si lo escucháis, espero que lo disfrutéis como lo hago yo, es un álbum interesante, muy original, y de muchísima calidad musical.

¡Gracias, Buen "venir"!

Charly "El Druida"

@CatCarlus