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miércoles, 5 de abril de 2023

0825-. Riders on the Storm - The Doors

 

Riders on the Strom, The Doos


     El 19 de abril de 1971 la banda estadounidense The Doors publica su sexto álbum de estudio, LA Woman. El disco es grabado entre diciembre de 1970 y enero de 1971 en Los Ángeles, California (Estados Unidos), bajo la producción del mismo grupo y del ingeniero de audio y productor estadounidense Bruce Botnick. Elektra Records sería el sello discográfico encargado de la publicación y distribución de este álbum.

El grupo había alcanzado el éxito comercial la alabanza de la crítica en 1969, pero durante gran parte de ese año fueron incluidos en la lista negra de las listas de reproducción de radio, y sus reservas de conciertos habían disminuido debido a que su cantante, Jim Morrison, había sido acusado de blasfemias y exposición indecente en un concierto en Miami, Florida. En septiembre de 1970 Morrison fue condenado por dicho incidente, y poco después del veredicto el grupo ingresó en los estudios Susnset Sound Recorders de Los Ángeles para la grabación de lo que daría lugar a su siguiente álbum, LA Woman. Incluido en éste álbum se encuentra Riders on the Storm, canción de la que se cree fue el detonante para la salida del productor Paul A. Rotchild y la llegada de Bruce Botnick, algo que fue corroborado en su momento por el componente del grupo Robby Krieger y que fue desmentido por el propio productor. 

Esta fue la última canción que grabó Jim Morrison, pues luego se marchó a Francia, donde falleció unas semanas después. La canción fue lanzada como sencillo en junio de 1971, poco antes de la muerte del cantante. La canción es interpretada a menudo como un relato autobiográfico de la vida de Morrison. El se consideraba a sí mismo como un Rider on the Storm (Jinete en la tormenta). La alusión al "Asesino en el camino" es una referencia a un guión que escribió llamado The Hitchhiker (An American Pastoral), donde Morrison iba a interpretar el papel de un autoestopista que emprende una ola de asesinatos. La letra se puede intepretar como la representación del miedo recurrente de Morrison, que en un viaje en coche con sus padres, atravesando el desierto, vió un coche tirado en la cuneta tras un accidente. Personificó el impacto de aquella escena en la figura del asesino, que en esta ocasión hacía autostop en la carretera.

Al parecer el tema  evolucionó a partir de una jam session cuando la banda estaba tocando "Ghost Riders in the Sky", una canción sobre vaqueros de Stan Jones de 1948, que luego sería grabada por infinidad de artistas. El grupo trajo a los bajistas Marc Benno y Jerry Scheff para tocar en el álbum. Fue a Scheff a quien se le ocurrió la línea distintiva de la canción después de que Manzarek le tocara lo que tenía en mente en su teclado.

martes, 23 de noviembre de 2021

Grandes éxitos y tropiezos: The Doors


 

En 7días7notas abrimos en esta ocasión las puertas de la sección de Grandes éxitos y tropiezos a The Doors. Es difícil equivocarse en la compra de un disco de Morrison & Cía, porque todos sus discos tienen cosas interesantes, y al atravesar las puertas de la percepción nunca se encontraron escalones en los que tropezar de manera ostentosa. Sin embargo, esas mismas puertas pueden también conduciros por caminos que, no teniendo la etiqueta de equivocados, si que pueden llevaros a lugares que no fueran los esperados. Así que, sin más demora, vamos de nuevo a la imaginaria y vieja tienda de discos de segunda mano en la que esta sección comenzó, a buscar discos de The Doors ¿Qué discos suyos deberíamos comprar? ¿Cuáles deberíamos evitar?:

Estás tardando en comprarlo:

Los seis discos de The Doors publicados en vida de Jim Morrison son realmente grandes discos, pero si hay uno que destaca por encima del resto es precisamente The Doors (1967), disco debut en el que estaban canciones de la talla de Break on Through (to the other side), Light my fire o The End, pero no nos quedaríamos tranquilos si no mencionáramos también aquí discos como Morrison Hotel (1970), un disco en el que apostaron por un sonido más pesado y rockero en temas de la talla de Roadhouse Blues, Peace Frog o Waiting for the sun, entre otras. No se queda atrás tampoco el brillante ejercicio de blues ebrio y taciturno del disco L.A Woman (1971), combinando la brillantez de piezas oscuras y decadentes (Cars hiss by my window, Hyacinth House) con algunos de los mejores temas de su carrera (L.A Woman, Riders on the storm)

Si te queda pasta, llévate también: 

Si os queda presupuesto, el siguiente disco al que tendríais que hincar el diente sería Waiting for the Sun (1968). La adicción al alcohol de Morrison avanzaba a marchas forzadas, al tiempo que aumentaba también el número de seguidores de la banda, gracias a temas tan rotundos como Hello, I love you o The Unknown Soldier. También incluye la canción Not to Touch the Earth, en realidad un extracto de una larga pieza conceptual llamada The Celebration of the Lizard, disponible en alguna de las últimas reediciones especiales del disco, y en el directo Absolutely Live. Y si el dinero sobrante os deja aún más margen, entonces sería el momento adecuado para incluir en el pack el disco Strange Days (1968), el siempre difícil segundo disco, que contiene joyas de la talla de People are strange, Moonlight Mile o, especialmente, When the music is over. 

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Pensando en la estructura de este artículo, el disco elegido para la tarjeta roja era The Soft Parade (1969), pero estaríamos siendo unos árbitros demasiado rigurosos, porque aunque palidece en la comparación con sus otros cinco hermanos, no deja de ser un buen disco al que, siendo justos, dejaríamos seguir jugando con una amonestación verbal o una tarjeta amarilla. Si lo dejáis de nuevo en el expositor, os estaríais perdiendo canciones como Touch me, Shaman`s Blues o, sobre todo, el tema que le da título, un auténtico desfile de color y larga duración en el que manejan con maestría los cambios de ritmo, la psicodelia y la bohemia descarada en la que vivía inmerso su carismático cantante. Y como, al perdonar a este disco, dejaríamos huérfana esta sección, mencionaremos en su lugar dos de los tres álbumes que los miembros restantes de The Doors sacaron tras la muerte de Jim Morrison.  Decíamos, al principio, que algunas puertas llevaban a caminos inesperados, y tanto Other Voices como el posterior Full Circle dejan la sensación de haber dejado pasar la parada en la que los miembros supervivientes deberían haberse bajado del autobús, haciendo caso al compañero caído, cuando cantaba aquello de "Esto es el final".

Si lo que buscas son canciones sueltas:

Estas son las cinco canciones top que no pueden faltar en tu colección o en tu playlist:

1- Break on through

2- Light my fire

3- Riders on the storm

4- L.A Woman

5- The End