domingo, 21 de enero de 2024
1116.- The Real Me - The Who
miércoles, 10 de mayo de 2023
0860.- Baba O'Riley - The Who
"Baba O'Riley" es, junto a "Won't get fooled again" y "Behind Blue Eyes", la tercera gran pieza de "Lifehouse", el abandonado proyecto de gran ópera rock en la línea de Tommy. Fue el segundo single de "Who's next", y tuvo además el honor de ser la elegida para abrir el disco. En la canción destaca, de nuevo y especialmente, el magistral uso de los teclados, que tejen una tela de araña sonora que acompaña a la perfección a los intensos ramalazos de guitarra de Pete Townshend.
Al final de la canción, poco después de que Roger Daltrey cante la mítica frase "It's only teenage wasteland" (Es solo yerma tierra adolescente) The Who nos sorprenden con la aparición de un ecléctico violín (a cargo de Dave Arbus), demostrando que "Baba O'Riley" es justo todo lo contrario, un terreno fértil de deslumbrante creatividad y maduros frutos musicales.
"Teenage Wasteland" fue precisamente el nombre inicial que planearon para la canción, pero al final se decantaron por "Baba O'Riley", en referencia al compositor minimalista Terry Riley y a Meher Baba, por entonces gurú de Pete Townshend, en lo que es un nuevo rastro de la temática conceptual y de la ópera rock de la que provienen la mayoría de temas del disco, porque la canción "Bargain" comienza curiosamente con una frase de este particular gurú: "Me encantaría perderme para encontrarte".
martes, 9 de mayo de 2023
0859.- Behind blue eyes - The Who
"Behind Blue Eyes" fue escrita por Pete Townshend como la canción principal de su proyecto de ópera rock "Lifehouse", pero cuando The Who abandonó el proyecto, fue incluida junto con otras siete canciones en el disco "Who's next" (1971), y se convirtió en el segundo single publicado para ese álbum. Como single, alcanzó el número 34 en el Billboard Hot 100 estadounidense, y se convirtió en una de las canciones más famosas de la banda inglesa.
La canción se construyó con dos partes diferentes, en lo que supuso uno de los cambios de ritmo más brillantes del disco. En la primera parte, no aparece en ningún momento la batería, en lo que el biógrafo de la banda describió después como "el tiempo más largo que Keith Moon estuvo quieto en toda su vida". Comienza con una guitarra acústica, como único acompañamiento de la voz de Roger Daltrey, y poco a poco van entrando el bajo y las armonías y arreglos. Este primer tramo funciona como balada pausada y suave, y contrasta con el abrupto arranque eléctrico con el que se da paso a la segunda parte de la canción, que muta a un rock vibrante y enérgico con un riff similar al de "Won't get fooled again" (sin duda un rastro de su origen común en la ópera rock "Lifehouse"), hasta que, al final, retoma el esquema acústico y calmado del inicio.
La letra de "Behind Blue Eyes" está escrita desde el punto de vista de Jumbo, el villano de la ópera rock "Lifehouse", mostrando en primera persona su enfado y su angustia ante la soledad y la presión que sentía dentro del argumento de "Lifehouse". El resto de miembros de The Who pensaban que la canción era en realidad un reflejo de la situación personal de Townshend tras el éxito de "Tommy" (1969), agobiado por la presión de ser el miembro de la banda que ideaba los conceptos y escribía las canciones, y al que todo el mundo preguntaba cuál sería el siguiente paso de la banda.
lunes, 8 de mayo de 2023
0858.- Won't Get Fooled Again - The Who
Tras haber entregado una de sus obras magnas, la intrincada ópera rock de Tommy (1969), The Who se embarcaron en otro megalómano proyecto al que llamaron Lifehouse, una ópera rock futurista que planeaban grabar en vivo, e interactuando abiertamente con el público. La extrema complejidad de la propuesta, y la respuesta negativa del público, más interesado en escuchar los hits anteriores, estuvo a punto de costarles la separación, y tras varios infructuosos intentos, abandonaron ese enfoque, y rescataron varias canciones de Lifehouse para grabar Who's next (1971), su quinto álbum de estudio.
Hasta ocho de los nueve temas del disco provienen del proyecto Lifehouse, y liberados del complejo hilo argumental de aquella fallida ópera rock conceptual, perfeccionaron hasta tal punto las canciones en el estudio, que terminaron por entregar su mejor disco, y algunos de los singles más relevantes de su carrera. El primero de ellos, "Won't get fooled again" ("No nos engañarán de nuevo"), es además el primer tema que se grabó para el disco, un hit de más de siete minutos en el que manejaron con maestría los sintetizadores, un recurso nada habitual para la banda hasta entonces.
En busca de un nuevo rumbo musical, el órgano y los efectos de los sintetizadores de Pete Townshend toman con fuerza el timón de la canción, mientras Daltrey escupe proclamas que son, a la vez, anti-revolucionarias e instigadoras de la lucha en las calles. Con "Won't get fooled again", eran conscientes de la utopía que se escondía tras las proclamas para cambiar el politizado orden establecido, pero sí que lograron encontrar un nuevo enfoque para su música, y facturar con ello un tema tan épico y descomunal, que cierra en todo lo alto un disco que tiene la grandiosidad y la envergadura de la ópera rock que al final no fue.
sábado, 5 de noviembre de 2022
0674.- The Seeker - The Who
jueves, 28 de julio de 2022
0574.- We're not gonna take it / See me, feel me - The Who
miércoles, 4 de mayo de 2022
0489.- Magic Bus - The Who
jueves, 17 de febrero de 2022
0413.- I can see for miles - The Who
I Can See for Miles ("Puedo ver a millas de distancia") fue el único single que The Who publicó de su disco The Who Sell Out, quizá por tratarse de un álbum que, en su mayor parte, parodiaba las canciones de las cuñas publicitarias radiofónicas, y no era fácil encontrar en él canciones que pudieran funcionar como sencillos. I can see for miles no solo lo hizo, sino que sigue siendo el sencillo de mayor éxito de la banda en los Estados Unidos, llegando al top 10 del Billboard. Su autor, Pete Townshend, la valoraba tanto que, pese a este éxito, se sintió decepcionado y consideró que no se había vendido lo suficiente.
Mucho se ha escrito sobre este tema de rotundas guitarras, intrincadas armonías vocales y complejas partes de batería, pero es especialmente curiosa la anécdota sobre la influencia que tuvo, sin siquiera haberla escuchado, en que Paul McCartney escribiera el tema Helter Skelter. Paul leyó una reseña de The Who Sell Out, en la que se tildaba a I Can See for Miles como la canción con el sonido más "pesado" ("heavy") que se había escuchado hasta el momento. Ese comentario alentó a McCartney a intentar escribir una canción cuyo sonido y estructura superaran en "peso" al tema de los Who.
La influencia de esta gran canción aumentó también, posteriormente, con su inclusión en la mítica película Easy Rider, y la gran Tina Turner la versionó en 1975 en su disco de debut en solitario. Algo de razón tendrían los que la catalogaron como una pieza marcadamente "heavy", porque fue uno de los temas que acabó formando parte de la banda sonora del juego Rock Band. Aunque Townshend se sintiera decepcionado, y hubiera esperado mucho más reconocimiento del que tuvo, la canción llegó tan lejos como la enorme capacidad de visión que su título indicaba. Se veía a la legua, o a millas de distancia, que acababan de entregar una de sus obras maestras.
viernes, 28 de enero de 2022
Disco de la semana 260: Who's Next - The Who
¿Puede realmente el éxito nacer de un fracaso? Es lo que me pregunto, mientras observo como cuatro tipos de aspecto setentero acaban de orinar sobre una especie de monolito de hormigón en mitad de un campo de Sheffield. Los cuatro tipos son Roger Daltrey (voz), Pete Townshend (guitarra y sintetizadores), John Entwistle (bajo) y Keith Moon (batería), integrantes del grupo The Who, y aparecen de esa guisa en la portada de Who's Next, su quinto álbum de estudio. El grupo venia de entregar una de sus obras magnas, la intrincada ópera rock de Tommy (1969), y se embarcó en otro megalómano proyecto llamado Lifehouse, una ópera rock futurista que planeaban grabar en vivo, interactuando con el público pero, tras muchos e infructuosos esfuerzos, lo cancelaron porque su extrema complejidad y la insatisfactoria respuesta de la audiencia, que esperaba escuchar sus éxitos, les estaba llevando al límite. En palabras de Roger Daltrey: "The Who nunca estuvieron más cerca de separarse".
Abandonado ese enfoque, y liberados de la enorme tensión que les había generado, rescataron algunas de las canciones de Lifehouse para el replanteado disco. Hasta ocho temas, de los nueve que componen el disco, fueron planeados inicialmente para el proyecto Lifehouse, y liberados en el estudio del complejo hilo argumental de aquel proyecto, pasaron a formar parte de lo que sería Who's next. Y así fue como, fracasando en el intento de hacer una nueva ópera rock en la línea de Tommy, acabaron facturando el que la mayoría consideramos el mejor disco de su carrera. Y su mayor éxito, nacido del mayor de sus fracasos.
Al no necesitar ceñirse a la estructura argumental cerrada de una ópera rock conceptual, les permitió centrarse en pulir al máximo las nuevas canciones, y eso se nota, sobre todo, en el acabado final de las mismas, especialmente en los singles, tan perfeccionados que se han convertido en auténticos hitos de la carrera de The Who. El primero de ellos, Won't get fooled again, es además el primer tema que se grabó para el disco, en el estudio móvil de los Rolling Stones, un hit de más de siete minutos en el que manejaron con maestría los sintetizadores, un recurso nada habitual en los discos más clásicos de la banda, que buscaba conscientemente un nuevo enfoque para su música.Con la pista básica del primer tema grabada, se trasladaron a los estudios Olympic Sound Studios en Barnes, para seguir trabajando las canciones. La elegida para abrir el disco fue Baba O'Riley, el segundo single, y de nuevo destaca el magistral uso de los teclados, tejiendo una tela de araña sonora que acompaña a la perfección a los intensos ramalazos de guitarra de Townshend. Al final de la canción, poco después de que Daltrey cante la mítica frase "It's only Teenage Wasteland" (Es solo yerma tierra adolescente), que a punto estuvo de ser el título de la canción, nos sorprenden con un ecléctico violín firmados por Dave Arbus, demostrando que este disco es justo todo lo contrario, un terreno fértil de deslumbrante creatividad y maduros frutos musicales.
Bargain comienza con la frase "Me encantaría perderme para
encontrarte", de Meher Baba, por entonces gurú de Pete Townshend, al que hace también referencia el título del tema anterior (El "Riley" es por el compositor minimalista Terry Riley). En este tema vuelven a sus esquemas clásicos de rock, combinando la guitarra acústica del ritmo con los tradicionales rasgueos de Townshend. Tras dos cargas de profundidad, rebajan decibelios en Love ain't for keeping, un tema más melódico en el que la guitarra de Townshend nos lleva a terrenos más sureños y virtuosos.
La cara B abre con Gettin' in tune, la segunda colaboración de Nicky Hopkins en el disco, con una estructura musical similar a su antecesora en el inicio, pero el tema va evolucionando progresivamente y ganando en intensidad. La atmósfera de liberación y despreocupación que se generó tras abandonar el proyecto Lifehouse queda plasmada en los primeros versos: "Estoy cantando estas notas porque encajan bien con los acordes que estoy tocando". Así de sencillo, sin mayores complicaciones, y sin tener que ajustarse a esquemas o guiones preconcebidos, en el que quizá sea el tema más esperanzador y positivo del álbum, como demuestra el repetido estribillo, en el que el protagonista declara abiertamente "Estoy en sintonía".
De la esperanza a la alegría solo hay un paso, apenas unos segundos de silencio en los surcos del disco, los que separan Gettin' in tune de Going Mobile, el tema más alegre del disco. La letra describe un reconfortante viaje en camioneta de un granjero escocés y su familia, pero bien podría tratarse de un guiño a una caravana que Townshend compró en 1970, con la que fue al concierto de la banda en el Festival de la Isla de Wight. Pese a ser un tema más ligero, son reseñables los envolventes efectos de distorsión del solo de guitarra de Townshend.
Y en el final, como toda buena ópera rock que no fue realmente, un disco de esta envergadura tenía que tener un cierre tan épico y descomunal como el que conforman Behind Blue Eyes y la ya mencionada Won't Get Fooled Again. Para la primera, una de las mejores canciones de la historia de la banda, se construyeron dos partes diferentes, en lo que supuso uno de los cambios de ritmo más brillantes del disco. En la primera parte, no aparece en ningún momento la batería, en lo que el biógrafo de la banda describió después como "el tiempo más largo que Keith Moon estuvo quieto en toda su vida".Para el tema de cierre, el órgano y los efectos de los sintetizadores de Townshend toman con fuerza el timón de la banda, mientras Daltrey escupe proclamas que son, a la vez, anti-revolucionarias e instigadoras de la lucha en las calles. Lucharemos, pero "no nos engañarán de nuevo", porque sabemos que no servirá de nada, y que no lograremos cambiar el politizado orden establecido. Sería como pretender desintegrar un monolito de hormigón, a base de orinar sobre una de sus caras. Mas fácil sería que el éxito pudiera nacer del mayor de los fracasos, como cuando los pedazos dispersos de una obra inabarcable se convirtieron en uno de los mejores álbumes de rock de la historia.
lunes, 22 de noviembre de 2021
0326: A quick one while he's away - The Who
A Quick One, While He's Away, del disco A Quick One (1966) de The Who, es una suite de seis partes diferenciadas, que marca el inicio de un estilo en la composición de Pete Townshend que se alejaría de los esquemas standard de canción de los sesenta, para adentrarse con éxito en estructuras más complejas, que culminarían en elaborados discos conceptuales (Quadrophenia) e intensas óperas rock (Tommy).
Los 9 épicos minutos de A Quick One, While He's Away son precisamente eso, un adelanto en clave de mini ópera, de lo que después vendría con Tommy. La canción narra la historia de una mujer sin nombre, que vive en la añoranza del amor de su vida (Her man's gone), ausente durante mucho tiempo (Crying Town). La mujer acaba sucumbiendo a la presión de su círculo cercano, que la empuja a conocer a otras personas (We have a Remedy), y mantiene una relación con un maquinista ferroviario llamado Ivor (Ivor the Engine Driver). Transcurrido un año, su amor regresa inesperadamente (Soon be Home), y la mujer le confiesa su infidelidad. A estas alturas, no creo que sea "spoiler" contaros que, al final de esta historia épica y cambiante (You are Forgiven), ella obtiene el perdón de su amado.
Una historia de lírica intensa, que en lo musical es un generoso despliegue de recursos y cambios, que abarcan desde una introducción a capella, interpretada por los cuatro miembros de la banda, pasando por un tramo en el que Roger Daltrey cede el testigo de la voz cantante al bajista John Entwistle o una sección en la que aparece un armónico coro, hasta llegar a la última parte en la que es Pete Townshend el que canta el esperado perdón, mientras el resto de la banda repite la palabra chelo, en una broma que incluyeron tras serles negada la aparición de una sección de cuerda para ese último tramo de la canción. Para recordarle al productor que su negativa había dejado incompleta la canción, repitieron de manera irónica el nombre del instrumento en los momentos en los que debería haber sonado.
miércoles, 29 de septiembre de 2021
0272: Substitute - The Who
Substitute se ha interpretado a menudo como una reflexión de Pete Townshend sobre el papel de The Who en el mundo de la música de los sesenta, y su posible rol de "sustituto" del top que ocupaban los mismísimos Rolling Stones. Sin embargo, al ser preguntado por la letra de la canción y su significado, Townshend declaró que la canción no iba "acerca de nada".
En línea con las declaraciones de Townshend, que desmontaban la teoría del "sustituto", la canción no es comparable con ningún tema de los Stones, y su seña de identidad más característica es la potente línea de bajo de John Entwistle, que según cuenta la leyenda, esperó a que el resto de la banda no estuvieran presentes, para subir al máximo la pista de bajo en la grabación de estudio. Esa misma sesión de grabación es famosa por unas declaraciones de Keith Moon en las que reconocía que, habiendo grabado el tema en estado de embriaguez, no recordaba nada y acusó a sus compañeros de grupo de haberle reemplazado por otro batería.
Sea como fuere, esta canción publicada como sencillo en 1966 es una de las piezas más memorables de la discografía de The Who, a la altura de sus temas más populares y reconocidos, y aparece en los álbumes de directo más representativos de la banda (Live at Leeds y Live at the Isle of Wight Festival 1970. Varios son además los grupos que la han homenajeado con sus propias versiones, entre ellos grupos punk tan representativos como The Ramones o The Sex Pistols, y bandas de brit pop como Blur o Stereophonics. Todos ellos intentaron ejercer de sustitutos, pero no hay nada como ponerse en el tocadiscos la canción original.