miércoles, 27 de septiembre de 2023
Funkadelic - The Electric Spanking of War Babies (Mes Funkadelic)
sábado, 23 de septiembre de 2023
One nation under a groove - #mesFunkadelic
domingo, 17 de septiembre de 2023
Funkadelic - Standing On The Verge Of Getting It On (Mes Funkadelic)
Standing On The verge If Getting On, Funkadelic |
Corre el año 1974, Y Funkadelic viene de tener algún que otro problema provocado en su mayoría por el abuso de las drogas. El guitarrista Tawl Ross había dejado la banda debido a una mala experiencia con el LSD. El baterista Ramon "Tiki" Fulwood al igual que el gran guitarrista Eddie Hazel consumían drogas, por lo que George Clinton había decidido suspender sus salarios para que no se gastaran el dinero consumiéndolas. El bajista Billy Bass Nelson y Eddie Hazel habían abandonado Funkadelic a finales de 1971 por disputas financieras con George Clinton, aunque Hazel siguió contribuyendo de forma esporádica en los álbumes American Eats Its Young (1972) y Cosmic Slop (1973), y en canciones de Parliament entre 1970 y 1973.
En ese ambiente nace Standing on the Verge of Getting It On, el sexto álbum de estudio de Funkadelic, disco donde regresará Eddie Hazel, quien tendrá un mayor peso en la fase creativa y composición del disco. Para esta aventura el grupo cuenta nada menos que con 15 músicos. El disco, producido por George Clinton, es publicado el 19 de julio de 1974 por el sello discográfico Westbound Records. La portada del disco, que presenta una provocativa imagen, también contribuyó a que el álbum fuera notorio tanto por fuera como por su contenido, donde siguen con ese único y característico sonido de musica funk fusionada con soul, rock y música psicodélica.
Hay momentos, mientras escuchamos el disco, donde todo parece caótico, extravagante y psicodélico. Hace tiempo leí una reseña donde se afirmaba este disco como un desastre loco, y no puedo estar más de acuerdo, pero Clinton y los suyos lo hacen todo entro de un orden, "loco" pero con mucho sentido. Ahí radica la grandeza de un álbum que sigue combinando con una facilidad y exquisitez extraordinarias estilos musicales, y donde nos regalan algunas muy buenas jam sesions de funk rock.
Todo este magnífico "Desastre" comienza con uno de los mejores temas del disco, Red Hot Mama, acreditado a Bernie Worrel, George Clinton y Eddie Hazel. Es todo un enérgico trallazo de funk rock que presenta unas guitarras distorsionadas y un ritmo que se nos pega al instante. La voz de Clinton lidera la canción mientas Hazel nos demuestra por qué es uno de los guitarristas más influyentes del funk. Alice in My Fantasies, acreditada a George Clinton y Eddie Hazel, es otro de los momentos más brillantes del álbum, una pista psicodélica que juega con multitud de efectos de sonidos mezclados con unas letras surrealistas. Es uno de los temas más experimentales del disco, todo un ejemplo de lo bien que puede encajar algo que por momentos parece psicótico y extravagante. I'll stay (George Clinton, Eddie Hazel), es tranquilo y agradable momento entre tanta locura y desorden lo que nos regalan los quince músicos, una conmovedora balada soul que nos demuestra la gran versatilidad de estos músicos. Sexy Ways (George Clinton, Eddie Hazel), es otra pista de funk llena de groove y sensualidad. La sección de viento y los coros cobran un gran protagonismo en esta canción. Esta canción se encarga de cerrar la cara A del disco.
Abre la cara B Standing on the Verge of Getting It On (George Clinton, Eddie Hazel), la canción que da nombre al álbum. Una mezcla de funk crudo con unas guitarras muy funky y unas letras muy provocativas. Este tema, junto con Red Hot Mama y Alice in My Fantasies es otro de los grandes momentos del álbum. Atentos a la guitarra de un Eddie Hazel descomunal. En Jimmy's Got a Little Bit of Bitch in Him (George Clinton, Eddie hazel) dan un sorprendente pero efectivo giro. Esta es una canción en clave de humor y con toques de hip hop que nos habla de un amigo Gay. Una canción que por aquel entonces se salía de la norma, pues en aquellos años la homofobia era reinante y mayoritaria en la música. Cierra la cara B y por tanto el disco Good Toughts, Bad Toughts (George Clinton, Eddie Hazel), Una épica y reflexiva canción con unas letras filosóficas rodeada en un ambiente psicodélico. Una experiencia auditiva única para cerrar el disco. Una curiosidad: En todas las canciones excepto en la primera, Red Hot Mama, Eddie Hazel figura en los créditos de composición con el nombre de su madre, Grace Cook.
Stading on the Verge Of Getting It On es un caótico y psicodélico viaje musical a través de varios géneros, desde el funk más crudo, hasta la psicodelia, el rock, el hip hop o el soul entre otros. El disco tiene ese distintivo y exclusivo toque experimental que solo Funkadelic era capaz de aportar en sus trabajos, mezclar tantos estilos, darle un toque experimental, y que además todo encajara y sonara bien es algo que Funkadelic sabía hacer como pocos, y en este disco lo consiguen. El sonido P-Funk seguía evolucionando y en plena forma.
miércoles, 13 de septiembre de 2023
Funkadelic - Cosmic Slop (Mes Funkadelic)
Lo primero que nos llama la atención al escuchar Cosmic Slop no es que el Funk sea menos palpable, a veces incluso trasciende lanzamientos anteriores, pero lo primero que nos salta es que aquí hay indicios de que el grupo quería hacer las cosas un poco diferentes. Esto es más evidente en 'March To The Witch's Castle', un viaje a la tierra prometida bellamente orquestado, asombrosamente simple y, sin embargo, evidentemente poderoso. Es como 'Maggot Brain' improvisado en seis minutos, no recortado, proporcionando suficientes giros interesantes a pesar de seguir hurgando en una línea de batería de marcha. En otros lugares se centran más en el Evangelio glorificado que mancha debajo de un puñado de sus huellas. 'The Broken Heart' y 'Can't Stand The Strain' hacen esto, con múltiples partes vocales cantando una debajo de la otra, aportando algunos elementos country desafinados que brindan una gran perspectiva y un sonido maravilloso. Cosmic Slop se puede resumir como la paradoja definitiva del canon Funkadelic, si bien la banda suena aquí más limpia que nunca, el material del tema es decididamente extraño. Otra de las características es que el álbum con la formacion más "pequeña" de la banda, después del elenco de miles de personas que aparecieron en 'America Eats Its Young', la formación aquí se limita a dos guitarristas, un bajista, un baterista y un teclista, sin lujos adicionales, salvo un arreglo de cuerdas ideado por Bernie Worrell en la hermosa balada "This Broken Heart", estamos con diferencia, ante el álbum más esquizofrénico de su discografía, ya que el R&B generalmente "seguro" (aunque empapado de una capa ácida) se yuxtapone con rugientes excursiones de funk y rock.
El disco comienza con "Nappy Dugout", donde se presenta al baterista original de Funkadelic, Tiki Fulwood, como invitado, y su típico estilo de ejecución de asalto funk frontal establece un ritmo inmortal aquí. En los primeros 30 segundos de esta canción, entendemos que se trata de algo nuevo, es un ritmo al estilo Meters, justo cuando el riff comienza a volverse aburrido, aprecias las complejidades, como el ritmo del bongo, luego entra un trino de armónica e introduce una nueva sensación, George no puede evitar agregar sonidos de bocinas de autos viejos para equivocarse un poco y mantener al oyente consciente del hecho de que este es el mismo George Clinton que estaba detrás de todos los clásicos. Las voces de esta canción no deben pasarse por alto. Aunque solo constan de tres palabras, "Eyyyy Nappy Dugout", se usan de tal manera que realmente añaden valor a la canción, y no solo la hacen exagerada. "You Can't Miss What You Can't Measure" es una interpretación modificada de la antigua canción de Parliaments "Heart Trouble", una improvisación de R&B tipo Motown-by-way-of-Saturn llevada por un delicioso riff de guitarra en capas, está subiendo una escalera, cuando llegas a lo alto de esa escalera, abres una puerta y entras a un grupo. Esta fiesta la organiza nada menos que el loco George Clinton, así que sabes que has venido al lugar correcto. Al entrar a la fiesta, te asalta el jolgorio, como una armonía vocal de tres partes sobre un ritmo impenetrable de batería y bajo. Mientras deambulas por la habitación encuentras puertas, al abrir cada puerta liberas a un nuevo cantante, en una puerta se esconde Gary Shider, en the Brides of Funkenstein. Después de haber liberado a todos los cantantes a la fiesta, te relajas y admiras la hermosa orquestación de estos increíbles talentos por parte de George Clinton. Las cosas se vuelven inquietantes con la espeluznante "March to the Witch's Castle", un ritmo oscuro, inquietante y lento que trata sobre la "pesadilla del reajuste" que afectó a muchos veteranos de Vietnam que regresaban a casa en esa época. La voz principal de bajo profundo de Ray Davis, que aquí suena como un predicador siniestro, convierte este inquietante paisaje sonoro musical en un terrible sermón sobre la locura de la guerra, escuchas a George predicar sus caminos pacíficos junto a la excelente guitarra de Eddie Hazel que establece un tono muy apropiado para la canción. Continua con “Let's Make It Last” donde el arreglo musical se inclina más hacia la vibra psico-rockera del estribillo, aunque esta canción conceptualmente no tiene relación con su predecesora, es una gran canción por derecho propio, tiene un ritmo como ningún otro, y la voz de Gary Shider en esta canción es simplemente increíble, sus impresionantes falsetes simplemente perfeccionan la canción y el tono wah característico de Eddie devuelve el rock a Funkadelic.
"Cosmic Slop" es lo más destacado de este disco, es simplemente una pieza musical increíble, nos sumerge en una atmósfera de pesadilla mientras Garry Shider canta la historia de una mujer del gueto obligada a prostituirse para mantener a sus hijos. Presentada sobre un ritmo funk duro y plagada de arrebatos espásticos en la guitarra, esta está lejos de ser una canción con mensaje sensiblero. Es una dura realidad de la vida ambientada en un ritmo macabro de funk-rock. Déjate hipnotizar por los gemidos de la guitarra de Eddie y una fascinante sección de percusión. “No Compute” ¿Qué es esto?, esto no es funk, esto no es rock, esto es... ¡esto es bueno! Vaya, lo que me doy cuenta es que George entiende que hemos escuchado suficiente funk rock y suficientes epopeyas hipnotizantes, así que nos ofrece algo completamente diferente donde nos relata el débil intento de un hombre por lograr el placer sexual. “This Broken Heart” es otra ruptura del asalto funk-rock que estamos acostumbrados a escuchar. Escucho mucha influencia de los Beatles en esta canción y George no estaría en desacuerdo. Esta canción tiene un gran estribillo que realmente hace que la canción se sienta completa, y no solo cabos sueltos atados. Tiene una gran parte de batería que se vuelve más importante más adelante en la canción. Una vez más, esta canción no es demasiado larga, realmente cuenta una historia completa y tiene un final satisfactorio. Otro gran pico en el disco es este “Thrash-a-Go Go” una vuelta con la habitual explosión de funk-rock que estamos acostumbrados a escuchar. En esta canción tenemos a George Clinton en la voz y Eddie Hazel en la guitarra, además de quien tocaba la pandereta. George raspa y canta con toda su capacidad, mientras Eddie gime y baila con otro gran solo. Esta canción sentó las bases para canciones como "Get Off Your Ass And Jam" y otros rockeros dinámicos. “Can't Stand the Strain” es muy extraña, quizás un epilogo no a la altura, pensé: "¿Qué es esto? ¿Fleetwood Mac?" Luego escuché a the Brides of Funkenstein formar equipo con Shider y Clinton para lograr excelencia vocal con grandes armonías y a George gritar "Este viejo corazón no puede soportar la tensión", supe que esta canción era realmente un clásico.
Un álbum fantástico, a veces divertido y funky, a veces completamente oscuro y sucio... Puro Funkadelic. También apareció la primera portada diseñada por Pedro Bell, el maestro de las palabras y los marcadores mágicos, cuyos extraños paisajes aparecerían en muchas portadas posteriores. Un álbum conciso, con muy pocos músicos involucrados y una lista de canciones bastante corta, con este disco, vemos una nueva cara de Funkadelic, un Funkadelic más ajustado y completo, con menos cabos sueltos y combinaciones y capas más sofisticadas. Esto no quiere decir que Funkadelic estuviera perdiendo originalidad, no, para nada. De hecho, Funkadelic, aunque lo mantuvo todo junto, realmente superó los límites con este disco. Después de todo, ¿qué tenían que perder?