En 1979, Ana Belén se encontraba en un momento de gran
actividad en su carrera, tanto en la música como en su faceta de actriz, protagonizó
la aclamada serie de televisión Fortunata y Jacinta, una adaptación de la obra
de Benito Pérez Galdós dirigida por Mario Camus. En la serie, compartió
pantalla con actores de la talla de Maribel Martín, Manuel Alexandre, Paco
Rabal y Fernando Fernán Gómez, entre otros. Este papel consolidó aún más su
reputación como una de las actrices más importantes de España, además protagonizó
la película Jaque a la dama, dirigida por Francisco Rodríguez, donde compartió
cartel con actores como Carlos Larrañaga y Antonio Resines. En su carrera
musical ese año lanzó uno de los discos que mayor repercusión tuvo a nivel
nacional, titulado simplemente Ana, fue un punto de inflexión en su carrera
musical. Marcó una evolución notable en su estilo, consolidándola como una de
las voces más importantes y versátiles de la música española de la época. Producido
por Oscar Gómez y con arreglos de Danilo Vaona, el disco se caracterizó por un
sonido sofisticado, con influencias pop y baladas románticas, se alejaba de su
anterior etapa más cercana a la canción de autor para adentrarse en un sonido
más comercial y popular, lo que resultó en un gran éxito de ventas. El tema más
emblemático del álbum y que se convirtió en un himno fue "Agapimú",
una adaptación al español de una canción griega. Su melodía pegadiza y el
carisma de Ana Belén en la interpretación la catapultaron a las listas de éxito
También "Vuelo blanco de gaviota", una emotiva versión de "Days
of Pearly Spencer" de David McWilliams o en la que nos vamos a detener, "Desde
mi libertad", co-escrita por su marido, Víctor Manuel, y que se convirtió
en otro de sus temas más conocidos.
Si por algo destaca Desde mi liberta es por la letra,
poética y profundamente simbólica, en ella se relata el viaje de una mujer que
decide dejar atrás una vida de dependencia para emprender su propio camino. El
verso inicial "Sentada en el andén, mi cuerpo tiembla y puedo ver, que a
lo lejos silba el viejo tren" evoca una sensación de cambio, de un punto
de inflexión donde se abandona el pasado. La protagonista se enfrenta al miedo
y a la incertidumbre, pero su deseo de independencia es más fuerte que
cualquier atadura. La frase "me iré desnuda igual que nací" simboliza
la necesidad de despojarse de todas las viejas pieles y redescubrirse desde
cero. El clímax de la canción llega con el estribillo, una declaración de
fuerza y autodeterminación: "Desde mi libertad, soy fuerte porque soy
volcán, nunca me enseñaron a volar, pero el vuelo debo alzar". La metáfora
del volcán es poderosa, representando una energía interna y una pasión que ha
estado latente y que finalmente irrumpe. Ana Belén, con su voz emotiva y
poderosa, transmite la valentía de esa mujer que, a pesar de no haber sido
preparada para la independencia, asume la responsabilidad de su destino. Más
allá de su calidad musical, "Desde mi libertad" se convirtió en un
himno generacional. Su mensaje de emancipación y de búsqueda de la propia
identidad conectó con miles de mujeres que, al igual que la protagonista de la
canción, estaban redefiniendo sus roles en una sociedad en plena
transformación. Sin duda nos parece una de las canciones más importantes en la
carrera de Ana Belén, un testimonio de su compromiso artístico y personal con
las causas sociales que ha desarrollado durante toda su carrera.
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