Kick out the jams se convirtió rápidamente en un slogan revolucionario utilizado en manifestaciones de toda índole, asociado a una llamada a desprenderse ("Kick out") de las prohibiciones y las reglas de una sociedad controladora contra las que los jóvenes y las minorías se rebelaban en la década de los sesenta, cuando en realidad el origen de este título era una provocación de la banda para que el grupo que tocaba antes que ellos en el Ballroom "dejara los instrumentos" y se bajara del escenario para que ellos ocuparan su lugar.
Tanto el disco como la canción están considerados, junto con los dos primeros discos de The Stooges, como las primeras obras de punk rock que se recuerdan. Tanto se adelantaron al fenómenos musical que explotaría a finales de los setenta, que en su momento la música de estos dos míticos grupos fue considerada inclasificable. No ayudó tampoco que en el comienzo de la canción gritaran "Kick out the jams, motherfuckers!" antes de que comenzara el riff inicial. Los ejecutivos de Elektra trataron por todos los medios de censurar aquella frase, y la multinacional Hudson's se negó a vender el disco en sus tiendas. Elektra se quitó el problema del medio invitando a la banda a "dejar los instrumentos y bajarse del escenario", en un despido tan icónico y fulminante como el que años después protagonizarían los Sex Pistols, abanderados del punk al otro lado del charco.
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