domingo, 26 de julio de 2020

Joaquín Sabina - El hombre del traje gris (Mes Joaquín Sabina)

"Soy del color de tu porvenir, me dijo el hombre del traje gris..."




Nunca había estado Joaquín Sabina más cerca de un disco "conceptual" que con éste "Hombre del traje gris". Y no porque otros discos suyos no tengan una temática unitaria, pero en este disco la acertada metáfora de un tipo gris que simboliza el fracaso, la rutina y los sueños rotos está constantemente presente, ya desde la portada, un cuadro firmado por Juan Vida que Joaquín colgó en su casa, en el que el hombre gris le roba el sitio al propio cantante, e irá apareciendo también en varias de las canciones.


Es también el primer disco en el que comienza la entente Sabina - Varona - Gª de Diego, tras la descomposición de su grupo Viceversa. Comenzó aquí una relación fructífera y duradera con la que firmarán los mejores discos del cantante. Pancho Varona ya había aportado sus guitarras en los dos discos anteriores con Sabina, pero con la llegada del getafense Antonio Gª De Diego tuvieron la pieza que les faltaba para llevar musicalmente a las canciones hacia un paso más adelante. Antonio había estado en grupos de rock progresivo como Franklin, y después con Teddy Bautista en Los Canarios, llegando a grabar también con Triana. Tras grabar este disco con Sabina, el jienense insistió en que se quedara con plaza fija.


Como harían en otras ocasiones para varios de sus discos, Joaquín y Pancho buscaron un lugar en el que trabajar en las canciones, Joaquín creando letras y Pancho vistiéndolas de notas a la guitarra. La elegida fue Madeira, pero la cosa no funcionó. En Madeira, la falta de ambiente les llevó al aburrimiento y a la ausencia de ideas. Así que emigraron a Las Palmas, y de la animada isla canaria salieron los primeros temas de El Hombre del Traje Gris, entre ellos una joya del calibre de Eva tomando el sol, tema con el que se abre magistralmente el disco. La acertada e imaginativa letra, que juega con el paralelismo entre la historia de Adán y Eva y la de dos okupas de Moratalaz, es una de las canciones más brillantes del cancionero del artista.


También del período en la isla es el siguiente tema, Besos en la frente, pícara oda a las mujeres menos agraciadas físicamente, que a cambio ofrecen una pasión y un sentimiento mucho mayor que el de las bellezas de plástico y peluquería. Divertida y ocurrente sin más, no tiene comparación con el tema de arranque, ni con el auténtico boom del disco y de la carrera de Joaquín, la excelsa y melancólica Quién me ha robado el mes de abril, uno de los primeros temas que se grabaron para el disco, aunque su creación ya fuera en el período de vuelta a casa en Madrid. Es además, el primer tema en el que se menciona a ese hombre del traje gris, con su sucio calendario de bolsillo y su lamento y amargura por la pérdida de los años de juventud.


Una de romanos fue el single de lanzamiento, una mirada nostálgica a la candidez y la clandestinidad de las primeras citas, haciendo manitas en la última fila de un cine, en el que siempre ponían películas de romanos. La letra, de nuevo, es tan imaginativa y brillante que sólo podemos quitarnos el sombrero (de centurión) y proclamar "Ave Sabina" ante una nueva lección magistral del maestro. Y no es la única canción del disco con sabor a celuloide, si tenemos en cuenta que tres de las canciones del disco se concibieron para la banda sonora de la película Sinatra. Es el caso de Nacidos para perder, segundo tema en el que El Hombre del traje gris (que es además el título de una película de 1956) aparece, para decirle a nuestro protagonista que no tiene ningún futuro ("Soy del color de tu porvenir, me dijo el hombre del traje gris").

Peligro de incendio podría entroncar con Besos en la frente, con su temática juguetona sobre un encuentro sexual que eleva hasta el máximo la temperatura de los termómetros, algo de lo que sólo veía capacitadas a las féminas de menor atractivo pero mayor autenticidad. Y por esa razón, los adjetivos que la definen podrían ser los mismos, es divertida y juguetona, sin más. A destacar los arreglos de metal, que le dan un toque muy swing al tema. Mucho más seria y acertada es el himno al viejo carterista al que la edad ya pasa factura. El sabor bohemio de Al ladrón, al ladrón tiene el encanto de los temas mas "sabineros" del artista. Es otra de las canciones que surgieron en el periplo inicial en Canarias.

El disco llega a su tramo final con otro de los temas "cinematográficos", que junto a Nacidos para perder y Quién me ha robado el mes de abril se crearon inicialmente para Sinatra. Cuentan que Sabina pidió que tuviera un aire a la música de Bruce Springsteen, pero la participación de Jaime Asúa (guitarrista de Alarma) hizo que el resultado estuviera más cerca del grupo de Manolo Tena que del cantante de New Jersey.


Y para broche, el Rap del optimista, brillante parodia que en realidad es más un tema reggae, y auténtica hermana mayor de canciones posteriores como No soporto el rap o Como te digo una co te digo la o, en las que volvería a destapar el tarro de las esencias y la sorna con la que se ha acercado siempre a ese (para él) tan divertido como denostado género musical. El tema cierra con una declaración de humildad, que es una auténtica play list a tener en cuenta. ¿Acaso no querríais que Sabina os recomendara un buen puñado de canciones para combatir esos momentos de la vida en los que os sentís dentro de la piel de un hombre de traje gris? Pues aquí la tenéis:

"Ya quisiera yo, en lugar de este reggae, haber escrito:

Rapsodia en Blue
Chelsea Hotel
Guantanamera
Tatuaje o...
She loves you (Yeah, Yeah, Yeah)
Pedro Navaja
Like a Rolling Stone
Dos gardenias para tí
Mira que eres canalla
No hago otra cosa que pensar en tí
Marieta
La estatua del jardín botánico
Moon over Bourbon Street

Y qué culpa tengo, si a lo más que llego, es a Pongamos que hablo de..."  

No hay comentarios:

Publicar un comentario