jueves, 23 de julio de 2020

La musica en historias: Fontaines DC







¿Punk irlandés? A simple vista una tierra de tanta tradición y sobre todo de guitarra nos puede echar para atrás esta proposición, pero a poco que vayamos descubriendo el sonido que esta banda de Dublin nos ofrece sin duda disfrutaremos desde el minuto uno y es que empezando por la manera en que se formó la banda tan típicamente irlandesa. Los cinco componentes, Grian, Carlos O'Connell, Tom Coll, Conor Curley y Conor Deegan, se conocieron en la universidad de Dublín, donde estudiaban música. Comenzaron a salir a tomar algo después de clase y a compartir poesía. Primero fue el amor que sentían todos por Jack Kerouac y otros escritores de Beat, y rápidamente las conversaciones giraron en torno a Yeats, Lorca y James Joyce. Los cinco incluso escribieron algo de poesía juntos: dos pequeños volúmenes, Vroom y The Winding, momento en el que decidieron formar una banda, un tanto alejada de la musicalidad de la poesía, pero con un fondo totalmente poético. Y desde que su primer sencillo 'Liberty Belle' lanzado a principios de 2017, han destacado en la escena musical indie-punk-garage-rock. Es empezar a escucharlo y rápidamente, te das cuenta que Fontaines DC son descaradamente irlandeses. DC al final de su nombre significa Dublin City (aunque lo añadieron después de darse cuenta de que ya había una banda de Los Ángeles llamada Fontaines).

Quizas Dogrel es su gran disco, con una energía y corazón tan evidente desde los primeros compases y aunque Fontaines DC habian dicho que pretendían ser una especie de 'punk Beatles', estuvieron muy influenciados por el grupo Dublines “Girl Band” y por el álbum debut de The Pogues en 1984, “Red Roses for Me”. El título del disco, es también un guiño a sus raíces irlandesas de clase trabajadora. Es un término utilizado, en su mayoría negativamente, para describir un tipo de poesía que alguna vez fue popular en Irlanda, era como la poesía de bar y eso estaba muy mal visto por la elite de la sociedad, mientras que para el trabajador era un combustible más en su día a día. Las primeras líneas del tema 'Big' son: 'Dublín bajo la lluvia es mío / Una ciudad embarazada con una mente católica'. Preguntados los autores sobre su música explicaron que "muchos de nuestros sonidos musicales son como autobuses, trenes y gentío en calles particulares de Dublín", además concretó “que somos el trasero de ninguna parte en Irlanda”. Junto a las baterías tensas y las guitarras de conducción, hay una poesía que se destila a través de cada canción. En 'Boys in the Better Land', Grian se refiere a alguien 'con una cara como el pecado y un corazón como una novela de James Joyce'. En 'Chequeless Reckless' mira directamente hacia la cámara y recita: 'Un vendido es alguien que se vuelve hipócrita en nombre del dinero / Un idiota es alguien que deja que su educación haga todo lo que piensa / Un falso es alguien que exige respeto por los principios que aplican / Un diletante es alguien que no puede distinguir la diferencia entre moda y estilo ''. 'The Lotts' se trata de una calle de no más de 50 metros de largo donde no se puede caminar por jeringas usadas. Las tradiciones folklóricas realmente se arraigan en la pista de cierre del álbum, 'Dublin City Sky'. Suena un poco como un triste canto de Nochevieja para los desilusionados y marginados.
Como Grian decía: 'Si quieres aprender sobre la vida a través de los ojos de un cínico romántico, ve a cualquier bar en Dublín. Hay tanta poesía de forma innata en los coloquialismos de las personas en Irlanda. Realmente no tienes que esforzarte por hablar poéticamente si estás hablando en la jerga de Dublín. Soy consciente del hecho de que el Dublín sobre el que estábamos escribiendo en el album Dogrel era un Dublín visto a través de los ojos de personas que lo habían perdido absolutamente todo, y eran la escoria de la jodida tierra. Tenían un piso que no podían pagar, trabajos a tiempo completo con un salario mínimo. Incluso hace referencia a tuvo un jefe que chiscaba sus dedos en vez de llamarle por su  nombre. A los chicos de Fontaines les gustaba escribir, beber y divagar por nuestro Dublin, éramos libres, en el sentido de que una rata es libre. Ese es el Dublín que vimos, y ya no tenemos ahora “es cierto que somos más afortunados y estamos mejor en el sentido de que estamos haciendo algo que nos encanta. Pero ya no hay esa desesperación que se presta a la creatividad y también te da mucha energía. Te da hambre de todo. La lluvia vuelve a caer, estamos empapados. Esto no parece necesariamente el retrato de una banda feliz, sino una banda que ha comenzado a reconocer el valor de su hogar, de su musa y su familiaridad, creo que es algo triste de alguna manera. Creo que extrañaré tener esa libertad que viene de ser una rata".


No todo en el album es de color esmeralda. La música tiene un carácter áspero, la energía desafectada se vuelve a veces hiriente y más con frases como: "un taxista se mea en el volante de su propio automóvil" o "la brisa en la noche te dejaría muerto como una piedra" Incluso mientras homenajean los muchos de su ciudad, reconocen lo rápido que está cambiando y lloran lo que ya se ha perdido. Así este álbum ha logrado capturar muchos de los sentimientos de la juventud del Dublin actual y como dijeron sobre su álbum: "Dogrel resume la esperanza y la trampa que siente cualquier persona con al menos una pizca de conciencia, y particularmente los millennials que tienen toda su vida por delante, pero que tienen que vivir en un mundo construido por generaciones anteriores que se volvieron locas sin tener en cuenta las consecuencias”

Escuchen este álbum de contradicciones: descarado y ruidoso; tierno y romántico; a la vez irlandés tradicional y post-punk. Es limpio, un poco crudo, la creación de un grupo de jóvenes tratando de descubrir su camino en un mundo nuevo y extraño. "Todo esto es esencialmente un experimento de autenticidad", dijo Grian "Si alguna vez no es auténtico, lo dejaremos". Antes de que suceda traten de descubrirlos.


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