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miércoles, 29 de julio de 2020

Joaquín Sabina - Juez y Parte (Mes Joaquín Sabina)


El #MesJoaquinSabina llega a su fin, y quería cerrarlo con un disco muy especial para mí porque, como su propio nombre indica, ha sido Juez y Parte de algunos momentos de mi vida. Pero más allá de la carga personal que pueda tener este disco, es además el álbum más homogéneo de su carrera, probablemente junto a 19 días y 500 noches sea el disco que más se acerca al nivel de una obra compacta y unitaria, un todo coherente en el extremo opuesto de otros discos que eran simplemente la suma de una decena de buenas partes.

Algo tiene que ver, en esto, que sea el único disco de estudio que grabó al completo con Viceversa, su banda de acompañamiento para los directos (ya con el fiel Pancho Varona entre sus filas), con la que grabó el directo Joaquín Sabina y Viceversa, que también tuvo su espacio a lo largo del mes que hemos dedicado a Sabina. Y algo tiene que ver también que sea su primer disco claramente "eléctrico", apuntando una tendencia que ya había empezado a salir a la luz en el anterior Ruleta Rusa, pero que es en Juez y Parte dónde adquiere su máxima expresión y profundidad.

Escuché por primera vez el disco en junio de 1987, dos años después de su publicación, y mientras Sabina estaba enfrascado en la gira de presentación de su siguiente disco Hotel, dulce hotel. El colegio había acabado, y los campamentos de verano no eran tan populares como lo son ahora, así que acabe enrolado en un viaje en coche a Logroño, para acompañar a mi tío Carlos a una feria de alfarería y cerámica que se celebró aquel año en la céntrica Plaza del Mercado. Nos hospedamos en una pensión cercana, que cumplía con los cánones de las sabinianas "pensiones sin mondas", y al día siguiente montamos nuestro stand en la feria. Allí, ya fuera como reclamo para los compradores, o para entretener a los sufridos alfareros (en mi caso, simple ayudante de alfarero) que pasábamos el día entero detrás de las vasijas, platos y figuritas de barro expuestas en aquellos pequeños stands, la organización "pinchaba" discos que sonaban de principio a fin por el hilo musical. Y sí, lo habéis adivinado, mi momento favorito era cuando le llegaba el turno a Juez y Parte.

JUEZ Y PARTE (1986)

Ya desde el principio, para un chaval de 14 años recién cumplidos, que no sabía que aventuras iba a depararle la vida ni que personas conocería durante el viaje, las letras de la crápula Whisky sin soda dibujaban intensas escenas en mi cabeza de adolescente, y eran la perfecta carta de presentación para el artista que estaba entonces descubriendo. En la misma línea pero con un mayor valor autobiográfico, Cuando era más joven despertaba sensaciones parecidas. ¿Qué experiencias y emociones similares serían las que yo llegaría a vivir? ¿Las contaría después en la edad adulta, desde la misma mirada nostálgica que tan bien reflejaba Sabina en aquel intenso tema?

De la mirada nostálgica y la declaración de intenciones, Sabina regresaba al presente y a la crónica social, para contar con sumo detalle y estética de novela negra el drama del anónimo Ciudadano Cero, episodio de locura que acaba en asesinato múltiple. Un tema lúgubre e intenso, con una letra tan visual que era imposible no sobrecogerse, no solo ante los "17 muertos en 30 disparos", sino también por el gato al que dejó cojo, y el "Volkswagen tuerto de un tiro en un faro". Para darle más verosimilitud al tema, los dioses se alinearon y en Logroño llovió durante varios días de aquella semana, a veces mientras sonaba este tema, mientras Sabina se preguntaba "que razón oscura te hizo salir del agujero, siempre sin paraguas, siempre a merced, del aguacero..."

Debo decir que, desde entonces, este joven aprendiz de alfarero no ha cambiado en lo más mínimo en su devoción por Joaquín Sabina, por lo que no se me puede reprochar lo mismo que se le echaba en cara al Joven aprendiz de pintor, uno de los mejores temas del disco y del cancionero del autor, que destila bohemia y decepción en cada uno de sus versos, intensas y acertadas puyas contra la envidia, la deslealtad y las críticas en el mundo del espectáculo. A través de las profesiones de pintor, novelista, torero y, por supuesto, cantautor, Sabina desgrana con brillante gracejo las miserias y mentiras de la fama y los aduladores que te suben al podio para después dispararte desde abajo.

Serán casualidades, pero son muchas, las que hacen que este disco sea tan relevante en mi vida. Mirando hacia atrás, como lo hacía Sabina en Cuando era más joven, me doy cuenta que años después fui yo mismo el que, "huyendo del frío, busqué en las Rebajas de Enero, y hallé una morena bajita que no estaba mal". Y dicho sea de paso, "apenas llegó, se instaló para siempre en mi vida".


En la línea de Ciudadano Cero, aunque bastante más idealizada, estaría la intensa descripción de la banda del Kung Fu. Prima hermana de otras odas a personajes del lado más salvaje y macarra de la noche madrileña, como Qué demasiao o la posterior Pacto entre caballeros, quizá sea la que menos me llega en el conjunto, aunque es un tema divertido y de fácil escucha. Como anécdota, y en una canción sobre pandilleros amigos de lo ajeno, no podía faltar un "hurto". La ovación de falso directo al final del tema se "tomó prestada" del disco doble en directo "Rock in Rios" de 1982.


Tras este pequeño lunar, el resto de la piel se nos pone de gallina al escuchar la Balada de Tolito, tierna descripción de un anciano sin techo, que a cambio de casi nada entretiene a quien quiere verle con pequeños trucos de magia. Sensible y respetuosa, surgió como un encargo para el programa "Vivir cada día" de TVE, para la que Sabina hizo un seguimiento del personaje real. Después de conocerle, tiró a la basura la letra inicial y compuso este bello y sentido homenaje.

Así como Kung Fu queda rara encajada entre una positiva canción de amor y una sentida tonada para un mendigo, después de una canción tan emotiva hacía falta una canción como Incompatibilidad de caracteres, un bálsamo de alegría rockandrollera, con una jovial gamberrada final en la que van repitiendo el título, pero eliminando en cada ocasión una de las sílabas de "Incompatibilidad". La broma final funcionaba, además, muy bien en directo, así que la canción fue más imprescindible que incompatible en los conciertos de Sabina.

Para el tramo final del disco, Sabina se guardaba lo mejor, y por fin en el penúltimo corte hace su aparición la gran Princesa de este afilado cuento urbano y suburbial. ¿Qué decir de uno de los temas bandera del artista? Pues que la casualidad me hizo un nuevo guiño con este tema y este disco. Años después, en el libro "Sabina en carne viva", el propio Joaquín contaba que: "Princesa es una chica de Logroño (...) Muy hippiosa, extraordinariamente joven y extraordinariamente hermosa. A la que conocía y con la que me acostaba cuando iba a Logroño (...) Luego se vino a Madrid y fue cayendo en picado. Eso llevó a la heroína y en ese momento hice la canción". Sabina se tomó algunas licencias en la letra de la canción, exagerada y dramatizada en beneficio de la intensidad de la historia. La princesa original no tuvo una sobredosis, dejó las drogas y lleva una vida normal y anónima. Quizá la Princesa de hoy en día, estable y reformada, le negara sus favores a un Sabina que en Quédate a dormir gasta la bala de la sinceridad y la asumción de la derrota como último intento de conseguir que la chica se quede en su casa. Estamos ante la típica rareza de final de disco, dónde hay licencia para asumir riesgos en lo musical y jugar con estilos poco habituales. En esta ocasión, le toca el turno al reggae, combinado con desenfadados arreglos de metales al estilo dixieland. Un gran acierto, y en contraposición una canción que no ha gozado de una gran repercusión y que no es habitual en los conciertos.


Y hablando de conciertos y casualidades, una de las últimas noches antes de que la feria acabase, salimos a pasear por Logroño. Andamos durante un largo rato, y llegamos a una plaza en la que había un escenario, y una multitud de riojanos estaban disfrutando de un concierto de... Joaquín Sabina. Nos quedamos un rato bebiendo (Coca Cola en mi caso) y escuchando canciones, y cada vez que atacaban alguno de los temas de Juez y Parte el corazón me daba un vuelco. Un motivo más para pensar que los astros estaban extrañamente alineados duran. Con el paso de los años, el recuerdo del concierto se ha ido difuminando, hasta el punto de no tener claro si fue real, o lo soñé mientras dormía en la pensión.

Sí que he podido comprobar el día exacto en el que terminó la feria, el 14 de junio de 1987, porque ese día nos invitaron a cenar en un restaurante que estaba muy cerca del ayuntamiento. Esa noche el Logroñés venció por 1-0 al Valencia, y logró el ascenso a primera división. La afición se agolpó frente al ayuntamiento, y los jugadores salieron al balcón para llevarse una gran ovación, que a mí me recordó más al final de Kung fu que a algo relacionado con el fútbol. Ahora por fin escribo esta historia para 7dias7notas, y me acabo de enterar que el nuevo Logroñes ha logrado el ascenso a Segunda. Alguien habrá sido Juez y Parte de tantas casualidades, que nos han llevado a todos al momento en el que estamos. El final del #MesJoaquinSabina. Es el momento de coger uno de esos "sucios trenes que iban hacia el norte" en busca de una nueva aventura y un nuevo artista que escuchar y sobre el que hablar. Nos prepararemos un buen whisky sin soda y decidiremos sin prisa. Tenemos todo un verano por delante.

domingo, 26 de julio de 2020

Joaquín Sabina - El hombre del traje gris (Mes Joaquín Sabina)

"Soy del color de tu porvenir, me dijo el hombre del traje gris..."




Nunca había estado Joaquín Sabina más cerca de un disco "conceptual" que con éste "Hombre del traje gris". Y no porque otros discos suyos no tengan una temática unitaria, pero en este disco la acertada metáfora de un tipo gris que simboliza el fracaso, la rutina y los sueños rotos está constantemente presente, ya desde la portada, un cuadro firmado por Juan Vida que Joaquín colgó en su casa, en el que el hombre gris le roba el sitio al propio cantante, e irá apareciendo también en varias de las canciones.


Es también el primer disco en el que comienza la entente Sabina - Varona - Gª de Diego, tras la descomposición de su grupo Viceversa. Comenzó aquí una relación fructífera y duradera con la que firmarán los mejores discos del cantante. Pancho Varona ya había aportado sus guitarras en los dos discos anteriores con Sabina, pero con la llegada del getafense Antonio Gª De Diego tuvieron la pieza que les faltaba para llevar musicalmente a las canciones hacia un paso más adelante. Antonio había estado en grupos de rock progresivo como Franklin, y después con Teddy Bautista en Los Canarios, llegando a grabar también con Triana. Tras grabar este disco con Sabina, el jienense insistió en que se quedara con plaza fija.


Como harían en otras ocasiones para varios de sus discos, Joaquín y Pancho buscaron un lugar en el que trabajar en las canciones, Joaquín creando letras y Pancho vistiéndolas de notas a la guitarra. La elegida fue Madeira, pero la cosa no funcionó. En Madeira, la falta de ambiente les llevó al aburrimiento y a la ausencia de ideas. Así que emigraron a Las Palmas, y de la animada isla canaria salieron los primeros temas de El Hombre del Traje Gris, entre ellos una joya del calibre de Eva tomando el sol, tema con el que se abre magistralmente el disco. La acertada e imaginativa letra, que juega con el paralelismo entre la historia de Adán y Eva y la de dos okupas de Moratalaz, es una de las canciones más brillantes del cancionero del artista.


También del período en la isla es el siguiente tema, Besos en la frente, pícara oda a las mujeres menos agraciadas físicamente, que a cambio ofrecen una pasión y un sentimiento mucho mayor que el de las bellezas de plástico y peluquería. Divertida y ocurrente sin más, no tiene comparación con el tema de arranque, ni con el auténtico boom del disco y de la carrera de Joaquín, la excelsa y melancólica Quién me ha robado el mes de abril, uno de los primeros temas que se grabaron para el disco, aunque su creación ya fuera en el período de vuelta a casa en Madrid. Es además, el primer tema en el que se menciona a ese hombre del traje gris, con su sucio calendario de bolsillo y su lamento y amargura por la pérdida de los años de juventud.


Una de romanos fue el single de lanzamiento, una mirada nostálgica a la candidez y la clandestinidad de las primeras citas, haciendo manitas en la última fila de un cine, en el que siempre ponían películas de romanos. La letra, de nuevo, es tan imaginativa y brillante que sólo podemos quitarnos el sombrero (de centurión) y proclamar "Ave Sabina" ante una nueva lección magistral del maestro. Y no es la única canción del disco con sabor a celuloide, si tenemos en cuenta que tres de las canciones del disco se concibieron para la banda sonora de la película Sinatra. Es el caso de Nacidos para perder, segundo tema en el que El Hombre del traje gris (que es además el título de una película de 1956) aparece, para decirle a nuestro protagonista que no tiene ningún futuro ("Soy del color de tu porvenir, me dijo el hombre del traje gris").

Peligro de incendio podría entroncar con Besos en la frente, con su temática juguetona sobre un encuentro sexual que eleva hasta el máximo la temperatura de los termómetros, algo de lo que sólo veía capacitadas a las féminas de menor atractivo pero mayor autenticidad. Y por esa razón, los adjetivos que la definen podrían ser los mismos, es divertida y juguetona, sin más. A destacar los arreglos de metal, que le dan un toque muy swing al tema. Mucho más seria y acertada es el himno al viejo carterista al que la edad ya pasa factura. El sabor bohemio de Al ladrón, al ladrón tiene el encanto de los temas mas "sabineros" del artista. Es otra de las canciones que surgieron en el periplo inicial en Canarias.

El disco llega a su tramo final con otro de los temas "cinematográficos", que junto a Nacidos para perder y Quién me ha robado el mes de abril se crearon inicialmente para Sinatra. Cuentan que Sabina pidió que tuviera un aire a la música de Bruce Springsteen, pero la participación de Jaime Asúa (guitarrista de Alarma) hizo que el resultado estuviera más cerca del grupo de Manolo Tena que del cantante de New Jersey.


Y para broche, el Rap del optimista, brillante parodia que en realidad es más un tema reggae, y auténtica hermana mayor de canciones posteriores como No soporto el rap o Como te digo una co te digo la o, en las que volvería a destapar el tarro de las esencias y la sorna con la que se ha acercado siempre a ese (para él) tan divertido como denostado género musical. El tema cierra con una declaración de humildad, que es una auténtica play list a tener en cuenta. ¿Acaso no querríais que Sabina os recomendara un buen puñado de canciones para combatir esos momentos de la vida en los que os sentís dentro de la piel de un hombre de traje gris? Pues aquí la tenéis:

"Ya quisiera yo, en lugar de este reggae, haber escrito:

Rapsodia en Blue
Chelsea Hotel
Guantanamera
Tatuaje o...
She loves you (Yeah, Yeah, Yeah)
Pedro Navaja
Like a Rolling Stone
Dos gardenias para tí
Mira que eres canalla
No hago otra cosa que pensar en tí
Marieta
La estatua del jardín botánico
Moon over Bourbon Street

Y qué culpa tengo, si a lo más que llego, es a Pongamos que hablo de..."  

miércoles, 22 de julio de 2020

Joaquín Sabina - Yo, mi, me, contigo (Mes Joaquín Sabina)





Momento de hacer referencia a uno de los discos que no goza de gran estima por parte de público y crítica pero que encontramos en él distintas joyas. Se inicia el álbum con “El rock and roll de los idiotas” donde encontramos otra historia de amor extraña, correspondida o no tiene ese sello inconfundible, porque al final las relaciones entre perdedores, entre gente que ha tirado su vida y su ilusión es una de las temáticas favoritas en las canciones de Sabina, y este tema tiene para dar y tomar, además personalmente creo que tiene un estribillo excelso, y una contraposición acertadísima vistiendo a esos dos pobre y triste protagonistas con una canción luminosa y que invita a la alegría…..Un gran tema

“.. Yo no venía de ningún país,
tú ibas camino de cualquier lugar,
conmigo no contaba el porvenir,
de ti no se acordaba el verbo amar.

Yo no jugaba para no perder,
tú hacías trampas para no ganar,
yo no rezaba para no creer,
tú no besabas para no soñar…”

“Contigo” a mi entender, aunque tiene una letra bastante buena, le falta magia, emoción, no te llega a tocar la fibra, no sé si es ausencia de una musicalidad trabajada o ese estribillo tan ñoño a pesar del coro, pero se me queda muy corta para todo lo que nos ha ido dejando. “Jugar por jugar” es otra pieza maravillosa, que junto a El rock and roll de los idiotas encajan un optimismo oculto, a ritmo de vals nos entrega una serie de conductas con las que refundar nuestra vida, me parece un tema impecable y poco estimado en su discografía, déjate guiar por este tema y adapta tu actitud en la vida a ella, ganaremos. Con “Es mentira” vuelve el rock and roll a Sabina, y es en cierto modo una forma de reivindicarse y sobre todo de hacerse respetar, es cierto que 1996 no es este terrible año 2020 con sus redes sociales donde cualquier cosa que digas es criticada y apaleada, pero en aquella época también había sus cosas y es perfecto. Con “Mi primo el Nano” rinde homenaje a uno de los suyos, a otro grande, es una canción emocionante aunque musicalmente sea una rumba catalana que lejos de ser un estilo de música emotiva sino para la fiesta, Sabina impregna la música de tantos detalles y metáforas del gran Joan Manuel Serrat. Se me queda corto, y mira que Sabina tiene ingenio, pero es que lo significa Serrat para muchos no puede resumirse en una canción, aunque el que la haga este casi, casi a su altura. “Aves de paso” es un homenaje a cada una de las mujeres que en algún momento en nuestra vida se han hecho un hueco a nuestro lado, cada una con su particular idiosincrasia pero todas merecen ese homenaje y respeto. A ritmo de rock and roll nos brinda otra gran canción. “El capitán de su calle” es otra de sus historias ¿biográfica? Pues no lo sabemos, pero se parece mucho y tiene un ritmo delicioso y más si tiene como autor a Pedro Guerra. Con “Postales del Habana” nos trae esos ritmos caribeños tan chulos, y un homenaje a la música de aquella zona y sobre todo a su gente, pero también una reivindicación a la Cuba que vive el ciudadano en contraposición a la idílica que se encuentra el turista. En esta ocasión se hace acompañar de Caco Senante.

Palabras mayores llega la mejor parte del disco, y comienza echándole morro y es que este “Y sin embargo”, es una canción superlativa, pero tiene el tío morro de poner los cuernos y pensar que aquí no pasa nada y pobrecita en el fondo mi pareja, pero bueno, es Sabina, no vamos a tratar de enseñarle a comportarse en el oficio del amor. Tematica aparte es excelso el tema, tanto en poesía como en música, una joya tocada por la varita de alguna musa a la que esperamos no le ponga los cuernosojo al look Leonard Cohen del video.“Y me envenenan los besos que voy dando y, sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado, y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura”. Próxima estación “Viridiana” que además de ser una de las obras maestras de D.Luis Buñuel, parece ser que era el nombre de una de sus amigas nocturnas. Este tema a ritmo de ranchera no te deja respiro, canción escrita mano a mano con Ariel Rot y a la voz dándole la replica a quien encontramos…. Al gran Andres Calamaro, joder que temazo y que recuerdos nos trae en Bro Cooper, tendrías que verte danzado y pegando saltos a las notas de este tema. Esto no es un no parar, y ahora a ritmo de rock and roll puro otro temazo, “Seis de la mañana”, un tema que no puedes parar de bailar y gritar, un tema que quizás nos lleva al Sabina primigenio…. 
Y otra joya absoluta y es que “No sopor… no sopor” es una puta genialidad desde el ritmo, hasta esa letra con mil y un dardos que tenemos los perdedores, bastardos quien no ha tenido una noche como esa, bueno parecida al menos, todo tan alejado de Sabina y a la vez tan cerca…. Y todo con ayuda del gran Manu Chao… la disfruto a tope. Cierra el disco la melancolía en forma de canción, porque “Tan joven y tan viejo” trasmite es justamente eso melancolía de tiempos lejanos, de tiempos cercanos, una canción profunda y que te hace volar en la imaginación…. Que gran final de disco, que segunda parte nos han reservado el bueno de Joaquin Sabina y el gran Pancho Varona, solo gracias…. Seguir volando tan deprisa hasta que perdáis de vista vuestra sombra, con discos como este a nosotros nos dais alas.



domingo, 19 de julio de 2020

Joaquín Sabina - Esta Boca Es Mía (Mes Joaquín Sabina)

Esta boca es mía



     1989 fue un año muy importante para Joaquín Sabina, ese año junto a su inseparable amigo y guitarrista Pancho Varona funda la empresa Ripio, una empresa editorial que entre otras cosas se dedica a registrar todos los temas compuestos por el genio de Úbeda. Nos adentramos en la década de los 90 y los discos y las giras se suceden, la fama y el el éxito crecen y elevan a la élite del panorama musical español al artista. Así llegarán Mentiras Piadosas (1990), Física y Química (1992) ó Esta Boca es Mía (1994), disco al que vamos a dedicar esta reseña.

En 1994 y bajo el sello discográfico BMG / Ariola se publica el noveno álbum de estudio de Joaquín Sabina, Esta Boca Es Mía. Un disco producido por Pancho Varona y Antonio García de Diego y que cuenta con la colaboración de artistas de la talla de Álvaro Urquijo, Javier Ruibal, Pablo Milanés o Rosendo entre otros. Es un disco que tiene además la particularidad de ser uno de los discos más variados en cuanto a géneros musicales, pues se atreve con el rock, la salsa, el bolero, la música de cantautor, la rumba o el pop entre otros También cuenta con la colaboración en los coros de la excelente compositora y cantante de jazz y música latinoamericana Olga Román.

Empieza el disco mostrándonos el estilo de cantautor tan particular al que Sabina nos tiene acostumbrados con Esta Noche Contigo. Inmediatamente después llega un de los temas que se han convertido en una de los grandes éxitos del maestro, Por el Bulevar de los Sueños Rotos, un tema homenaje a la gran artista mexicana Chavela Vargas  y que contiene además referencias a más artistas mexicanos que fueron contracorriente y rompieron los moldes preestablecidos por entonces. El tema fue compuesto por Joaquín Sabina y Álvaro Urquijo. Turno para la desenfadada y traviesa Incluso en Estos Tiempos, tema  que dará paso al Sabina más melancólico en Siete Crisantemos, donde durante algo más de cinco minutos conseguirá que nos contagiemos y nos pongamos melancólicos con él, "siete versos tristes para una canción". En Besos Con Sal es capaz de jugar con maestría con los ritmos latinos con una percusión muy buena y mezclarlo con unos arreglos se saxofón sobresalientes. Le llega el turno a otro de los momentos álgidos del disco, Ruido, compuesta por Sabina y Pedro Guerra. Pedro Guerra había dado la letra de la canción a Pancho Varona para que le pusiera música, y Sabina al oírla le gustó tanto que le dió una vueltas al texto pero manteniendo la idea original.

Nos adentramos en la segunda parte del disco con El Blues de lo que Pasa en Mi Escalera, un tema alegre y desenfadado y que cuenta con la colaboración de otro maestro, Rosendo Mercado, donde nos relata Sabina que en la vida hay ricos, hay pobres, los hay con mucha suerte y los hay con menos suerte, pero el sigue siendo el mismo, el mismo que es capaz de encandilarnos con  un bolero o con su lado más canalla con un rock. Como un Explorador, tema acústico donde de nuevo por encima de todo vuelven a destacar esas grandes letras a las que nos tiene acostumbrados, "De par en par he abierto los balcones, he sacudido el polvo a todos los rincones de mi alma...". En Mujeres Fatal cataloga los distintos tipos de mujeres que existen según la visión del propio  artista, "...Hay mujeres que bailan desnudas en cárceles de oro / Hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad...". A ritmo de Rhythm and Blues se pone filosófico y compartirá esos momentos con los oyentes con el tema Ganas de..., "Cada mañana salto de la cama pisando arenas movedizas / Cuesta vivir cuando lo que se ama se llena de ceniza...". En La Casa por la Ventana retoma los ritmos cubanos con la colaboración de Pablo Milanés y nos regala una gran canción protesta y crítica sobre la situación de los inmigrantes en España. En Más de Cien Mentiras nos hablará de realidades y placeres de la vida cotidiana. Y cierra el disco con otro de los grandes temas del álbum y que además da título al mismo, Esta Boca Es Mía, una balada donde Sabina es capaz de envolver la letra en esa atmósfera en la que se siente tan cómodo y nos regala una letra muy íntima donde nos pone de manifiesto la dureza de la vida cotidiana y nos habla de una sociedad poco comprometida con ciertos aspectos del ser humano. Una delicia de tema que sirve para poner el broche de oro a otro gran trabajo del maestro de Úbeda.

Contraportada Esta Boca Es Mía

miércoles, 15 de julio de 2020

Joaquín Sabina - Ni tan joven ni tan viejo (Mes Joaquín Sabina)


Ni tan joven ni tan viejo #mesJoaquinSabina

Si me hubiese imaginado un disco tributo a Sabina, me lo habría imaginado así, donde 38 artistas tocarán algunas de las canciones más emblemáticas de Sabina.

Y no solo estos artistas interpretaran cada uno de las canciones de Sabina, sino que dejaran un sello particular en cada una de ellas, dando la sensación que estamos escuchando una nueva versión de una canción que todos ya conocemos, será acaso eso de "ni tan joven ni tan viejo", el nombre con el cual han bautizado a este álbum tributo a Sabina, un juego de palabras que invita a re descubrir 25 canciones memorables del autor.

Es solo comenzar y escuchar "Ruido" una versión interpretada por "Fito y Fitipaldis" y Coque Malla, sabes que perfectamente Fito podría haberla cantado en cualquiera de sus recitales, y que Coque Malla ha estado ahí con el siempre, al igual que un Alejandro Sanz, irreconocible por la puesta intima que le da a "Contigo", y que decir de un Bumbury en "Donde habita el olvido" con una interpretación solemne sin desperdicios.

Me olvidaba de "Con la frente marchita", será que Amaral y Manolo Garcia, me llevan a cada uno de los mismo lugares que Sabina sabe llevarte en sus canciones, lo tenemos a Leiva detras de "el caso de la rubia platino", interpretando un rock and roll.

Pero debo decir que "19 días y 500 noches después" de Travis Birds y Benjamin Prado, es un sello particular de una historia contada, también el grupo Estopo interpretando "Pacto entre caballeros" otro rock and roll que se las trae, y hablando de traer "Princesa" nos trae a unos Rodriguez que se unen para cantarla, Andrés Calamaro, Ariel Rot y Germán Vilella.

Hemos dicho 38 artistas, y no he llevado ningún orden, solo a medida que recuerdo las canciones del disco me vuelvo a entusiasmar, con lo que han logrado estos artistas, obviamente no podía faltar su compañero y amigo Joan Manuel Serrat, en un duo con Rozalén interpretando "A la orilla de la chimenea"

Ya lo he dicho un disco que vale la pena escuchar, una y otra vez, como un juego de las 7 diferencias, y luego te invito a escuchar las versiones interpretadas por Sabina, solo por el placer de descubrir ese toque particular que ha puesto cada artista. Para el final "Y nos dieron las diez" donde se unen todas las voces para interpretar esta canción.

Siempre es un placer escuchar las canciones de Sabina, y esperamos que se encuentre bien, que ya este recuperado de su caída, que lo estamos esperando con ansias que vuelva a los escenarios.


Lista de canciones "Ni tan joven ni tan viejo" Disco Tributo Sabina

CD1

1. Ruido (Fito y Fitipaldis / Coque Malla)
2. Contigo (Alejandro Sanz)
3. Con la frente marchita (Amaral / Manolo García)
4. Donde habita el olvido (Bunbury)
5. El caso de la rubia platino (Leiva)
6. Peces de ciudad (Pablo Alborán / Pablo López)
7. Calle Melancolía (Robe)
8. La canción más hermosa del mundo (Manuel Carrasco)
9. 19 días y 500 noches después (Travis Birds /Benjamin Prado)
10. Cerrado por derribo (Niño de Elche/ Guitarricadelafuente)
11. Y sin embargo (Dani Martín / Zahara)
12. A la orilla de la chimenea (Joan Manuel Serrat / Rozalén)

CD2

1. Princesa (Los Rodríguez)
2. Yo también sé jugarme la boca (Vanesa Martín)
3. Amor se llama el juego (Melendi)
4. Quién me ha robado el mes de abril (Pablo López)
5. Pacto entre caballeros (Estopa)
6. A mis cuarenta y diez (M Clan / Alejo Stivel)
7. Eclipse de mar (Ismael Serrano / Funambulista)
8. Nos sobran los motivos (Marwan / Kany García)
9. Lo niego todo (Mikel Erentxun / Rufus T. Firefly)
10. Pongamos que hablo de Madrid (Rubén Pozo / Lichis)
11. Ganas de... (Macaco / Carlos Sadness)
12. Una canción para la Magdalena (Andres Suárez / Elvira Sastre)
13. Y nos dieron las diez (Varios)

Artistas:

Serrat, Rufus T. Firefly, Amaral, Leiva, Rozalén, Ismael Serrano, Fito y Fitipaldis, Coque Malla, Alejandro Sanz, Manolo García, Bunbury, Pablo Alborán, Pablo López, Robe, Manuel Carrasco, Travis Birds, Benjamín Prado, Niño de Elche, Guitarricadelafuente, Dani Martín, Zahara, Vanesa Martín, Melendi, Estopa, M Clan, Alejo Stivel, Funambulista, Marwan, Kany García, Mikel Erentxun, Rubén Pozo, Lichis, Macaco, Carlos Sadness, Mara Barros, Andrés Suárez y Elvira Sastre y a Los Rodríguez, reunidos para la ocasión.

Daniel 
Instagram Storyboy

domingo, 12 de julio de 2020

Joaquín Sabina - Física y Química (Mes Joaquín Sabina)





El álbum comienza con uno de los clásicos de Joaquin Sabina, una canción que todos hemos cantado alguna vez, un tema canalla. “Y nos dieron las diez” a ritmo de vals/ranchera Sabina nos mete de lleno en una de sus historias de amor furtivo, de amor sin condiciones. Como curiosidad es la canción melliza de Ojos de gata de Los Secretos, de hecho, cuentan que la canción surgió de un encuentro fortuito de los dos cantantes, Sabina le enseño a Urquijo en lo que estaba trabajando y al leer aquella estrofa decidieron los dos tomar la historia y dejarla llevar cada uno por su lado. El titulo también sirvió para el tributo que el rock español le dio como homenaje haciendo versiones de sus canciones, no cabe duda que estamos ante uno de los hitos de la carrera de Joaquin Sabina y el tema más escuchado del autor en Spotify… casi nada. Después de este subidón no va a dejar de contarnos historias canallas, de limite, y en esta ocasión “Conductores Suicidas” tiene dedicatoria, ya que la canción está escrita para uno de sus compañeros de aventuras y desventuras nocturnas, en el gran Manolo Tena, uno de los artistas que iniciaron la movida en Madrid, con el que tuvo sus más o menos y sus desavenencias, solo hay que fijarse en la brillante letra que nos vuelve a regalar…

“no es asunto tuyo -me dirás- y punto”
pero reconoce que es crudo aceptar
que no hay ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar,
y búscate la vida, en dirección prohibida,
pero no impedirás que levante mi vaso
a tu mala salud y te invite a brindar,
muerta la amistad sabe igual que el fracaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar,
así que tu ni caso,
por no agobiarte paso
de hacerte la cuenta de las papelinas,
de que no te fíe ni rafa el del pub,
de que vendas chapas en ciertas esquinas,
de que te conozcan en cada hospital.
¿cómo te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?





Sigue la cosa de homenajes y con “Yo quiero ser una chica Almodovar” obviamente pone su ojo en el cineasta más internacional, Pedro Almodovar, o más que en él, en todo lo que le rodea, a ese estilo tan particular, aunque más que homenaje es un relato del ego de esas que llegan a ser famosas por participar en una película con el director manchego, aunque dentro de tanta puñalada, está muy divertido la forma que una tras otra va mencionando las películas del director, todo encajado en una música de vodevil, mitad circense, mitad musical y es que pudo contar con Luis Eduardo Aute para la música, y eso es un plus. Como curiosidad está bien, pero ha estado mucho más afortunado en otras ocasiones en canciones de este tipo. Está claro, soy la parte moña del blog, pero es que esta “A la orilla de la chimenea” puede poner moña a cualquiera, es una preciosa canción de total servidumbre al amor, a esa persona que nos hace feliz, con una letra totalmente afortunada, llena de poesía, me pone muy melancólico, te va metiendo frase a frase un cuchillo en el corazón y pasamos por mil estados.… Resignación: “Puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre tu dueño” …. Consuelo: “O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra, a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea” …. Orgullo: “Puedo ponerme digno y decir toma mi dirección, cuando te hartes de amores baratos, de un rato me llamas” ….  Entrega: “Y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red, tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío”. Es una puta obra maestra….

“Todos menos tu” musicalmente es quizás una de las más flojitas del álbum, pero el plato fuerte se lo guarda en la letra donde nos ofrece una de sus letanías de personajes y situaciones tan típicamente Sabina con el trasfondo del Madrid que tanto ha vivido él. Y es asi como llegamos a otro punto álgido del disco con “La del pirata cojo”, escrita junto a Pancho Varona, divertida, curiosa y con un ritmo brutal… y como no la letra de nuevo, empezando por ese estribillo que todos hemos cantado alguna vez, pero además el juego dialectico se complica porque empieza a relacionar profesiones con ciudades y no te dejas de preguntar dónde termina el ingenio de este crack… 43 vidas en poco más de 4 minutos y muchas de ellas totalmente tentadoras, soñar es gratis y que mejor que dejarnos llevar por el camino del poeta de Ubeda y transformarnos en todas esas vidas, para terminar en la que todos hemos querido vivir de pequeños, que no es otra que ..”La del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo, el viejo truhan, capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera… “Y cómo va lanzado se mete a hacer una especie de jazz blusero con “La canción de la noche perdidas”, y es que con ese título no había mejor estilo musical que acompañarla, y del envite sale bastante decente, con un estilo musical muy digno y con una canción de tristeza que te empapa como una lluvia fina y prolongada, donde nos cuenta una de sus aventuras nocturnas fatales de las que tanto alardea y suponemos, casi aseguramos, ha vivido. “Los cuentos que yo cuentos” es para mí otra de las flojitas, aunque ese ritmo festivalero y de verbena le hace un favor, otra canción de amor y de desamor, de condiciones y de libertad absoluta. También tenemos aquí a Pancho Varona poniendo su granito de arena musicalmente de forma totalmente reconocible.

Vamos terminando el disco y creo que lo vamos a disfrutar mucho, empezando cor este “Peor para el sol” otro baladon de Sabina que te pone los pelos de escarpias desde el minuto 1… “Que adelantas sabiendo mi nombre, cada noche tengo uno distinto..” eso es una presentación y lo demás tonterías, en su sitio siempre, para esta aventurilla, de nuevo nocturna, y de nuevo con una mujer fatal a la que no tenemos acceso y de nuevo nos convertimos en un Don Juan en busca de su presa… ¿Qué adelantas sabiendo mi nombre?, Cada noche tengo uno distinto, Y siguiendo la voz del instinto, me lanzo a buscar…” y encuentras a una Doña Juana, que tiene los mismos objetivos que tu, la diversión es para todo, pero has bajado la guardia y has quedado retratado, enamorado, solo y abandonado…. Que malvada circunstancias... que infidelidad cínica y que trampa para ratones más deliciosa, en una canción en tono de dialogo totalmente redonda. “Pastillas para soñar” cierra el álbum, y aquí voy a presumir de patria chica porque se hace acompañar de la Banda Sinfónica de Getafe y una oda a la buena vida al exceso y a disfrutar los placeres que nos ofrece la mala vida, una canción, vamos a llamarlo así… divertida, solo hay que detenerse en muchas de las frases de la canción…. Y ojito ¿a ver si sabéis quien andaba por esa canción? Nuestro Argentino más poeta y más chiflado, Andres Calamaro, echa una mano en el tema.

“Si quieres ser matusalén
Vigila tu colesterol
Si tu película es vivir cien años,
No lo hagas nunca sin condón
Es peligroso que tu piel desnuda
Roce otra piel sin esterilizar,
Que no se infiltre el virus de la duda
En tu cama matrimonial
Y si en tus noches falta sal,
Para eso está el televisor
Si lo que quieres es cumplir cien años
No vivas como vivo yo”

P.D.- Había comentado que cerrábamos con Pastillas para soñar, pero si tuvimos la ocasión de comprar el cassette o el cd, nos encontrábamos un bonus track, de título “Amor se llama el juego” y desde luego de una categoría sublime, es un temazo donde la melancolía nos puede atrapar y no soltarnos



miércoles, 8 de julio de 2020

Joaquín Sabina y Viceversa - En Directo (Mes Joaquin Sabina)

Sabina y Viceversa


     Mes de julio dedicado a Joaquín Sabina, y para la ocasión me ha tocado reseñar su directo Joaquín Sabina y Viceversa en Directo, disco grabado en riguroso directo donde Sabina nos muestra como muy bien decía en el artículo de presentación Nevermind su lado más canalla.

Tuve la suerte de crecer junto a unos amigos (entre los que también se encontraban Chema y Nevermind, mis compañeros de Blog) donde era habitual el mercadeo y tráfico de vinilos y cassettes entre nosotros de cualquier tipo de música que cayera en nuestras manos (por entonces todavía no existía el formato CD). Siempre andábamos liados con ése grupo o aquél artista que alguno había descubierto, inmediatamente los demás sentíamos la necesidad de hincarle el diente y escucharlo. Así es como durante mi infancia y adolescencia junto a mis amigos fueron pasando innumerables cassettes y discos de infinidad de artistas, luego llegarían los CD's. Uno de aquellos artistas que cayó por aquella época en mis manos fue precisamente Sabina y su directo con Viceversa.


La primera vez que tuve contacto con Sabina fue gracias a mi amigo Littbarski, sí, ese al que ya dedicamos una reseña en 7dias7notas donde Nevermind relataba la anécdota que pasó junto a él y otro amigo en un concierto de Guns & Roses. Debería rondar yo los quince años de edad, y por entonces a Littbarski le teníamos como una clara referencia musical, pues en su casa también se respiraba música. Una casa donde aquí el escribe descubrió de su mano artistas tan variopintos como como Javier Krahe, Luis Eduardo Aute, Alberto Fernández, la maravillosa Mandrágora, Gwendal, Lavanda por citar sólo algunos. Solíamos hacer reuniones en casa de Littbarski para escuchar la música que en ocasiones llevábamos alguno y la música que él tenía allí en casa. En una de esas ocasiones nos habló de Joaquín Sabina, un artista al que yo por entonces conocía sólo de oídas, y acto seguido sacó con la ilusión de un niño con zapatos nuevos uno de sus discos, concretamente un directo, Joaquín Sabina y Viceversa en Directo. Esa fue la primera vez que escuché un disco de Sabina.

Después de su exilio en Londres, Sabina regresa a España en 1977, y un año después debuta con su primer álbum de estudio, Inventario, un disco con claros tintes de cantautor. En 1979 comienza a cantar junto con Javier Krahe y Alberto Pérez en el madrileño sótano del café de La mandrágora. Pero Joaquín no quiere encasillarse y que le cataloguen dentro del clásico perfil del cantautor y reniega de éste, ya que según sus propias palabras le hacía sentir como "si le hubieran puesto un ladrillo en la cabeza" y tampoco se considera poeta pues "es un traje que le queda demasiado ancho".

Luego llegaría en 1980 Malas Compañías, donde podemos comprobar que empieza a abrazar otros géneros además del de cantautor como el rock latino, el folk ó el pop. En 1981 se publica La mandrágora, álbum en directo con la intención de recoger el espíritu de aquellas actuaciones en el local madrileño. Habría que esperar hasta el año 1984 para disfrutar de Ruleta Rusa; en este disco Sabina empieza a experimentar con sonidos más roqueros, y empieza a colaborar en algunos temas con la banda de rock Viceversa. Ese mismo año, 1984, graba junto con Gloria Van Aerssen de Vainica Doble el famoso tema Con las Manos en la Masa, sintonía del programa homónimo dedicado al mundo de la cocina.

En 1985 Sabina abandona su actual compañía discográfica, CBS, y ficha por el sello Ariola, consiguiendo tener libertad artística a la hora de componer y trabajar. Comienza a trabajar asiduamente con la banda Viceversa, y con ellos graba su disco Juez y Parte, álbum que sigue en la línea de su anterior disco, abrazando el pop y el rock, y cobran más protagonismo los teclados y la caja de ritmos. Después de cuatro discos de estudio ha llegado la hora de publicar su primer álbum en directo en solitario, pues ya había publicado junto a Javier Krahe y Alberto Pérez La mandrágora. En 1986 se publica Joaquín Sabina Y Viceversa en Directo, disco grabado en directo en el teatro Salamanca de Madrid de los conciertos que da allí los días 14 y 15 de febrero de 1986.


Es Joaquín Sabina y Viceversa en Directo un álbum doble donde Sabina sigue abrazando su lado más canalla con esos sonidos roqueros de sus dos anteriores discos, aunque también dedica espacio a su lado de cantautor de sus primeros tiempos. Sabina nos invita a sentarnos en Ocupen su Localidad y nos da pistas de por dónde va transcurrir la actuación. Nos hablará de las penurias de la juventud en Cuando Era Más Joven, y seguirá con la temática de los errores de juventud en Princesa. En Hay Mujeres cuenta con la colaboración del cantautor catalán Ricardo solfa (Jaume Sisa) para contarnos la visión que tiene de los distintos tipos de mujer que existen. Nos deja su lado más roquero con Zumo de Neón. También nos muestra su lado crítico hacia aquellos críticos, representantes y artistas que no se lo pusieron nada fácil cuando empezaba en Joven Aprendiz de Pintor. En Cómo decirte, cómo Contarte se nos pone filosófico, y en Trato De Impaciencia nº 11 nos relata una cita en la tiene un escarceo amoroso  que no llega a consumarse. Nos relata la historia de un joven delincuente de la época en Qué Demasiao, y cierra la primera parte con Juana la Loca, el relato de un hombre casado con mujer e hijos que tiene encuentros clandestinos amorosos con otros hombres, y cansado de fingir decide salir del armario.


Abre la segunda parte del directo con uno de sus grandes clásicos, Calle Melancolía, tema donde se respira la soledad y el desamor. Estamos en unos de los puntos álgidos del disco pues después le llega el turno a Pongamos Que Hablo de Joaquín, interpretado por su amigo Luis Eduardo Aute y donde nos da una visión muy particular de su amigo Sabina. En Caballo de Cartón nos cuenta la vida de una mujer que ahogada en la rutina y la monotonía, rompe ésta por las noches con su vida noctámbula. Ahora el que se sube al escenario es su amigo Javier Krahe para interpretar Cuervo Ingenuo acompañado en los coros del propio Sabina, un tema que es toda una crítica a la gestión del por entonces presidente del gobierno a Felipe González, por el ingreso de España en la OTAN y otras cuestiones. El tema fue objeto de polémica y fue hasta censurado impidiendo su emisión durante el concierto de Sabina que retransmitió Televisión Española. En Whisky Sin Soda se pone en la piel de un mujeriego cuyo único objetivo en la vida es disfrutar del día a día; tema que es contrarrestado por su antagónico Rebajas de Enero, toda una oda al amor y la responsabilidad. Turno para Javier Gurruchaga que se sube al escenario para interpretar Adiós, Adiós, tema compuesto por el mismo y por Sabina. Vamos intuyendo el final del álbum pero Sabina Pisa el Acelerador junto con Gurruchaga todavía en el escenario. Y llegamos a uno de sus temas míticos y que fuera grabado antes también por Antonio Flores, Pongamos que Hablo de Madrid, tema dedicado a la ciudad desde una perspectiva sórdida y gris. Nos vamos acercando al final con Eh, Sabina, donde nos relata los vicios de los que ha hecho gala hasta que su cuerpo dijo basta. Y llega la hora de la Despedida con este tema donde Sabina precisamente hace eso, despedirse del presente habiéndo dejado un gran sabor de boca y haciendo que al que aquí escribe le haya sabido a poco pues llegados a este punto se encuentra totalmente entregado y quiere más...

domingo, 5 de julio de 2020

Joaquín Sabina - Mentiras Piadosas (Mes Joaquín Sabina)



No es una mentira piadosa decir que este álbum de Sabina es un disco de transición, ni tampoco aclarar que en este caso el adjetivo de "transición" no quiere decir que no sea un disco bueno, y es una verdad como un templo que, desde luego, lo es. La transición era hacia la madurez de sus discos desde Física y Química hacia adelante. ¿Y significa eso que los discos anteriores a este Mentiras piadosas no fueran maduros? Mire usted, pues tampoco. Pero tras unos primeros discos de cantautor ortodoxo (Inventario, Malas Compañías), el jienense se había lanzado a la Ruleta Rusa de producir discos más eléctricos y desenfadados, en los que fue perfeccionando cada vez más tanto el sonido como las letras, y que acababa de llegar a un momento álgido con El hombre del traje gris. El siguiente paso era hacia la madurez y la unidad de sonido, y Mentiras Piadosas fue ese momento de transición.


Para componer los temas del álbum, Joaquín Sabina se llevó a Pancho Varona a Buenos Aires para trabajar mano a mano. El resultado no fue muy productivo, ya que en lugar de trabajar en canciones, se pasaron dos semanas de fiesta, y sólo compusieron Eclipse de Mar, el tema que abre el disco con una brillante reflexión sobre la diferencia entre las noticias que salen en los medios y los temas más terrenales que preocupan realmente a una persona cualquiera y a título individual. Una única canción, pero el viaje finalmente no fue en balde, porque ya en Madrid, recordando todas las experiencias vividas, Sabina compuso Con la frente marchita, una canción que le catapultaría más allá del charco y le daría dimensión internacional a su carrera.

En Madrid el método cambió ligeramente. Joaquín Sabina estaba inspirado y escribiendo canciones a gran velocidad, y Pancho Varona se las llevaba escritas en papeles para trabajar con la guitarra. Canciones como Y si amanece por fin, que insiste en la temática de otras canciones anteriores como "Quédate a dormir" con el apoyo de imaginativas frases y referencias cinematográficas ("Y yo no soy Mickey Rourke, ni tu Kim Bassinger, ni tengo nueve semanas y media") nacieron en cualquier papel que estuviera a mano, desde un folio a una servilleta.

Con un buen puñado de canciones escritas, llegó el momento de entrar al estudio de grabación, y dada la conocida nocturnidad del cantante, se dio la curiosa circunstancia de que hubo otro disco de otro gran artista grabándose en la misma sala. Mientras Joaquín Sabina grababa sus mentiras por la noche, Joan Manuel Serrat se encargaba de su Material Sensible por las mañanas. Así que ahí tenéis un ejemplo de dos discos "hermanados" en espacio y tiempo. Y del hermanamiento entre las dos figuras tampoco hay ninguna duda, después de todas sus colaboraciones durante los últimos años.


El siguiente vaivén llegó de la mano de la discográfica, que quiso enrolar en el barco a Jay Burnett, un ingeniero estadounidense que había trabajado con Jeff Beck. Ni Sabina ni el resto del grupo llegaron a conectar con él, hasta el punto de aprovechar un fin de semana en el que se fue a Londres para grabar sin él el tema Mentiras piadosas, que daría título al álbum, y de acabar sustituyéndole por Luis Fernández Soria que remezcló todo el disco en Madrid.  Las grabaciones se dilataron demasiado en el tiempo, y la discográfica llegó a pararlas para no incurrir en más gastos. A ellos les hubiera gustado seguir creando y perfeccionando, pero afortunadamente habían reunido suficiente material para poder mentir piadosamente durante un disco entero.

Quizá esa precipitación en el cierre sea lo que le deja ese poso de transición, de mezcla de temas bien trabajados y con un sonido muy unitario, con la inclusión de otros temas que recuerdan más al sonido de El hombre del traje gris (Muro de Berlín) o que suponen homenajes musicalmente prescindibles a Cristina Onassis (Pobre Cristina) o El Dioni (Con un par), meras bromas musicales en un disco que en el tramo final nos ofrece, además de las grandes canciones ya mencionadas, temas de elaborada y profunda letra (Corre, dijo la tortuga) o de puro desamor sabinero (Medias negras).

La edición en CD añadía tres temas más. Una divertida declaración de intenciones sabineras en Ataque de tos, el sonido de bohemia y cabaret de Ponme un trago más, y una joya mayúscula llamada A tí que te lo haces. Diría que no me importa que no la incluyera en la versión en vinilo, como cierre perfecto a un gran disco, pero sería otra más de las mentiras piadosas de este cuento.

miércoles, 1 de julio de 2020

La música en historias: El Mes Joaquin Sabina

 

Llega Julio, y sus calores, y tras correr hacia las colinas con los magistrales Iron Maiden, ahora nos iremos por los cerros de Úbeda para homenajear a uno de los más grandes letristas que ha dado el panorama patrio. Llega el #MesJoaquinSabina, y hablar de este artista es hablar de más de cuatro décadas derrochando lírica y ojo clínico en ponerle banda sonora a la evolución social, cultural y musical desde la España de la transición hasta el momento actual.

Recuerdo una frase que me dijo mi madre, cuando le pregunté por qué estaba tan enganchada a "Cuéntame". Más o menos lo que dijo fue: "Es como ver tu vida contada en televisión, son los setenta y los ochenta que nosotros hemos vivido". Al escuchar aquello, entendí que a ella y a mi padre les gustara aquella serie, pero también entendí que mi "Cuéntame" particular iba por otros derroteros. Descubrí que las malas compañías de los caballeros y las princesas de barrio, los Tolitos, las Barbies Superstar y las fulanitas de tal eran imágenes más auténticas e interesantes que las aventuras de los Alcántara, que ofrecían una recreación del mundo en la que el desolado paisaje de antenas y de cables tornaba en algo demasiado colorista y artificial, dónde nunca vi a Eva tomando el sol como Dios la trajo al mundo, ni al Jero decir "Qué demasiao" al encontrarse con la muerte en una esquina.
Hoy, más que nunca, la muerte sigue pasando en ambulancias blancas y, literalmente, nos robaron el mes de Abril, así que combatiremos el calor de julio con agüita del mar andaluz, y también del Río de la Plata. Decía la canción del Rey León que "hay un amigo en tí", y no voy a entrar a valorarlo, pero sí que creo que la música de Sabina es tan universal que "hay un Sabina para cada uno de nosotros". Por poner un ejemplo cercano, dentro del equipo de 7días7notas, a Jorky le encajaría el Sabina más rockanrollero y canalla, ese que, como ya hiciera Bob Dylan en su momento, no consintió en quedarse encorsetado en el perfil clásico de cantautor de transición, atado a la soledad de una guitarra acústica y un mensaje melancólico y de velada denuncia. Pero existe también, y cohabita en perfecta armonía, un Sabina culto y poeta, el Sabina de José María Hernández, cómo también existe el flaco cosmopolita, enamorado de otros ritmos y otras ciudades, como el Buenos Aires querido de Storyboy.


Y en mi caso, bebo un poco de todas esas fuentes, a la hora de degustar la música del gran Joaquín Sabina. Y coincido mucho con una frase suya, en la que dijo que "yo los discos no los termino, a mí me los quitan de las manos". Salvando las abismales diferencias, para mí es inevitable no pensar en ese único paralelismo entre su obra y mis artículos para 7días7notas, a los que seguiría dando vueltas "sine díe" para cambiar una última frase, o añadir un detalle de última hora. Pero ya está, es 1 de Julio y me lo quitan de las manos, tiene que comenzar este sincero homenaje de 30 días y otras tantas noches a nuestro querido Joaquín, y lo hace con este artículo y con una frase de Javier Gurruchaga al público de ese gran concierto que quedó grabado para la posteridad en el disco "Joaquín Sabina y Viceversa":

"¡¡¡Sabina, Ladies and Gentlemen, Sabina!!!"