sábado, 12 de octubre de 2019

La música en historias: Los Sábados en Canciones





Los días de la semana han sido una gran fuente de inspiración para muchos músicos a lo largo de la historia. Este blog es, de alguna manera, un gran diario de nuestras experiencias en la vida, diseminadas en las historias que os contamos sobre los discos, artistas y canciones que nos han influenciado y acompañado a lo largo de todos estos años. Así que, en esta ocasión, vamos a apuntar en nuestro diario todo lo correspondiente a la página del SÁBADO.


SÁBADO


Llega por fin el esperado fin de semana, y tomamos el metro en la estación de Holborn de la línea Piccadilly Circus de Londres. Allí se rodó el video para la canción Saturday Night, de los británicos Suede. Una bella Keely Hawes recorre las escaleras mecánicas mientras come patatas fritas de una bolsa de papel. Se cruza con chavales saltando los torniquetes de acceso y a una pareja besándose, dedicándoles una mirada que denota una cierta envidia triste. Al mismo tiempo, Brett Anderson recorre también los pasillos del metro, cantando sobre una la cita que va a tener con ella, en la que hará cualquier cosa para que sea feliz ese sábado por la noche.

Ese es el nudo central del vídeo, y describe fielmente la temática más habitual para una canción sobre los sábados. Salir por la noche, quedar con un chico o una chica, bailar y divertirse... pero el video tiene también personajes menos positivos y más inquietantes. En ese camino triste y gris que es el trayecto en metro hacia la ansiada cita, podemos ver a un policía echar a un mendigo, y a un hombre solitario esperando al tren, sentado en un banco con un pequeño pez naranja en una bolsa llena de agua. Dos planes de sábado noche muy diferentes a los del cantante y la actriz del video.

El pez naranja me lleva inconscientemente a una película de principios de los 80. Francis Ford Coppola nos regaló una maravilla que, en España, se llamó "La ley de la calle". En aquella cinta, se comparaba a los chavales de bandas del extrarradio con los peces luchadores siameses, que vivían atrapados en las peceras de la tienda de mascotas del barrio. A su vez, el recuerdo de aquella película y las peleas entre bandas, me lleva a la canción Saturday night's allright for fighting (la noche del sábado es buena para pelear) de Elton John, o al Saturday night special de Lynyrd Skynyrd. Ambas describen planes más violentos y menos recomendables, pero no podemos dar la espalda a algunas realidades que también acaban reflejadas en las canciones de los sábados.


Sea cual sea el plan elegido para el sábado, lo que marca la diferencia entre este día y cualquier otro de la semana es precisamente eso, que es un día que necesita imperiosamente un plan. No puedes dejar pasar un sábado sin hacer nada, porque es un día valioso de tu vida. Puedes perder el tiempo cualquier otro día de la semana (salvo quizá el viernes, en el que The Specials recomiendan enganchar la noche con el sábado por la mañana en Friday Night, Saturday Morning), pero no hacer algo el sábado es un pecado imperdonable.

No dormir el viernes y dejar que se convierta en sábado es una cosa, pero quizá sea excesivo enlazar la canción de The Specials con su gemela Saturday Night Gave Me Sunday Morning (El sábado por la noche me trajo la mañana del domingo) de Bon Jovi, pues la combinación de ambas implicaría un fin de semana entero sin dormir, y algunos ya no estamos para esos trotes.

Puestos a elegir, de entre todos los planes nos quedamos con alguna de aquellas películas clásicas, en las que las parejas se besaban en los autocines, mundo idílico en el que a los protagonistas poco les importaba la película que se estuviera proyectando. Él, más preocupado de encontrar el mejor momento para pasar su brazo por encima de los hombros de ella. Ella, más preocupada por intentar entender por qué él no había pasado todavía los brazos por encima de sus hombros, estando la película ya tan avanzada. Esta escena tan mágica y tan repetida, es contada con nostalgia y maestría por el gran maestro David Bowie en su Drive-in Saturday:


"Trataremos de hacerlo bien, como lo hacían antes
Cuando Jagger miraba a los ojos y seducía,
como en las películas que veíamos:



Su nombre era siempre "Buddy"
Se encogía de hombros preguntando si podía quedarse
Ella suspiraba, como "el niño maravilla", mirando para otro lado
 

Ella parece no tener claro si le gusta
Pero en el fondo sabes que realmente sí le quiere
Es como un curso acelerado de ligoteo
Es un autocine de Sábado"


Podría seguir con más canciones, seguro que hay muchas más que me he dejado pendientes, pero es que tengo que irme ya, es Sábado por la noche y he quedado. Nos vemos otro día, para hablar de la resaca del Domingo.

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