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viernes, 23 de febrero de 2024

Disco de la semana 366: Welcome to my nightmare - Alice Cooper



No sabemos si la separación de The Alice Cooper Band en 1974 fue una pesadilla para el propio Alice Cooper, pero parece claro que el otrora líder de la banda tenía mucho material onírico con el que jugar, porque su álbum de debut en solitario "Welcome to My Nightmare" ("Bienvenido a mi pesadilla"), publicado en 1975, fue toda una obra conceptual en torno a las diferentes pesadillas de un niño llamado Steven, que además vino acompañado de un programa de TV ("Alice Cooper: The Nightmare TV Special"), un tour a escala mundial y una película sobre la gira ("Welcome to My Nightmare concert film").

Alice Cooper quiso que la música de su disco en solitario tuviera, además de las habituales dosis de rock y hard rock, un mayor nivel de teatralidad que los discos de corte glam rock que había facturado con The Alice Cooper Band, y para lograrlo llamó a Bob Ezrin, que además de ser el productor habitual de la banda, venía de producir el disco conceptual Berlin (1973) de Lou Reed. Como ya hiciera también para el disco "Billion Dollar Babies" (1973) de The Alice Cooper Band, Ezrin reclutó a la banda de acompañamiento que había tocado en ambos discos, y tanto él como el guitarrista Dick Warner colaboraron con Cooper en la composición de muchas de las canciones.

El disco comienza con la canción titular "Welcome to My Nightmare" un clásico del sonido Cooper al que le añade el toque teatralizado que tan bien caracterizará al álbum. Es, sin duda, un buen aperitivo para Devil's Food ("la comida del diablo"), una de las piezas clave del disco, un tema rock en el que el famoso actor de películas de terror Vincent Price colabora con un siniestro monólogo marca de la casa, en un impactante guiño ambiental y cinematográfico que años después Michael Jackson repetiría con Price en "Thriller" (1983).

No menos relevante es "The Black Widow", otro de los hits rockeros del álbum, justo antes de que el cabaret haga su teatral aparición en la sorprendente y luminosa "Some Folks", marcada por la inesperada orquesta de viento y los chasqueos de dedos, poco habituales en un disco de rock pero el plato fuerte de la primera cara del disco no es otro que la balada "Only Women Bleed", una canción que el guitarrista Dick Wagner había compuesto originalmente para su banda The Frost, pero que tras cambiarle el nombre y adaptar los textos originales al concepto del disco, acabó siendo el single de lanzamiento de "Welcome to my nightmare". Criticada en su momento por frases consideradas machistas, obviando que lo que se estaba retratando en la canción era precisamente una pesadilla, "Only Women Bleed" es en realidad una defensa de la mujer absolutamente pionera para los tiempos en los que fue creada, y la triste historia de una mujer que sufre y llora, atrapada en una relación violenta y abusiva. Como curiosidad, es la canción que Guns and Roses interpretan en todos sus conciertos como breve introducción a su mítica versión eléctrica y coral del "Knockin' on heaven's door" de Bob Dylan.

La segunda cara comienza con "Department of Youth", destacable himno rock de guitarras y teclados con el que agitar los brazos en alto en los conciertos, con unos espectaculares coros infantiles (interpretados por el Summerhill Children's Choir) de los que Alice Cooper se aprovecha para lanzarle una pulla sarcástica a un antiguo y edulcorado ídolo de adolescentes, y reconocido miembro de la iglesia mormona: 

- "¿Quién tiene el poder?" - pregunta Alice.
- "¡Nosotros!" - contesta el coro de niños.
- "¿Quién os lo dio?" - pregunta de nuevo el cantante.
- "¡Donny Osmond!"- contestan los niños.
- "¿Queeeeé?"

En la espeluznante "Cold Ethyl" encontramos el tema más cercano a The Alice Cooper Band, con referencias necrofílicas bañadas por intensas guitarras cortantes. "Years Ago", "Steven" "The Awakening" son los temas más calmados y extraños del disco, que remonta el vuelo con las afiladas guitarras de "Escape", un tema que ya había sido grabado un año atrás por The Hollywood Stars para su álbum "Shine Like a Radio" (aunque finalmente no llegaría a lanzarse hasta 2013) en el que Steven manifiesta su deseo de escapar de sus pesadillas, y vivir de nuevo en la tranquila y apacible realidad.

"Welcome to my nightmare" fue el gran esfuerzo creativo de Alice Cooper por hacer un disco diferente al tipo de música que le había hecho grande con The Alice Cooper Band, sin dejar por ello su esencia de músico de hard rock, pero mostrándose al mundo desde el otro lado del espectro del terror, y adoptando para ello una pose mucho más teatral en la música. En "Welcome to my nightmare" el antaño depravado y necrófago sacrificador de pollos y serpientes se transforma en un alter ego infantil que vive aterrorizado por una extraña incapacidad para separar la realidad de las espeluznantes pesadillas que le abordan cada noche. Aunque inicialmente el disco fue recibido de forma tibia por parte de la crítica, el tiempo lo ha posicionado como el mejor de sus discos en solitario, y la espectacular gira promocional del disco, tan teatral o más aún que éste, es de las más recordadas de su carrera.

Cooper siempre defendió la valía y la importancia de esta obra musical, visual y conceptual, incluso cuando la pesadilla estuvo a punto de volverse en su contra durante el tramo de la gira que transcurrió por Australia. Allí, el ministro de Inmigración y Trabajo dijo que "No iba a permitir que un degenerado que pudiera influir poderosamente en los jóvenes y débiles mentales entrara en el país y montara ese tipo de exhibición". La respuesta de Alice Cooper fue tan brillante que va más allá de aquel suceso y nos hace plantearnos cuan injustos hemos podido llegar a ser al juzgar "Welcome to my nightmare" y el resto de su obra por su imagen tétrica y sus provocativos contenidos: "Nunca he hecho nada tan sangriento como El rey Lear o Macbeth, y eso se considera lectura obligatoria en todas las escuelas secundarias de Estados Unidos".