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domingo, 10 de diciembre de 2023

1074 - All the way from Memphis - Mott The Hoople

 



Mott the Hoople fue una banda marcada por la tragedia, pero no porque les pasara algo grave, la tragedia radica en que con demasiada frecuencia se pasa por alto si trabajo. Durante su mejor momento en la década de 1970, fueron un elemento anónimo del rock and roll, un gusto adquirido. El tiempo no les regaló nada más que un estatus de culto. Antes de ser Mott the Hoople, eran Silence, la banda de rock inglesa, compuesta formalmente por el líder Ian Hunter, el guitarrista Mick Ralphs, el organista Verden Allen, el bajista Pete Overend Watts y el baterista Dale “Buffin” Griffin, se llamó por primera vez Silence cuando se formaron en 1968, cambiaron su nombre a regañadientes a Mott the Hoople en 1969 con la promesa de un contrato discográfico. Su nombre fue tomado de una novela de 1966 del mismo nombre escrita por Willard Manus. En el libro, el personaje principal, Norman Mott, se considera un “grosero”, una palabra que el propio Manus tomó prestada de una tira cómica de un periódico llamada Our Boarding House."Hoople" es un término del argot para referirse a alguien que no lo hace bien. Consiguieron un fan en el gran David Bowie que acepto producir su álbum de 1972, Bowie también ofreció a la banda su recientemente escrita “All the Young Dudes”, una canción que se convertiría en la canción principal del álbum y en su mayor éxito.


All the Way From Memphia podría haber sido simplemente otra historia sobre una banda en la carretera que se dirige a Memphis para un concierto cuando se dan cuenta de que se han dejado us guitarras, pero Ian Hunter siempre tuvo la habilidad de no contar una historia de la manera ordinaria, y mientras menciona lo embarazoso de la situación ("¡Hombre, ese es tu instrumento!", le dice un tipo, y cuando agrega, "Me sentí tan ¡avergonzado!", se nota que no cubre ni la mitad), pronto Hunter comienza a asociarse libremente con el lento ascenso de Mott the Hoople hacia el éxito de la noche a la mañana ("De los muelles de Liverpool al Hollywood Bowl"), sus propias dudas sobre éxito ("Tu nombre se calienta mientras tu corazón se enfría") y su obstinada negativa a hacerse ilusiones sobre el estrellato del rock ("Pareces una estrella, pero todavía estás en el paro"). Pero nadie se habría atrevido jamás a argumentar que a Ian Hunter no le encantaba el rock & roll (Hunter incluido), y desde el áspero pisotón de los primeros acordes de piano (tocados por el propio Hunter) hasta el solo de saxo al final. (cortesía de Andy Mackay de Roxy Music), "All the Way From combina el rock & roll de la primera ola que hizo famoso a Memphis con la arrogancia glamorosa del rock británico de alrededor de 1973 de una manera que sólo un verdadero fan podría haber evocado.



jueves, 14 de septiembre de 2023

0987.- All the Young Dudes - Mott the Hoople



"All the Young Dudes" (1972) entra por méritos propios en una categoría en la que están las canciones consideradas como auténticos himnos de una generación o de un estilo musical determinado, y esconde además un gran acto de generosidad por parte de su autor (David Bowie), que para ayudar a rescatar a Mott the hoople, una banda al borde de la separación a la que solo podía ya salvar un gran éxito, cedió una canción que, de haberla grabado para uno de sus discos, habría supuesto otro éxito absoluto en una carrera ya de por sí brillante.

La canción no solo relanzó la carrera de la banda, sino que con su energía desbordante y un mensaje generacional que, con el paso del tiempo, ha demostrado ser atemporal, se convirtió en uno de los grandes himnos del glam rock y en la canción más recordada del grupo. Su mensaje de búsqueda de la propia identidad durante la adolescencia, en un mundo que no siempre entiende las necesidades y sentimientos de las nuevas generaciones, va renovando su validez década tras década, ya sea en la voz de Ian Hunter, o en cada una de las interpretaciones que David Bowie hizo de su canción, que se convirtió en tema fijo de su repertorio en directo.

Musicalmente, la canción te engancha desde el primer minuto con su distintivo riff de guitarra, la intensidad de la proclama en sus estrofas, y un estribillo construido para cantar a coro en los estadios. En conjunto, estamos ante un espectacular himno que ha dejado también su influencia en la obra posterior de muchos artistas, no solo del glam rock (T. Rex), sino de grupos de décadas posteriores como Queen o Roxy Music, herederos pop de la androginia y la grandiosidad del glam rock de los años setenta.