jueves, 3 de agosto de 2023
0945.- Sweet Virginia - The Rolling Stones
viernes, 3 de junio de 2022
0519.- Street fighting man - The Rolling Stones
martes, 5 de octubre de 2021
0278: Paint it black - The Rolling Stones
"Veo una puerta roja y quiero pintarla de negro... Ya no hay más colores, quiero que todos se conviertan en negro". Así empieza Paint it Black, uno de los mayores éxitos de los Rolling Stones, publicada como sencillo en 1966 e incluida en la versión estadounidense del disco Aftermath (en la versión inglesa fue sustituida por Mother's little helper). Compuesta por la dupla Jagger & Richards, llegó al número uno de las listas tanto de Estados Unidos como del Reino Unido.
La letra es un brillante ejercicio metafórico, con el color negro como protagonista, explotando la marcada asociación que ese color tiene con el luto ("Veo una hilera de carros, y todos están pintados de negro, con flores y mi amor...
Ambos nunca volverán"), la depresión y la falta de esperanza ("Tengo que girar la cabeza,
hasta que mi oscuridad se haya ido"). Temas todos inspirados en el libro Ulises de James Joyce, que trata igualmente sobre la oscuridad emocional y la desesperación ("Simplemente sucede todos los días, miro dentro de mi y veo que mi corazón es negro").
En el aspecto musical, es imposible no destacar la fuerza de la batería de Charlie Watts en la entrada y a lo largo de todo el tema, el sonido pesado del bajo de Bill Wyman, y los sutiles matices de la melodía de sitar de Brian Jones, que atravesaba un período de interés por los instrumentos orientales y la música de Marruecos, al tiempo que empezaba a desencantarse con su rol en la banda y el poco espacio que le dejaban las figuras emergentes de Jagger y Richards, que cada vez sujetaban con más firmeza el timón creativo de la banda. Todos ellos dieron, a una generación que viviría la oscuridad de una guerra, un desgarrador canto al que abrazarse con fuerza.
lunes, 13 de septiembre de 2021
0256: Get off of my cloud - The Rolling Stones
Get off of My Cloud (Sal de mi nube) fue escrita para complementar y continuar el éxito de (I can't get no) Satisfaction, y consiguió su objetivo al llegar a los primeros puestos del Reino Unido y erigirse en el segundo nº 1 consecutivo de los Rolling Stones en las listas estadounidenses.
Se grabó en los RCA Studios de Los Ángeles, y fue lanzado en Estados Unidos como sencillo en septiembre de 1965, con I'm free en la cara B. En Reino Unido aún hubo que esperar hasta octubre para disfrutarla, y allí la cara B elegida para acompañar a Get off of My Cloud fue The Singer not the song. Adicionalmente, fue incluida en el disco December's Children (and Everybody's) de finales de 1965.
Dónde (I can't get no) Satisfaction reflejaba la profunda insatisfacción de Jagger & Richards, en Get off of my cloud reaccionan airadamente contra el excesivo entorno mediático que les rodeaba desde el aumento de popularidad y repercusión que el éxito del sencillo anterior había provocado.
Con esa premisa, el tono del tema es duro, con una rotunda intro de batería de Charlie Watts y un cruce de guitarras a cargo de Brian Jones y Keith Richards, y la letra es un agresivo ejercicio de rebeldía y una airada manifestación de Jagger de su deseo de alejar a incómodos personajes que llaman a su puerta con peticiones absurdas: "Entonces viene un tipo que parece vestido con la Union Jack, me dice que ganaré cinco libras si tengo el tipo de detergente que promociona (...)¡Hey, tú!, bájate de mi nube, no te quedes por aquí porque dos son multitud"
miércoles, 25 de agosto de 2021
La música en historias: Descanse en paz, Charlie Watts
Otro grande que nos deja, y hace ya tiempo que hay mejor cartel en el festival del más allá que entre los vivos. Van dejándonos músicos de todas las épocas, pero es especialmente doloroso ver como van desapareciendo los miembros de una generación gloriosa que ya no volverá. Dicen que los que recuerdan algo de los sesenta es porque no los vivieron, pero los que por edad no lo vivimos sí que disfrutamos del recuerdo de aquella década mágica, en la que los Beatles y los Stones, y muchos otros, cambiaron la música para siempre.
Y junto a Jagger y Richards, y desde un ya lejano 1963, siempre estuvo a sus espaldas un tipo serio e impasible, elegante y aparentemente ajeno a la locura que se generaba a sólo unos metros de él, concentrado en hacer su trabajo como sólo él podía hacerlo, y haciendo que la locomotora desbocada de los Rolling Stones circulara siempre por los raíles rítmicos que él marcaba con su batería. Y lo hizo hasta hoy, o hasta hace bien poco, porque las noticias le dejaban fuera de la nueva gira del grupo por motivos de salud.Dicen que los 80 son los nuevos 70, pero esa sentencia quizá no es tan clara si has sido miembro de los Rolling Stones y has vivido varias vidas en el mismo tiempo en el que los mortales vivimos solamente una y, en líneas generales, más tranquila existencia. Y lo paradójico de todo esto es que se ha marchado primero el más tranquilo y sosegado de todos ellos, y el único que escogió envejecer de una forma natural, sin poses, tintes ni pantalones de cuero ajustados. Charlie Watts nunca negó su edad ni trató de maquillarla, así como nunca aceptó algunas de las imposiciones de la fama y de sus propios compañeros de banda.
Con Charlie Watts muere un poco más el rock auténtico y genuino, el que va más allá de la música y se convierte en una actitud y una forma de pensar y de vivir. Dicen que los viejos rockeros nunca mueren, pero sí que lo hacen un poco cuando lo que llena su ausencia son medianías baratas en busca de likes en las redes, y camisetas de los Rolling Stones en las tiendas de ropa para adolescentes, de los que siempre me queda la duda de si saben quienes son realmente esos señores que tan bien conjuntan con su cazadora nueva. Uno de ellos fue un batería legendario llamado Charlie Watts, al que podremos revivir eternamente en cada escucha de cualquiera de los grandes temas de los Rolling Stones, a lo largo de más de cincuenta años. Descansa en paz, Charlie.