Combinando la línea de canciones acústicas como "Space Oddity" y de sentidas baladas de piano y aire grandilocuente como la ya mencionada "Life on Mars", "Quicksand" arranca austera con unos acordes lentos de guitarra acústica, para después tapizarlos con una bella melodía de piano y unos brillantes arreglos orquestales, mientras la canción crece y en el estribillo explota en intensidad lírica y evocadora, en un tema que mezcla magistralmente estructuras de folk y rock con unos brillantes arreglos clásicos.
Al contrario que en "Life on Mars", en la que intentaba evadirse de una realidad en la que sentía uqe no encajaba, en "Quicksand" predomina una búsqueda de la verdad, aunque sea consciente de que ésta puede ser tan resbaladiza y peligrosa como si paseara por las "Arenas movedizas" del título de la canción. Es sin duda una de las letras más introspectivas y poéticas de Bowie, y una muestra más de la genialidad compositiva y el buen oficio de un artista que por entonces estaba tocado por la varita mágica del ingenio y la creatividad musical, todavía muy lejos de que, años después, casi perdiera el paso en las difíciles "arenas movedizas" que para artistas como él fueron los años ochenta.
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