Mostrando entradas con la etiqueta Ray Davies. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ray Davies. Mostrar todas las entradas

martes, 14 de febrero de 2023

0775.- Lola - The Kinks


“La conocí en un club del viejo Soho, donde bebes Champagne y te sabe a Coca-cola... Se acercó a mí y me preguntó si quería bailar, le pregunté su nombre y con voz grave me dijo Lola..." Su nombre completo, o más bien el del disco, era Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part One (1970)​, la impresionante obra conceptual que The Kinks entregaron como octavo álbum de estudio. Pero todos la conocían por su nombre de pila: Lola, el título de su single más relevante y su mayor éxito desde Sunny Afternoon o el archiconocido You really got me.

Lola fue uno de los primeros temas que se grabaron para el disco, y las sesiones de grabación fueron complejas e interminables, hasta que lograron conseguir el particular sonido que estaban buscando para la canción. Lo lograron tras una visita de Ray Davies a una tienda de instrumentos musicales londinense, a la que fue buscando la guitarra Martin que quería para la canción. Allí, además de la guitarra, encontró un viejo dobro de los años 30, que combinado con la guitarra y una fuerte compresión dio como resultado el sonido tan característico del que sería su mayor hit. Lola es brillante en sonido, pero destaca además en lo audaz de la letra para la época, narrando un encuentro romántico con una chica que resulta ser un chico travestido: "Bueno, no soy idiota, pero no puedo entender por qué ella habla como un hombre, y anda como una mujer..." 

La Lola de los Kinks es el personaje más honesto y humano de todos los que pueblan el disco, el ninot que salvan de la quema y se quedan consigo: "Bueno, no soy el hombre más masculino del mundo, pero sé lo que soy, estoy satisfecho de ser un hombre y también Lola..." Y Lola se lo agradeció con un éxito descomunal como sencillo, llegando a los primeros puestos de las listas británicas y al noveno del Billboard estadounidense (en una versión en la que en la letra sustituían "Coca-Cola" por "Cherry-Cola" para evitar contenciosos con la marca de refrescos y que pudiera ser emitida en la BBC). Un tema sin duda apasionante... "Aunque, bueno, no soy el tipo más apasionado del mundo, pero cuando miré a sus ojos, casi caí por mi Lola, la-la-la-la Lola..."

miércoles, 14 de septiembre de 2022

0622.- Victoria - The Kinks



Victoria es la canción que The Kinks escogieron como arranque de su obra conceptual Arthur (Or the Decline and Fall of the British Empire) (1969), el séptimo álbum de estudio de la banda, y también como su principal single. El disco al completo iba a ser la banda sonora de un programa de Granada Television, y en ese sentido tanto Victoria como el resto de las canciones mantenían un hilo argumental que se desarrolló junto al novelista Julian Mitchell.

Inspirada en la vida en Inglaterra durante la era victoriana, la canción de Ray Davies es una mordaz y satírica descripción de las diferencias entre clases de la época, la hipocresía y adulación de la clase alta y las vanas esperanzas de libertad de las clases oprimidas, que sin embargo están dispuestas a morir por su país. Al cancelarse el proyecto de programa televisivo, siguieron desarrollando la temática del disco, que a través de la vida de un personaje inventado llamado Arthur Morgan, instalador de alfombras, va relatando la evolución de la sociedad británica desde la mencionada era victoriana hasta su hipotético derrumbamiento final. 

La canción comienza con un riff de guitarra, en clave de blues eléctrico y rock, pero la canción va creciendo hasta convertirse en una exuberante pieza con arreglos de metales. Las críticas a Victoria y al álbum fueron muy positivas, pero solo el sencillo de Victoria alcanzó unas ventas satisfactorias, devolviendo al grupo al Billboard estadounidense después de dos años de ausencia, y llegando hasta el puesto 62.​ El álbum solo pudo llegar al puesto 105 del Billboard, la posición más alta conseguida por un álbum del grupo en Estados Unidos desde 1965, pero Arthur no fue profeta en su tierra, y no consiguió entrar en las listas del Reino Unido.

martes, 8 de febrero de 2022

0404.- Waterloo Sunset - The Kinks



Waterloo Sunset ("Anochecer de Waterloo") es uno de los temas más famosos e universales de la banda británica The Kinks. Su temática local y cercana (el paseo de dos amantes por un puente del Támesis, hacia la estación de Waterloo), la convirtieron además en todo un himno del modo de vida y el orgullo británico, hasta el punto de ser una de las canciones elegidas para ser interpretada en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.

Lanzada como single en mayo de 1967, e incluida en Something Else, el sexto álbum de estudio de la banda, se convirtió en uno de los éxitos más grandes del grupo en el Reino Unido, y se vio además impulsada por el rumor de que los dos amantes estaban inspirados en personalidades reales del momento, en concreto la relación entre los actores Terence Stamp y Julie Christie, lo cual fue posteriormente negado por Ray Davies, compositor de la canción, desmontando aquel castillo de naipes mediático al desvelar que la misteriosa pareja estaba formada, en realidad, por su hermana y su novio.

La grabación de la canción no fue especialmente compleja, pese a que dedicaron muchas horas a la búsqueda de un nuevo sonido para las guitarras, que le diera al tema un toque diferencial con respecto a otras grabaciones anteriores de la banda. Lo consiguieron utilizando efectos de eco, al estilo del que se empleaba en los viejos hits del rock and roll de los años cincuenta, que aplicados a la estructura de su canción, le dieron el componente de novedad y distinción que habían estado buscando para la descripción de un amanecer tan bello como el que puede verse desde un puente del Támesis, cerca de la estación de Waterloo.

viernes, 19 de noviembre de 2021

0323: Sunny Afternoon - The Kinks


Sunny Afternoon, incluida en el disco Face to face de The Kinks, es una canción hermanada en temática con el Taxman de The Beatles, denunciando los altos niveles de impuestos aplicados por el gobierno británico de la época. A diferencia del toque rockero y áspero de la canción de los de Liverpool, la canción de The Kinks da un giro hacia el music hall y el cabaret, una línea de progresión en la que profundizarían después en sus discos conceptuales más reconocidos (The Village Green Preservation Society, Arthur y, en menor medida, Lola vs. Powerman).

La canción nace en un momento en el que Ray Davies afrontaba una enfermedad pasajera. La sensación de sentirse mal y estar encerrado en casa sin hacer nada le llevó a escribir la letra, sobre un aristócrata en decadencia que se había peleado con su novia tras una noche de borrachera. La grabación del tema fluyó de manera rápida y sencilla, cuando el bajista empezó a tocar unos breves y divertidos ritmos clásicos, y Nicky Hopkins, que estaba tocando el piano en esa sesión, le siguió el juego al mando de las teclas, generando el embrión de lo que sería la desenfadada atmósfera musical de la versión definitiva.

El decadente y alcohólico aristócrata no estaba, a pesar de todo, exento de carisma. Lanzado como single el 3 de junio de 1966, Sunny Afternoon alcanzó el nº 1 de la listas de singles del Reino Unido y de Irlanda en poco más de un mes. En Estados Unidos no llegó tan alto, quedándose en un honroso puesto 14 del Billboard Hot 100. No está nada mal para la historia de un tipo sin horizonte ni esperanza, sumergido en el mar de la pereza en una tarde soleada.

viernes, 8 de octubre de 2021

Disco de la semana 244: Lola vs Powerman & Themoneygoround, The Kinks


“La conocí en un club del viejo Soho, donde bebes Champagne y te sabe a Coca-cola... Se acercó a mí y me preguntó si quería bailar, le pregunté su nombre y con voz grave me dijo Lola..."
Su nombre completo, o más bien el del disco, era Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part One​, la impresionante obra conceptual que The Kinks entregaron como octavo álbum de estudio. Pero todos la conocían por su nombre de pila: Lola, el título de su single más relevante y su mayor éxito desde Sunny Afternoon o el archiconocido You really got me.

"No soy el tipo más fuerte del mundo, pero cuando me abrazó casi me rompe la columna. Oh mi Lola... Realmente, ese es el efecto que la fuerza satírica del disco ejerce contra las diferentes disciplinas del mundillo musical del momento, una auténtica patada en la espalda de una industria discográfica plagada de personajes oscuros y venenosas serpientes de diferentes colores: Ejecutivos y contables, críticos y periodistas, editores y sindicatos. Canción a canción, ninguno de ellos escapa a la afilada sátira y la crítica mordaz de los hermanos Davies y compañía.

Grabado en 1970 en los Estudios Morgan en Willesden (Londres), el disco se beneficio de la inclusión en sus filas del teclista John Gosling, y de la libertad creativa que suponía grabar en un estudio independiente. La sensación de trabajar sin barreras impregnó desde el principio el sonido de las primeras grabaciones, entre las que estaban ya temas como Powerman, Got to be free o la propia Lola, y fruto de ello el disco es un gran despliegue de estilos, principalmente el rock, el folk y los característicos toques de music hall británico, que tan bien se presta a la ironía y la sátira de las letras de The Kinks.

El disco arranca en una sorprendente línea folk, con una breve introducción de voz, banjo y guitarra del Got to be free que cerrará el disco, abruptamente interrumpida por el rotundo riff de The Contenders, la primera de las gemas eléctricas del disco, aunque combine en sus cambios con tramos más pausados y acústicos. En esa línea acústica y sosegada va también Strangers, con cierto toque a The Band, mientras que en Denmark Street, diatriba sobre los editores de discos, aparecen los primeros guiños de teclado barroco y ambiente de music hall. La balada Get back in the line es una visión satírica sobre el papel del responsable del sindicato, que decide quien trabaja y quién debe "volver a la fila" de la oficina de empleo, y la última canción de un brillante bloque que funciona como eficaz ágape previo al suculento banquete que está por venir con Lola, el hit estelar del disco y merecedora de un capítulo aparte.

Lola fue uno de los primeros temas que se grabaron para el disco, y las sesiones de grabación fueron complejas e interminables, hasta que lograron conseguir el particular sonido que estaban buscando para la canción. Lo lograron tras una visita de Ray Davies a una tienda de instrumentos musicales londinense, a la que fue buscando la guitarra Martin que quería para la canción. Allí, además de la guitarra, encontró un viejo dobro de los años 30, que combinado con la guitarra y una fuerte compresión dio como resultado el sonido tan característico del que sería su mayor hit. Lola es brillante en sonido, pero destaca además en lo audaz de la letra para la época, narrando un encuentro romántico con una chica que resulta ser un chico travestido: "Bueno, no soy idiota, pero no puedo entender por qué ella habla como un hombre, y anda como una mujer..." 

Por si sola ya es brillante y atemporal, pero en el contexto del álbum su significado y su valía crecen de manera exponencial. En un disco plagado de personajes oscuros y cruelmente satirizados, la Lola de los Kinks es el personaje más honesto y humano de todos, el ninot que los Kinks salvan de la quema y se quedan consigo: "Bueno, no soy el hombre más masculino del mundo, pero sé lo que soy, estoy satisfecho de ser un hombre y también Lola..." Y Lola se lo agradeció con un éxito descomunal como sencillo, llegando a los primeros puestos de las listas británicas y al noveno del Billboard estadounidense (en una versión en la que en la letra sustituían "Coca-Cola" por "Cherry-Cola" para evitar contenciosos con la marca de refrescos y que pudiera ser emitida en la BBC).

La crítica sibilina del disco sigue su curso en la divertida y enérgica Top of the Pops, sobre los programas de actuaciones musicales de la época, la prensa y la manera en la que convertían canciones en éxitos. Después le llega el turno de pasar por la guillotina verbal a los contables y directivos de las discográficas en The Moneygoround, segundo tema en clave de cabaret y music hall, antes de regalarnos uno de los momentos álgidos del disco en This Time Tomorrow. Una melancólica revisión de la vida del músico en la carretera, a medio camino entre acústica y eléctrica, con brillantes armonías vocales y un mensaje de desorientación y desarraigo que, como buen disco conceptual, encadenan con la temática del siguiente tema, la nostálgica balada A long way from home (Muy lejos de casa).

El último tramo del disco vuelve a la senda rockera en temas de guitarras afiladas como Rats, y la sátira se mantiene intacta en canciones como Apeman, un tema de aires tropicales y planteamientos algo cómicos, que se convirtió en el segundo single del disco, para el que tuvieron que regrabar la frase "the air pollution is a-foggin' up my eyes" ("la polución del aire está nublando mis ojos") porque "Fogging" se confundía con otra palabra que empieza con "F". Tras un psicodélico arranque de sitar, Powerman se destapa como otro de los temas de cadencia hard rock del disco. Y no uno cualquiera, porque está entre las canciones más desarrolladas e impactantes del álbum, y funciona como potente y falsa coda final, antes de cerrar el disco como lo empezaron, con el calmado country-folk de Got to be free (Tenemos que ser libres).
 
Libres de abusivos contratos discográficos, de la avaricia desmedida de contables y directivos que solo quieren llenarse los bolsillos a costa de los músicos, de las excesivas limitaciones impuestas por los sindicatos, y de las interminables giras, plagadas de carreteras secundarias y moteles de mala muerte en los que acabas planteándote qué demonios estás haciendo allí, y lamentando estar tan lejos de tu casa, dónde quizá te esté esperando un hombre o una mujer importante en tu vida. Esa es la historia detrás de la lucha de Lola contra Powerman y Themoneygoround. Un disco apasionante... "Aunque, bueno, no soy el tipo más apasionado del mundo, pero cuando miré a sus ojos, casi caí por mi Lola, la-la-la-la Lola..."