sábado, 1 de noviembre de 2025
1766 - Rock Lobster - The B-52'S
jueves, 30 de octubre de 2025
1764 - (Ghost) Riders In The Sky - Johnny Cash
miércoles, 29 de octubre de 2025
1763 - Lady Writer - Dire Straits
martes, 28 de octubre de 2025
1762 - Boys don't cry - The Cure
lunes, 27 de octubre de 2025
1761.- Portobello Belle - Dire Straits
.jpg)
La historia de la canción "Portobello Belle" es de algún modo la historia de un célebre pub llamado "The Duke of Wellington" situado en el 179 de Portobello Road, Londres. El pub era famoso por ser frecuentado por músicos como The Dubliners, Donovan o Jimi Hendrix, entre otros. Mark Knopfler escribió la canción allí, inspirado en la bella hija del manager del local.
domingo, 26 de octubre de 2025
1760.- Girls Got Rhythm - AC/DC
![]()  | 
| Girls Got Rhythm, AC/DC | 
Antes de que el mundo se pusiera serio, antes de que los rockeros se preocuparan por causas sociales y letras introspectivas, ya existía AC/DC. Y en 1979, estos australianos con más electricidad que una tormenta en el Outback (remota y desértica zona interior de Australia), nos regalaron Highway to Hell, que a la par fue el último grito de guerra de su vocalista Bon Scott antes de partir al Olimpo de los grandes artistas. Grabado entre marzo y abril de 1979 en los Roundhouse Studios de Londres, Highway to Hell fue el primer disco de la banda producido por Robert John “Mutt” Lange, un tipo que sabía cómo hacer que los riffs sonaran como martillazos y que las voces se clavaran en tu cráneo. Lange pulió el sonido sin quitarle la mugre, y eso es exactamente lo que necesitaba AC/DC: un poco de orden en medio del caos. Publicado el 27 de julio de 1979 por Atlantic Records, el álbum fue un éxito rotundo. Vendió millones, se convirtió en un clásico instantáneo y, por supuesto, escandalizó a más de un padre preocupado por la salud moral de sus hijos. Menos mal que mucho supieron apreciar que Highway to Hell era una autopista directa al paraíso del rock.
Y entre los himnos que componen este disco, hay una canción que brilla por su ritmo: Girls Got Rhythm, la segunda pista del álbum, la cual fue lanzada como sencillo el 2 de noviembre de 1979. al escucharla, desde segundo uno, ya sabes que te has metido en territorio AC/DC: guitarras afiladas, batería que golpea como si Phil Rudd estuviera enfadado con el mundo, y Bon Scott escupiendo versos como si estuviera narrando una noche de excesos que probablemente ocurrió y no recuerda. Y todo ello ejecutado con una precisión, quirúrjica, milimétrica. La letra es un homenaje descarado a la mujer que, según Bon, tiene más ritmo que una locomotora desbocada. No hay metáforas profundas ni dobles sentidos refinados, ACDC no necesita sutileza porque no ha venido a filosofar, ha venido a sacudirte los huesos. Musicalmente, la canción es un ejemplo perfecto del estilo de la banda: riffs pegajosos, coros que se te quedan pegados como chicle en la suela, y una producción que, gracias a Mutt Lange, añade capas sin perder la crudeza.
Girls Got Rhythm fue una de las últimas canciones escritas por Bon Scott antes de su muerte en febrero de 1980. Y vaya que dejó su huella. La letra es una oda a la satisfacción carnal, pero con ese toque de humor y descaro que solo Bon podía hacer sin que sonara vulgar, bueno, sin sonar demasiado vulgar. La canción no tuvo un gran impacto en las listas, pero caló hondo de los fans, y también en las emisoras de rock AOR (Rock Orientado a Adultos) en Estados Unidos. En Europa, fue lanzada como sencillo, pero no logró posicionarse en la tabla alta, ¿pero acaso Importa? Para AC/DC lo importante era que la gente la escuchara, la cantara, y se sintiera como si estuviera en una fiesta eterna con cerveza, música y los amplificadores a tope.
sábado, 25 de octubre de 2025
1759.- Good Times - Chic
![]()  | 
| God Times, Chic | 
En 1979, en pleno reinado de la música disco y con la contraposición de la economía estadounidense desplomándose, Chic lanzó Good Times una canción que se convirtió en un himno generacional. Bajo ese rollo festivo y contagioso que transmite, se esconde una sutil crítica al contexto social de la época.
Fue producida por Nile Rodgers y Bernard Edwards, los cerebros detrás de Chic, y publicada por el sello discográfico Atlantic Records como parte del álbum Risqué. La canción es elegante, la línea de bajo de Edwards (considerada una de las más influyentes de todos los tiempos) crea un groove con una precisión rítmica relajada y a la vez vibrante, y Rodgers, por su parte, aporta su característico estilo de guitarra funk, con acordes entrecortados y limpios que dan cuerpo a la melodía sin saturarla. La producción es sofisticada, pero también minimalista. Los arreglos de cuerda son geniales y añaden un toque de glamour sin caer en la exageración, y la edición, cuidada al detalle, logra que la canción suene fresca incluso décadas después de su lanzamiento.
Líricamente, la canción es una genialidad. La estructura de es sencilla, el reptitivo esgtribillo "Good times / These are the good times", nos quiere convencer de que, a pesar de todo, hay razones para celebrar. Sin embargo, la letra incluye referencias históricas que revelan un sentido más profundo que nos habla de la recuperación tras la Gran Depresión, creando un paralelismo con la situación económica de finales de los años 70, marcada por la inflación, el desempleo y la incertidumbre. A pesar de todo, la canción no cae en el pesimismo, y aunque celebra, no se desliza ingenuamente hacia el olvido de la realidad. Es una celebración consciente, una fiesta con los ojos abiertos. Rodgers y Edwards entendían que la música disco podía ser más que brillo y lentejuelas, podía ser una herramienta para exponer la realidad, pero sin perder nunca el ritmo. Con Good Times, Chic logró lo que pocos artistas han conseguido, crear una canción accesible, ligera y eterna, pero al mismo tiempo profunda y crítica.
viernes, 24 de octubre de 2025
1758.- Don´t Bring Me Down - Electric Light Orchestra
.jpg)
jueves, 23 de octubre de 2025
1757.- Cruel to Be Kind - Nick Lowe

miércoles, 22 de octubre de 2025
1756.- La Leyenda del tiempo - Camarón de la Isla
![]()  | 
| La Leyenda del Tiempo, Camarón de la Isla | 
En 1979, Camarón de la Isla publicó un disco que no solo marcó un antes y un después en su carrera, sino que también sacudió los cimientos del flamenco tradicional. Ese disco fue La leyenda del tiempo, un trabajo que puso de manifiesto la unión entre Camarón, Lorca y la revolución del flamenco. Producido por Ricardo Pachón y grabado en los estudios Fonogram de Madrid, el álbum fue editado por Philips Records y contó con una nómina de músicos hoy considerados leyendas: Tomatito a la guitarra, Raimundo Amador, Jorge Pardo, Rubem Dantas, Kiko Veneno y el grupo de rock andaluz Alameda, entre otros. La producción fue ambiciosa, arriesgada y profundamente innovadora, pues por primera vez Camarón se alejaba del flamenco tradicional para abrazar sonidos eléctricos, sintetizadores, bajo eléctrico y batería, fusionando el flamenco con el rock progresivo, el jazz y la psicodelia.
La grabación se desarrolló en un clima de efervescencia creativa, pero también de incertidumbre. Camarón era consciente de que estaba rompiendo con una tradición centenaria, llegando a decir: “Esto no lo va a entender nadie ahora, pero algún día lo entenderán.” Su intuición fue certera. En su momento, el disco fue recibido con mucha frialdad por los puristas del flamenco, y muchos seguidores se sintieron desconcertados. Sin embargo, con el paso del tiempo, La leyenda del tiempo ha sido reivindicado como una obra maestra, un punto de inflexión que abrió las puertas a nuevas generaciones de artistas y a una concepción más libre y expansiva del flamenco.
La canción que da título al disco, La leyenda del tiempo, es el eje y el corazón del proyecto. Se basa en un poema de Federico García Lorca, extraído de su obra teatral Así que pasen cinco años. La letra rememora la transformación, el misterio y la fugacidad de la existencia, y Camarón la entona con una voz que brota como lava de lo profundo, ascendiendo como un suspiro hacia lo invisible. Su voz nace con la crudeza de un quejío ancestral y se eleva como un eco que atraviesa el alma. La musicalización del poema, a cargo de Ricardo Pachón, convierte los versos lorquianos en un himno flamenco-psicodélico, donde la guitarra eléctrica convive con el cajón, el bajo con el cante jondo, y la poesía con la improvisación sonora.
El encuentro entre Lorca y Camarón, dos genios andaluces separados por décadas pero unidos por una sensibilidad trágica y luminosa, es uno de los grandes logros del disco. Lorca, que ya había explorado el flamenco en su Poema del cante jondo, encuentra en Camarón un intérprete visceral, intuitivo y profundamente moderno. La canción honra la palabra del poeta y la transforma en toda una experiencia, en un rito contemporáneo. Es como si Camarón, al cantar a Lorca, se convirtiera en médium de una Andalucía eterna y renovada. La estructura de la canción rompe con los esquemas tradicionales del flamenco. No hay palos definidos ni compás cerrado. En su lugar, hay atmósferas, texturas, silencios y explosiones. La voz de Camarón se desliza entre lo melódico y lo desgarrado, mientras los instrumentos construyen sonidos que por momentos abrazan el rock para volver al pulso de una bulería descompuesta. Esta libertad formal, incomprendida en su momento, es hoy reconocida como una de las claves de su grandeza.
martes, 21 de octubre de 2025
1755.- Boys Keep Swinging - David Bowie
.jpg)
lunes, 20 de octubre de 2025
1754.- News - Dire Straits
![]()  | 
| Communiqué, Dire Straits | 
En una época marcada por la efervescencia del punk, el auge del disco y la irrupción del new wave, Dire Straits optó por seguir su propio compás. El cuarteto británico liderado por Mark Knopfler lanzó Communiqué, su segundo álbum de estudio, apenas un año después del éxito arrollador de su debut homónimo. Grabado entre noviembre de 1978 y enero de 1979 en los Compass Point Studios de Nassau, Bahamas, el disco llegó como una declaración de principios: sobriedad, elegancia y una narrativa musical que abrazaba la introspección. Bajo la producción de dos leyendas, Jerry Wexler y Barry Beckett, Communiqué se presentó como una obra más pulida que su predecesora. La mezcla es limpia y permite que cada instrumento tenga su lugar. El bajo de John Illsley y la batería de Pick Withers sostienen las composiciones mientras las guitarras de los hermanos Knopfler se entrelazan en un diálogo constante, sin alardes pero con una precisión milimétrica. El álbum mantenía el estilo roots rock que caracterizaba a la banda, pero con un tono más refinado. Si el primer disco era una carta de presentación, Communiqué es una invitación a sentarse y escuchar con atención, y en ese contexto aparecía uno de sus temas: News.
La tercera pista del álbum, News, se despliega como una noticia íntima, una columna escrita desde el rincón más vulnerable del alma. La melodía es sencilla, pero está cargada de intención. No hay adornos innecesarios, cada nota parece colocada con la precisión de un editor que revisa titulares. La letra, como es habitual en Knopfler, narra una historia con economía de palabras y riqueza de matices. El protagonista espera noticias de alguien que se ha ido, y lo hace con una mezcla de resignación y esperanza. La canción no explota, no se desborda, no lo necesita para tenernos enganchados, se mantiene en un tono bajo, como una conversación que se tiene en voz baja para no despertar viejos fantasmas mientras Mark Knopfler nos transmite ese sentimento de espera, de incertidumbre, del deseo de saber, sin caer en el sentimentalismo. La canción es como una carta que llega sin remitente pero que uno sabe que es para él. News es una de las canciones más delicadas del repertorio de la banda. No es un hit, ni pretende serlo. Es una pieza que se cuela en el corazón del oyente sin hacer ruido, como esas noticias que no salen en portada y que aparecen en las pequeñas columnas de las últimas páginas de un periódico, pero que cambian la vida de quien las recibe.
domingo, 19 de octubre de 2025
1753.- DJ - David Bowie
.jpg)
En la letra de "D.J", David Bowie juega con la crítica social a la superficialidad de la vida nocturna y el desmedido encumbramiento y culto a los discjockeys del momento, narrando en primera persona las desventuras de un cínico personaje que está tirado en casa porque ha perdido su trabajo y se encuentra mal, pero que se aferra a su rol nocturno de D.J ("Yo soy el D.J, yo soy lo que pincho") para evitar enfrentarse a la cruda realidad. En su interpretación vocal, Bowie imita deliberadamente el estilo vocal de David Byrne de Talking Heads, logrando un nivel superior de teatralidad y locura en el personaje.
"D.J" destaca también poderosamente en lo musical, porque supone una nueva entrega de la experimentación sonora y vanguardista de sus dos obras anteriores ("Low" y "Heroes"), abordando un estilo new wave con una base rítmica marcada por el bajo y la batería, sintetizadores atmosféricos y un solo de guitarra distorsionado a cargo de Adrian Belew, construido en base a la mezcla de fragmentos de las diferentes tomas que el guitarrista grabó en el estudio, para lograr un efecto caótico y fragmentado que reflejara el estado mental del protagonista de la canción.
Aunque “D.J.” no fue un gran éxito comercial, llegando solo al puesto 29 en las listas británicas, recibió críticas positivas por su audacia y su enfoque satírico, y hoy en día es una de las canciones más valoradas y reconocibles de su etapa más experimental, y una poderosa muestra del ingenio y el nivel de riesgo y de experimentación que Bowie tenía al afrontar tanto la composición como la interpretación de su trabajo, retorciéndose y reinventándose aprovechando las particularidades de la cultura que le rodeaba, sin perder por ello su esencia artística.
sábado, 18 de octubre de 2025
1752 - Disorder - Joy Division
Disorder - Joy Division
Disorder, el tema que abre el icónico álbum debut de Joy Division, Unknown Pleasures (1979), es una muestra cruda y contundente de la singularidad sonora de la banda. Desde los primeros segundos, la canción establece un ambiente de tensión y urgencia, característico del post-punk británico de finales de los años setenta. Ian Curtis, con su voz profunda y casi espectral, introduce un tono de alienación que se convierte en la columna vertebral de la lírica y de la identidad de Joy Division.
Musicalmente, Disorder es un estudio de contrastes. La batería de Stephen Morris, mecánica y precisa, marca un ritmo insistente que se siente tanto hipnótico como ansioso. Este patrón repetitivo se entrelaza con las líneas de bajo de Peter Hook, que destacan por su prominencia en la mezcla y su textura melódica, aportando una sensación de gravedad y movimiento a la vez. Bernard Sumner, en la guitarra, emplea un estilo minimalista y etéreo, con acordes arpegiados y efectos sutiles de delay que generan una atmósfera fría y distante, casi industrial, anticipando los paisajes sonoros que dominarían el post-punk y el new wave de la década siguiente.
La letra de Disorder refleja la lucha interna y la ansiedad existencial que marcaban la vida de Curtis, así como los temas recurrentes de alienación y desarraigo en la obra de Joy Division. Frases como “I've been waiting for a guide to come and take me by the hand” transmiten una sensación de búsqueda desesperada de dirección o sentido, resonando con la generación de jóvenes británicos que experimentaban incertidumbre social y económica en los años posteriores a la crisis industrial. La entrega vocal de Curtis, a veces contenida y otras intensamente emotiva, añade una capa de vulnerabilidad que hace que la canción sea a la vez personal y universal.
Disorder también destaca por su estructura no convencional. La canción evita los estribillos tradicionales, optando por un flujo que combina repetición hipnótica con variaciones sutiles en ritmo y textura sonora. Esto contribuye a un efecto inquietante y atrapante, donde la tensión se mantiene hasta el último segundo, dejando al oyente en un estado de anticipación y reflexión.
En términos históricos, Disorder no solo presenta a Joy Division como innovadores del post-punk, sino que también sienta las bases de lo que sería su influencia duradera en géneros como el indie, el goth rock y el synth-pop. Su capacidad para combinar minimalismo instrumental, emociones crudas y una estética sombría la convierte en una obra seminal, recordada como un punto de partida esencial para entender la música alternativa de finales del siglo XX.
Disorder es más que una simple canción de apertura; es una declaración de intenciones, un reflejo del desasosiego existencial y una exhibición del talento único de Joy Division para transformar la angustia en arte sonoro. Su impacto perdura, consolidando a la banda como uno de los pilares del post-punk y un referente ineludible para generaciones de músicos y oyentes.
DanielInstagram storyboy
viernes, 17 de octubre de 2025
1751.- Paseando por la Mezquita - Medina Azahara
![]()  | 
| Paseando por la Mezquita, Medina Azahara | 
El sol comienza a descender mientas doy mi habitual paseo, y ahora suena en mis auriculares Paseando por la Mezquita, una delicia del rock andaluz que Medina Azahara lanzó en 1979, y que hoy me acompaña como banda sonora de un paseo que, para mí, se ha convertido en un rito. La canción la escucho, la vivo y la respiro mientras camino. La guitarra eléctrica se funde con los teclados,. el ritmo, hipnótico, me envuelve y me lleva por una calle donde las sombras de los balcones se proyectan como versos mudos sobre las fachadas. La voz de Manuel Martínez tiene esa mezcla de melancolía y fuerza, como si estuviera confesando algo íntimo a las paredes de la ciudad.
La letra se convierte en espejo de quien la escucha. Habla de humillaciones, de heridas invisibles, de una búsqueda espiritual que se entrelaza con la historia de un pueblo. Y mientras la canción avanza, me siento como si estuviera cruzando el arco de la Puerta del Perdón, sintiendo que cada nota me empuja hacia dentro. La Mezquita-Catedral se alza majestuosa, con sus columnas infinitas y sus arcos laten al compás del bajo de la canción. Los teclados se han conviertido en un susurro que acaricia los muros, como si la música quisiera pedir permiso para entrar. Y lo hace. Porque Paseando por la Mezquita no es solo una canción: es una plegaria eléctrica, un lamento que con el paso del tempo se ha convertido en un himno.
Mientras recorro el Patio de los Naranjos, la melodía se vuelve más introspectiva y la letra insiste en el sufrimiento, pero no hay derrota en la voz, sino una dignidad que se eleva como la torre de la mezquita: “Sí, hemos sufrido, pero seguimos caminando”. Y yo sigo caminando también, con los ojos húmedos y el corazón encendido. Al salir por la puerta de Alhaken II, la canción llega a su clímax. La guitarra se desborda, la voz se eleva, y todo parece confluir en una especie de catarsis sonora. En ese momento el dolor se transforma en arte, y la historia personal se funde con la historia de un pueblo. Y de repente, el silencio. El tema termina, pero el eco permanece. Me imagino parado frente al río Guadalquivir, y me doy cuenta de que Paseando por la Mezquita no es solo una canción sobre Córdoba, es una canción sobre todos nosotros, sobre nuestras heridas, nuestras búsquedas y nuestras esperanzas, y Medina Azahara nos invita a caminar, a mirar hacia dentro y a reconciliarnos con lo que fuimos y lo que somos.
Medina Azahara logra fusionar el rock con el alma del flamenco, y suena auténtico. Hay riffs potentes, pero también hay duende. El grupo consigue honrar la tradición andaluza, Y en ese homenaje, la canción se convierte en un puente entre lo moderno y lo ancestral, entre el dolor íntimo y la memoria colectiva. La producción del tema, para ser de finales de los 70, es sorprendentemente buena. Cada instrumento tiene su espacio. El teclado de Pablo Rabadán aporta una atmósfera envolvente, casi mística, mientras la batería de José Antonio Molina marca el pulso de un corazón que no se rinde. Es imposible no dejarse llevar, no sentir que uno también está paseando por la mezquita, aunque esté a kilómetros de distancia.
La canción ha terminado y vuelvo a la realidad, Pero sé que volveré a escucharla porque hay paseos que no se olvidan, y hay canciones que, como esta, se convierten en parte del alma.
martes, 14 de octubre de 2025
1748.- My Sharonna - The Knack
![]()  | 
| My Sharonna, Thee Knack | 
The Knack fue un grupo fundado en Los Ángeles, California (Estados Unidos) a finales de los años 70, formado en sus inicios por Doug Fieger (vocalista), Berton Averre (guitarra), Prescott Niles (bajo) y Bruce Gary (percusión), sus estilos musicales fueron desde el New Wave, pop, power pop hasta el pop rock, aunque también tantearon más estilos cómo el punk, el hip hop y el heavy metal. En 1979 publicaron su primer álbum, de título Get the Knack, un disco con el que alcanzaron la fama de forma inmediata, ocupando el puesto número 1 en las listas de ventas durante 6 semanas y consiguiendo doble disco de platino en ventas. Gran parte de culpa del éxito de éste disco la tiene uno de los temas que contiene éste, My Sharona, el cuál como sencillo alcanzó el puesto número uno en la famosa lista de Billboard Hot 100, y además alcanzó el disco de oro tan sólo 8 semanas después de su publicación.
lunes, 13 de octubre de 2025
1747.- Last Train to London - Electric Light Orchestra
![]()  | 
| Last Train to London, ELO | 
sábado, 11 de octubre de 2025
1745.- Three Imaginary Boys - The Cure
.jpg)
"10:15 Saturday Night", del grupo británico de post-punk The Cure, fue la cara B de su sencillo "Killing an Arab" y la canción que abría su disco de debut "Three Imaginary Boys" (1979). Dado su gancho comercial en el momento, fue también lanzada en Francia como sencillo con la canción "Accuracy" en la cara B. Desde su lanzamiento, se convirtió en uno de los temas imprescindibles en los directos de la banda capitaneada por el siempre emblemático Robert Smith, autor de la canción.






