Aunque ha variado su sonido y estilo a lo largo de los años, la música de Elvis Costello nunca se ha considerado innovadora ni original. Ciertamente, la música de My Aim Is True no tiene nada de nuevo: se deriva en gran medida de la época del rock and roll entre Buddy Holly y The Kingsmen, un sonido que evoca a Eddie Cochran, Gene Vincent y los grupos femeninos. No diría que las letras son la única razón para escuchar a Elvis Costello, pero sin duda son su principal atractivoa gran diversidad de sus letras es impresionante, y su calidad constante a lo largo de los años lo es aún más. Pero yo diría que el aspecto más importante de las letras de Elvis Costello es que están firmemente arraigadas en las estructuras y el lenguaje de la música popular, y a pesar del sesgo asociado con la etiqueta "popular", se consideran poesía en todos los sentidos de la palabra. Hay gente que mantiene que la mayoría de las letras de rock no tienen mucho sentido y que esto podría deberse a que la mayoría de los letristas de rock se dormían en clase de inglés o a que se formaron la creencia de que la poesía es algo pretencioso y no se ajusta a las motivaciones básicas (es decir, el impulso sexual) del rock and roll, es un tema de debate. Personalmente, creo que se debe a que escribir buenas letras es una tarea difícil y, de hecho, la mayoría de los rockeros se dormían en clase de literatura inglesa cuando no encontraban la manera de faltar a clase.
Elvis Costello publica en 1977 su primer álbum, My Aim Is
True, se estrena en el año del punk con este disco llamado a hacer historia, lo
deja bien claro desde esa fotografía de portada que cualquiera identifica como
icónica de un solo vistazo: Gafas que honran a Buddy Holly y pose inconfundible
con esas piernas semiflexionadas en un rictus que es puro rock and roll, como
su nombre artístico: nada de medianías, se bautiza como el Rey y se apellida
como su abuela. Encantador, ¿verdad?. El sonido de este trabajo es casi una
isla dentro de su discografía, puesto que los músicos que acompañan solo se
quedarían por este álbum y desaparecerían para convertirse en un grupo llamado
'News', esto, sumado a que las 12 canciones de My Aim is True fueron grabadas
en tan solo 24 horas de estudio alquilado, generan un álbum que sin llegar a
ser lo-fi ni mucho menos, se siente mucho más amateur y hogareño de lo que
Costello llegaría a sonar posteriormente. Como siempre, el trabajo de Nick Lowe
es funcional a más no poder, aportando incluso con coros y guiando la
composición de ciertos números.
Nos detenemos en la canción Watching the Detectives, la
inspiración para la canción surgió de otra banda icónica que también lanzó su
álbum debut en 1977, Costello explica: «Estaba en mi piso a las afueras de
Londres antes de convertirme en músico profesional, y llevaba treinta y seis
horas despierto, de hecho, estaba escuchando el primer álbum de The Clash, cuando
lo escuché por primera vez, me pareció terrible. Luego lo volví a escuchar y me
gustó mucho, al final, me quedé despierto toda la noche escuchándolo con
auriculares y me pareció brillante, fue entonces cuando escribí Watching the
Detectives. Si bien la inspiración de las canciones surgió al escuchar a The
Clash, el aspecto visual de la canción transmitido a través de las letras fue
un ejemplo del tema noir constante de Costello que transmitía imágenes de
detectives, mujeres, armas y cigarrillos como los que se ven en los programas
de detectives estadounidenses. Costello tenía en mente un sonido de piano que
utilizara el tipo de patrones cortos y repetitivos por los que era famoso el
compositor de películas Bernard Hermann. "Waiting for the Detectives"
es también el punto culminante musical del álbum, con su aire de reggae noir
hitchcockiano. Lo que hace única a la canción son las sobregrabaciones de piano
añadidas por Steve Nieve, cuyos acordes distorsionados aceleran el ritmo para
crear una emocionante construcción que resalta el pasaje
"shoot-shoot-shoot-shoot" del estribillo.