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martes, 18 de enero de 2022

Grandes éxitos y tropiezos: Guns and Roses

 


En esta nueva entrega de Grandes Éxitos y Tropiezos, le llega el turno a una de los grupos más grandes de finales de los 80 y primeros de los 90, los angelinos Guns and Roses. Armas y Rosas, delincuencia y estrategia de marketing, talento e irreverencia, y otros muchos términos contrapuestos que se nos podrían ocurrir, y que servirían todos para describir a una banda que parecía no tener techo y que, asfixiada por los conflictos internos, acabó por devorarse a sí misma, hasta convertirse en la mercenaria reunión de viejas glorias que, hoy en día, pasa la gorra (y se la lleva llena de billetes verdes) de festival en festival. ¿Quieres comprar un disco de Guns and Roses? Pues deja que te orientemos en esta sección, porque en eso tampoco escapan a esa dualidad a la que nos referíamos anteriormente, coleccionando grandes éxitos, pero también sonoros tropiezos.


Estás tardando en comprarlo:

Axl, Slash y compañía debutaron en 1987 con el mayúsculo Appetite for Destruction. Jóvenes, rudos y derrochando talento a raudales, entregaron uno de los mejores discos de rock de la historia, con temas que forman parte del cancionero universal de la banda como Welcome to the Jungle, Paradise City, Sweet child of mine o Rocket Queen. Un disco casi perfecto, que podría haber sido aún mejor si tenemos en cuenta que, entre sus descartes se encontraban temas como You could be mine o Back off Bitch, que acabarían siendo trallazos de discos posteriores. Todo lo que necesitas de Guns and Roses está en Appetite for Destruction, sin aderezos ni instrumentaciones añadidas, solo el derroche sonoro de unos descarados debutantes, dispuestos a disputarle el trono del rock a cualquiera que se les pusiera delante.

 

Si te queda pasta, llévate también:

Cuatro años después de este fulgurante debut, y con el paréntesis de Lies (1988), un disco refrito de una actuación en 1986 y de cuatro memorables temas en acústico por las que merecería la pena llevárselo (Patience y One in a million están a la altura de lo mejor del grupo), entregaron simultáneamente Use your Illusion I y II, dos desmesurados e intensos discos dobles en los que, casi literalmente, vomitaron todo lo que les quedaba dentro. Los excesos de una vida de rock stars y de carretera, y las continuas confrontaciones internas, les habían llevado casi al límite de su relación, y todos peleaban por incluir su material en el siguiente disco.

El resultado son dos discos enormes, plagados de hits tan memorables como Don't Cry, November Rain o la ya mencionada You could be mine, junto con acertadas versiones de clásicos como Live and let die (Paul McCartney) o Knocking on heaven's door (Bob Dylan). Hacia afuera, el brillo de los nuevos temas les hizo alcanzar sus mayores cotas de popularidad y reconocimiento de mega estrellas, mientras de puertas para adentro, el grupo había perdido la frescura y el peligro que rezumaban las pistolas humeantes de Appetite for Destruction, y se desangraba por los pinchazos de los tallos de las rosas con las que intentaban aderezar y evolucionar su sonido.


Vuelve a dejarlo en el expositor:

Pocas veces, en esta sección, estarán tan claros los discos que deben ocuparla. Tanto nos dieron (y se dejaron) en los Use your Illusion que, cuando tuvieron que volver al estudio, solo les quedaba agotamiento y resquemor entre unos y otros. Intentaron salvar el compromiso con un disco de versiones de temas punk, pero The Spaghetti incident (1993) es desidioso y desacertado ya desde la portada. El batiburrillo de espaguetis tiene su continuación en el interior del disco, con temas mal escogidos, en los que ni la banda ni la voz de Axl Rose encuentran oportunidad de brillar o reivindicarse. Ninguna de las versiones mejora los originales, y cometen tropiezos tan evidentes como dejar fuera del disco el Simpathy for the devil de los Rolling Stones (que grabaron para la película Entrevista con el Vampiro), que cumplía la máxima de ser versión, y que estaba muy por encima de lo que entregaron en este disco.

La cosa podría quedar aquí, pero Axl Rose se ganó con Chinese Democracy (2008), firmado como Guns and Roses cuando ya era el único que quedó achicando agua en un barco a la deriva, un lugar privilegiado en esta sección de tropiezos. Muy lejos quedaban ya los brillos de tiempos pasados, y después de muchos años de idas y venidas, obsesionado por encontrar el sonido perfecto, acabo entregando un disco megalómano y sobre-producido, que solo desprende un olor parecido al de la pólvora y las rosas de antaño en temas como Better, Street of dreams o There was a time) y que tiene en la balada This I love el único momento realmente excelso, que te pueda hacer dudar cuando te decimos que lo dejes de nuevo en el expositor.


Nuestro TOP 5
 
1.- Welcome to the Jungle
2.- You could be mine
3.- November Rain
4.- Estranged
5.- Paradise City