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sábado, 8 de junio de 2024

Disco de la semana 381 - Ópera Rock Triunfo - Mojinos Escocíos



Nunca una broma debió ser tomada tan en serio como la Ópera Rock Triunfo (2003), el sexto álbum de los Mojinos Escozíos, un grupo que, al contrario que el resto, que se esmeran toda su vida en que sus obras sean valoradas y tomadas en serio, parece esmerarse en que todo sea una eterna gran broma en la que el descaro y la sorna nunca tienen límites, pero la realidad es que por más que lo intenten, no logran ocultar que tras la infinita y ocurrente sátira en la que envuelven sus temas más populares se esconde un grupo con un nivel musical muy alto, que en ningún caso puede ser considerado a la ligera.

Y eso les legitima aún más en su crítica parodia de Operación Triunfo, construida en base a desternillantes letras pero a la vez basada en una estructura musical tan sólida como vibrante. Especialmente apreciable es, además, que esta Ópera Rock con todas las letras, distribuida en 5 actos, fuera interpretada en directo en un concierto único y especial. Para que nadie se llevara a engaño, la primera pista es una Intro vocal en la que "El Sevilla" explica el proyecto y avisa al público de que lo que van a ver no es un concierto normal. Tras esta introducción, arranca el primer acto de un auténtico disco conceptual en vivo y en directo.

El Acto I (Tó er día cantando) comienza con La infansia de Federico, hilarante canción en la que describen el nacimiento y primeros años de vida del protagonista, tan predestinado a dedicarse a la canción como alérgico a cualquier otro tipo de trabajo. La revisión de su infancia continúa con Las tablas de multiplicá y con la brillante Federico el Cantarín, con momentos en los que, como en todo buen musical, los músicos vuelven a los ritmos y las frases centrales que le dan cohesión y entidad a la obra completa.

En el Acto II (Pacto satánico) entra en escena el personaje del representante que contrata a Federico, tan maléfico y retorcido que resulta ser el mismísimo Satán, en El mánager que venía de las tinieblas, una figura oscura con la que Federico hace un pacto al más puro estilo de Robert Johnson n el mítico cruce de caminos. Entre paródicos ramalazos de ritmos funky disco, el mánager da su particular consejo a Federico sobre como triunfar en el mundo de la música en El consejo (pon el culo) y Federico vende su alma bajo el lema de Que trabajen los romano (que tienen el pecho de lata).

Los acontecimientos se van desencadenando en el Acto III (Pó vale, pó me apunto) en el que Federico toma la decisión de inscribirse en la "Ópera Rock Triunfo", un programa televisivo en el que cantantes aficionados compiten por ser los ganadores del concurso y lograr así el ansiado éxito. En este acto, Federico agradece el apoyo de sus familiares y entorno, que lógicamente le consideran un portento por encima de cualquier otro, en temas como Los consejo de papá o Es de bien nasíos ser agradesíos. Toda esa coba desmedida desemboca en el hit Qué guapo que soy, una de las canciones más populares de los Mojinos o, en este caso ficticio, del simpar Federico.

El Acto IV (La gran finá) es una hilarante representación del gran duelo entre los dos cantantes finalistas (Federico, Mateo y Manolito), y tiene la particularidad de que, en un guiño al formato característico de Operación Triunfo, las canciones con las que los finalistas se baten el cobre en directo son en su mayoría versiones de otros artistas en lugar de temas propios de los Mojinos. Comienza con la Presentación de Federico, que acto seguido interpreta el Supermán de Miguel Bosé (mezclada con toques del “Thunderstruck” de AC/DC, y prosigue después con la Presentación de Mateo, que a continuación interpreta Dejad que las niñas se aserquen a mí de los Hombres G. Por último, conocemos al tercer finalista en Presentación de Manolito Márquez, y en su interpretación de Que se mueran tó los feos.

El Acto V (La decepción) muestra a Federico la dura realidad de que, pese a tener una buena voz y llegar a la final, no acaba llevándose la victoria. El título de Federico se comió un mojón es bastante clarificador del fracaso del protagonista, que busca entonces apoyo en su satánico manager, que le consigue algunos conciertos con los que intentar relanzar su carrera. Sin embargo, en El día del consierto las cosas no salen todo lo bien que a Federico le hubiera gustado, y el último tema del disco es tan cruel como brillante en la versión de los Mojinos del clásico de Status Quo "Whatever you want", con los coros del estribillo transformados en "No vale pa ná", y repetidos a lo largo de los más de nueve minutos de duración de este apoteósico final de la "Ópera Rock Triunfo" de los Mojinos Escozíos, una obra maestra del humor satírico que todo amante de la música rock debería tomarse más en serio, porque nunca falla. Es escucharla, y pasarse inmediatamente después "Tó er día cantando..."