“La conocí en un club del viejo Soho, donde bebes Champagne y te sabe a Coca-cola... Se acercó a mí y me preguntó si quería bailar, le pregunté su nombre y con voz grave me dijo Lola..." Su nombre completo, o más bien el del disco, era Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part One, la impresionante obra conceptual que The Kinks entregaron como octavo álbum de estudio. Pero todos la conocían por su nombre de pila: Lola, el título de su single más relevante y su mayor éxito desde Sunny Afternoon o el archiconocido You really got me.
"No soy el tipo más fuerte del mundo, pero cuando me abrazó casi me rompe la columna. Oh mi Lola... Realmente, ese es el efecto que la fuerza satírica del disco ejerce contra las diferentes disciplinas del mundillo musical del momento, una auténtica patada en la espalda de una industria discográfica plagada de personajes oscuros y venenosas serpientes de diferentes colores: Ejecutivos y contables, críticos y periodistas, editores y sindicatos. Canción a canción, ninguno de ellos escapa a la afilada sátira y la crítica mordaz de los hermanos Davies y compañía.
Grabado en 1970 en los Estudios Morgan en Willesden (Londres), el disco se beneficio de la inclusión en sus filas del teclista John Gosling, y de la libertad creativa que suponía grabar en un estudio independiente. La sensación de trabajar sin barreras impregnó desde el principio el sonido de las primeras grabaciones, entre las que estaban ya temas como Powerman, Got to be free o la propia Lola, y fruto de ello el disco es un gran despliegue de estilos, principalmente el rock, el folk y los característicos toques de music hall británico, que tan bien se presta a la ironía y la sátira de las letras de The Kinks.
El disco arranca en una sorprendente línea folk, con una breve introducción de voz, banjo y guitarra del Got to be free que cerrará el disco, abruptamente interrumpida por el rotundo riff de The Contenders, la primera de las gemas eléctricas del disco, aunque combine en sus cambios con tramos más pausados y acústicos. En esa línea acústica y sosegada va también Strangers, con cierto toque a The Band, mientras que en Denmark Street, diatriba sobre los editores de discos, aparecen los primeros guiños de teclado barroco y ambiente de music hall. La balada Get back in the line es una visión satírica sobre el papel del responsable del sindicato, que decide quien trabaja y quién debe "volver a la fila" de la oficina de empleo, y la última canción de un brillante bloque que funciona como eficaz ágape previo al suculento banquete que está por venir con Lola, el hit estelar del disco y merecedora de un capítulo aparte.
Por si sola ya es brillante y atemporal, pero en el contexto del álbum su significado y su valía crecen de manera exponencial. En un disco plagado de personajes oscuros y cruelmente satirizados, la Lola de los Kinks es el personaje más honesto y humano de todos, el ninot que los Kinks salvan de la quema y se quedan consigo: "Bueno, no soy el hombre más masculino del mundo, pero sé lo que soy, estoy satisfecho de ser un hombre y también Lola..." Y Lola se lo agradeció con un éxito descomunal como sencillo, llegando a los primeros puestos de las listas británicas y al noveno del Billboard estadounidense (en una versión en la que en la letra sustituían "Coca-Cola" por "Cherry-Cola" para evitar contenciosos con la marca de refrescos y que pudiera ser emitida en la BBC).
La crítica sibilina del disco sigue su curso en la divertida y enérgica Top of the Pops, sobre los programas de actuaciones musicales de la época, la prensa y la manera en la que convertían canciones en éxitos. Después le llega el turno de pasar por la guillotina verbal a los contables y directivos de las discográficas en The Moneygoround, segundo tema en clave de cabaret y music hall, antes de regalarnos uno de los momentos álgidos del disco en This Time Tomorrow. Una melancólica revisión de la vida del músico en la carretera, a medio camino entre acústica y eléctrica, con brillantes armonías vocales y un mensaje de desorientación y desarraigo que, como buen disco conceptual, encadenan con la temática del siguiente tema, la nostálgica balada A long way from home (Muy lejos de casa).
Geniales siempre
ResponderEliminarGeniales. Gran disco
ResponderEliminarSon muy buenos, y este es uno de sus discos más impactantes
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