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miércoles, 15 de febrero de 2023

0776.- Apeman - The Kinks


Apeman está publicada en el álbum de 1970 titulado The Kinks Part One -Lola Verses Powerman And The Moneygoround, con este álbum, Ray decide incorporar influencias musicales más variadas de las que había tenido anteriormente, incluyendo un poco de folk y un sonido de rock más pesado, junto con los sonidos de vodevil ingleses más típicos de los últimos años. Esto conduce a una nueva madurez en el sonido Kinks y un alejamiento definitivo de su sonido sesenter, definitivamente estaban preparados para abrazar la nueva era de los setenta y tanto, el album fue un bombazo por su sencillo principal "Lola". Apeman fue una oda a la vida sencilla, y declararon que quieren "navegar lejos a una orilla lejana y hacer como un hombre-mono”. Si Ray Davies ya había tenido suficiente del mundo moderno en 1970, no podemos imaginar cómo está lidiando con estos días. Al igual que con el sencillo principal Lola, en el que Davies tuvo que abandonar una gira por los Estados Unidos y volar de regreso al Reino Unido para cambiar la letra "Coca-Cola" a "cherry cola" y evitar sanciones por los derechos reproducción en las radios sobre las marcas, en esta cancion tuvo que volver a hacerlo, volar de regreso al Reino Unido para volver a grabar la línea "la contaminación del aire me está empañando los ojos" porque su anuncio de la palabra "a-foggin'" sonaba demasiado parecido a algo... mucho menos compatible con la radio en la época. Ray Davies escribió esta canción sobre un hombre que no está contento con el mundo moderno, esta buscando escapar de los problemas causados por sus congéneres humanos, planea un viaje lejos de casa, donde pueda vivir como un "hombre mono". Escapar de la sociedad moderna es un tema que prevalece en muchas de las otras canciones de Ray Davies, tanto en solitario como con The Kinks. La canción tiene una melodía asombrosamente pegadiza, e infantilmente, declara que preferiría dejar todo atrás y vivir como un Apeman (Hombre mono) en una costa lejana. Este tema del aislamiento y el rechazo de la sociedad es algo que se ha quedado con Ray desde sus primeros días: recordemos I'm on an Island en el álbum Kinks Kontroversy. Las letras también se encuentran entre las más ingeniosas que ha escrito, otra cosa que muestra es su amor y quizás admiración por los animales que lo llevaron a él y a su hermano a una vida vegetariana.

Pero todo ese esfuerzo valió la pena, Lola Versus Powerman and the Moneygoround fue un álbum conceptual innovador en su época y, después de celebrar recientemente su 50 aniversario en noviembre del año pasado, sigue siendo un clásico hasta el día de hoy. Echa un vistazo a la interpretación ruidosa de The Kinks de "The Apeman" en Top of the Pops en 1970 a continuación. Incluso si The Kinks ya habían superado su cúspide creativa en el momento en que se grabó esta música, seguían siendo una de las mejores bandas de pop/rock y talentosos compositores de la escena británica y esta música no perdió nada de su calidad y vitalidad con el tiempo. Las canciones de este álbum, que se lanzaron como singles, permanecen en la memoria colectiva de la generación de los años 60 y 70 como parte integral de la banda sonora de su vida, incluido su humilde escriba.


viernes, 8 de octubre de 2021

Disco de la semana 244: Lola vs Powerman & Themoneygoround, The Kinks


“La conocí en un club del viejo Soho, donde bebes Champagne y te sabe a Coca-cola... Se acercó a mí y me preguntó si quería bailar, le pregunté su nombre y con voz grave me dijo Lola..."
Su nombre completo, o más bien el del disco, era Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part One​, la impresionante obra conceptual que The Kinks entregaron como octavo álbum de estudio. Pero todos la conocían por su nombre de pila: Lola, el título de su single más relevante y su mayor éxito desde Sunny Afternoon o el archiconocido You really got me.

"No soy el tipo más fuerte del mundo, pero cuando me abrazó casi me rompe la columna. Oh mi Lola... Realmente, ese es el efecto que la fuerza satírica del disco ejerce contra las diferentes disciplinas del mundillo musical del momento, una auténtica patada en la espalda de una industria discográfica plagada de personajes oscuros y venenosas serpientes de diferentes colores: Ejecutivos y contables, críticos y periodistas, editores y sindicatos. Canción a canción, ninguno de ellos escapa a la afilada sátira y la crítica mordaz de los hermanos Davies y compañía.

Grabado en 1970 en los Estudios Morgan en Willesden (Londres), el disco se beneficio de la inclusión en sus filas del teclista John Gosling, y de la libertad creativa que suponía grabar en un estudio independiente. La sensación de trabajar sin barreras impregnó desde el principio el sonido de las primeras grabaciones, entre las que estaban ya temas como Powerman, Got to be free o la propia Lola, y fruto de ello el disco es un gran despliegue de estilos, principalmente el rock, el folk y los característicos toques de music hall británico, que tan bien se presta a la ironía y la sátira de las letras de The Kinks.

El disco arranca en una sorprendente línea folk, con una breve introducción de voz, banjo y guitarra del Got to be free que cerrará el disco, abruptamente interrumpida por el rotundo riff de The Contenders, la primera de las gemas eléctricas del disco, aunque combine en sus cambios con tramos más pausados y acústicos. En esa línea acústica y sosegada va también Strangers, con cierto toque a The Band, mientras que en Denmark Street, diatriba sobre los editores de discos, aparecen los primeros guiños de teclado barroco y ambiente de music hall. La balada Get back in the line es una visión satírica sobre el papel del responsable del sindicato, que decide quien trabaja y quién debe "volver a la fila" de la oficina de empleo, y la última canción de un brillante bloque que funciona como eficaz ágape previo al suculento banquete que está por venir con Lola, el hit estelar del disco y merecedora de un capítulo aparte.

Lola fue uno de los primeros temas que se grabaron para el disco, y las sesiones de grabación fueron complejas e interminables, hasta que lograron conseguir el particular sonido que estaban buscando para la canción. Lo lograron tras una visita de Ray Davies a una tienda de instrumentos musicales londinense, a la que fue buscando la guitarra Martin que quería para la canción. Allí, además de la guitarra, encontró un viejo dobro de los años 30, que combinado con la guitarra y una fuerte compresión dio como resultado el sonido tan característico del que sería su mayor hit. Lola es brillante en sonido, pero destaca además en lo audaz de la letra para la época, narrando un encuentro romántico con una chica que resulta ser un chico travestido: "Bueno, no soy idiota, pero no puedo entender por qué ella habla como un hombre, y anda como una mujer..." 

Por si sola ya es brillante y atemporal, pero en el contexto del álbum su significado y su valía crecen de manera exponencial. En un disco plagado de personajes oscuros y cruelmente satirizados, la Lola de los Kinks es el personaje más honesto y humano de todos, el ninot que los Kinks salvan de la quema y se quedan consigo: "Bueno, no soy el hombre más masculino del mundo, pero sé lo que soy, estoy satisfecho de ser un hombre y también Lola..." Y Lola se lo agradeció con un éxito descomunal como sencillo, llegando a los primeros puestos de las listas británicas y al noveno del Billboard estadounidense (en una versión en la que en la letra sustituían "Coca-Cola" por "Cherry-Cola" para evitar contenciosos con la marca de refrescos y que pudiera ser emitida en la BBC).

La crítica sibilina del disco sigue su curso en la divertida y enérgica Top of the Pops, sobre los programas de actuaciones musicales de la época, la prensa y la manera en la que convertían canciones en éxitos. Después le llega el turno de pasar por la guillotina verbal a los contables y directivos de las discográficas en The Moneygoround, segundo tema en clave de cabaret y music hall, antes de regalarnos uno de los momentos álgidos del disco en This Time Tomorrow. Una melancólica revisión de la vida del músico en la carretera, a medio camino entre acústica y eléctrica, con brillantes armonías vocales y un mensaje de desorientación y desarraigo que, como buen disco conceptual, encadenan con la temática del siguiente tema, la nostálgica balada A long way from home (Muy lejos de casa).

El último tramo del disco vuelve a la senda rockera en temas de guitarras afiladas como Rats, y la sátira se mantiene intacta en canciones como Apeman, un tema de aires tropicales y planteamientos algo cómicos, que se convirtió en el segundo single del disco, para el que tuvieron que regrabar la frase "the air pollution is a-foggin' up my eyes" ("la polución del aire está nublando mis ojos") porque "Fogging" se confundía con otra palabra que empieza con "F". Tras un psicodélico arranque de sitar, Powerman se destapa como otro de los temas de cadencia hard rock del disco. Y no uno cualquiera, porque está entre las canciones más desarrolladas e impactantes del álbum, y funciona como potente y falsa coda final, antes de cerrar el disco como lo empezaron, con el calmado country-folk de Got to be free (Tenemos que ser libres).
 
Libres de abusivos contratos discográficos, de la avaricia desmedida de contables y directivos que solo quieren llenarse los bolsillos a costa de los músicos, de las excesivas limitaciones impuestas por los sindicatos, y de las interminables giras, plagadas de carreteras secundarias y moteles de mala muerte en los que acabas planteándote qué demonios estás haciendo allí, y lamentando estar tan lejos de tu casa, dónde quizá te esté esperando un hombre o una mujer importante en tu vida. Esa es la historia detrás de la lucha de Lola contra Powerman y Themoneygoround. Un disco apasionante... "Aunque, bueno, no soy el tipo más apasionado del mundo, pero cuando miré a sus ojos, casi caí por mi Lola, la-la-la-la Lola..."