Pero no soy el único
Espero que algún día te nos unas
Y el mundo seremos uno solo"
Some Time in New York City |
Nos encontramos a principios de la década de los años 70 y John Lennon, junto a Yoko Ono, se encuentra en la época más intensa en cuanto a su activismo social y político. A mediados de 1971, los trabajadores de una empresa constructora naval llamada UCS, ubicada en Clydeside (Glasgow), deciden seguir trabajando sin cobrar emolumento alguno en un intento por salvar la empresa. Al enterarse, Lennon y Ono se solidarizan con los empleados, enviándoles rosas rojas y 5.000 £. En agosto de 1971, la pareja se muda a Nueva York, donde establecen su residencia, y allí hacen amistad con dos de los integrantes de los Chicago Seven, acusados por las violentas protestas que tuvieron lugar en Chicago, Illinois. En aquellos momentos John Sinclair, poeta, activista y cofundador del partido llamado Panteras Blancas, cumplía una pena de diez años de prisión por una serie de condenas por posesión de drogas, y en diciembre de 1971 se celebra en Ann Arbor, Michigan, la llamada "manifestación por la libertad de John Sinclair", un concierto protesta donde además de Lennon y Ono, no faltan Stevie Wonder y Bob Seger, entre otros. Lennon y Ono tocan varios temas acústicos, y cuatro de ellos formaran parte de su posterior trabajo, Some Time in New York City.
Estos cuatro temas no serán los únicos temas de compromiso social y político que aparecerán en Some Time in New York City, pues tras la masacre del famoso Domingo Sangriento en Irlanda del Norte en 1972, donde varios manifestantes son asesinados por el ejercito británico, Lennon y Ono escriben dos canciones protesta que aparecen en este disco, Luck of the Irish y Sunday Bloody Sunday. En 1972 también empiezan los problemas de Lennon en Estados Unidos para obtener la residencia permanente en dicho país, debido a su activismo en contra de la guerra y del presidente Nixon. Contra la "propaganda" de Lennon y su cruzada anti belicista, Nixon se embarca en una contraofensiva política para expulsarle del país.
Con todos estos acontecimientos como caldo de cultivo, nace Some Time in New York City, concebido por Lennon y Ono bajo el nombre de su asociación musical, The Plastic Ono Band, grabado con la ayuda del grupo neoyorquino Elephant's Memory y publicado en junio de 1972 en Estados Unidos, y en septiembre de 1972 en Gran Bretaña. Un álbum que contiene canciones que hablan sobre las relaciones raciales, los derechos de las mujeres, los problemas entre Reino Unido e Irlanda del Norte, y los problemas de Lennon para obtener la residencia permanente en Estados Unidos. Si su anterior trabajo, Imagine (1971), había resultado un gran éxito, Some Time in New York City supuso un auténtico batacazo en ventas y no fue bien recibido por la crítica, llegando a ser calificado por una parte de la misma como un disco inaudible.
Comienza la cara B con Sunday Bloody Sunday, compuesta por Lennon y Ono, donde se hacen eco de los tristes sucesos que acabaron con la masacre del llamado Domingo Sangriento, ocurrida durante una marcha protesta en Derry, Irlanda del Norte, para presionar al gobierno británico para que retirara sus tropas de Irlanda del Norte, y que acabó con la muerte de 13 manifestantes a manos del 1er Batallón, Regimiento de Paracaidistas del Ejército británico. The Luck of the Irish es el otro tema, junto al anterior, que aborda los problemas que tenían entre sí Reino Unido e Irlanda del Norte, y donde nos hablan de la mala suerte de los irlandeses y de las atrocidades de los británicos en un tono más folk.
Llegamos a John Sinclair, escrita por Lennon en apoyo al activista del mismo nombre, encarcelado por posesión de drogas. Este fue uno de los temas que Lennon y Ono interpretaron en formato acústico en la famosa manifestación por la libertad de John Sinclair en Ann Arbor. Dos días después de aquella marcha, Sinclair era liberado de prisión. Angela, compuesta por Lennon y Ono en honor a Angela Davis, a quien Lennon y Ono consideraban una prisionera política. Angela Davis era y es una reconocida activista afroamericana, antirracista y feminista. We're All Water, es un alegato en pro de la igualdad escrito por Yoko Ono, quien nos recuerda en el tema que todos somos iguales sin importar nuestras aparentes diferencias o ideales. La canción hace referencia a conocidos personajes como Nixon, Marilyn Monroe, Jerry Rubin, Raquel Welch, la Reina Isabel II de Inglaterra, el papa Pablo VI, Charles Manson o Rockefeller, entre otros. Es además la última canción del primer disco y la última canción que se grabó en estudio, pues el segundo disco contiene canciones grabadas en vivo.
La cara C del disco consta de dos canciones, interpretadas y grabadas en vivo en el Lyceum Ballroom de Londres el 15 de diciembre de 1969, en un concierto caritativo organizado por UNICEF. La primera es Cold Turkey, escrita por Lennon, donde aborda de manera explícita el síndrome de abstinencia que producen las drogas. John Lennon dejó de consumir de golpe drogas, pues quería formar una familia con Yoko Ono y este tema trata sobre esa experiencia, y los estragos del síndrome de abstinencia en su propio cuerpo. La segunda es Don't Worry Kioko, escrita por Ono, e inspirada en la batalla por la custodia legal de Kyoko, la hija de Ono, entre ésta y su ex marido Anthony Cox.
La cara D del álbum consta de cuatro canciones, fruto de una colaboración de Lennon y Ono junto con Frank Zappa y The Mothers of Invention en un concierto celebrado el 6 de junio de 1971 en el mítico Filmore East de Nueva York; Well (Baby Please Don't Go), compuesta por Walter Ward, reconocido cantante estadounidense de R&B y vocalista principal del grupo The Olympics; Jamrag, acreditada a Lennon y Ono, pero que en realidad es el tema King Kong del álbum Uncle Meat, publicado en 1969 por Frank Zappa. Por razones desconocidas, este tema fue llamado Jamrag y atribuido a Lennon y Ono, cuando en realidad era una composición de Zappa. El mismo Zappa comentaba, al respecto, que la canción que tocaron era King Kong, una composición suya y alguien (Lennon, Ono ó los dos) decidió cambiar el nombre de la canción y atribuirse los créditos de la publicación en el álbum sin pagarle ni un centavo por derechos de autor.
Scumbag, acreditada a Zappa, Lennon y Ono, surge cuando la banda comienza a tocar una base rítmica sobre la que gritaban la palabra "scumbag" (escoria), y Zappa invita a la audiencia a unirse, diciéndoles que sólo tenían que repetir esa palabra. En un momento dado, durante aquella improvisación, empezaron a sucederse los famosos aullidos de Yoko Ono. Le sigue "AU", acreditada a Lennon y Zappa, y que realmente se trata de una bacanal de gritos y ruidos que empezaron a reproducir Lennon y Ono, cerrando aquella extraña colaboración en vivo entre Zappa, Lennon y Ono. Un extraño final para el dificil experimento que es Some Time in New York City, y que resultó ser un auténtico fracaso. Lennon intentaría después retomar la senda del éxito y un estilo más cercano a los Beatles con Mind Games, pero eso es otra historia..
Iniciamos el #MesJohnLennon con un disco que, curiosamente, siempre ha estado rodeado de un "halo de curiosas mentiras" cuál anillos rodeando a Saturno. Y digo curiosas porque, al fin y al cabo, se trata más de pequeñas incorrecciones al describirlo, pero que han quedado para siempre asociadas a este álbum. Así que, sin más preámbulos, "vamos a contar mentiras".
La primera de ellas, es que todo el mundo conoce este disco como el primer disco en solitario de John Lennon tras la separación de los Beatles. Tra-la-rá. Puede que, efectivamente, fuera el primer disco que el ex-beatle firmara en solitario, pero antes de éste ya había publicado, junto a la ya casi omnipresente Yoko Ono, hasta tres trabajos de corte vanguardista ("Two virgins", "Life with the lions" y "Wedding album"), e incluso un álbum en directo con la Plastic Ono Band titulado "Live peace in Toronto". Y aunque todos ellos sean trabajos tan prescindibles como dignos de ser condenados al olvido, llamar a Plastic Ono Band su primer disco es, en cualquier caso, inexacto.
La segunda de las mentiras (Tra-la-rá) quizá no lo sea tanto, pero está en cualquier caso marcada por la duda. A lo largo de su carrera posterior a este disco, John Lennon firmó varios discos incluyendo a Yoko Ono en la autoría de los mismos. Es inevitable preguntarse si, un disco como éste, tan personal e introspectivo, y tan influenciado por la terapia del grito primario en la que Yoko introdujo a Lennon, fue en realidad una obra en exclusiva del ex-beatle o podría haber sido firmado "a pachas" con su mujer, que aparece junto a él en la portada, y la referencia tanto del título del disco como del nombre de la banda de acompañamiento (Plastic Ono Band) es bastante clara.Curiosamente, Yoko Ono publicó a la par un álbum llamado "Yoko Ono/Plastic Ono Band", con la misma portada y contraportada (la foto del Lennon niño era en este caso una foto de Yoko de pequeña) al que podríamos aplicar las mismas dudas. Como el mismo John Lennon dijo en respuesta a un intento de acercamiento de Paul McCartney y de una posible reunión, él ya no era más Lennon, a partir de entonces él era ya "John and Yoko".
La tercera mentira es la de que es un disco árido y oscuro, y basado en su totalidad en la terapia del grito primario del Dr. Janov. Es cierto que la influencia de esta terapia, consistente en trabajar la exploración del dolor acumulado desde la niñez, para llevar al paciente hasta un estado mental en el que tenga la necesidad imperiosa de gritar, y que ese grito primario sea un instrumento de liberación y de ruptura física y mental. Es algo que impregna Mother, el desgarrador arranque del disco, en la que Lennon explora sus propios traumas infantiles (el abandono de su madre y la ausencia de su padre). La canción arranca con unas sombrías campanadas de iglesia, y musicalmente es un buen ejemplo de la austeridad (que no aridez) del disco, al basarse únicamente en piano, bajo y batería, una fórmula que se repetirá en otras canciones del álbum. Sin embargo, canciones como Hold on, tan breve como eléctrica, o I found out, con la voz distorsionada y matices blues-rock, no encajarían tanto en ese guión conceptual que se le atribuye al disco (por más que ésta última tenga sus generosas dosis de ira hacia el Cristianismo, el Hare Krishna y Paul McCartney, las tres religiones que menos le cuadraban en ese momento).
Otra "mentirijilla" es que se atribuya a Phil Spector la producción del disco. Basta con escucharlo para comprobar que Spector estuvo ausente de la mayor parte de las sesiones, y que su famoso "muro de sonido" brilla aquí por su ausencia. No le discutiremos que realizara una labor de canalizador de las ideas de Lennon, y quién sabe si de Yoko y en que medida, pero todo apunta a que todo el peso de la producción y de las decisiones cayó del lado de la famosa pareja. Spector tiene una breve aparición al piano en Love, tema romántico que, de nuevo, se aleja del arquetipo de canción de grito primario, como lo hace Look at me, un tema antiguo que inicialmente estuvo destinado al "White Album" de The Beatles y que acabó siendo descartado para aquel disco.
Los detractores de Lennon, especialmente los miembros de la rama conservadora norteamericana, que eran los blancos habituales de las reivindicaciones políticas de sus canciones, le acusaron de vivir un estilo de vida acomodado y burgués, al tiempo que cantaba himnos proletarios como Working Class Hero, un tema que tiene la relevancia y el regusto folkie de los mejores temas acústicos de Bob Dylan, y que es probablemente la mejor canción del disco. Pero como este álbum tiene otras canciones igualmente buenas, también podéis decir que esta afirmación mía sea también mentira (Tra-la-rá).
Una canción como Isolation, tan aparentemente sencilla como brillante, podría discutirle a Working Class Hero ese trono. Y más aún lo haría una pieza tan perfecta como es God, en la que Lennon construye una estructura musical de corte eclesiástico y casi gospel, en la más audaz y traviesa de las mentiras, porque la letra convierte al tema en una auténtica manifestación de ateísmo. Toda una declaración de intenciones de Lennon, que reniega de Jesús y de la Biblia, pero también de Buddha, Hitler, Kennedy, Elvis, Zimmerman (Dylan) y de... los Beatles. El tema termina con la lapidaria frase "The dream is over" (el sueño ha terminado) con la que entierra definitivamente la historia del cuarteto de Liverpool. Todo un grito (primario, esta vez sí) con el que liberarse de la pesada cadena que venía arrastrando, en su búsqueda de su nueva identidad en solitario (o no, porque por allí cerquita andaba siempre "Ono").Así que, colorín, colorado, el sueño ha terminado. Sólo me queda reconocer la última mentira, y es que, pese a todo, no es verdad que este sea un disco de mentiras. Un álbum tan honesto, con unas letras tan íntimas y directas, que toca tantos temas sin miedo alguno a exponerse demasiado en lo personal y en la la polémica que pudiera generar, nunca podría considerarse como una obra de mentira. John Lennon/Plastic Ono Band es un disco auténtico, desde la primera a la última de sus mentiras.
Vamos con el
vigésimo álbum de estudio de la carrera de Bruce Springsteen, una gozada poder
recibirlo y sobre todo escribir sobre esta joya que nos ha dejado.
Arrancamos
con “One minute you´re here” la
pausa como argumento, recita la canción melancólico, y es que Springsteen
cuando canta en base a los recuerdos de la infancia de Springsteen, de ser un
guitarrista adolescente en su primera banda, de los talismanes que ha
coleccionado, de encontrar su camino en el mundo y de la muerte de sus amigos,
ha escondido su corazón rebelde y rockero y le sale la vena Dylan que desde el
principio le ha empujado y aquí arrastra las palabras como un veterano de la
música country con la guitarra acústica y las cuerdas, pero no penséis que es
cosa de la edad, Springsteen ha estado cantando sobre la difícil situación del
hombre durante tanto tiempo que toda su carrera y su trabajo es sentir el pulso
de Estados Unidos y, con la única manera que sabe hacerlo acompañarles. En este
tema parece que la generación que nos va dejando poco a poco nos advierte de
que se acercan tiempos difícil y que tocará bajar de nuevo al rio. Pero Bruce
no nos va a dejar mientras le quede un pulso que da y nos va a acompañar en
este camino poniéndonos a tono “Letter
to you”, donde la E Street vuelve a brillar y a lanzar sus huracanes en
forma de notas musicales, y te saca de la siesta y te pone a saltar y no te
deja descansar, parece que te dice ya has reflexionado demasiado con el primer
tema sal a la pista y vuelve a dar saltos en la cama y a tirarte por el suelo
enloquecido, y es que no para, nos puso a cien y se vuelve a desatar la
tormenta con “Burnin Train” la pista
más vibrante del disco y hace justicia a su nombre, tan peligrosa como un tren
en llamas, dominada por la gran batería de Max Weinberg, que a pesar de sus 69
años todavía suena increíblemente vigorosa. “Jamey needs a shooter” fue escrita originalmente para Darkness On
the Edge of Town en 1978 y ahora es tan actual que parece hecha adrede para
este 2020, clama con fuerza la voz como hace 40 años, y su coro en el
estribillo nos pone el punto melancólico perfecto.
Con “Last man standing” realiza un bellísimo homenaje al comienzo de todo, a su primera banda, The Castiles mas cuando el cantante George Theiss murió seis meses antes de que Springsteen escribiera la canción. Una canción pegadiza con un buen ritmo contundente y un saxofón brillante, un gran tema. “Power of Prayer”, aunque puede ser un himno a las alegrías de la vida de la banda y la música en vivo, es una canción bastante flojita y demasiado tópica para ser de Springsteen. “House of a Thousand Guitars” es otra de las flojitas del álbum, una melodía ligeramente pegadiza y aunque la voz de Springsteen brilla, tiene un estribillo enervante y repetitivo que se pega a tu cerebro y se te queda, pero sabes que es de esas canciones que el recorrido será muy corto porque acabara machacándote y nunca vas a poder descubrir nuevos matices de primeras, buen tema, con el tiempo acabara monótona y Springteen no necesita esto. “A veces la gente necesita creer en algo tan malo, tan malo, tan malo", canta Springsteen en "Rainmaker", que empieza tranquila pero que se va convirtiendo en una de las piezas más duras del álbum y para mí una de las joyas ocultas del mismo, con un mensaje muy fuerte sobre nuestra susceptibilidad eterna a los estafadores y vendedores de humo, personas que se aprovechan de nuestra desesperación y cuando tu moral no está como te gustaría. "If I Was the Priest" es otro de los temas grabados cuando Springsteen estaba en su fase de "New Dylan" antes de su debut en 1973 en Greetings From Asbury Park, Nueva Jersey y se nota en todo lo que rezuma la canción, ese espíritu de los 70 y ese inconformismo y ese querer hacer lo mejor para la sociedad. Un gran tema
Y Jesús está de pie en la puerta con
una chaqueta de piel de ante, botas y
espuelas tan finas que
dice: "Te necesitamos, hijo, esta noche
en Dodge City
porque hay demasiados forajidos
tratando de trabajar en la misma línea"
Llegamos a “Ghost” de lo mejorcito del álbum, otra canción que te hace creer que el amigo Springteen va a estar supurando talento hasta el último momento, y es que se marca un número de rock operístico y lo clava perfectamente. Estas preparado para recibir una inyección de adrenalina en el corazón, una canción que pide a gritos que la lleven a la carretera y la griten frente a 120.000 fanáticos en un estadio gigante. “Song of Orphan”, es el tercer tema que escribió allá a primeros de los 70, suspiros de otro tiempo, de otra época, con un aroma a lo mejor de lo que fue la americana de finales de los 60 y los 70 con Dylan y The Band como grandes inspiradores, en esta oportunidad llevadas al terreno de la E Street Band. Esa armónica en Orphans podría clavarse como una estaca hasta en el espíritu de los más ateos. Springsteen explorando temas que le preocupaban y sigue preocupando: la búsqueda de la fe y el valor de la comunidad. Una auténtica delicatesen. La canción final, "I'll See You in My Dreams", es algo parecido a una canción de cuna, pero, aunque se llora una pérdida, también se encuentra consuelo en lo vivido
Cuando todos nuestros veranos hayan llegado
a su fin
Te veré en mis sueños
Nos encontraremos, viviremos y reímos de
nuevo
... Sí, en la ribera del río
Por que la muerte no es el final.
Wrecking Ball #MesBruceSpringsteen
En los Estados Unidos, hay una promesa que se llamada "el Sueño Americano", que es el deseo a poder vivir tu vida con algo de decencia y dignidad. Pero ese sueño solo es cierto para muy, muy, muy pocos personas. Parece que si no naciste en el lugar correcto o si no vienes de la ciudad correcta, o si crees en algo que era diferente de la siguiente persona, con esas palabras, Bruce Springsteen resumió todo su espíritu, buscar el Sueño Americano y quedarse corto y luego buscar un poco más, durante una época de desempleo desenfrenado y desigualdades económicas inquietantes. Era el año 1981. Sí, Bruce ha estado aquí antes.
Pero el Bruce Springsteen de hoy, si bien el Estado de la Unión puede sentirse familiarmente inestable, Bruce Springsteen está atacando la hipocresía, la codicia y la corrupción de su país de una manera completamente diferente en su 17 ° álbum de estudio, Wrecking Ball. La palabra clave es "ataque". Varias canciones aquí son polémicas de un hombre que ha sido traicionado demasiadas veces. "Si tuviera una pistola, encontraría a los bastardos y les dispararía a la vista", amenaza en "Jack of All Trades", mientras que nada menos que el sonido de un disparo de escopeta se escucha en el clímax de "Death to My Hometown". Quizás inspirado por las canciones populares que cubrió en We Shall Overcome: The Seeger Sessions de 2006, Springsteen llena la primera cara de Wrecking Ball con su propia música de protesta. Como casi todo lo que Bruce hace, es un gesto noble (el biógrafo Dave Marsh lo calificó como "el último de los grandes inocentes del rock" en la década de 1970, y el título aún se mantiene), pero también puede sonar equivocado.
Con Nebraska Springsteen estaba actualizando la tradición de la música folclórica americana, fuera esa su intención o no. El récord era insular y personal, que se ajustaba a sus tiempos cada vez más fragmentados. We Shall Overcome fue un retroceso común, pero revitalizó su polvoriento material de origen con actuaciones enérgicas y un aspecto accesible que a menudo se ha eludido a Springsteen durante las últimas dos décadas. Pero en Wrecking Ball, sus raíces musicales se remontan a las trampas de la Guerra Civil, los aullidos del gospel.Parte de esto se puede atribuir a la producción del álbum, que, como casi todo el material posterior a Tunnel of Love de Springsteen, encuentra continuamente una forma de profesionalizar la crudeza de sangre azul del cantante. Si bien algunos E Streeters hacen cameos aquí y allá, la mayor parte del álbum fue interpretada por Springsteen y el nuevo socio de estudio Ron Aniello, cuyos créditos anteriores incluyen a la esposa de Bruce, Patti Scialfa, junto con Candlebox, Guster y Barenaked Ladies. La producción no es un desastre, pero la mayoría de las florituras estilísticas pueden parecer efectistas o, en el peor de los casos, como lecciones de historia seca; los cuernos parecidos a "Taps" en "Jack of All Trades" podrían estar anunciando el propio funeral de la canción, y un solo de guitarra final sorprendentemente suave de Tom Morello no ayuda en nada. También existe la sensación de que Springsteen y Aniello están tratando de encubrir algunas de las deslucidas composiciones del álbum.
Springsteen nunca cayó en el nihilismo del punk en su apogeo, sino que optó por imágenes más completas y ambiguas de los problemas de la clase trabajadora estadounidense. Así que es extraño escucharlo criticar a los de "Banker's Hill" en el tipo de términos en blanco y negro que continúan plagando y dividiendo a su país de origen. No quiere decir que tenga la obligación moral de contar la historia del banquero (no la tiene), pero su furia arremetida lo supera en gran medida (y su escritura) en la primera mitad de Wrecking Ball, de los simplistas ladrones de "Easy Money". "a la caracterización demasiado amplia de "Jack of All Trades". Para Springsteen, la Promesa siempre ha sido una noción compleja y hay belleza en los enredos. Nada es fácil, ni alegría ni venganza. Siempre hay repercusiones, siempre un segundo, tercer y cuarto pensamiento detrás de cualquier acción dada. "El camino de las buenas intenciones se ha secado como un hueso", canta en el abridor "We Take Care of Our Own", y lamentablemente la petición se lleva a cabo a través de las primeras cinco canciones del disco.En ese sentido, la mitad trasera de Wrecking Ball actúa como una especie de misión de rescate, para el alma de Springsteen y para el álbum en sí. Las dos mejores canciones están aquí, y no es coincidencia que sean las melodías más antiguas del grupo, las que fueron escritas con la E Street Band completa en mente. Ambos, "Wrecking Ball" y especialmente "Land of Hope and Dreams", también cuentan con los inconfundibles sonidos de saxo de Clarence Clemons, quien falleció el verano pasado. Ese peso emocional agregado ciertamente contribuye al peso de estas canciones, pero también lo hace el hecho de que encajan con la misión de toda la vida de Springsteen de una manera que el resto del álbum no lo hace. "Wrecking Ball" se escribió originalmente para rendir homenaje al Giants Stadium de Meadowlands en 2009, cuando Springsteen y la E Street Band tocaron los conciertos finales del lugar. Y, de hecho, Springsteen personifica el estadio en la canción: "Me criaron de acero aquí en los pantanos de Jersey hace unos brumosos años", comienza. Ahora, esto puede parecer un poco tonto y aleatorio. Pero tenga en cuenta que Giants Stadium se estaba levantando en el estado natal de Springsteen justo cuando su propia carrera despegaba en la década de 1970, y que abrió el Brendan Byrne Arena de Meadowlands (ahora el Izod Center) con seis espectáculos con entradas agotadas en 1981. Estos cascos de acero significan mucho para Springsteen, son su púlpito. Y sobrevivir a uno de ellos no es poca cosa.
A lo largo de los seis minutos de "Wrecking Ball", Springsteen recuerda sus extensos arreglos de antaño y lo marca con un puente glorioso que reconoce la mortalidad del jugador de 62 años y, al mismo tiempo, la desafía. "Trae tu bola de demolición", canta, una y otra vez, disfrutando de la alegría de este final.
"Land of Hope and Dreams", escrita en la época de la gira de reunión de E Street en 1999, sigue su ejemplo: tiene siete minutos y cuenta no con uno, sino con dos solos de Clemons. (En el folleto Wrecking Ball, Springsteen analiza el logro invaluable del dúo: "Juntos, contamos una historia más antigua y rica sobre las posibilidades de amistad que trascienden las que había escrito en mis canciones y en mi música"). Esta canción es enorme, no solo en longitud sino también en alcance, y está imbuido de una grandeza que lo abarca todo y que hace saltar la arena de la que Springsteen ha evitado en su nuevo material durante años. Continúa usando una de las metáforas favoritas de Bruce: el tren. Este es el que hablaba Curtis Mayfield en "People Get Ready" (que se llama aquí), el que el crítico Greil Marcus habló con entusiasmo en su tomo esencial Mystery Train, el que da la bienvenida a todos los estadounidenses independientemente de su clase, raza o credo. . Saliendo de la boca de Springsteen, y del cuerno de Clemons, sigue siendo un ideal conmovedor, un testimonio de esperanza cuando más lo necesitamos. Y para continuar 40 años ahora, ese es el trabajo de Bruce: recordarnos qué une a las personas cuando todo lo que nos rodea parece empeñado en demostrar lo contrario. ¿Demasiado cursi? Probablemente. Pero el verdadero poder de una canción como "Land of Hope and Dreams" reside en su capacidad para superar la timidez y el cinismo, una hazaña que es más difícil de lograr ahora que nunca. Los tiempos difíciles van y vienen, pero sigue teniendo la misma fuerza y presencia del Rock Americano. Daniel
El nacimiento del primer hijo te cambia la vida, los planes, las prioridades... Y si no, que se lo pregunten a Springsteen, que en 1992 tenía ya terminado su siguiente disco, Human Touch, pero al que el nacimiento de su primer hijo le sumió en un estado de alegría y felicidad que activó además su creatividad artística, produciendo hasta quince canciones nuevas en un corto período de tiempo. La frescura y energía de aquellas canciones, en contraste con el tono más elaborado y producido del disco que esperaba a ver la luz, le hicieron plantearse la idoneidad de publicar uno u otro, o de sustituir algunas canciones por otras antes del lanzamiento definitivo. Tras varias pruebas, llegó a la conclusión de que aquellas nuevas canciones no encajaban entre los temas de Human Touch, y no porque no estuvieran a su altura (de hecho estaban muy por encima de ella) sino porque aquellas canciones tenían vida propia y unidad como posible disco.
De todas las posibles soluciones (elegir canciones para un solo disco, sacar solo uno de ellos...), Bruce Springsteen optó por la más salomónica, y la que más respetaba las diferencias entre las dos propuestas. Como ya habían hecho Guns and Roses con Use Your Illusion I y II, sacó al mercado simultáneamente Human Touch como nave nodriza... y Lucky Town como rareza, formado finalmente por diez de las quince nuevas canciones. La diferencia estaba en que los Guns mantuvieron cierta unidad en ambos discos, y la calidad de ambos hizo difícil decantarse por uno de ellos. Por el contrario, en el caso de Springsteen el disco "importante" palidecía ante el "adicional" o, dicho de otro modo, la actuación del "telonero" acabó eclipsando al grupo principal.
Human Touch había surgido de una etapa de búsqueda, en la que el Boss intentó jugar con varios estilos, añadiendo al rock de siempre algunas probaturas con el soul, el pop y el R&B, y el resultado fueron algunas canciones brillantes (Human Touch, Gloria's eyes, I wish I were blind) mezcladas con otras que se mostraron carentes de la fuerza de sus temas clásicos. Por el contrario, Lucky Town se presentó al mundo con unas credenciales tan básicas como efectivas: Canciones desenfadadas, honestas y directas, grabadas con un sonido más crudo que el de su "hermano mayor", bañadas de la intensidad y frescura que Springsteen solía mostrar en sus proyectos más intimistas e "inesperados" (Nebraska, The Seeger Sessions...)
Hay también momentos para la calma. Book of dreams tiene ese tono crepuscular y melancólico tan marca de la casa, y sus tenues teclados transitan por terrenos que ya había pisado en discos anteriores como Born in the USA o Tunnel of love, alejándose del tono eléctrico que domina el disco. Es solo un leve espejismo, porque el disco retoma enseguida el tono enérgico con The souls of the departed, provista además de una fuerte carga crítica y social ("Ahora ejerzo mi oficio en la tierra del Rey Dólar... y todas las odiosas y sucias mentiras se han borrado de los libros, y se escriben en los ojos de los hombres decentes...") y de una generosas dosis de electricidad. Un disco tan personal y directo necesitaba, para el cierre, una canción tan desnuda y honesta como My beautiful reward, otro de los (muchos) momentos álgidos de un disco que pasó casi desapercibido en su momento, escondido bajo la sombra del gigante que pretendió ser Human Touch. Y eso nos lleva a una inevitable pregunta:
¿Se equivocó Springsteen al sacar ambos discos de manera simultánea? Para que encontréis cada uno vuestra propia respuesta, os propongo escuchar ambos discos, y que veáis las enormes diferencias entre ellos. Las "radio-fórmulas" seguirán pinchando la canción "Human Touch", pero yo seguiré creyendo que "días mejores" están por llegar, y que en algún lugar lejano hay una "ciudad afortunada" dónde reina la alegría y la esperanza, y en la que se pueda encontrar una mejor recompensa. Si decidís ir algún día, os estaré esperando. Y si me quedo atrás... ¡esperadme!
Hola Amigos, como todas las semanas queremos compartir un nuevo disco, y mirando todas las bandas de rock que hemos recomendado y escuchado, creo que nos hemos olvidado de una banda clásica de los años ’80, que viene de la tierra de los canguros, por ello hoy recomendaremos a los australianos de INXS.
La banda conto con un primer single
que llego al top 5 de la banda en los EE. UU., "What You
Need", y también le valió al grupo el premio Countdown Music and
Video Award al "Mejor video" con ese single, la banda
llego a conquistar el mercado americano.
Así que Listen Like Thieves,
de INXS transformó su sonido de new wave a un sonido de rock más directo. Este
disco fue producido por Chris Thomas, antes del lanzamiento del álbum,
el grupo realizó algunos conciertos de alto perfil, incluida una actuación para
el príncipe Carlos y la princesa Diana de Inglaterra, así también ocupó un lugar
destacado en la versión australiana de Live Aid.
“Kiss the Dirt (Falling Down the Mountain)”
suena como si estuviera inspirado en la banda Roxy Music, con un enfoque sutil
de ritmo y blues y voces reservadas, junto con una gran producción y arreglos.
Esta pista también cuenta con una batería efectiva y constante de Jon Farriss y
alcanzó el puesto 15 en la lista de singles australianos.
“Shine Like It Does”
presenta una melodía suave, casi relajante junto con sintetizadores de estilo
orquestal, pero “Good + Bad Times” desafortunadamente tiene un sonido
anticuado de los ochenta y es una especie de relleno desechable. En contraste con
"Biting Bullets" es puramente como un punk, con ligeros
elementos de U2.
La pista más popular del álbum es la apertura, "What You Need", que ofrece un atractivo instantáneo y obvio con su línea de bajo sintetizado funky y rotación de guitarra junto con su mensaje optimista. La pista proporciona un gran gancho y breves interludios musicales, que abarcan mucho los tres minutos y medio de duración. De especial interés son las progresiones de rhythm and blues, la segunda de las cuales culmina con un suave solo de saxo de Pengilly. "What You Need" fue el primer Top 10 estadounidense de la banda, alcanzando el puesto número 5 en la lista de sencillos pop de Billboard.
"Three Sisters" de Tim Farriss es un instrumental experimental con efectos de sonido de la jungla que lleva a "Same Direction", manteniendo los ritmos sintetizados a través de su larga intro similar a “Biting Bullets”. Como un soplo de aire fresco, "One x One" tiene un fuerte arreglo de tiempo y, aunque todavía domina el sintetizador, esta canción vuelve a los ritmos directos de rock y funk de antes en el álbum. Todo concluye con “Red Red Sun”, co-escrita por Jon Farriss y quizás la canción más rockera del álbum.
Listen Like Thieves
encabezó las listas de álbumes australianos y aunque no estuvo en el Top 10 en
las listas estadounidenses. Es un muy bueno material de la banda para comenzar
si no has escuchado nada de ellos.
Magic, Bruce Springsteen |
Nos encontramos en un un nuevo siglo, han pasado 34 años dese que Bruce Springsteen iniciara su más que prolífica carrera, concretamente en 2007 y el Boss publica su decimoquinto álbum de estudio, Magic, grabado entre marzo y mayo de 2007 en los Southern Tracks Recording estudios de Atlanta y publicado en septiembre de ese mismo año.
Un disco que obtuvo por parte de la crítica especializada reseñas más que favorables, y no puedo estar más de acuerdo pues es un disco donde es capaz de combinar la energía, el sonido y las influencias de sus grandes discos del pasado con ese sonido elaborado y actual que ha ido puliendo con el paso de los años. Bruce demuestra estar en forma y la E Street Band también. el resultado no puede ser otro que un magnífico disco, quizás uno de los más mágicos del Boss de los últimos tiempos. Bruce demuestra otra vez su compromiso con la sociedad, pues en Magic nos expresa su desilusión con el estado que padece la sociedad estadounidense en ese año 2007.
El álbum es grabado bajo la producción de Brendan O'Brien, quien ha trabajado además con artistas de la talla de AC/DC, Pearl Jam, Stone Temple Pilots, Aerosmith, Limp Bizkit, Res Hot Chili Peppers, Rage Againts The Machine, Black Crowes, Audioslave ó The Offspring entre otros. Pero la grabción del disco no fue sencilla pues debido a problemas de agenda de varios componentes de la E Street Band no pudo ser grabado por la banda al completo en el estudio. El bajista Garry Tallent y el pianista Roy Bittan grababan durante los fines de semana las pistas básicas del disco junto a Bruce, posteriormente y durante la semana éste añadía las voces. El resto de la banda se iría incorporando y grabando en el estudio de forma periódica bajo la supervisión y producción de Brendan O'Brien. Con el saxofonista Clarence Clemons el productor O'Brien trabajaría de forma diferente, dejándo el estudio a éste y a Bruce para que grabara sus partes de saxofón, en parte debido a la gran amistad y química que había entre el Boss y Clarence, forjada durante muchos años atrás.
Un disco donde nos encontraremos temas como Radio Nowhere, un enérgico rock que suele tocar en sus directos, pues no es sino un tema donde nos anima a buscar la energía y la pasión en la vida, a no conformarnos. Un tema donde hace alusión a uno de sus ídolos Elvis presley, al mencionar uno de sus éxitos, Mistery Train; Livin'n In The Future, tema donde Bruce refleja el hastío de da la sociedad estadounidense, que lejos de poder disfrutar de la tele por cable, las hamburguesas, las patatas fritas, el béisbol ó las motocicletas, tienen que soportar escándalos de escuchas ilegales, negligencias a los ciudadanos tras la catástrofe de Nueva Orleans, ataques a la Constitución ó la pérdida de hombres y mujeres en una trágica e incomprensible guerra. Por eso hay que planear y hacer algo al respecto; tristes relatos como Gipsy Baker, donde nos cuenta la historia de un soldado americano que fallece en combate durante la Guerra de Irak y sus restos regresan a casa; Girls In Their Summer Clothes, magnífico tema donde Bruce ahonda en la crísis de la mediana edad, un lamento al envejecimiento, un optimista recuerdo de la juventud; Magic, tema que da título al disco. Según Bruce esta canción tiene que ver con la ilusión y tener que vivir en una época donde todo lo que es cierto puede parecer mentira, y todo lo que es mentira puede parecer cierto; ó Last To Die, tema inspirado en el testimonio del representante de veteranos de la guerra de Vietnam y Senador John Kerry en el Senado de Estados Unidos donde afirmaba y se lamentaba cómo se le podía pedir a un hombre que fuera a morir fruto de un error a Vietnam;
El disco inicialmente se había anunciado con un listado de once canciones, pero dos semanas después del anuncio se agregó una pista oculta que contenía el tema Terry's Song, un maravillosos homenaje de Bruce a la figura de Terry Magovern, quien fuera su asistente y que había fallecido el 30 de julio de 2007. No podía haber mejor cierre para un disco enérgico, lleno de garra y con un fuerte compromiso social, uno de los mejores álbumes del Boss de los últimos tiempos.
Aunque Springsteen no quiso mostrar ningún tipo de afiliación política en el momento del lanzamiento del álbum, una canción de Born in the USA se volvería políticamente significativa 20 años después. No Surrender se convirtió en la canción de la campaña de John Kerry en su fallida candidatura presidencial del 2004, y Bruce incluso la interpretó en un mitin en Ohio.
Pero más allá de las interpretaciones, no podemos negar que Born in the USA marca la esencia del Rock Americano, y no por nada Springsteen se volverá a partir de ahora a ser el "Boss".
Que más nos queda que escuchar "Born in the USA"
"The
Rising" es uno de los álbumes más profundos de la carrera de Springsteen y uno de los que más me gustan a pesar de la fama que tiene de pobre y monótono,
es mucho más que un tributo musical al derrumbe de la torres gemelas. La música
se magnifica con la unión de la E Street Band, donde se ven tan indispensables
aquí como en Born to Run.
Further On (Up the Road) es un tema anterior al álbum (la toco por primera vez en el año 2000) pero que encaja perfectamente, ya que la canción es un himno valiente sobre perseverar frente a las amenazas y desafíos de la vida: “Donde el camino está oscuro y… el arma está amartillada y… las millas están marcadas con sangre y oro” Johnny Cash, quien murió en 2003, era un gran admirador de la canción y grabó una versión que fue lanzada en su álbum póstumo de 2006 American V: A Hundred Highways . En The Fuse Springsteen parece estar tratando de fusionar seis temas diferentes en sus letras. La coherencia puede verse afectada, pero sigue siendo un esfuerzo interesante, especialmente cuando lo combinas con el ritmo tartamudo del hip-hop y los sonidos funky. Para un hombre que puede dormirse fácilmente en sus importantes laureles en cualquier momento, tales experimentos siempre son dignos de mención. Mary's Place emula felizmente la sensación de una fiesta para rendir homenaje a "Meet Me at Mary's Place" del rey del Soul Sam Cooke. Estas canciones contrarrestan las canciones más serias con su vitalidad y nos dan un respiro. You're Missing una balada cargada de cuerdas cuya premisa es ¿Cómo te apropias de algún tipo de normalidad cuando la persona que más significaba para ti se ha ido? ¿Y deberías intentarlo? La familia de esta canción está en el limbo, uno de ellos se fue a trabajar, como lo hubiera hecho cualquier otro día, y no ha regresado. La realidad es que probablemente esté muerto. Pero por el momento, todo lo que el otro cónyuge puede decir con certeza es que "estás desaparecido".Todo en la casa todavía parece normal. "Fotos en la mesita de noche, TV encendida en el estudio / Tu casa está esperando, tu casa está esperando / Que entres, que entres", canta Springsteen.. “Los niños están preguntando y los amigos y familiares están llamando. Ese violonchelo parece estar fisgoneando tratando de encontrar esas respuestas. Solo la ruptura del órgano perfectamente afinada de Danny Federici al final ofrece algún tipo de liberación, una especie de final de risa para no llorar de una de las canciones más bonitas que Springsteen haya lanzado.
The Rising es el "Born to Run" de los últimos 30 años de la carrera de Bruce Springsteen: el himno central de uno de los discos más importantes que ha lanzado en esas tres décadas, y una canción que significa mucho para un gran número de personas. Nos lleva directamente a las Torres Gemelas a través de un bombero que hace el máximo sacrificio, subiendo los escalones de un edificio en llamas con sesenta libras de equipo a la espalda en un intento por salvar a otros. Springsteen se encargó de escribir una canción que expresara lo que todos querían decir después del 11 de septiembre. Lo que todos necesitaban decir. Y esas líneas hablan por todos nosotros. Y cantar con ellos en un concierto de Springsteen, todos estos años después del 11 de septiembre, sigue siendo un ritual edificante. Paradise es una balada acústica triste y suave que en su primera parte detalla los últimos pensamientos de un terrorista suicida. Una mirada comprensiva a estos pequeños monstruos que odian la vida, atribuyéndoles un carácter humano decente, se atreve a ponerse al otro lado, trata de darle un porque y explicarnos lo que pudo pasar. En su segunda parte pone su visión en una víctima, una mujer cuyo marido fue asesinado el 11 de septiembre; ella sueña con reunirse con él, después de la muerte, como en una especie de paraíso. Cierra el álbum con My City of Ruins, una canción que en realidad fue escrita un año antes de los ataques y que escribió sobre el deterioro de Asbury Park, un lugar cercano y querido por Springsteen. Las descripciones de la ciudad se abren a una amplia repetición de "Vamos, levántate", y termina con un mensaje finalmente esperanzador. Es fácil ver por qué la gente se apoderó de esta canción tras los trágicos sucesos del 11 de septiembre