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sábado, 4 de abril de 2020

Ruta 77: Las 7 canciones de Fran "@fbarrospalacios"


El viaje continúa, y Storyboy es quién, en esta ocasión, está al volante. Estamos llegando a Asturias, para cubrir el siguiente capítulo de nuestra aventura por la Ruta 77.  La hoja de ruta de esta nueva aventura tiene como punto final Pola de Lena, una villa fundada en 1266 por Alfonso X el Sabio como paso entre Oviedo y León. En el siglo XIX, vivió una fase de gran desarrollo demográfico gracias a la explotación de la hulla, consolidándose en el siglo XX y llegando hasta nuestros días con una población de unos 8.700 habitantes, repartidos en varios barrios y zonas a lo largo de sus 31 km² de extensión.

Aparcamos el coche frente a la estación de ferrocarril de Pola de Lena, principal estación del concejo de Lena. La estación dispone de servicios de media y larga distancia, así como una línea de Cercanías Asturias, pero no tenemos planeado un viaje en tren. La idea es encontrarnos con nuestro amigo Fran en el primer andén, por lo que nos dirigimos hacia el interior de la estación. Mientras cruzamos la calle en dirección a la entrada, vemos una densa niebla acercarse desde los cerros de detrás de la estación.

Atravesamos la estación y salimos puntuales al andén, pero no hay nadie esperándonos. Por la megafonia de la estación, nos llega el sonido lejano de "QE2", el tema de Mike Oldfield que da título a su disco de 1980. Las últimas notas de esta canción se entremezclan con los primeros compases de "Platinum", de su disco de 1979. Pasan los minutos, y ambas canciones siguen sonando en bucle, mientras Fran sigue sin aparecer por ningún lado. Mis compañeros comienzan a impacientarse, y para matar el tiempo se alejan caminando hacia un extremo del andén, observando la vieja estación y haciendo algunas fotos. Yo espero sentado en un banco de la estación, y ojeo un periódico local que alguien ha dejado abandonado sobre el banco. La fecha de la primera página indica que es un periódico de hoy, 23 de julio de 2020. Mientras estoy distraído leyendo los titulares de las noticias locales, la niebla ha bajado desde los verdes cerros y se ha tragado completamente las vías, deteniéndose momentáneamente junto al borde del andén, como si de un dique se tratase.



Algo inquieto, llamo a Jorky y los demás, que se giran al oír mi llamada, y dan unos pasos para acercarse, pero en ese momento la niebla invade el andén, y en cuestión de segundos lo cubre completamente, impidiéndome ver nada más allá de la distancia que abarcan mis brazos estirados. Dejo el periódico en el banco, y me giro hacia el lado contrario hacia el que deberían aparecer mis amigos. Una brillante luz intenta abrirse paso entre la niebla, y un potente silbato anuncia la llegada de un tren a la estación. Con la entrada del tren, la niebla se disipa ligeramente, y compruebo para mi asombro que la locomotora es un modelo de vapor de finales del siglo XIX. Sorprendido, vuelvo a mirar la primera página del periódico abandonado, y en un acto reflejo me levanto apresuradamente del banco. Bajo el título del periódico, la fecha ha cambiado. Sigue siendo 23 de julio, pero de 1874.



La portezuela del primer vagón se abre, y un revisor perfectamente uniformado desciende la pequeña escalinata. Como si asumiera por mi boca abierta que no voy a ser capaz de mediar palabra, decide tomar él las riendas de la conversación: "Bienvenido al @fbarrospalacios Express, en el viaje inaugural tramo Pola de Lena - Gijón. Si no se apresura, va usted a perder el tren" - dice, al tiempo que, con un gesto de la mano, me invita a subir al vagón.
No sin reparos, y echando varias miradas furtivas hacia el otro lado del andén, para comprobar que ninguno de mis tres acompañantes aparecía entre la espesa niebla, decido subir al vagón. Una vez dentro, el revisor hace sonar su silbato y levanta un farol hacia la locomotora, para darle la señal de partida. Al cerrar la portezuela tras de sí, amablemente me invita a seguirle hasta mi asiento. El tren se pone lentamente en marcha, y poco a poco va tomando velocidad. Los sonidos de Mike Oldfield se hacen cada vez más pequeños, hasta hacerse inaudibles, y así deduzco que hemos dejado la estación, ya que con la niebla es imposible ver nada más allá de los cristales del pasillo del tren.

El revisor me conduce hasta el vagón restaurante, indicándome que me siente en una de las elegantes mesas. En el interior del vagón suena "El Zenzontle pregunta por Arlen" de Carlos Mejía Godoy, dotando a la escena de un toque bohemio, al que también colabora la densa humareda del vagón. "No había espacios sin humos en 1874" pienso para mí. En la mesa de al lado, tres personas conversan amigablemente. Al notar mi curiosidad por los otros ocupantes del vagón restaurante, el revisor se acerca y me susurra al oído: "El señor de la derecha es Vital Aza, escritor, comediógrafo y humorista. Los dos señores que se sientan frente a él son Juan Muñiz Zapico "Juanin", minero y sindicalista muy querido en la zona, y José Manuel Castañón, escritor. Los tres son personajes ilustres de Pola de Lena, pero no tanto como quién le acompañará durante la cena. Espere aquí solo unos instantes".

Tal y como prometió el revisor, y apenas termina la canción de Carlos Mejía Godoy, mi misterioso anfitrión aparece, justo al mismo tiempo que el intérprete del siguiente tema entra en acción por los altavoces del vagón. Y una gran sonrisa ilumina mi rostro al reconocer a ambos. De pie frente a mí, el protagonista de nuestra aventura, Fran para los amigos y @fbarrospalacios para todo el que quiera conversar con él en Twitter. Cantando en directo en el Budokan, Bob Dylan y su clásico Mr. tambourine man.


Me levanto para saludarle y nos damos un abrazo, y reconozco que ver por fin una cara amiga ha hecho que me tranquilice en una situación tan extraña. El vino que nos sirven también ayuda lo suyo, y en condiciones tan agradables comienza una distendida charla, en la que Fran confiesa que, tras haber leído los artículos anteriores de la ruta 77, imaginó al detalle un viaje en tren en el que ir contando los momentos de su vida asociados a cada una de las 7 canciones. Así, QE2 y Platinum sonaban seguidos una y otra vez, como en la semana que pasó en los Lagos de Covadonga, con 12 o 13 años. Está a punto de contarme las razones por las que ha elegido a Carlos Mejía Godoy y a Dylan, pero en ese momento ha empezado a sonar "Agotados de esperar el fin" de Ilegales, en una versión en directo de un concierto al que asistió hace años, en el que probablemente el alcohol corrió en mayores cantidades que en nuestra cena, y eso que un camarero acaba de reemplazar una botella vacía por una llena. Fran cuenta con emoción aquel episodio, y nos echamos unas risas que duran hasta la llegada del siguiente tema: "Te recuerdo Amanda" de Víctor Jara.

Estando ya en los postres, y en una increíble versión en directo del "Layla" de Eric Clapton, el silbato del tren ruge en la noche, anunciando la próxima parada del trayecto. Fran apura su copa y, tras dejar su servilleta sobre el fino mantel, dice: "Esta es tu parada, Nevermind, gracias por compartir conmigo esta velada musical". Intento sin éxito pagar la cuenta, pero Fran se niega y el camarero zanja la discusión con un "La casa invita, hacía tiempo que en este tren no sonaba una música tan buena". Nos damos un nuevo abrazo final, y el revisor me acompaña por el pasillo hacia la portezuela del vagón. El tren va reduciendo la velocidad, hasta detenerse por completo. La densa niebla sigue dificultando la visión, así que tengo cuidado con los escalones, tal y como el revisor me ha recomendado. Ya en el andén, veo como el revisor levanta de nuevo el farol, y cierra la portezuela tras tocar el silbato. El tren se pone en marcha y se pierde poco a poco entre la niebla. No puedo ver nada a mi alrededor, pero no hace falta, sé exactamente dónde estoy. Por la megafonía de la estación suenan QE2 y Platinum, una detrás de otra, una y otra vez. Avanzo hacia el banco en el que había estado sentado, y recojo de nuevo el periódico usado, correspondiente a la edición de hoy 23 de Julio de 2020.

"¿Dónde te habías metido?" - pregunta la voz de Chema entre la niebla, mientras mis amigos de 7dias7notas se acercan al banco. "Es una larga historia, mejor os la cuento en el camino de vuelta".


Nota final: Y eso es lo que hemos intentado hacer en este artículo, contar de la mejor manera posible las 7 canciones favoritas de @fbarriospalacios, al que agradecemos que nos haya compartido momentos personales y las canciones que los acompañaron, quedando grabadas a fuego en su memoria.

"De esto va la Ruta 77, y por eso nos gusta tanto".

sábado, 21 de marzo de 2020

Ruta 77: Las 7 canciones de Antonio "@saglez63"





     Tras despedirnos de Luis "El5Heroe" y darle las gracias por haber sido tan excelente anfitrión en su Zaragoza natal , nos subimos al coche, pues tenemos un viaje a Madrid, donde nos espera nuestro siguiente amigo, Antonio, otro habitual de nuestras tertulias en Telegram y que tiene una cuenta en Twitter bajo el nombre @saglez63.

     En esta ocasión es Chema el que conduce, a su lado en el lugar del copiloto viaja en esta ocasión Storyboy, que duerme como un bebé, detrás viajamos Nevermind y yo. Durante el trayecto Nevermind nos relata la rara experiencia con el Mayor Tom durante el viaje anterior para visitar a Luis, cosa que agradacemos, pues estamos tan entretenidos que cuando nos queremos dar cuenta ya hemos llegado a Madrid, concretamente a la estación de Pirámides, donde hemos quedado con Antonio, que ha querido citarnos en su antiguo barrio.


     Hemos llegado pronto, tras cinco minutos esperando en la puerta observamos saliendo de la estación entre el gentío a nuestro querido Antonio, lleva los cascos puestos, ya que aprovecha los trayectos de casa al trabajo y del trabajo a casa para escuchar música, una de sus pasiones. Su alegría al vernos es grande, y tras saludarnos y darnos los correspondientes abrazos Antonio nos comenta que quiere hacer algo muy especial por nuestra visita, y por eso nos ha citado en su antiguo barrio, a la rivera del Manzanares. Nos invita a acompañarle, dando un paseo hasta nuestro próximo destino, del que no desvela nada por tratarse de una sorpresa. Mientras charlamos vamos tranquilamente paseando, primero pasando por la Glorieta de Pirámides, para luego embocar dirección a lo poco que queda del estadio Vicente Calderón. En ese momento, me fijo y observo como Antonio mira a la derruida grada que todavía queda en pie mientras se le escapa alguna lágrima, qué grandes recuerdos.







     Después cogemos el paseo de los Melancólicos, mientras Antonio nos indica el gran solar que queda a la derecha y nos habla de la antigua fábrica de Mahou, que estuvo allí hasta hace algunos años. Seguimos hasta llegar al Paseo de Pontones y giramos a la izquierda, cruzamos hacia el otro lado del Manzanares por el Puente de San Isidro hasta llegar al Paseo de la Ermita del Santo. Hace buena tarde, entre la buena compañía de Antonio y la amena charla que tenemos, el paseo, que se agradece, se hace corto. Después de callejear por un par de calles aledañas al paseo Antonio se detiene frente a un bar, el bar de Juan, uno de los lugares que le ha visto crecer. Hemos tenido un viaje largo y antes de ir hacia nuestra sorpresa, quiere invitarnos a tomar algo fresco. El bar lo regenta el mísmo Juan, al que conoce de toda la vida. Antonio hace las presentaciones, y Juan hace que nos sintamos en seguida como en casa. Tomamos unos revitalizantes refrescos, y tras pasar una agradable media hora llega la hora de irnos, por lo que procedemos a despedirnos de Juan y darle la gracias por atendernos como se merece.

     Salimos del bar de Juan, atravasemos varias callejuelas hasta llegar a una pequeña plaza, y allí oculto, en una esquina está nuestro destino, un gigantesco local, con un cartel en la fachada donde se puede leer CRV, Tu centro de Realidad virtual. Nos miramos Chema, Storyboy, Nervermind y yo extrañados, y Antonio nos mira y se ríe, sabe que estamos desubicados y no tenemos ni idea de lo que tiene preparado para nosotros.

     Entramos por la puerta, al frente un amplio mostrador donde Antonio se acerca y le dice algo a la recepcionista  que se encuentra al otro lado que en ese momento coge el teléfono, y tras colgar, a los treinta segundos aparece un hombre que nos pide que le acompañemos. Nos lleva a una amplia sala, el decorado de las paredes es de una azul muy suave, tendrá unos 50 metros cuadrados y está dotada de unas 3 filas de cinco butacas cada una. El hombre nos explica a todos los presentes que estamos en una sala de realidad virtual, nos pide que elijamos asiento, y una vez sentados, nos explica el funcionamiento, vamos a vivir una experiencia que nos han preparado basándose en una serie de parametros y premisas que Antonio les ha facilitado, es su sorpresa para con nosotros, quiere que vivamos la experiencia de sus siete canciones de una forma muy especial. Los nervios y la excitación del momento son grandes, no esperábamos tal cosa, estamos nerviosos. El momento ha llegado, el hombre nos pide que nos pongamos las gafas y los cascos que hay conectados al asiento en el cual nos encontramos cada uno, procedemos, la aventura de Antonio comienza...


     Los instantes previos al comienzo de la experiencia se me hacen ciertamente largos, estoy algo nervioso, ¿Qué nos habrá preparado Antonio?, de repente, tras un pitido, todo comienza, y me encuentro sentado en el interior del mítico cine Covadonga, más conocido como "La covacha", situado en la Calle Lopez de Hoyos 161 de Madrid. A ambos lados tengo a Antonio, Nevermind, Storyboy y Chema, me fijo un poco más y veo también a Juanito, el Sasa, Josito, Miguel y el Grillo, todos sentados, ¡Somos La pandilla!. En el proyector estamos viendo la película The song remains the same, la película que se lanzó en 1976 sobre una gira y otras secuencias de fantasía de la banda Led Zeppelin. En concreto estamos viendo el tema Rock and Roll, tema que tiene la particularidad de ser uno de los pocos temas del grupo en los que aparece un músico adicional en la grabación del tema en estudio, el teclista Ian Stewart, el teclista de los Rolling Stones. Miro a ambos lados y veo al resto de la pandilla, algunos botando literalmente del asiento, otros meneando la cabeza, y otros haciendo air guitar con la manos, ¡cómo estamos disfrutando!.


     Acaba de sonar Rock and Roll de Led Zeppelin y de repente el escenario cambia completamente, ¡qué pasada, estan real!. No se cómo, pero ahora nos encontramos Antonio, yo y el resto de la pandilla en la Pradera de San Isidro. Son la fiestas de San Isidro y la pradera está abarrotada, y nos encontramos en corro todos charlando y riendo mientras compartimos unos cuantos minis de cerveza. Un momento, me fijo al fondo, hay un escenario y arriba hay alguien tocando, cuando agudizo el oído y dejo la conversación que transcurre entre la pandilla, me percato que arriba del escanario están Tony, Ramiro y Rosendo, ¡Son Leño!, y el tema que están tocando en este instante es Entre las cejas, tema compuesto por los tres componentes del grupo, y publicado en su tercer y último álbum de estudio, Corre, corre en 1982 bajo la discográfica Chapa/Zafiro. Cuando me quiero dar cuenta estamos toda la pandilla pegando botes al son de la canción de Leño.


     Acaban los últimos acordes del tema y de repente me veo transportado otra vez, me fijo un poco y rápidamente me ubico, me encuentro con el resto de la pandilla en el Canci, como se conocía popularmente a la mítica sala de conciertos madrilleña Canciller, ubicada al lado del metro de Ventas, en el madrileño barrio de Ventas. En el escenario reconozco enseguida a Klaus Maine agarrando el micrófono y haciendo florituras con él mientras canta, secundado por Rudolf Schenker que le secunda mientras saltan chispas literalmente de su guitarra. El tema que está sonando es Rock You Like A Hurricane, tema incluido en el noveno álbum de estudio de la banda, Love At First Sting, y compuesta por Klaus Maine  y el baterista Herman Rarebell que se encargaron de las letras, y Rudolf Schenker que lo hizo de la música. Un tema que habla de la actitud y la sexualidad y que demoraron dos años en sacarlo, pues estaban buscando el momento idóneo para hacerlo.


     Se acaba el tema y me preparo, pues se que viene otro cambio de escenario, y ¡plas!, un momento, estoy en la misma sala, pero en esta ocasión me encuentro encima del escenario sentado delante de una batería aporreándola con las baquetas como si no hubiera un mañana, reconozco inmediatamente la intro que estoy haciendo, ni más ni menos que The Number Of The Beast. Empiezo a ser consciente y comprender la situación, me he reencarnado en Nicko McBrain, el baterista de Iron Maiden, la sala está llena, miro delante y viene hacia mí el cantante Bruce Dickinson....¡No! es ¡Antonio! que está cantando y pegando saltos, y se encuentra flanqueado a los lados por los guitarristas Storyboy "Dave Murray y Nevermind "Janick Gers", y el bajista Chema "Steve Harris". Menudo subidón estar en la piel de Dickinson, Harris y compañía, y poder sentir al público disfrutando, bailando y coreando los temas que estás tocando. Me fijo en la primera línea del público y puedo ver al resto de la pandilla disfrutando de lo lindo. Este tema fue compuesto por Steve Harris en 1982 para el disco del mismo nombre, y se inspiró en la película The Omen: Damien. Steve Harris siempre defendió que el tema trataba de un sueño y no de la adoración del diablo.


     El tema llega a su fín con el clásico redoble de batería que yo me marco, y justo al finalizar el último toque, las baquetas desaparecen de mis manos y me encuentro con Antonio y todos los demás paseando por la calle Bailén, es temprano, está amaneciendo, vamos charlando, riendo y comentando lo bien que lo hemos pasado en el Canci todos. Apenas hay nadie en la calle, por lo que distingo fácilmente en la lejanía a un músico ambulante en un lado de la calle, está de pie con una guitarra. Al llegar a su altura, Antonio mira al músico sonríe y le saluda efusivamente, éste se acerca a Antonio y se dan un abrazo, me fijo bien y no lo puedo creer, es ¡Antonio Flores!. Acabado el abrazo, Antonio Flores saluda también a el Sasa, Miguel y todo el resto de la pandilla, que se apresura a presentarnos al músico. Una vez presentados y tras una breve charla, el Maestro nos cuenta que ha salido de casa temprano, pues no podía dormir, y le apetecía pasear y buscar un lugar tranquilo en la calle para tocar, y que el siguiente tema nos lo va a dedicar a la pandilla. Dicho esto, hacemos el correspondiente coro alrededor del músico, y éste agarra con firmeza su guitarra y empieza a rasgarla, acto seguido comienza a cantar: "Allí donde s e cruzan los caminos / donde el mar no se puede concebir / donde regresa siempre el fugitivo / pongamos que hablo de Madrid..."




     "...cuando la muerte venga a visitarme / no me despiertes, déjame morir / aquí he vivido, aquí quiero quedarme / pongamos que hablo de Madrid". Acaban los últimos acordes y toda la pandilla aplaudimos a al Maestro Flores emocionados, con alguna lagrimilla que otra producto de la emoción. No me ha dado tiempo a gritarle "Bravo Maestro" cuando el escenario vuelve a cambiar, sigo en la calle Bailén, pero ahora es de noche y estoy corriendo, a mi lado corren todos los demás, Antonio, el Sasa, Miguel, Juanito, Josito, el Grillo, Nevermind, Storyboy y Chema, y de fondo, como si de la banda sonora de una película se tratase, está sonando Stairway To Heaven, de Led Zeppelin. Llegamos a la altura de la Catedral de la Almudena, todavía en obras, pues no está acabada, nos colamos por un hueco de la verja al interior del recinto de la catedral. Nuestro objetivo es claro, llegar a lo alto de la torre más cercana a la calle Bailén, pero debemos ir despacio y no armar mucho ruido, pues en el interior de la catedral viven numerosos vagabundos que suelen buscar resguardo de la intemperie y no queremos molestarlos. Mientras estamos inmersos en nuestro objetivo Plant y compañía siguen sonando de fondo, ahora conseguimos llegar a una escalinata de hierro que hay en una de las aristas del tercer cuerpo de la torre, y procedemos a subirla, nuestra propia escalera hasta el cielo, pues esa escalinata da a un balcón de la cúpula, y mientras Stairway to Heaven rompe y llega al punto álgido del tema, yo estoy disfrutando de una de las vistas más bellas que he visto nunca del Madrid de los Austrias. Mereció la pena el riesgo y la aventura.


   Stairway to Heaven está llegando a su fín, y yo sigo contemplando las vistas de Madrid desde la cúpula. Voy a apurar hasta el último acorde, pues se que esta escena no puede ser para siempre, y justo en ese momento suena como una especie de pitido, las imágenes desaparecen y observo que las gafas se han apagado, por los cascos no suena nada y se han encendido las luces de la sala. Salimos del recinto, y mientras caminamos, los cuatro, Satoryboy, Chema, Nevermind y yo le damos las gracias a Antonio por la increíble experiencia que nos ha regalado, estamos alucinando por la experiencia que acabamos de vivir, pero Antonio nos interrumpe, todavía no ha acabado nuestra experiencia, pues nos ha mostrado únicamente seis temas, falta uno. Antonio nos dice que ese tema nos lo va mostrar en un sitio y con un entorno muy especial. Llegamos a ese lugar tan especial para Antonio, el bar de Juan, la noche está ya cayendo y hay que reponer fuerzas, y que mejor sitio para hacerlo que hacerlo allí. Juan se encuentra en una esquina de la barra, y está acompañado de cinco personas más. Según nos vamos acercando al grupo de Juan con Antonio, empiezo a reconocer al grupo, es la primera vez que los veo en persona, pero es como si los conociera de toda la vida, pues aunque no lo sepan, hemos vivido una serie de fascinantes aventuras juntos, son Miguel, el Grillo, Juanito, el Sasa y Josito. Nos abrazamos entre todos como si nos conociéramos de toda la vida. Juan se ha alejado y procede a pinchar un tema, el último tema que Antonio quería compartir en su barrio, en uno de los lugares, el bar de Juan, que le ha visto crecer, y en compañía de su pandilla de toda la vida. El tema, Wonderful Tonight, de Eric Clapton. Mientras suena el tema de Eric de fondo, nosotros comenzamos en gran compañía de Antonio y los suyos los que promete ser una noche maravillosa como colofón a un día inolvidable en el que Antonio "@saglez63" nos ha regalado no sólo siete temas, también siete pedacitos de su historia, una historia que ha querido compartir con 7dias7notas para este maravilloso viaje por la ruta 77. Muchas gracias Antonio, hasta la siguiente parada


sábado, 7 de marzo de 2020

Ruta 77 - Las 7 canciones de @El5Heroe


Tras el extraño episodio del bar de carretera y el cartel del Cadillac rojo, era ya hora de volver al camino. Llevamos ya una hora en la carretera, y todos en el coche duermen. Todos salvo Jorky, que está al volante conduciendo hacia Zaragoza, nuestra próxima parada. Chema duerme en el asiento del pasajero y Storyboy hace lo propio detrás de Jorky. Yo observo el paisaje nocturno y los coches que vamos adelantando, desde el lado derecho del asiento trasero. Vamos a Zaragoza para ver a nuestro amigo Luis, más conocido en Twitter como @El5Heroe, para enseñarle el artículo que le vamos a dedicar sobre sus 7 canciones favoritas. Lo tenemos todo a punto, el coche está arreglado, tenemos suficiente gasolina, y llegaremos a Zaragoza a primera hora de la mañana. Sólo nos falta un detalle, y es que no me ha dado tiempo a escribir una sola línea del artículo.

Me animo a mi mismo pensando que aún tengo tiempo, puedo escribir el artículo en ruta, con la ayuda del portátil, y tenerlo listo con los primeros rayos del amanecer, coincidiendo con nuestra llegada a Zaragoza. He decidido hacerlo en unos minutos, pero antes me doy una tregua mientras en la radio del coche suena "Maldito Duende" de Héroes del Silencio, y me llama la atención que la letra tenga tantas similitudes con este momento concreto, una noche mágica en la que el duende del sueño está intentando invitarme a caer en sus brazos. "Últimamente apenas he parado, y tengo la impresión de divagar. Amanece tan pronto, y yo..." sin haber empezado el artículo de Luis y sus 7 canciones de la Ruta 77.


Me prometo a mi mismo abrir el portátil cuando acabe este tema, pero el siguiente en sonar en la radio es "Break on through (to the other side)" de The Doors, y no puedo evitar acordar conmigo mismo una pequeña moratoria: "Serán sólo unos minutos más, y ésta de verdad que será la última" me digo, y cierro los ojos tan sólo un instante para concentrarme en disfrutarla en la calma de la noche, esa "noche que divide al día". Y entonces "intentas correr, intentas esconderte, y abrirte paso hacia el otro lado".


Siento que han transcurrido sólo unos segundos, pero cuando vuelvo a abrir los ojos es como si realmente me hubiera abierto paso hacia otro lado, porque ya no hay rastro del coche, ni de mis amigos de 7dias7notas, ni de la carretera por la que transitábamos. Todo ha desaparecido, y sólo veo la inmensidad del espacio a través de lo que parece el cristal de un casco. Miro mis manos, mi cuerpo, mis piernas, y todo ello está enfundado en un traje blanco de astronauta. Dentro del casco, algo chisporrotea a la altura de mis oídos. ¿Será que Jorky está buscando otra emisora? Pero Jorky está muy lejos, a millones de kilómetros de distancia, en una carretera que lleva hasta Zaragoza, y que vista desde donde estoy tendría el tamaño de una célula microscópica.

Tras el chisporroteo, una voz suena en el casco: "Control de Tierra llamando a @El5Heroe"

- ¿Quién eres? ¿Por qué me llamas así? Mi nombre es Nevermind, ¡y no se cómo he llegado hasta aquí!
- "Control de Tierra llamando a @El5Heroe", repite de nuevo la voz. Pienso que sería una clave, una especie de código, así que decido seguirle el juego y contestar. "Aquí @El5Heroe a Control de tierra, estoy atravesando la puerta (hacia el otro lado, supongo), estoy flotando de una manera muy peculiar, y las estrellas se ven muy diferentes..."
- "Aquí Control de Tierra a @El5Heroe" ¿Dónde estás?
Me muevo para girarme y mirar alrededor, y tras de mí descubro el Planeta Tierra, del tamaño de una de esas canicas de colores con las que jugábamos cuando éramos niños, antes de contestar: "Estoy muy lejos, por encima del mundo. El planeta Tierra es azul, y no hay nada que yo pueda hacer"
- "Control de Tierra a @El5Heroe, su circuito está apagado, algo va mal". Creo que está perdido para siempre en el espacio, y no hay nada que pueda hacer por usted.
- ¿Puedes ponerme Space Oddity, de David Bowie, por los auriculares del casco? Eso haría más fácil este último viaje.
- Por supuesto, aquí en la NASA la escuchamos constantemente. Fue la canción con la que la BBC retransmitió la llegada del hombre a la Luna en 1969. Puedo ponerle cualquier canción, y si mira hacia la derecha seguramente querrá escuchar antes "The whole of the Moon" de The Waterboys...
Hago caso a la voz, floto hacia un lado y miro a la derecha de la canica Tierra, y allí está esplendorosa la blanca Luna, a un tamaño al que nunca la había visto. Las notas de ese gran himno de los Waterboys empiezan a sonar, y es como si su mensaje fuera para mí: "Con el viento pisándote los talones, te estiraste para alcanzar las estrellas, y sabes cómo se siente al llegar demasiado alto, demasiado lejos, demasiado pronto. Viste toda la luna". Escuchar esa canción, en la inmensidad de la nada, con la luna delante como jamás habría soñado verla, me hace sentir completo y en armonía con el Universo, y me relajo por un momento.
Dura poco, porque no es muy llevadera una situación en la que el tiempo es lo único que pasa, así que me decido a pedirle más canciones al Control de Tierra, como si de una gramola se tratase.
Y así, me encuentro a continuación bailando conmigo mismo, rodeado de estrellas y sin el menor temor a hacer el ridículo, el "Take this waltz" de Leonard Cohen. Y acto seguido, aprovechando el blanco traje (sin lentejuelas pero con lucecitas y cables que para el caso sirven igual) me marco unos movimientos de pelvis al ritmo del "Suspicious Mind" de Elvis Presley. Tras este último tema, vuelve a apoderarse de mí el decaimiento y la sensación de infinita soledad, así que le hago a la voz una última petición: Aún no me has puesto "Space Oddity", y creo que se me acaba el tiempo. ¡Quisiera que esa fuera la última canción!

Control de Tierra pone por fin la obra maestra de David Bowie por los altavoces del casco, y siento que estoy entrando en una especie de trance final. Cierro los ojos y oigo de nuevo su voz llamándome, pero ya no quiero contestar:

"¿Puede oírme, @El5Heroe?
¿Puede oírme, @El5Heroe?
¿Puede oírme, @El5Heroe?"



Siento que alguien me zarandea, como si quisieran despertarme, y la canción que suena ha cambiado, es "Lucha de Gigantes" de Nacha Pop. Ya no suena dentro de un casco, parece provenir de un aparato de radio, dentro de un coche... "Siento mi fragilidad, vaya pesadilla (...) Dime que es mentira todo, un sueno tonto y no más. Me da miedo la enormidad, donde nadie oye mi voz..."

¿Puedes oírme, Nevermind?
¿Puedes oírme, Nevermind?
 ¡Despierta, Nevermind!

Despierto dentro del coche, zarandeado por Storyboy, que me dice que ya hemos llegado a Zaragoza. Jorky y Chema están de pie fuera del coche, saludando con la mano a alguien que se acerca a lo lejos. Salgo del coche, aún abotargado por el sueño, y pregunto a mis compañeros de viaje quién es la persona que se acerca.
- !Es Luis, o mejor dicho, @El5Heroe! - contestan casi al unísono.
- ¡Maldita sea! - pienso al verle acercarse - ¡Y yo sin tener hecho su artículo sobre sus 7 canciones para la Ruta 77!

sábado, 22 de febrero de 2020

Ruta 77 - Los 7 Círculos de Charly (@CatCarlus)


Llega la cuarta entrega de la Ruta 77, la sección que dedicamos a todos los amigos que hemos hecho a través del día a día en nuestro blog. La siguiente persona a la que hemos pedido colaboración se llama Chaly, es multi - instrumentista y según su cuenta de Twitter sus influencias son el reggae, el Funky, el Jazz y los grupos The Police y Radio Futura. Su cuenta de Twitter es @CatCarlus, te invitamos a seguirlo.

Diario de viaje

Las luces del amanecer iluminan la habitación de motel de carretera que nos ha permitido descansar de una noche de concierto, es hora de levantarse y ver que nuevo camino recorrer.

Ya junto al café del desayuno tomo mis apuntes de la noche anterior. Santiago, con sus 7 canciones, nos ha desafiado en este camino que promete ser muy largo, y tras apuntar lo que la memoria me permite sin diferenciar la realidad de la ficción, se me acerca un hombre el cual se identifica con el nombre de Charly, músico de profesión y, como en un cuento de Navidad de Dickens, me dice que ésta cuarta etapa sorprenderá a mis sentidos, porque los caminos nunca son rectos, y me propone que lo acompañe, con una sola condición: Debo acompañarle en su coche, el cual nos espera en la puerta del bar. “No tengas miedo, me dijo, daremos una vuelta, quizás en círculos, quizás podrían ser 7 vueltas, pero no te preocupes”. Y sonriendo, añade: “Los círculos del infiernos eran 9, y yo soy Charly no Virgilio, y aquí los pecados están permitidos”.

Así que me dije a mi mismo, el que no esté libre de pecados que arroje la primera piedra. Llamé a la camarera, pague mi café y acompañe a mi nuevo amigo hacia la puerta, donde nos esperaba su coche, rojo como era de esperar. Todo era realmente muy raro, les debo decir, pero me dejé llevar por mi amigo, que me pidió ajustar mi cinturón de seguridad, porque estábamos por entrar en un tobogán que nos llevaría al primer círculo.


The Beatles, Helter Skelter: Publicado en el décimo álbum de estudio del grupo, The White album, publicado en noviembre de 1968. Composición acreditada a John Lennon y Paul McCartney. en el tema colabora a la trompeta Mal Evans. Grabada en los estudios Abbey Road, siendo el productor George Martin y el ingeniero de sonido Ken Scott. Así nació Helter Skelter, hace referencia a un tobogán en espiral que se puede encontrar en los parques británicos. Paul puso ese título al tema para simbolizar con el tobogán la caída y la decadencia.

Nada mal le dije a mi amigo Charly, quien con una sonrisa me da a entender que el camino aún es largo, me esperan más sorpresas por descubrir, de repente un coche patrulla nos sobrepasa, le digo: "Es la policía", y Charly responde “Vaya si lo es”.



The Police, Every little thing she does is magic
Publicado en el cuarto álbum de estudio del grupo, Ghost In The Machine, en 1981.
Sobre este tema Sting cuenta una anécdota. Cuando se mudo a Londres en 1975 y estaba luchando por hacerse un hueco en el mundo de la música, hizo una audición en un local del barrio londinense de Covent Garden y tocó este tema, pero el del local le dijo que necesitaba éxitos comerciales, no eso que acababa de tocar.

La patrulla de la policía se fue alejando, y Charly decidió ponerme a prueba. Aceleró más su coche, diciendo: "Este tercer círculo te va a encantar, es un mundo diferente, escucha no te arrepentirás", y subió el volumen de la radio.



Third world, Reggae Embassador
Third World es una banda de fusión reggae jamaicana fundada en 1973. Su sonido también tiene influencias soul, funky y disco. Publicado en su álbum Serious Business de 1989. A mediados de los años 80, el grupo sufre un cambio de sonido, pasa de un sonido puramente reggae a un sonido con toques más funkys y disco, debido en gran medida al cambiante escenario del panorama musical de la época.

Todo lo que me había mostrado Charly me hacía querer seguir recorriendo cada uno de los círculos que me propusiera. Estaba decidido a todo, mientras sentía que mi pulso se aceleraba aún más.


Steel Pulse, Heart of Stone
Banda de reggae británica fundada en 1975. Pionera del reggae en Gran Bretaña y en Europa.
Curiosidad, fue el primer grupo de reggae no jamaicano en ganar un premio Grammy.

El camino, hasta acá, no me había permitido descubrir por donde estábamos, así que me atreví a preguntarle a mi extraño amigo dónde íbamos, cuál era nuestro destino. Él me respondió: "Te he traído a una ciudad nueva donde no existe un pasado ni un futuro, sino un presente contante, así que del futuro no te debes preocupar".



Radio Futura, La ciudad interior
Radio Futura, fundado en en 1979, compuesto originalmente por los hermanos Santiago Auserón (voz y guitarra) y Luis Auserón (bajo), Enrique Sierra (guitarra solista), Herminio Molero (sintetizadores) y Javier Pérez Grueso (voz y percusión). Uno de sus mejores temas es La ciudad interior, tema con un toque muy funky y bailable.

La ciudad ha quedado atrás, Charly me pregunta si estoy cansado pero, más que cansado, a estas alturas estoy más bien confundido, ¿donde está la gente? Los habitantes de la ciudad parecen haberse ido y, frente a mí, sólo veo terribles monstruos de hormigón y caminos de asfalto. Charly vuelve a acelerar, pero esta vez sin decir nada.



Living colour, Open letter (to a landlord)
Banda de rock fundada en Nueva York en 1984. Tocan varios palos, funk, heavy metal, hard rock, free jazz ó hip hop entre otros. El tema Open Letter está compuesto por el guitarrista Vernon Reid junto con la poeta Tracie Morris. Aborda el proceso de transformación que sufrió el área urbano de la zona del East Village de Nueva York, donde demolieron los edificios antiguos y los vecinos de toda la vida se vieron obligados a abandonar sus casas. En su lugar, construyeron edificios mucho más altos, subiendo los costes y alquileres de la zona, en un claro ejemplo de especulación pura y dura.

Luego de recorrer varios kilómetros, Charle me aclara que estamos en nuestra última curva, y frente a mi se abre un cielo infinito de estrellas que me deslumbra, como una lluvia de polvo de estrellas. Nos dirigimos al último círculo:



Jamiroquai, Rock Dust Light Star
Tema incluido en el séptimo álbum de estudio de la banda británica, titulado también Rock Dust Light Star, publicado en 2010. Jamiroquai es un grupo británico de funk y acid jazz fundado en 1992.
El tema tiene una buena dosis de ritmos funk muy elegantes, donde la guitarra cobra protagonismo y despunta en ciertos momentos del tema, con unas líneas vocales e instrumentales muy cuidadas.

¡Amigo, hasta aquí hemos llegado! me dice Charly, y las luces del bar rebotan sobre la ventanilla del coche, pero ya no es de día. “Es hora de que bajes del coche” me dice. "Yo debo seguir mi camino".
Agradecido por el recorrido, bajo del coche. Charly me dedica un guiño y acelera nuevamente. Véte a saber a dónde le llevara el camino, espero volverle a ver.

La carretera ha cambiado. Se ve más iluminada, la gasolinera está abierta aun, y el bar ya ha puesto el menú para cenar. Seguro la camarera me recordará de la mañana, así que entro al bar y pregunto por ella. Todos se ríen, el barman me dice que allí no tienen ninguna camarera y que le debo el café. Me giro hacia la ventana, y compruebo que en realidad ha vuelto a ser de día, y mi taza de café aún está caliente. Me río y saco del bolsillo unas monedas para pagar mi café. Me pongo las gafas de sol y me acuerdo de Charly. "Gracias" pronunció en voz baja a un cartel en la pared, en el que sale un Cadillac rojo con un extraño hombre al volante. Después salgo del bar, es hora de volver al camino.

sábado, 8 de febrero de 2020

Ruta 77: Los 7 de @Docaparicio



Llega la tercera entrega de la Ruta 77, la sección que dedicamos a todos los amigos que hemos hecho a través del día a día en nuestro blog. La siguiente persona a la que hemos pedido colaboración se llama Santiago, es asiduo a las charlas y debates musicales que tenemos en el canal de Telegram, y tiene en Twitter la cuenta @Docaparicio.

DIARIO DE VIAJE

Después de despedir a @Raquiglam y darle las gracias por ese magnífico rato que hemos pasado, nos dirigimos al taller donde, después de pagar religiosamente, nos hacen entrega del coche ya reparado. Nuestra siguiente parada en el camino es un local de conciertos en la Ruta 77, llamado La Coquette. Nos apresuramos a emprender el camino, no queremos llegar tarde pues hoy precisamente hay concierto, y le hemos prometido a nuestro querido amigo Santiago que no nos perderíamos por nada del mundo la actuación que va a dar con su banda.

Después de varias horas de ruta, por fin llegamos a nuestro destino, La Coquette, una nave gigantesca que hay pegada a la carretera, justo al lado de una gasolinera, un restaurante y un motel de carretera. La noche ya ha caído, y aunque el viaje ha sido largo, la excitación del concierto que vamos a presenciar puede más que el cansancio. Quedan cinco minutos para el concierto, tiempo más que de sobra para entrar, coger sitio y pedirnos algo de beber para refrescarnos. El local es grande, tendrá aforo para unas 500 personas, con dos grandes barras a los lados, y en la parte trasera un buen número de mesas convenientemente dispuestas, con sus sillas orientadas hacia el escenario.



Nos hemos aprovisionado con bebidas, y preferimos irnos cerca del escenario, a pie de pista para disfrutar mejor del concierto. El local está bastante lleno pero no hay apreturas, lo que nos permite situarnos a pie del escenario, y apenas nos hemos situado sale a escena nuestro querido amigo Santiago con su inseparable Fender Stratocaster y sus compañeros de la banda, el bajo, el batería y el órgano hammond. Santiago y su gente saludan al público antes de empezar, y durante ese saludo hace un recorrido visual por la sala hasta encontrarnos, y nos dedica una sonrisa y un guiño de complicidad. Nosotros le correspondemos levantando nuestras cervezas hacia el escenario en un improvisado brindis. Se apagan las luces y Santiago se arranca con su banda.

Durante hora y media Santiago y su banda lo dan todo, rock y blues rock de alto voltaje, toda la sala disfruta del concierto y tararea los temas, ¡cómo sabe ganarse al público!. Pero, como todo lo bueno, el concierto llega a su fin después de los correspondientes bises (tienen que salir hasta tres veces por el clamor de la gente enfervorecida con la actuación que han dado). La noche está avanzada, y recién finalizado el concierto, Santiago y su grupo se aproximan al escenario a saludar al público para agradecerle a éste su presencia, acto seguido las luces del local se encienden, pues es tarde y éste va a cerrar. Nada más acabar de saludar al público, Santiago da un bote del escenario y se planta delante nuestro, nos saludamos y le felicitamos por el magnífico directo que nos ha regalado. Santiago nos implora que no nos vayamos, que nos quedemos por allí mientras recoge los equipos y luego tomemos algo para ponernos al día, y que no nos preocupemos por el local, porque aunque esté cerrado el dueño es amigo suyo y accederá encantado a que nos quedemos por allí. Le decimos a Santiago que solo nos quedaremos si nos permite ayudarle a él y la banda a recoger todo los equipos y material de sonido, a lo que accede pero antes nos pide que esperemos un momento, pues siempre después de un concierto tiene un ritual, acercarse a la cabina de sonido para poner un CD de los que suele llevar encima, y que es la banda sonora perfecta para recoger el equipo después de los conciertos, pues esa música le relaja. Dicho esto se acerca a la cabina y le entrega un CD al pincha del local, que lo pone en el acto y la música empieza a sonar.


Por los altavoces del local, en el cual sólo nos encontramos ya sólo Santiago, sus compañeros de banda, el dueño y el personal del local, empieza a sonar Layla, del grupo Derek And The Dominos. Me viene a la mente el momento en el que se le ocurrió a Duane Allman el riff de guitarra y se lo mostró a Eric Clapton, juntos harían uno de los riffs más famosos de la historia del rock. Los créditos de composición corresponden a Eric Clapton y Jim Gordon, y para el riff se basaron en el famoso tema compuesto por Deadric Malone e interpetado por Albert King As The Years Go Passing By pero tocado a una velocidad considerablemente mayor. Tema que además tiene historia, pues Clapton se basó en el amor no correspondido en un primer momento de Patty Boyd, la que era por entonces esposa de George HarrisonClapton al final conseguiría que ese amor fuera correspondido consiguiendo que Patty dejara a Harrison y se casara con él.



Suenan los últimos acordes de Layla y cuando me quiero dar cuenta, estoy apoyado en un amplificador sin hacer nada y observo cómo a un par de metros están Chema y Storyboy mirándome con gestos de desaprobación, inmediatamente me disculpo y me pongo a hacer la tarea encomendada mientras empieza sonar Go your Own Way de Fleetwood Mac, incluido en su undécimo álbum de estudio, Rumours, que fue publicado en febrero de 1977, aunque este tema salió publicado como sencillo y adelanto del disco en diciembre de 1976. Tema compuesto por Lindsey Buckingham con la idea de describir la ruptura que acababa de sufrir precisamente con la también integrante de Fleetwood Mac Stevie Nicks. Cuanto sentimiento hay en este temazo.


Hemos terminado de ayudar a recoger todo el equipo, Santiago nos reúne y nos invita a sentarnos en una de las mesas, lleva consigo unos vasos y una botella de un buen wishky escocés, le comentamos que es algo tarde ya y no queremos molestar, además tenemos que gestionar algún alojamiento. Nada se le escapa a Santiago pues en el momento que se ha enterado de nuestra visita ya nos ha gestionado alojamiento en el motel que hay al lado, donde él y su gente también se encuentran alojados. Por lo tanto,  con sitio para dormir y sin tener que conducir no tenemos excusa para no acompañarle, y la verdad es que no, así que nos sentamos en una mesa Santiago, Chema, Storyboy, Nevermind y yo y comenzamos una agradable charla mientras sigue sonando buena música de fondo. Ahora está sonando Anything You Like de Phil Carmen, el magnífico catante suizo de origen canadiense. Un tema que publicó en su cuarto álbum de estudio Wise Monkeys, aunque la versión que suena por los altavoces es la que aparecería en su álbum en vivo Live in Montreux en 1987, maravillosa.



Estamos todos muy a gusto, charlando de mil cosas y poniéndonos al día, la cara de mis amigos y de Santiago lo dice todo, y más con la música que nos acompaña, en este momento es el británico Chris Rea con su The road To Hell, incluido en su décimo disco de estudio de titulo también The Road To Hell, grabado en los Miraval Studios de Francia y publicado en 1989. El tema, que se divide en dos partes, se le ocurrió a Chris en medio de uno de esos y habituales e insufribles atascos que se producían en la autopista británica M4, conocida también como la autopista de Londres - Gales del sur. En el tema también hace alusión a cómo su madre, fallecida en 1983, se le acerca como un fantasma para advertirle que se está adentrando en "El camino al infierno", refiriéndose a la infernal autopista. No en vano es conocida la gran afición de Chris Rea por la conducción y los coches antiguos y su inverso y proporcional odio a los atascos.

 
Es uno de esos momentos que uno no desea que acaben, pues una buena charla rodeado de buena compañía no está pagado, además la selección musical no puede estar mejor, como el tema que suena ahora, Tattoo'd Lady de Rory Gallagher, temazo del genial guitarrista irlandés, compuesta por él mismo y publicado en noviembre de 1973 en su cuarto disco de estudio en solitario, Tattoo. Esos primeros 20 segundos de hipnóticos sonidos te enganchan y dejan prendado. Un tema donde Rory nos confiesa su amor y admiración por la vida de feriante.



No me he repuesto todavía con el magnífico tema del genio irlandés cuando reconozco los primeros acordes de Asylum de Supertramp, la genial formación británica. Ese piano me pone los pelos de punta. compuesto por Rick Davis y Roger Hodgson, fue incluida en el tercer álbum de estudio de la banda, Crime of the Century, y lanzado al mercado en septiembre de 1974. Este aĺbum supondría el espaldarzao definitivo del grupo y su primer éxito considerable al alcanzar el puesto número 4 en las listas del ventas del Reino Unido además de conseguir reconocimento en Estados Unidos al entrar el el puesto número 38 de la famosa lista Billboard 200.


Pero como todo lo bueno, este magnífico rato que estamos pasando en compañía de Santiago llega a su fin, parece que llevamos un ratillo, pero la verdad es que está amaneciendo. Mientras suena el magnífico Comfortably Numb de Pink Floyd, compuesto por Roger Waters y David Gilmour, e incluido en el undécimo álbum de estudio del grupo, The Wall, el famoso disco publicado en 1979 donde nos relatan las aventuras de la estrella del rock Pink y sus traumas a causa de la muerte de su padre en la II Guerra Mundial, la sobreprotección de su madre, la opresión educativa británica o los fracasos sentimentales. Los dos solos de guitarra que Gilmour se marca en Comfortably Numb están considerados por la crítica como los mejores solos de la banda y unos de los mejores solos de la historia del rock. Este tema también sería el último tema que la banda tocaría en directo con la formación Waters / Gilmour / Mason / Wright.

Mientras sigue sonando Comfortably Numb va llegando la hora de irse a descansar, no sin antes hacer saber a Santiago la gran noche que nos ha regalado. Acabado el tema, las luces del local se apagan, y nosotros abandonamos La Coquette junto con Santiago camino del motel de al lado mientras los primeros rayos del sol empiezan a asomar en la lejanía. Gracias Santiago "@Docaparicio" por haber puesto la banda sonora de nuestra tercera etapa de este maravilloso viaje por la Ruta 77.

domingo, 26 de enero de 2020

Ruta 77: Los 7 de @Raquiglam





En la segunda entrega de la Ruta 77, nuestra nueva sección dedicada a todos los amigos que hemos hecho a través del día a día de nuestro blog, la segunda persona a la que hemos pedido colaboración se llama Raquel y, además de compartir con nosotros su buen gusto musical en Telegram, tiene en Twitter la cuenta @Raquiglam.

DIARIO DE VIAJE

El desayuno del motel de carretera no es para tirar cohetes, pero después de una noche de descanso nos sirve para llenar el estómago y recobrar fuerzas, antes de empezar la segunda etapa de nuestro viaje. Tras pagar las habitaciones, cargamos con nuestras  mochilas y nos dirigimos al aparcamiento del motel. Dejamos las mochilas en el maletero y subimos al coche, emocionados ante la perspectiva de una nueva jornada de viaje por la Ruta 77. En el silencio de la mañana, el único ruido que nos perturba es el del motor del coche intentando ponerse en marcha, sin conseguirlo. Tras varias intentonas, desistimos de todo intento y llamamos al servicio de asistencia en carretera.

Mientras estamos esperando a la grúa, vemos acercarse por la acera a alguien que nos saluda y nos resulta familiar. Esperamos con suspense a que se acerque más, para saber a ciencia cierta quién es. A una distancia razonable para nuestras gafas de lejos, descubrimos que se trata de @Raquiglam, nuestra amiga y seguidora de Twitter, que resulta que vive por la zona, y que se ofrece a llevarnos a un garito cercano, para aliviar la espera mientras reparan el coche en el taller.


Aceptamos encantados, y así es cómo, sin comerlo ni beberlo, acabamos en un lugar llamado la Plaza de los Cubos, sentados en la barra de un garito llamado Voltereta, mientras suena el "Never let me down again" de Depeche Mode por los altavoces del local. Compuesta por Martin Gore para el disco Music for the masses, es uno de los temas más emblemáticos y exitosos de Depeche, y la canción protagonista de uno de los momentos más intensos de sus conciertos, desde que en el último concierto de la gira Tour for the masses en 1988, Dave Gahan levantó los brazos y empezó a moverlos de un lado a otro al ritmo de la canción. Todo el estadio empezó a imitarlo, y desde entonces es parte imprescindible del cierre de sus conciertos.

La conversación con @Raquiglam es agradable y distendida. Jorky, Chema y Storyboy participan activamente con risas y comentarios. Yo intento también no perder el hilo, pero tengo un defecto irremediable que confesar, soy incapaz de dejar que la música se quede en un segundo plano si una canción buena está sonando. Soy consciente de que puedo estar pareciendo un poco ausente, pero es que ahora está sonando "Blue Jean" de David Bowie, ¿qué voy a hacerle yo? El tema se mete en mi cabeza y me concentro en disfrutar de la sencilla pero efectiva pieza de rock and roll mientras, inevitablemente, vienen a mi mente las imágenes de Jazzin' for Blue Jean, el cortometraje de 21 minutos que Julian Temple dirigió para la promoción de la canción.


@Raquiglam se acerca al discjockey y le susurra algo al oído. Por la complicidad de los gestos, y por el hecho de que lo hayan abierto para nosotros a las 12 del mediodía, se nota que estamos en su local "de cabecera", y que la música que está sonando y sonará es una selección de sus temas favoritos. Casi al instante, mezclados con las últimas notas del tema de Bowie, empiezan a sonar las primeras notas de "Han caído los dos" de Radio Futura. Vuelvo a centrarme un poco más en la conversación, aunque no sin dificultad, cuesta no abandonarse al disfrute de la increíble letra del tema, que describe una relación de pareja con un nivel lírico que pocas canciones han alcanzado:

"Antes eran dos barcos sin rumbo, hoy son dos marionetas que van persiguiendo una luz cegadora por la línea del tiempo" 


Pedirle a alguien que comparta las canciones que han marcado su vida podría considerarse un pecado, esas canciones son, de alguna manera, solamente suyas, como los "Pecados más dulces que un zapato de raso"  que contaban los chicos de Gabinete Caligari en la canción con la que el discjockey sigue el repaso de los temas favoritos de Raquel. Los temas se van sucediendo casi sin tregua, y con los primeros acordes de "Desde el Jergón" de Los Enemigos, paradójicamente un grupo de amigos estamos ya pidiendo la segunda ronda de cervezas.



El discjockey vuelve a cambiar de tercio, poniendo el "New Sensation" de los australianos INXS, probablemente su tema más redondo y un temazo bailable ante el que es imposible resistirse, aún estando sentado en el taburete de la barra. Al resto le ocurre un poco lo mismo, y en particular a @Raquiglam, que no puede evitar mover los pies al ritmo de la canción. De nuevo, se nota que este tema del álbum Kick de 1987 es una de sus peticiones especiales. Quién diría que esa canción tiene más de 30 años, sigue sonando enérgica y moderna. A la altura del solo de saxo de Kirk Pengilly, el móvil de Jorky suena y nos saca del embrujo de la canción de Michael Hutchence. El coche ya está reparado, era un problema menor con el cable del arranque.


@Raquiglam lanza un rápido gesto al discjockey para transmitirle que nos vamos. El tipo sonríe y corta abruptamente el tema de INXS, para dedicarnos una melancólica canción de despedida de la mano del gran Luis Eduardo Aute, que desde los altavoces nos regala un "Me va la vida en ello" plagado de lírica y sentimiento. Gran final para un rato agradable e inesperado, pero el secreto de una vida plena es saber adaptarse rápidamente a los cambios imprevistos en la ruta, y llenar esos espacios con experiencias iguales o mejores a las que tenías planeadas. Eso ha sido para nosotros este rato con @Raquiglam en la Ruta 77. Nos despedimos con un abrazo y un hasta pronto, y seguimos nuestra ruta hasta el siguiente buen amigo y sus 7 canciones favoritas.


sábado, 11 de enero de 2020

Ruta 77: Los 7 del Red & Black





     En 7dias7notas iniciamos una nueva aventura a la que llamaremos Ruta 77, una nueva sección dedicada a todos los amigos que hemos hecho por el camino en este primer año de existencia de nuestro blog. Queremos seguir el viaje con nuestros amigos, y que cada uno de ellos nos seleccione 7 temas que sean especiales para ellos y formen parte de la banda sonora de su vida, para que los vayamos escuchando y comentando durante nuestro recorrido por la Ruta 77.

La primera persona a la que hemos pedido colaboración tiene en Twitter la cuenta @msicavida4. Más conocida como Red, "regenta" en dicha red social un club virtual llamado Red & Black Club, una cuenta más que recomendable, un lugar de encuentro para compartir lo que a todos los que paramos por allí nos gusta y apasiona, la música. Hecha la presentación, abrocharos los cinturones porque empieza nuestro primer viaje por la Ruta 77:

DIARIO DE VIAJE

"Cae la tarde y los últimos rayos de sol dibujan los últimos trazos del atardecer. Tengo hecha mi pequeña maleta, no quiero reconocerlo pero estoy algo nervioso. Esta noche los integrantes de 7dias7notas iniciamos la primera etapa del viaje por la Ruta 77. Salgo de casa con destino al punto de reunión, el Red & Black Club, local que solemos frecuentar por el buen rollo de todos los que por allí se dejan caer, para charlar y comentar mientras suena buena música.

Llego al Red & Black, y apoyados en la barra están ya Chema, Storyboy y Nevermind, mis amigos y compañeros de viaje en esta aventura musical de 7dias7notas. Me acerco a la barra y observo que al otro lado se encuentra Red, manteniendo una distendida conversación con ellos. Les saludo a todos y, tras disculparme por haber llegado tarde, me uno a la conversación. Aunque es ya de noche, todavía queda tiempo para la hora fijada para la partida, por lo que tomamos algo (nada de alcohol que habrá que conducir por una carretera musical) y pasamos otro de esos agradables ratos en el club, que aún no está lleno pero lo acabará estando como cada día. Hablamos de la vida, el trabajo, la familia, y de música por supuesto.

Se va acercando la hora de partir, y Red nos pide que esperemos un momento y se va a la trastienda del local. Al poco tiempo, vuelve diciendo que un viaje que se precie tiene que ir acompañado de buena música, y pone encima de la barra un CD, un regalo para que lo escuchemos durante el viaje. Nos cuenta que ese CD es muy especial para ella, pues contiene 7 canciones que son parte de la banda sonora de su vida. Aceptamos el regalo de Red con mucha ilusión, y tras despedirnos de ella nos dirigimos al coche. En este primer viaje me toca conducir a mí.

Ya sentados en el coche y con el motor en marcha, lo primero que hacemos es poner el CD que con tanta ilusión nos ha preparado Red. Es ya noche cerrada y me fijo por un momento en la inmensidad del cielo. Es una de esas noches en las que se puede ver de manera nítida las estrellas, y como si de una premonición se tratase, empieza a sonar en el reproductor del coche Highway Star, el mítico tema de Deep Purple, un chute de adrenalina con el que tomamos la salida hacia la Ruta 77 y hacia las estrellas. Highway Star fue concebido durante una gira de Deep Purple cuando estos se encontraban en un autobús camino de Portsmouth, (Inglaterra), y la temática habla precisamente de un coche de gran potencia que no tiene rival, puede vencer a cualquiera en la carretera. Durante el transcurso del tema, nos vemos inevitablemente identificados, viajando con amigos en un coche, a través de una carretera desierta en mitad de la noche, sólo que nuestro coche no es de gran potencia, es un utilitario normal, y vamos respetando los límites de velocidad mientras disfrutamos de la ruta.


El siguiente tema en sonar en el reproductor es On More Cup Of Coffe, del maestro Bob Dylan, es curioso, vamos atravesando una ciudad cualquiera, y me fijo en el edificio que tengo a la derecha, en la esquina del mismo veo un club, yo diría que es clavado a un club nocturno que hay en Greenwich Village, Nueva York. En dicho club, sentado en una mesa de un rincón, Bob Dylan escribió On More Cup Of Coffe, un tema donde trata una experiencia personal que tuvo cuando se encontraba en Francia, donde asistió a una celebración gitana. Cuando llegó la hora de irse y abandonar dicha celebración, le preguntaron que quería cuando se marchase, el dijo que solamente quería una taza de café para el camino, asi que le prepararon una taza de café, la metieron en una bolsa y se la entregaron para el viaje. Observo la cara de satisfacción y felicidad de mis compañeros de viaje, sé que están disfrutando pues a todos se les escapa una leve sonrisa mientras suena Dylan.


Acaban los últimos acordes del tema de Dylan, el reproductor se toma unos segundos de descanso y seguidamente empiezan a sonar las primeras notas, inmediatamente reconocemos la maravillosa voz de Janis Joplin y su Me and Bobby McGee, otro tema que hace sentirnos identificados, pues describe unas aventuras de viaje por carretera. Este tema fue compuesto por Kris Kistofferson y Fred Luther Foster en 1969. A Fred Luther Foster se le ocurrió utilizar el nombre de una secretaria llamada Bobbi MacKee para el título del tema, lo acabaron modificando levemente y así acabó siendo Bobby McGee.


Estamos justo a mitad de viaje, nos encontramos muy a gusto y no queremos que acabe, ahora empieza a sonar el tema No mires a los ojos de la gente, el temazo del magnífico grupo vigués Golpes Bajos, fundado y formado por entonces por el gran Germán Coppini, Teo Carralda, Pablo Novoa y Luis García. El grupo publicaría en 1983 su primer EP de corta duración, incluyendo en la cara A No mires a los ojos de la gente y Estoy enfermo, y en la cara B Malos tiempos para la lírica, Lágrimas y Tendré que salir algún día. Animados los cuatro, empezamos a cantar a unísono el tema en voz alta junto a Coppini, "No mires a los ojos de la gente / me dan miedo, mienten siempre..." y así hasta la última nota "....Quédate a mi lado no lo pienses más".

La noche está ya avanzada, y nosotros nos encontranos cerca de nuestro destino de esta primera etapa por la Ruta 77. Ahora The Smiths nos están susurrando al oído su famoso tema There is a light that never goes out, considerada por la crítica especializada como uno de las mejores canciones de amor trágico y más profundas que se han escrito jamas. Puedo verme sentado en el sitio del copiloto, como Morrissey, mientras le suplica a su pareja que no le deje en casa, pues está tan a gusto a su lado que no le importaría que un autobus de dos pisos le pasara ahora mismo por encima, porque morir a su lado sería una "celestial forma de morir". Por unos momento me siento como James Dean en Rebelde sin Causa. Seguro que Morrissey también se siente así al interpretarla.


No quiero que la música pare mientras conduzco, ¡cómo estoy disfrutando!, ¿Qué sonará ahora?, pronto lo descubrimos, Bela Lugosi's Dead, publicado por Bauhaus en 1979, su tema sencillo de debut ¡y que debut!. Un tema de más de 9 minutos que además fue grabado en directo en el estudio y en una sola toma. El tema fue compuesto por el bajista David J. después de que éste viera varias películas sobre vampiros en la televisión inglesa. "White on white translucent black capes back on the rack" (Blanco sobre capas negras tanslúcidas blancas, de vuelta al estante), que genial forma de describir un vampiro. Y mientras Bauhaus nos relata la historia de la muerte de Bela, nosotros, cuales vampiros que se precien, seguimos surcando furtivamente la carretera, amparados por la soledad de la noche estrellada.


Estamos cerca de nuestro destino, y el último tema en sonar es Rehab, de Amy Winehouse, ¡Qué final!, no podría ser mejor. Tema compuesto por la misma Amy y producido por Mark Ronson para el disco Back to Black (2006). El tema fue compuesto de forma autobiográfica por Amy, donde nos relata su negativa a ir a ningún centro de rehabilitación, pues consideraba que no era alcohólica, según ella, había estado bebiendo demasiado porque estaba enferma de amor y que ese simple hecho no era suficiente para acudir a rehabilitación. de ahí la letra "They tried to make me go to rehab, i said: no, no, no." (Intentaron hacerme ir a rehabilitación, dije: no, no, no".

Mientras suenan los últimos acrodes de Rehab, nosotros llegamos a nuestro destino, toca descansar en un motel de carretera, antes de empezar la segunda etapa de nuestro viaje. Dejamos el coche en el aparcamiento del motel, no sin antes sacar del reproductor el increíble CD que nos ha amenizado el viaje, genial obsequio de Red, que ha sido la primera de los amigos de 7días7notas en compartir sus canciones más especiales. Muchas gracias Red por haberle puesto ritmo a la banda sonora de nuestra primera etapa del viaje por la Ruta 77.