Sabina y Viceversa |
Mes de julio dedicado a Joaquín Sabina, y para la ocasión me ha tocado reseñar su directo Joaquín Sabina y Viceversa en Directo, disco grabado en riguroso directo donde Sabina nos muestra como muy bien decía en el artículo de presentación Nevermind su lado más canalla.
Tuve la suerte de crecer junto a unos amigos (entre los que también se encontraban Chema y Nevermind, mis compañeros de Blog) donde era habitual el mercadeo y tráfico de vinilos y cassettes entre nosotros de cualquier tipo de música que cayera en nuestras manos (por entonces todavía no existía el formato CD). Siempre andábamos liados con ése grupo o aquél artista que alguno había descubierto, inmediatamente los demás sentíamos la necesidad de hincarle el diente y escucharlo. Así es como durante mi infancia y adolescencia junto a mis amigos fueron pasando innumerables cassettes y discos de infinidad de artistas, luego llegarían los CD's. Uno de aquellos artistas que cayó por aquella época en mis manos fue precisamente Sabina y su directo con Viceversa.
La primera vez que tuve contacto con Sabina fue gracias a mi amigo Littbarski, sí, ese al que ya dedicamos una reseña en 7dias7notas donde Nevermind relataba la anécdota que pasó junto a él y otro amigo en un concierto de Guns & Roses. Debería rondar yo los quince años de edad, y por entonces a Littbarski le teníamos como una clara referencia musical, pues en su casa también se respiraba música. Una casa donde aquí el escribe descubrió de su mano artistas tan variopintos como como Javier Krahe, Luis Eduardo Aute, Alberto Fernández, la maravillosa Mandrágora, Gwendal, Lavanda por citar sólo algunos. Solíamos hacer reuniones en casa de Littbarski para escuchar la música que en ocasiones llevábamos alguno y la música que él tenía allí en casa. En una de esas ocasiones nos habló de Joaquín Sabina, un artista al que yo por entonces conocía sólo de oídas, y acto seguido sacó con la ilusión de un niño con zapatos nuevos uno de sus discos, concretamente un directo, Joaquín Sabina y Viceversa en Directo. Esa fue la primera vez que escuché un disco de Sabina.
Después de su exilio en Londres, Sabina regresa a España en 1977, y un año después debuta con su primer álbum de estudio, Inventario, un disco con claros tintes de cantautor. En 1979 comienza a cantar junto con Javier Krahe y Alberto Pérez en el madrileño sótano del café de La mandrágora. Pero Joaquín no quiere encasillarse y que le cataloguen dentro del clásico perfil del cantautor y reniega de éste, ya que según sus propias palabras le hacía sentir como "si le hubieran puesto un ladrillo en la cabeza" y tampoco se considera poeta pues "es un traje que le queda demasiado ancho".
Luego llegaría en 1980 Malas Compañías, donde podemos comprobar que empieza a abrazar otros géneros además del de cantautor como el rock latino, el folk ó el pop. En 1981 se publica La mandrágora, álbum en directo con la intención de recoger el espíritu de aquellas actuaciones en el local madrileño. Habría que esperar hasta el año 1984 para disfrutar de Ruleta Rusa; en este disco Sabina empieza a experimentar con sonidos más roqueros, y empieza a colaborar en algunos temas con la banda de rock Viceversa. Ese mismo año, 1984, graba junto con Gloria Van Aerssen de Vainica Doble el famoso tema Con las Manos en la Masa, sintonía del programa homónimo dedicado al mundo de la cocina.
En 1985 Sabina abandona su actual compañía discográfica, CBS, y ficha por el sello Ariola, consiguiendo tener libertad artística a la hora de componer y trabajar. Comienza a trabajar asiduamente con la banda Viceversa, y con ellos graba su disco Juez y Parte, álbum que sigue en la línea de su anterior disco, abrazando el pop y el rock, y cobran más protagonismo los teclados y la caja de ritmos. Después de cuatro discos de estudio ha llegado la hora de publicar su primer álbum en directo en solitario, pues ya había publicado junto a Javier Krahe y Alberto Pérez La mandrágora. En 1986 se publica Joaquín Sabina Y Viceversa en Directo, disco grabado en directo en el teatro Salamanca de Madrid de los conciertos que da allí los días 14 y 15 de febrero de 1986.
Es Joaquín Sabina y Viceversa en Directo un álbum doble donde Sabina sigue abrazando su lado más canalla con esos sonidos roqueros de sus dos anteriores discos, aunque también dedica espacio a su lado de cantautor de sus primeros tiempos. Sabina nos invita a sentarnos en Ocupen su Localidad y nos da pistas de por dónde va transcurrir la actuación. Nos hablará de las penurias de la juventud en Cuando Era Más Joven, y seguirá con la temática de los errores de juventud en Princesa. En Hay Mujeres cuenta con la colaboración del cantautor catalán Ricardo solfa (Jaume Sisa) para contarnos la visión que tiene de los distintos tipos de mujer que existen. Nos deja su lado más roquero con Zumo de Neón. También nos muestra su lado crítico hacia aquellos críticos, representantes y artistas que no se lo pusieron nada fácil cuando empezaba en Joven Aprendiz de Pintor. En Cómo decirte, cómo Contarte se nos pone filosófico, y en Trato De Impaciencia nº 11 nos relata una cita en la tiene un escarceo amoroso que no llega a consumarse. Nos relata la historia de un joven delincuente de la época en Qué Demasiao, y cierra la primera parte con Juana la Loca, el relato de un hombre casado con mujer e hijos que tiene encuentros clandestinos amorosos con otros hombres, y cansado de fingir decide salir del armario.
Abre la segunda parte del directo con uno de sus grandes clásicos, Calle Melancolía, tema donde se respira la soledad y el desamor. Estamos en unos de los puntos álgidos del disco pues después le llega el turno a Pongamos Que Hablo de Joaquín, interpretado por su amigo Luis Eduardo Aute y donde nos da una visión muy particular de su amigo Sabina. En Caballo de Cartón nos cuenta la vida de una mujer que ahogada en la rutina y la monotonía, rompe ésta por las noches con su vida noctámbula. Ahora el que se sube al escenario es su amigo Javier Krahe para interpretar Cuervo Ingenuo acompañado en los coros del propio Sabina, un tema que es toda una crítica a la gestión del por entonces presidente del gobierno a Felipe González, por el ingreso de España en la OTAN y otras cuestiones. El tema fue objeto de polémica y fue hasta censurado impidiendo su emisión durante el concierto de Sabina que retransmitió Televisión Española. En Whisky Sin Soda se pone en la piel de un mujeriego cuyo único objetivo en la vida es disfrutar del día a día; tema que es contrarrestado por su antagónico Rebajas de Enero, toda una oda al amor y la responsabilidad. Turno para Javier Gurruchaga que se sube al escenario para interpretar Adiós, Adiós, tema compuesto por el mismo y por Sabina. Vamos intuyendo el final del álbum pero Sabina Pisa el Acelerador junto con Gurruchaga todavía en el escenario. Y llegamos a uno de sus temas míticos y que fuera grabado antes también por Antonio Flores, Pongamos que Hablo de Madrid, tema dedicado a la ciudad desde una perspectiva sórdida y gris. Nos vamos acercando al final con Eh, Sabina, donde nos relata los vicios de los que ha hecho gala hasta que su cuerpo dijo basta. Y llega la hora de la Despedida con este tema donde Sabina precisamente hace eso, despedirse del presente habiéndo dejado un gran sabor de boca y haciendo que al que aquí escribe le haya sabido a poco pues llegados a este punto se encuentra totalmente entregado y quiere más...
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