Hoy os
traemos un trotamundos de la música, nacido en Argentina desde muy joven tuvo
claro que la música era su destino, nacido en una familia de artistas, su madre
era una cantante de donde destaca su
hermana Cecilia, una gran actriz, el pequeño Ariel emigró a España a causa de
dictadura Argentina, y allí contacta con Spoonful Blues Band convirtiéndose en
su cantante-guitarrista y en lo que fue el antecedente de Tequila, grupo con el
que disfrutaría las mieles del triunfo junto a Alejo Stivel, Manolo Iglesias a
la batería, Julián Infante a la guitarra y Felipe Lipe al bajo. Después de 5
años de éxitos y excesos, Ariel inicia su carrera en solitario en Argentina con
los albums “Debajo del puente” y “Vertigo” hasta que conoce a Andres Calamaro que
colabora con él en su tercer disco. Pero regresa a España donde con Andres
funda “Los Rodriguez” una de los grupos con mayor éxito en la década de los 90,
fueron 7 años de llenar estadios y sonar a todas horas en la radio, pero el
proyecto termino y Ariel decidió retomar su carrera en solitario, es el momento
que publica este álbum titulado “Hablando solo” seguramente el mejor trabajo en
solitario, disco que vamos a comentar en este artículo.
Con “Desordenada” nos mete de cabeza en los
ritmos latinos, en el recital de historias que tantas alegrías ha dado a la música
latinoamericana, y sale airoso de eso, con un acompañamiento musical excelso. “Vicios caros” es una pieza dedicada a
los perdedores, como muchas veces incomprensiblemente se ha sentido él con un
tono de melancolía tremendo. “Confesiones
de un comedor de pizza” es una auténtica delicatesen y es que aquí como si
fuera un blues o un rock o una pachanga o quizás imaginándonos en un circo o en
una película muda, disfrutamos de más de tres minutos de un tema instrumental
sin fisuras. “Después de brindar” es
una joya al piano, un canto a la ilusión renovada después de mucho tiempo
eclipsado por el éxito de Los Rodriguez y la figura de Andres Calamaro, una reivindicación
merecida, una balada magnifica porque no todo va a ser rock and roll…
Y es que no
hay nada más triste
que recordar
los sueños del pasado,
para
comprobar que poco se cumplió
de lo que
habíamos soñado.
Y es que no
hay nada más triste
que recordar
los sueños del pasado.
Reconsideró
la situación antes de seguir adelante
y escucho
las risas en el comedor y decidió que ya era tarde.
Subió a la
habitación donde el viejo reloj marcaba sus horas
era justo
media noche y sacó del bolso una pistola.
Y en medio
de la cena se escuchó un disparo que arruinó la fiesta.
Y es que en
las mejores casas a veces ocurren cosas como estas.
Entrar en el
mundo Rot, sin prejuicios, sin apenas tener conciencia de lo que ha sido en la
historia y descubriréis que detrás de ese personaje secundario hay un
protagonista en potencia. Disfruten fuerte amigos.
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