¿Punk
irlandés? A simple vista una tierra de tanta tradición y sobre todo de guitarra
nos puede echar para atrás esta proposición, pero a poco que vayamos
descubriendo el sonido que esta banda de Dublin nos ofrece sin duda
disfrutaremos desde el minuto uno y es que empezando por la manera en que se
formó la banda tan típicamente irlandesa. Los cinco componentes, Grian, Carlos
O'Connell, Tom Coll, Conor Curley y Conor Deegan, se conocieron en la universidad
de Dublín, donde estudiaban música. Comenzaron a salir a tomar algo después de
clase y a compartir poesía. Primero fue el amor que sentían todos por Jack
Kerouac y otros escritores de Beat, y rápidamente las conversaciones giraron en
torno a Yeats, Lorca y James Joyce. Los cinco incluso escribieron algo de
poesía juntos: dos pequeños volúmenes, Vroom y The Winding, momento en el que
decidieron formar una banda, un tanto alejada de la musicalidad de la poesía,
pero con un fondo totalmente poético. Y desde que su primer sencillo 'Liberty
Belle' lanzado a principios de 2017, han destacado en la escena musical
indie-punk-garage-rock. Es empezar a escucharlo y rápidamente, te das cuenta
que Fontaines DC son descaradamente irlandeses. DC al final de su nombre significa
Dublin City (aunque lo añadieron después de darse cuenta de que ya había una
banda de Los Ángeles llamada Fontaines).
Quizas
Dogrel es su gran disco, con una energía y corazón tan evidente desde los
primeros compases y aunque Fontaines DC habian dicho que pretendían ser una
especie de 'punk Beatles', estuvieron muy influenciados por el grupo Dublines
“Girl Band” y por el álbum debut de The Pogues en 1984, “Red Roses for Me”. El
título del disco, es también un guiño a sus raíces irlandesas de clase
trabajadora. Es un término utilizado, en su mayoría negativamente, para
describir un tipo de poesía que alguna vez fue popular en Irlanda, era como la
poesía de bar y eso estaba muy mal visto por la elite de la sociedad, mientras
que para el trabajador era un combustible más en su día a día. Las primeras
líneas del tema 'Big' son: 'Dublín bajo
la lluvia es mío / Una ciudad embarazada con una mente católica'.
Preguntados los autores sobre su música explicaron que "muchos de nuestros
sonidos musicales son como autobuses, trenes y gentío en calles particulares de
Dublín", además concretó “que somos el trasero de ninguna parte en Irlanda”.
Junto a las baterías tensas y las guitarras de conducción, hay una poesía que
se destila a través de cada canción. En 'Boys in the Better Land', Grian se
refiere a alguien 'con una cara como el pecado y un corazón como una novela de
James Joyce'. En 'Chequeless Reckless' mira directamente hacia la cámara y
recita: 'Un vendido es alguien que se
vuelve hipócrita en nombre del dinero / Un idiota es alguien que deja que su
educación haga todo lo que piensa / Un falso es alguien que exige respeto por
los principios que aplican / Un diletante es alguien que no puede distinguir la
diferencia entre moda y estilo ''. 'The Lotts' se trata de una calle de no
más de 50 metros de largo donde no se puede caminar por jeringas usadas. Las
tradiciones folklóricas realmente se arraigan en la pista de cierre del álbum,
'Dublin City Sky'. Suena un poco como un triste canto de Nochevieja para los desilusionados
y marginados.
Como Grian decía:
'Si quieres aprender sobre la vida a través de los ojos de un cínico romántico,
ve a cualquier bar en Dublín. Hay tanta poesía de forma innata en los
coloquialismos de las personas en Irlanda. Realmente no tienes que esforzarte
por hablar poéticamente si estás hablando en la jerga de Dublín. Soy consciente
del hecho de que el Dublín sobre el que estábamos escribiendo en el album
Dogrel era un Dublín visto a través de los ojos de personas que lo habían perdido
absolutamente todo, y eran la escoria de la jodida tierra. Tenían un piso que
no podían pagar, trabajos a tiempo completo con un salario mínimo. Incluso hace
referencia a tuvo un jefe que chiscaba sus dedos en vez de llamarle por su nombre. A los chicos de Fontaines les gustaba
escribir, beber y divagar por nuestro Dublin, éramos libres, en el sentido de
que una rata es libre. Ese es el Dublín que vimos, y ya no tenemos ahora “es
cierto que somos más afortunados y estamos mejor en el sentido de que estamos
haciendo algo que nos encanta. Pero ya no hay esa desesperación que se presta a
la creatividad y también te da mucha energía. Te da hambre de todo. La lluvia
vuelve a caer, estamos empapados. Esto no parece necesariamente el retrato de
una banda feliz, sino una banda que ha comenzado a reconocer el valor de su
hogar, de su musa y su familiaridad, creo que es algo triste de alguna manera.
Creo que extrañaré tener esa libertad que viene de ser una rata".
No todo en
el album es de color esmeralda. La música tiene un carácter áspero, la energía
desafectada se vuelve a veces hiriente y más con frases como: "un taxista se mea en el volante de su
propio automóvil" o "la brisa
en la noche te dejaría muerto como una piedra" Incluso mientras
homenajean los muchos de su ciudad, reconocen lo rápido que está cambiando y
lloran lo que ya se ha perdido. Así este álbum ha logrado capturar muchos de
los sentimientos de la juventud del Dublin actual y como dijeron sobre su
álbum: "Dogrel resume la esperanza y la trampa que siente cualquier persona con
al menos una pizca de conciencia, y particularmente los millennials que tienen
toda su vida por delante, pero que tienen que vivir en un mundo construido por
generaciones anteriores que se volvieron locas sin tener en cuenta las consecuencias”
Escuchen
este álbum de contradicciones: descarado y ruidoso; tierno y romántico; a la
vez irlandés tradicional y post-punk. Es limpio, un poco crudo, la creación de
un grupo de jóvenes tratando de descubrir su camino en un mundo nuevo y extraño.
"Todo esto es esencialmente un experimento de autenticidad", dijo
Grian "Si alguna vez no es auténtico, lo dejaremos". Antes de que
suceda traten de descubrirlos.
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