Curiosamente, y además de en el disco al que daba título, la canción solo apareció inicialmente como cara B en los sencillos estadounidenses de Space Oddity (1972), Life on Mars (1973), y posteriormente en el single Strangers when we meet en 1995, en una versión regrabada y producida por Brian Eno. Hasta la actualidad, ha sido versionada por un gran número de artistas, sin duda embrujados por la inquietante historia sobre un hombre al que se le aparece un personaje extraño que parece ser su otro yo o un desdoblamiento de su propia personalidad, pero sobre todo, y más allá de la letra y la perfecta melodía, por el pegadizo riff de la canción.
El propio Bowie produjo y tocó el saxofón en la versión de la cantante escocesa Lulu de 1974, que fue un gran éxito de ventas, pero de todas las versiones, sin duda es la de Nirvana, grabada en directo para su Unplugged in New York (1993) la mejor y la más famosa de todas. Tal fue su repercusión, que hasta el propio Bowie la adaptó a la manera de Nirvana en sus interpretaciones en vivo, añadiendo una línea más dura de bajo y dándole un matiz aún más oscuro que el de su primera versión, no volviendo a la versión original hasta la década del 2000.
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