viernes, 24 de febrero de 2023

0785.- Love the One You're With - Stephen Stills

Hay un hecho que no puede ser ignorado: los cuatro miembros de CSN&Y produjeron individualmente grandes álbumes de debut cuando iniciaron su carrera en solitario (curiosamente, aunque finalmente se convirtió en el más exitoso por un margen enorme, el de Young parece ser el menos elogiado del grupo). Stills tardaría mucho más que su socio canadiense en hacer esta primera declaración en solitario (Young ya estaba en su tercera en ese momento), pero eso no significa que estuviera pasando por un proceso traumático causado por la separación, ya que tenía mientras tanto participó en muchos proyectos como “Super Session” de Al Kooper o el lanzamiento de CS & Nash. Aunque no fue un prolífico escritor de canciones memorables como Young, Stills fue un excelente creador de ritmos y ambientes, muchos de los cuales con calidad de himno, y su primer álbum homónimo, es la primera medida verdadera de sus gustos e influencia y si bien esta puede no ser una apuesta para obtener un mayor éxito comercial, lo convirtió en una figura muy respetada entre sus pares, como lo confirma la vasta lista de invitados; además, sus habilidades musicales integrales y multi-instrumentista le permitieron tener una mano fuerte en la producción de lo que en mi humilde opinión es su mejor trabajo en solitario. Si bien la participación de Hendrix es un poco exagerada, ya que su papel en la contagiosa "Old Times Good Times" es modesto y no muy característico, no ocurre lo mismo con Clapton, quien es fundamental en el desarrollo de la maravillosa “Go Back Home”, también saca provecho de la presencia del icónico organista de Stax, Booker T. Jones, y de Sidney George, los cuales agregan órgano y saxofón/flauta que contrastan efectivamente con las notas vibrantes de Stills en la potencia de Soul-Jazz "Cherokee", donde una faceta diferente del baterista Dallas Taylor también se revela.


Love the One You're With fue la canción franquicia del álbum, la base de todo es una  frase que Stills tomó prestada de Billy Preston para convertirse en la canción de este álbum que todos conocen, aunque pero en realidad es uno de los cortes menores, muy apreciada por el gran riff y una letra, Stills lo acompaña con algunos tambores de acero funky que le da a la pista un sabor caribeño inusual. Líricamente, es un mensaje kármico simple pero efectivo de arriesgarse con el amor, donde sea que lo encuentre. Pero si no os queréis quedar con la punta de lanza, el álbum ofrece una diversidad increíble, coqueteando con el Rock, el Jazz, el Country, la World Music y muchas otras influencias, que en su momento fueron verdaderamente proféticas y adelantadas a su tiempo. Stills simplemente se negó a ser encajonado dentro de los límites del Pop/Rock, lo que lo convirtió en uno de los grandes héroes de la época.


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