miércoles, 19 de octubre de 2022

Lenny Kravitz "5" - #Mes Lenny Kravitz



Da la sensación de que las críticas nunca han sido del todo benévolas con la música de Lenny Kravitz. Si grababa en analógico, le acusaban de ser demasiado retro y de copiar a los grandes de los 70, y cuando dio el salto a lo digital con este su quinto álbum, le acusaron de querer subirse al carro de la modernidad, cuando el cambio no supuso perder ni un ápice de su particular estilo, y "5" (1998) dejó para la posteridad un buen puñado de singles de éxito, y la sensación de que con aquel disco Lenny había dado un salto hacia la categoría de superestrella llena estadios.

Pero ni con esas. Demasiado irregular, he leído en algún sitio, y os prometo que le he buscado las irregularidades concienzudamente, y lo que he encontrado es una colección de temas de rock, soul y funk con la combinación justa entre su sonido clásico y unos leves y bien escogidos toques electrónicos aquí y allá, para darle al disco un aire mucho más moderno y actual que cualquier cosa que hubiera hecho antes. Eso no me impide reconocer que, como todos los discos, tiene canciones de las que yo habría prescindido, en concreto del innecesario y repetitivo instrumental Straight cold player y algún tema de la parte central del disco (Take time hace especialmente pesada la escucha de esa parte del álbum).

Y ya puestos, habría sido genial que el extra de American Woman, incluido en una reedición del disco menos de un año después, hubiera sido de la partida desde el principio, pero una cosa es pedir más, y otra muy diferente es negar que este disco es uno de los más relevantes de la carrera de Lenny Kravitz, con sus imperfecciones, pero con toda la carga explosiva de temas como el arranque de funk aeroespacial de Live, la fuerza de Supersoulfighter o el ritmo pegadizo y electrónico de Black Velveteen, otro de los singles más destacados del disco.

En contra de mi defensa de "5" podrán decir que no soy objetivo al respecto, y que me dejo llevar por lo que este disco supuso para mí en un momento concreto de mi vida. Y no les faltará razón, pero eso es algo que nos ha sucedido a todos con algunos discos, mejores o peores, que sonaron en el momento justo en el que tenían que sonar. Reconozco que "5" fue la banda sonora de mi primer viaje en pareja (destino Salamanca), y que I belong to you y otras canciones de este disco estaban en la mayor parte de los cassettes que grababa con las canciones que consideraba "nuestras", pero como podéis imaginar, ninguno de aquellos cassettes tuvieron influencia mediática alguna en que Fly Away, la más rockera de las canciones del álbum, fuera número 1 de ventas y se convirtiera desde entonces en una canción imprescindible en sus conciertos, a la altura de hits pasados como Always on the run o Are you gonna go my way.

Otros singles de éxito fueron canciones que formaron también parte de aquella selección de temas más melódicos y calmados que formaron aquel ya desaparecido cassette: If You Can’t Say No, Thinking of You... junto con otros temas que por no ser singles no eran menos relevantes: Little Girl’s Eyes, You’re My Flavor y Can We Find a Reason compartían todos cierto aire cadencioso y crepuscular, cerrando con estilo y elegancia uno de esos discos a los que se cuelga la etiqueta de imperfectos, pero que revitalizó la carrera de Lenny Kravitz en el momento justo, y que al mismo tiempo, fue la banda sonora de mi vida en un momento muy concreto y relevante.

Curiosidades de la vida, tuve la oportunidad de pedirle un autógrafo cuando vino a España durante la gira del disco, en una anécdota en la FNAC de Callao que ya conté en el artículo de presentación del #Mes Lenny Kravitz. Quizá eso haga también más subjetiva mi defensa de este disco. No lo sé, pero cuando leo sobre las críticas que recibió por parte de algunos medios especializados, me dan ganas de buscar mi copia de "5" en la que guardo como oro en paño su firma, para grabarles un cassette con sus mejores temas, y hacérsela llegar junto a una postal de la Catedral de Salamanca. Si con eso no logro hacerles cambiar de opinión, tendré que plantearme escucharlo de nuevo, para seguirle buscando imperfecciones, hasta lograr entender que tienen los discos actuales (no quiero nombrar a nadie) que no tenga más y mejor cualquier disco de Lenny Kravitz o, al menos, cualquiera desde el primero hasta el "5".

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