miércoles, 9 de septiembre de 2020

The Rolling Stone - Bridges to Babylon (Mes Rolling Stones)







El vigésimo primer álbum de los Rolling es un álbum bastante estimable, después de que dominaran los 60 y los 70 con su música, estaban dispuestos a volver a hacerlo en los lejanos noventa y se marcaron un álbum con un puñado de canciones memorables, resultado de un gran trabajo que habían desarrollado durante la última década. La épica es antológica si el álbum es acompañado de una gira que fue aún más apoteósica, con 108 conciertos y un escenario que en aquel momento fue el más grande de la historia. Aun así hay que reconocer que están lejos de sus grandes momentos, si bien nos deja un gusto muy bueno poder recorrer estos puentes de Babilonia.

Comienza el álbum con Flip the Switch, que contiene una soberbia batería de Watts y que, sin ser revolucionario, sí permite entrever que estábamos ante 'algo' que sonaba diferente de lo que habían hecho hasta ahora, resultado una buena canción, aunque bastante lejos de lo que habían hecho en sus momentos álgidos y con una letra que según el propio Mick Jagguer “Es una letra muy extraña, de verdad, sobre la muerte, la locura, la criminalidad y demás. Cosas bastante pesadas, de verdad, pero es una buena. Es excelente para empezar un disco”.  El siguiente tema es Anybody Seen My Baby?, que gozó de un buen éxito en las listas, tiene ese lametazo funky/dance jaggeriano que recuerda a las producciones de los Stones de finales de los 70 y incluye un rapeo de Biz Markie, incluido para tratar de hacer ver que los Stones (y sobre todo Jagger) se habían atrevido a dar un paso adelante. Este tema se ha convirtido en uno de los mas famosos de los Stones en los últimos años, en el video musical podemos ver a Angelina Jolie. Con Low Down, bajan el pistón, es quizás uno de los temas más flojos del álbum, un simple tema de transición con toques modernos, pero con falta de gancho. Con Already over me llegamos a la balada de rigor, demasiada pausada para lo que esperamos de los Stones, pero con ese toque Jagger que hace que nos entreguemos a más de cinco minutos de melancolía. Gunface se vuelve a la canción cruda, un intento de hard rock mezclado con tema de lista de éxitos donde destaca un punteo de guitarra absolutamente excelso, y son estos pequeños encuentros los que nos hace reencontramos con los chicos de Jagger intuyendo que están aun bastante lejos de lo que nos han ofrecido, intuimos que podemos disfrutar de nuevo en ciertos momentos. You Don't Have to Mean It es el típico reggae donde Keith Richards toma el micrófono, es quizás un corte muy abrupto con lo que estábamos escuchando hasta ahora, pero hay que reconocer que ha quedado una canción muy divertida y apañada para tomar aire con lo que se nos avecina, y es que lo que viene es Out of Control, segundo single del álbum, que comienza casi sibilino y va creciendo hasta transformarse en una montaña rusa a golpes de efecto, empieza sexy con un Mick Jagger que musita a la par que ritmos caribeños y funkarras sacados casi del “Slave” van progresando para desembocar contundente y profesionalmente en un estribillo que hace que saltes mientras lo estas escuchando, sello total Rolling. 


Saint Of Me es un pegadizo tema pop ideal para cantar a coro en los conciertos, un ejemplo de lo que debían ser y cómo debían sonar sus satánicas majestades en 1997 mimetizándose con lo que sonaba en esos momentos y a fe que lo consiguieron, un tributo al legendario intérprete de R&B Billy Preston, quien toca los teclados en esta pista. Preston ha tenido un largo historial de enfrentamientos con la ley por cargos como asalto y posesión de drogas y es el único hombre que ha grabado canciones con los Beatles y los Rolling Stones, tocó el famoso solo de teclado en "Get Back". Might as Well Get Juiced es la pieza más extraña del disco, con la voz de Jagger distorsionada, y sintetizadores a porrillo; no es rock, no es pop, casi psicodélico. Aquí surge la paradoja que atraviesa a muchos artistas si hay que seguir haciendo “más de lo mismo” con beneplácito asegurado del fan de siempre o debe seguir corriendo los riesgos propios de sus inquietudes. El tema estaría bien si….lo hiciese otro artista pero no los Stones. Always Suffering es otro medio tiempo de aires countries realmente delicioso, con la voz de Jagger en forma, penalizada por un estribillo demasiado comercial. Too Tight es un puro rock, tema rápido y sin concesiones que nos hace movernos y cantar. Thief in the Night es otro tema flojo a pesar de los intentos de buscar la excelencia con un saxofón, de igual manera que How Can I stop no es el mejor cierre del álbum

En definitiva, es un álbum para disfrutar siempre y cuando no seas muy exigente, si bien podemos decir que es de los mejorcito que hicieron sus satánicas majestades en la década de los noventa.

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