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miércoles, 30 de septiembre de 2020

La música en historias: Se acaba el Mes Rolling Stones

 

Acaba septiembre, y con él, el verano deja paso al otoño, y el #MesRollingStones dejará paso a un nuevo artista en esta sección. Hubiéramos querido que este mes eléctrico y energizante no acabara nunca, porque hemos disfrutado desde la primera palabra como si hubiera sido el primer acorde áspero y cortante de "Start me up" con el que suelen abrir  los conciertos, hasta la última, la que encontraréis al final de este artículo. Hubiéramos querido más, aunque por otro lado, ¿qué más puede pedirse, que volver a escuchar la increíble ristra de discos que comenzó con Beggars Banquet, siguió subiendo escalones de calidad con Sticky Fingers y Let it Bleed, y acabó estallando por los aires en la gran supernova que fue Exile on Main Street?
 
En esos grandes discos basamos nuestro particular "setlist", y aún así encontramos tiempo para notorios bises que reflejaran el momento en el que volvieron a sujetar con fuerza el volante en Steel Wheels, para cruzar después algunos puentes hacia sonidos más modernos en Bridges to Babylon, y hacer que finalmente todo saltara por los aires en A Bigger Bang.
 

Y cuando la noche era ya cerrada, y todo indicaba que no había tiempo para nada más, volvimos a aclamar al unísono, hasta sacarles de nuevo al escenario, para que las guitarras de Keith Richards y Ron Wood escupieran las notas de algunos viejos estándares de blues americano en Blue and Lonesome. Triste y solitario, que gran título para reflejar como nos sentimos al ver que acaba septiembre, y el verano, y los artículos de los Rolling Stones en 7días7notas. Y como bien dice Mick Jagger en You can't always get what you want:

"No siempre puedes tener lo que quieres, pero si lo intentas, a veces, puedes descubrir, que tienes lo que necesitas". 

Lo que necesitamos ahora es consolarnos, buscando refugio en otras canciones y otros discos, y escribiendo sobre otro artista enorme durante el mes de Octubre. Así que vamos cerrando, los pipas están recogiendo el equipo, y desmontando el gran logo de los labios rojos de detrás de la batería de Charlie Watts, así que es el momento de cumplir con lo prometido: Una última palabra para el #MesRollingStones, que sea tan energizante como el primer acorde de "Start me up". Y para lograrlo, que mejor que esa palabra sea una pista sobre el siguiente monstruo del rock al que homenajearemos en estas páginas. Quizá sea una pista demasiado fácil, pero no podemos aguantarnos hasta el artículo de presentación del nuevo artista, cuando el mes de Octubre suba al escenario y demos por fin la bienvenida al..."Jefe" .

domingo, 27 de septiembre de 2020

The Rolling Stones - Exile on Main St. (Mes Rolling Stones)

 


Estamos sin duda ante una de las mejores obras de The Rolling Stones, para muchos fans este supone su punto álgido, aquello por lo que un día se juntaron para dejar una obra que permanecerá eterna en la memoria de cualquier amante de la música, porque una obra realizada con la personalidad de Exile es difícil encontrar. Ya sea porque que te limites a disfrutar de su sonido turbio, irregular, pero no nos engañemos ¡eso es rock! o por la carga de riffs increíbles que descubrimos canción tras canción que nos lo escupen tan directos y brutales, un disco que pulula por el lado áspero, sucio y hastiado de lo genial que es el sexo, las drogas y el rock'n'roll. También está el título brillante, que resume todo sobre la personalidad de la estrella de rock (el forajido en medio del nexo social, distante pero observado por todos, colapsando entre los contenedores de basura que reflejan el brillo de Broadway). Pero aquí estamos para hablar de la música en este disco, así que centrémonos en eso, ¿de acuerdo?

 


El sonido Rolling continúa su desarrollo paso a paso de Beggars Banquet a Sticky Fingers (que continuaría con otro paso concluyente a Goats Head Soup ): hard rock, blues eléctrico, baladas de rock con tintes country. Es todo esto, pero aún más intensificado y con menos amor por los detalles en el arreglo y la producción. Si bien pusieron canciones tan diversas como "Prodigal Son" y "Jigsaw Puzzle" en Banquet , mantienen el mismo sonido básico en todos los géneros mencionados: guitarras catárticas, pianos honky y, presagiando su camino desde las raíces hasta la grandilocuencia, una sección de metales que enfatiza los riffs. Pero es aquí donde encontramos algunas de sus mejores canciones de todos estos géneros que hemos mencionado, empecemos, “Rocks Off“ es un rock duro con un riff y una actitud desgarradora que llega a ser deslumbrante, con uno de los mejores coros de gritos. "Rip This Joint" crea un ambiente de fiesta para el álbum y "Shake Your Hips" es un tributo al artista de blues John Lee Hooker. "Tumbling Dice" es otro punto culminante de Exile, con un ritmo lento y funky.  El conmovedor "Torn and Frayed" es un homenaje a Gram Parsons, con un gran órgano gospel que fluye por todas partes. "Sweet Black Angel" tiene una letra inteligente y política, el tema de Richards, "Happy", es un destacado toque de metal que muestra su actitud al diablo le importa, que fue su marca registrada durante los 70, declarando que necesita "amor para mantenerlo feliz".


"Ventilator Blues" esta sediento de sangre es pantanoso y enorme, y "Sweet Virginia" es otro de esos grandes números de country para las noches solitarias en los taburetes o los largos viajes por carretera. La balada "Let It Loose" está dominada por un fino toque de guitarra de Richards y una gran interpretación de Jagger. "All Down the Line" es un sentimiento rockero típico de los Stones, y "Stop Breaking Down" es la mejor interpretación de guitarra de Richards en el album. "Shine a Light" es una balada para órgano y piano con otra buena interpretación de Richards en la guitarra de blues, y "Soul Survivor" es la pista más groovie del álbum, con el ritmo persistente del baterista Charlie Watts. "Turd on the Run“ introduce un nuevo tipo de canción de los Stones que reutilizarían con buenos y malos resultados a lo largo de la década de 1970. Esto lo convierte posiblemente en el sonido más "Stone" que jamás ya que estaba plagada de una producción más arcaica, más artesana y con un exceso de trabajo, en Exile, todo todavía suena bastante "hecho a mano", y es por eso que este álbum tiene un sonido deliciosamente oxidado y letras cansadas, y muestra a los Stones en su pico más alto de composición, Exile es, por supuesto, un álbum maravilloso y por excelencia. Algunos materiales desechables y de relleno disminuyen el impacto general, pero lo bueno aquí son los Stones en su mejor momento.

 


"Exile on Main St." es un disco influido por su entorno. Un retrato vívido de una época tormentosa y bullente de creatividad. Un puro bullicio, un fluido puro no apto para tiempos de estrés. Requiere su tiempo, pero no porque sea difícil, sino porque es inmenso, inabarcable en una aproximación de puntillas. La obra maestra de los Stones requiere una inmersión profunda y prolongada. Lo que ofrece merece la pena. Quedarán saciados por completo, enganchados de por vida. Y puede que, como yo, no puedan encontrar una época más gloriosa que los cuatro años que empiezan con "Beggars Banquet" en el 68 y culminan con esta obra. Por más que busco no la veo. En ningún artista.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

The Rolling Stones - Blue And Lonesome (Mes Rolling Stones)

Blue & Lonesome, The Rolling Stones



En marzo de 2016, los Rolling Stones cerraban en La Habana, Cuba, ante más de 1,2 millones de espectadores, la exclusiva gira llamada América Latina Olé Tour, que habían comenzado el 3 de febrero de 2016 en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. La banda había anunciado a finales de 2015, dicha gira por Latinoamérica, y como es habitual se reunieron antes de la gira para realizar los ensayos de los temas que iban a conformar el repertorio de los conciertos, aprovechando además para trabajar en ideas y temas de lo que sería su nuevo disco. Como suele ser habitual, para calentar y antes de entrar en materia en los ensayos, empezaron tocando antiguos temas de blues, una de sus raíces e influencias. En un momento dado, se dieron cuenta de que estaban disfrutando como niños, y que además las versiones que estaban tocando rebosaban calidad, por lo que a uno de los integrantes (Unos dicen que fue Ronnie Wood, otros que fue Keith Richards) se le enciende la bombilla: "¿Por qué no lo grabamos y sacamos un disco?".

Lo demás es historia, el grupo graba en tres días el material que conforma este álbum de versiones de temas clásicos del blues, concretamente el 11, 14 y 15 de diciembre de 2015 en los British Groove Studios de Londres, y el 2 de diciembre de 2016 aparece editado y publicado bajo el sello discográfico Polydor Records Blue And Lonesome, un homenaje a este noble género, donde predomina el blues de Chicago, y que cuenta además con la colaboración de Eric Clapton en dos de sus temas.


Comienza el disco con Just Your Fool, tema compuesto por el director de orquesta y pianista Buddy Johnson en 1953 y que sería popularizado por Little Walter, quien graba el tema en 1960 adaptándolo al estilo del blues de Chicago. Le sigue Commit A Crime, tema que popularizó Howlin' Wolf y que podemos encontrar editado en el álbum All Night A Boogie publicado en 1981 en Estados Unidos bajo el sello discográfico Stack-O-Hits. Llegamos al tema que da título al disco, Blue And Lonesome, compuesto por Little Walter y grabado por primera vez en 1949 por Memphis Slim, quien obtuvo mucho éxito con él. Habría que esperar a 1960 para disfrutar del tema tocado por su autor Little Walter, apareciendo publicado en su disco Hate To See You Go. Turno para la brillante All Of Your Love, escrito por Magic Sam e incluido por éste en su álbum West Side Soul (1967), álbum considerado por los especialistas como uno de los mejores álbumes de blues editados de la historia. I Gotta Go, volvemos con el genial armonicista y guitarrista Little Walter, que compone este tema y que aparece publicado por primera vez en 1955 bajo el sello Chess Records como cara B del single Roller Coaster / I Gotta Go. Cierra la primer parte del álbum Everybody Knows About My Good Thing, compuesta por Miles Grayson y Lermon Horton. El tema sería grabado por el artista de blues y soul Little Johnny Taylor en el álbum del mismo nombre en 1972. Cuenta con la colaboración de Eric Clapton y su slide guitar.

Abre la segunda parte del álbum un tema de un artista de blues del Delta, Ride 'Em Of Down, compuesta por el cantante y guitarrista Bukka White, y publicado por él mismo en 1937, si bien los Stones nos acercan a la magnífica versión de blues de Chicago que se marca Eddie Taylor, y que publicaría como sencillo en 1956 bajo el sello Vee Jay Records. Volvemos con Little Walter, que repite en varios temas y es una de las grandes influencias de estos chicos, en el tema: Hate To See You Go, tema que publicaría Little Walter bajo el título I Hate To See you Go en su álbum Stray Dog Blues (1951). Le sigue Hoo Doo Blues, compuesto por la dupla Otis Hicks y Jerry West, y popularizado por el gran músico de blues de Louisiana Lightnin' Slim. A continuación le llega el turno a Little Rain, compuesta por Ewart G. Abner Jr. y Jimmy Reed y grabada en 1957 por el propio Jimmy, como sencillo bajo el sello Vee Jay Records. Y cierran los Stones con dos temas compuestos por el gran Willie Dixon, Just Like I Treat You, tema grabado por Howlin' Wolf como sencillo en 1962 bajo el sello Pye International, y I Can't Quit You Baby, Compuesta por Willie en 1956 y  grabado ese mismo años por Otis Rush como sencillo bajo el sello discográfico Cobra Records, y donde los Stones vuevlen a contar con la inestimable colaboración de Clapton a la guitarra eléctrica.

Blue And Lonesome no es un álbum de versiones de blues cualquiera, no uno más, es un tributo a los orígenes e influencias de una de las más grandes bandas de rock de la historia...



domingo, 20 de septiembre de 2020

The Rolling Stones - Sticky Fingers (Mes Rolling Stones)

Sticky Fingers


Nos encontramos en el mes de Septiembre, mes dedicado a sus Satánicas Majestades los Rolling Stones, y en el reparto mis compañeros decidieron que debía ser yo el que reseñara Sticky Fingers pues me iba como un guante, y no se equivocaban...

A finales de 1969 Mick Jagger, Keith Richards, Mick Taylor, Charlie Watts y Bill Wayman comienzan a trabajar y a grabar de forma intermitente el que supondrá su noveno álbum de estudio. A principios de 1971 el grupo finaliza la grabación del material, publicando el resultado el 23 de abril de 1971. El resultado es Sticky Fingers, una auténtica joya donde la banda se sumerge en los sonidos clásicos como el rock & roll, country, blues ó rhythm & blues. A diferencia de sus anteriores trabajos el grupo se decanta por unas letras más oscuras donde se hacen eco de temas como la esclavitud, las drogas o el sexo interracial.

Sticky Fingers es producido por James "Jimmy" Miller, productor habitual del grupo desde Beggars Banquet (1968) hasta Goats Head Soup (1973), y que ha trabajado durante su carrera con gente como Traffic, The Spencer Davis Group, Blind Faith o Motörhead entre otros. El álbum es editado bajo el propio sello discográfico del grupo, Rolling Stones Records, y que era un sello subsidiario de Atlantic Records. Para la grabación del disco, el grupo utilizó material que había grabado previamente en 1969 en los famosos Muscle Shoals Studios de Alabama (Estados Unidos), material que grabaron en la casa de campo de Jagger en 1970 y material grabado en los Olimpyc Studios de Londres, finalizando la grabación de todo el material a principios de 1971.


En cuanto a la portada del disco, fue concebida a partir de un diseño de del artista pop art Andy Warhol para la cuál posó uno de sus modelos habituales, Joe Dallesandro. La portada consistía en unos pantalones vaqueros con una cremallera de verdad que se abría. De la fotografía se encarga Billy Name y del diseño Craig Braun. Esta portada generó polémica y fue censurada en España pues por aquel entonces el país se encontraba bajo la dictadura y el régimen de Franco, siendo sustituida por una portada "Can of Fingers". Para que el disco se vendiera en nuestro país también tuvieron que sustituir el tema Sister Morphine que fue considerado inapropiado y ofensivo, fue sustituido por el tema Let it Rock, una versión en vivo del tema de Chuck Berry.


Entramos en faena y el primer tema que suena es el mítico Brown Sugar, compuesto por Jagger y Richards, que comparten la composición de todos los temas excepto dos. El tema fue escrito por Jagger mientras se encontraba en Australia para el rodaje de la película Ned Kelly. En cuanto a la letra es ambigua pues puede que nos esté hablando de las drogas, de una chica ó de ambas cosas. El título del tema Brown Sugar (Azucar Morena) puede referirse a una muchacha de color o a la heroína. La letra puede parecer alegre, pues describe a un chico blanco rockero teniendo sexo con una chica negra, pero en realidad es una crítica sobre las esclavas africanas que eran vendidas en Nueva Orleans y luego violadas por sus amos. Según Bill Wyman, Jagger se inspiró para escribir la letra en la cantante de color Claudia Lennear, del grupo The Ikettes, el grupo de Ike Turner. La cantante estadounidense Marsha Hunt también se atribuyó que Jagger se inspirara en ella para componer el tema. Ambos se conocieron cuando ella se encontraba en Londres, trabajando para la producción musical Hair y mantuvieron en secreto una relación hasta que se destapó en 1972, y de la que nació la hija de ambos, Karis.

Turno para Sway, tema que trata sobre la depresión y como ésta nos impide disfrutar de las cosas sencillas del día a día. Los arreglos de cuerda fueron hechos por Paul Buckmaster, conocido por su habitual trabajo con Elton JohnMick Jagger tocó la guitarra rítmica en este tema, Pete Townshend (The Who), Billy Nichols y Ronnie Lane (Small Faces) cantaron los coros, y Nicky Hopkins tocó el piano.

Le sigue Wild Horses, tema que al parecer fue escrito por Richards para hacerse eco del hecho de tener que dejar a su hijo pequeño Marlon para irse de gira. El tema fue reescrito por Jagger, basándose según las interpretaciones populares, en la relación que mantenía con Marianne Faithfull, que estaba llegando al final, hecho que fue desmentido posteriormente por Jagger. El tema fue compuesto por Jagger y Richards, pero curiosamente los primeros en grabarlo fueron los Flying Burrito Brothers, con quienes los Rolling mantenían una muy buena relación. Habría que esperar a 1971 con la publicación de Sticky Fingers, para disfrutar de la versión de los Rolling Stones.

Con Can't You Hear Me Knoking, llegamos al tema más largo del álbum, con una duración de algo más de 7 minutos. El grupo se encontraba, por entonces, experimentando con diferentes estilos musicales, y podemos apreciar en este tema claras influencias de Santana, congas y percusión incluidas. Podemos disfrutar de Nicky Hopkins otra vez al piano, y como curiosidad: El productor Jimmy Miller tocó la percusión en este tema.

Cerramos la cara A con You Gotta Move, un tema tradicional afroamericano,  registrado y grabado por primera vez por Mississippi Fred McDowell y escrito con la ayuda del predicador y cantante evangélico de blues y gospel Gary Davis en 1965. Los Stones habían adquirido la costumbre de grabar en sus discos algún que otro tema de blues, hecho que repiten en Sticky Fingers. Fue grabado en los Muscle Shoals Studios de Alabama en diciembre de 1969. El tema grabado por los Stones alcanzó un notable éxito, lo que reportó unos suculentos beneficios a Mississippi Fred McDowell por sus créditos en la composición, con los que pudo establecerse cómodamente y abrir una gasolinera, hecho del que ya nos hicimos eco en la reseña "Los Rolling Stones y la gasolinera".


Empieza la cara B con Bitch, grabado en los Olimpyc Studios de Londres en octubre de 1970. El tema se refiere a una mujer (Bitch=Zorra) pero no a ninguna específicamente. El día de la grabación, Richards llegó tarde y sus compañeros llevaban ya tiempo trabajando en el tema, pero cuando se puso a la guitarra empezó a acelerar el ritmo, y con uno de sus riffs marca de la casa transformó la canción completamente. El tema, de hecho, se convirtió en uno de los más populares del grupo. Le sigue I got The Blues, dónde de nuevo nos encontramos con un blues lento, y con un sonido de guitarras que coquetean con el blues y el soul. Jagger escribió la letra basándose en su ruptura con Marianne Faithfull. Bobby keys tocó el saxo, Jim Price la trompeta y Billy Preston el órgano gospel.

Sister Morphine, compuesto por Jagger, Richards y Marianne Faithfull, trata de un hombre que tiene un accidente de coche y muere en el hospital mientras pide morfina. Marianne Faithfull fue la primera en grabar el tema en 1969, mientras era novia de Jagger, pero fue un fracaso y la compañía que lo editó, Decca Records lo retiró de la venta sólo dos semanas después de su publicación. Habría que esperar a la publicación de este disco para disfrutar de la versión de los Rolling, que ya habían grabado el tema en marzo de 1969. Ojo a la maravillosa contribución de Ry Cooder con la guitarra slide.

El disco se acerca  su tramo final con Dead Flowers, tema compuesto por Jagger y Richards, donde experimentan con la música country con cierto aire paródico hacia la misma. La letra del tema es oscura, y nos habla de un hombre al que Susie, su novia, ha abandonado. Ante la tristeza consiguiente, decide recurrir a las drogas para sentirse mejor. Con cierto desdén le dice que aunque ella le envíe flores muertas él pondrá rosas en su tumba. El tema hace claras referencias a la heroína, en los versos "I'll be in my basement room, with a needle and a spoon / Estaŕe en mi cuarto del sótano, con una aguja y una cuchara".

Cerramos la cara B y este magnífico álbum con la balada Moonlight Mile. El tema fue el resultado de una sesión nocturna de grabación entre Taylor y Jagger que duró toda la noche. Mientras Taylor tomaba una pequeña pieza de guitarra titulada Japanese Things, que había sido grabada por Richards, y le iba dando forma, Jagger tocaba la guitarra acústica. Keith Richards no participó en la sesión de grabación, porque aquella noche no se encontraba "muy fino". En cuanto a la temática, el tema trata de la vida de una estrella de la música, y su relación con las drogas. Mick Taylor afirmaba sobre éste tema que se le prometió figurar en los créditos de composición, y que se sorprendió mucho cuando pudo comprobar que esto no fue así, quedando acreditado únicamente a Jagger y Richards.

Sticky Fingers es una obra maestra donde Jagger, Richards y compañía nos sumergen en una vorágine de letras oscuras que nos hablan de sexo, drogas ó esclavitud al ritmo de rock en estado puro, aderezado con ritmos y trazos de música negra, blues ó country, según les venga en gana. Disco indispensable, en cualquier biblioteca musical que se precie.


miércoles, 16 de septiembre de 2020

The Rolling Stones - A Bigger Bang (Mes Rolling Stones)

A Bigger Bang #MesRollingStones

Corren el año 2005 y los Rolling Stones vuelven a sacar un nuevo disco, coincidiendo con el 62º cumpleaños de Mick Jagger, pero lejos de jubilarse los chicos oriundos de Londres nos invitan a descubrir A Bigger Bang el vigesimosegundo álbum de la banda, pero lejos de estar en la mejor etapa de su la carrera, esa de los Rolling Stones de las décadas del '60 y '70, siguen siendo los Rolling Stones, pero quien esta hoy en día a la altura de los Rolling Stones de los '60 y '70?, creo que nadie, y eso los hace únicos.

A Bigger Bang abre con un “Rough Justice” con sonidos explosivos a los que nos han acostumbrados los Stones, un gran sonido para arrancar un disco.

Seguimos con “Let me down slow”, con un ritmo pop-rock, con mezcla de country, con un estribillo pegadizo, seguimos con “It Won’t Take Long” se podría decir uno de los momentos más altos del disco donde es un lujo escuchar Keith Richards y su guitarra. 

“Rain Fall Down” nos lleva a un funk, ya se sienten los diferentes incorporados en este disco, “Streets of Love” una balada con el toque Jagger, pero lejos de "Ange" o “Wild Horses”, una sorpresa es “Back of My Hand” un blues con influencias negras, con un Jagger que se luce. 


“She Saw Me Coming” y ahora lo vuelven hacer, blues-funk-rock todos en una única canción, el octavo tema del disco “Biggest mistake” pasa al plano romántico que no supiera decir con que compararlo.

 “This place is empty” otra balada, pero ahora entra en escena la voz de Keith Richards, tras la balada de Keith volvemos a un clásico y enérgico rock “Oh no not you” y las guitarras de Ron Wood y Keith Richards echan chispas, y esas guitarras acompañan en “Dangerous Beauty”, prosigue "Laugh I Nearly Died” un soul-blues, buen tema buena atmósfera, superior interpretación vocal. 

“Sweet Neo Con” una canción que encierra una critica a la política estadounidense, con frases como “Te haces llamar cristiano pero no eres más que un hipócrita, dices que eres un patriota pero para mí eres un montón de mierda”.

En la última parte del disco nos deleitan con un Rock and Roll, “Look What the Cat Dragged In”, “Driving too fast” su ante último tema del disco nos excita con un brillante y dinámico estribillo, por último nuevamente un Keith Richards cierra el disco con “Infamy” en donde nos regala unos riff con su guitarra, y acompaña un Mick Jagger con su armónica. 

Lo dicho A Bigger Bang un excelente trabajo al cual nos han tenido acostumbrado desde siempre, desde comienzo de la década de los '60, y ya llevan más de 5 décadas acostumbrándonos a lo bueno!. 

#MesRollingStones

Daniel 
Instagram Storyboy   

lunes, 14 de septiembre de 2020

Canciones que nos emocionan: Jumpin' Jack Flash, The Rolling Stones (Mes Rolling Stones)

Jumpin' Jack Flash (1968)


   
Corría el año 1967 y los Rolling Stones habían publicado su sexto álbum de estudio, Their Satanic Majesties Request, un disco que fue el primero que produjo la misma banda, y que en cierto modo fue sacado como réplica al Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band publicado por los Beatles. En este disco los Stones introdujeron un sonido más psicodélico y jugaron con influencias de la música oriental y africana, pero el álbum recibió duras críticas de la prensa especializada, y no obtuvo el resultado esperado tampoco en aceptación y ventas.

En una charla que Mick Jagger tiene con el ingeniero de sonido y productor británico Glyn Johns (Led Zeppelin, The Who, Eagles, The Band, The Clash, o los propios Beatles,  son sólo algunos de los artistas con los que ha trabajado), éste le recomienda a Jagger que contrate al productor Jimmy Miller, el cuál había trabajado por entonces con la Spencer Davis Group Band y Traffic, para buscar un nuevo sonido. Jimmy acepta de inmediato, y su toque a la producción se empieza a notar desde el primer momento que empieza a trabajar con los Rolling.

Y así, en 1968 se meten en el estudio y empiezan a preparar su siguiente trabajo, Beggars Banquet. En las primeras sesiones de grabación nace otro de esos temas que a mi tanto me emocionan, Jumpin' Jack Flash, un tema que vuelve a la senda sonora y los riffs pegadizos marca de la casa que ya sonaron en Satisfaction, y que curiosamente el grupo decide no incluir en el disco que están preparando, y lanzarlo únicamente como sencillo para crear expectación. Con este single, el grupo regresa al panorama internacional y a los primeros puestos de las listas de ventas, y tras esa jugada maestra. el grupo sacó Beggars Banquet, todo un éxito tanto en ventas como en crítica. 


I was born in a cross-fire hurricane

And I howled at the morning driving rain

But it's all right now, in fact, it's a gas
But it's all right. I'm Jumpin' Jack Flash
It's a gas, gas, gas
I was raised by a toothless, bearded hag,

I was schooled with a strap right across my back

But it's all right now, in fact, it's a gas
But it's all right, I'm Jumpin' Jack Flash
It's a gas, gas, gas
I was drowned, I was washed up and left for dead

I fell down to my feet and I saw they bled , yeah yeah

I frowned at the crumbs of a crust of bread
Yeah, yeah, yeah
I was crowned with a spike right through my head

But it's all right now, in fact, it's a gas

But it's all right, I'm Jumpin' Jack Flash
It's a gas, gas, gas
Jumping Jack Flash, its a gas

Jumping Jack Flash, its a gas

Jumping Jack Flash, its a gas
Jumping Jack Flash, its a gas
Jumping Jack Flash, its a gas
Jumping Jack Flash, its a gas

Jumpin' Jack Flash se gestó en la casa de Keith Richards, en una noche en vela junto a Mick Jagger. A la mañana siguiente, mientras se oían la gotas de la lluvia caer, Jagger comenzó a oír un extraño ruido. Intrigado, preguntó a Richards qué era ese extraño sonido, a lo que Richards le respondió: "Ah, ese es Jack, el saltarín de Jack", en referencia al jardinero de su casa. Inmediatamente, los dos se pusieron a trabajar el ritmo sobre esa frase y así nació este tema dedicado al cuidador del jardín del guitarrista.

La composición de este tema está atribuida a Richards y Jagger, algo con lo que el bajista Bill Wyman no estaba de acuerdo, pues el aseguraba que un día se encontraban él, Brian Jones y Charlie Watts en el estudio, esperando a que Richards y Jagger llegaran, e improvisando durante la espera. Bill se sentó al piano y empezó a tocar una melodía, y sobre ésta Brian y Charlie empezaron a acompañarle. Al llegar Richards y Jagger al estudio y escuchar aquella improvisación, preguntaron inmediatamente qué era aquello, y acabaron incorporándolo al tema, que fue grabado al día siguiente. Había nacido Jumpin' Jack Flash. En el #MesRollingStones, en el que estamos repasando los mejores discos de la banda, no podía faltar esta canción "perdida", no incluida en ningún álbum y, sin embargo, anclada definitivamente entre las canciones estandarte de la formación inglesa, e imprescindible en todos y cada uno de sus conciertos.

domingo, 13 de septiembre de 2020

The Rolling Stones - Let it Bleed (Mes Rolling Stones)



LET IT BLEED (1969)

El que fuera octavo disco de los Rolling Stones (en Reino Unido, el décimo en USA) es, como la surrealista portada diseñada por Robert Brownjohn indica, una tan diversa como genial tarta de cumpleaños, en la que en cada porción podemos encontrar sabores y texturas muy diferentes. La guitarra slide da el punto de blues al conjunto, apareciendo en la mayor parte de los temas y firmada casi siempre por Keith Richards, pero a lo largo del disco van apareciendo diversos instrumentos que le dan al conjunto una atmósfera más ecléctica que la de su predecesor, Beggars Banquet (1968). Para ello, contaron con colaboradores en el estudio de la talla de Ian Stewart (teclado), Nicky Hopkins (teclado), Al Kooper (órgano y trompa), Bobby Keys (saxo) Byron Berline (violín) o Ry Cooder (mandolina).

Let it Bleed es el segundo de los cuatro discos consecutivos que se consideran la cumbre creativa y artística de los Stones. Le seguirían el brillante Sticky Fingers (1971) y el desbordante Exile on Main St. (1972), completando una etapa irrepetible. Es, además, el disco que marca el comienzo de la etapa del guitarrista Mick Taylor, ex guitarrista de John Mayall & The Bluesbreakers, aquí de momento en solo un par de canciones, mientras en cocina aún quedaron un par de recetas residuales en las que participó el malogrado Brian Jones, despedido durante la grabación y fallecido sólo un mes después, ahogado en la piscina de su casa. En estas circunstancias, el peso de la mayor parte del disco recayó en el resto de Stones clásicos, que cocinaron una de sus mejores obras.



Tras el éxito del "Banquete de mendigos", su siguiente plan fue golpear a base de tarta hasta "hacernos sangrar". Y aprovechando el #MesRollingStones, y que en septiembre ya no le tenemos respeto a la "operación bikini", hemos encontrado tanto el hueco, como la excusa, para sentarnos a degustar esta tarta de principio a fin. Y ya desde la primera porción, Gimme Shelter, comprobamos que esto no va a ser una dieta blanda, ni apta para cardíacos. Es una de las canciones míticas del cancionero de los Stones, y en gran parte es culpa de la incendiaria interpretación vocal de Merry Clayton, que canta este incandescente tema junto a Mick Jagger. La letra es una cruda compilación de la violencia de los 60, mencionando desde la guerra de Vietnam, como referencias a asesinatos y violaciones, mientras el protagonista pide a gritos un refugio seguro ante tanta locura.

El siguiente trozo de tarta tiene sabor a blues clásico, el de Love in Vain de Robert Johnson. Un tema sobre el amor no correspondido, al que los Stones dan un toque algo más country y más elaborado que el que tiene el original de Johnson, quizá para que el cambio de estilo no fuera tan abrupto en el siguiente tema, Country Honk, una versión en modo country de una tema que ya había grabado anteriormente el grupo (Honky tonk women). Como curiosidad, y aparte de ser el primer tema en el que aparece Mick Taylor, en este tema hace arreglos Alan Parsons, amigo de Keith Richards y una influencia en algunas de sus composiciones de entonces.
El disco vuelve al rock con Live with Me, toda una declaración de intenciones sobre el estilo de vida del rock and roll. En este tema hace aparición el saxofonista Bobby Keys, que les ha acompañado tanto en la mayor parte de sus giras desde entonces, y es el segundo de los dos temas en los que Mick Taylor deja su particular sello a la guitarra, para lo cual Keith Richards sustituyó a Bill Wyman al bajo, en una formación nada habitual. Tras ese anecdótico pero buen tema, llega Let it Bleed ("Déjalo sangrar") la canción que da título al album, con las habituales alusiones al sexo y a las drogas. Es un tema de aires country, no tan relevante como para haber dado nombre al disco, que inicialmente iba a titularse Automatic Changer ("tocadiscos automático"), y de hecho es en ese título original en lo que se inspiraba la icónica portada, con los cinco miembros de los Stones representados en las figuritas que coronan la tarta, que en sus capas inferiores incluye un neumático, una pizza, el panel de un reloj y una lata de cinta, todo ello sobre el tocadiscos sobre el que iba a girar el título.​

La segunda cara comienza con fuerza con Midnight Rambler (que podría traducirse como el "excursionista de medianoche" o el "merodeador nocturno"), cuya letra narra la historia del asesino en serie conocido como "el estrangulador de Boston". Un tema largo e inquietante, con los Stones clásicos (Brian Jones incluido, a la percusión) en plena forma. El disco está plagado de curiosidades, como la de ser el primero en el que Keith Richards empezó a meter uno o dos temas en los que asumía la voz cantante. Es el caso de You got the Silver, segundo y último tema en el que Brian Jones hizo su aparición, esta vez a los mandos de una cítara.


En la cara B aún hay tiempo la sátira de Monkey Man, en la que Jagger critica la artificial y frívola vida de los que viven en el foco de la imagen pública, rodeados de drogas y aduladores por doquier, y para regalarnos la última joya del disco, el "gran finale" que es You Can't Always Get What You Want, un tema de aires hippies interpretado en modo gospel, con la participación del London Bach Choir, y de nuevo, no exento de curiosidades. Charlie Watts no conseguía sacar correctamente el ritmo en la batería, y en la grabación fue sustituido por Jimmy Miller, el productor del disco. Como el buen vino, Charlie debe haber mejorado con los años, porque es un tema habitual de los conciertos y no ha vuelto a necesitar recambio.

Los Rolling Stones seguían escalando a lo más alto y con paso firme, con su rock de guitarras ásperas y cortantes, y sus influencias blues y country, en una vuelta de tuerca que llevó un paso más allá a lo experimentado en Beggars Banquet, y que en su lanzamiento logró desbancar temporalmente al Abbey Road de los Beatles del número uno británico. Un disco cargado de referencias a la situación social del momento, la guerra, la situación política, la violencia, las drogas... pero también con sus momentos de amor sentido y no correspondido. Su receta, para todas estas "heridas" del ser humano, es tan simple como efectiva. Lo que no te mata, te hace más fuerte: Déjalo sangrar.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

The Rolling Stone - Bridges to Babylon (Mes Rolling Stones)







El vigésimo primer álbum de los Rolling es un álbum bastante estimable, después de que dominaran los 60 y los 70 con su música, estaban dispuestos a volver a hacerlo en los lejanos noventa y se marcaron un álbum con un puñado de canciones memorables, resultado de un gran trabajo que habían desarrollado durante la última década. La épica es antológica si el álbum es acompañado de una gira que fue aún más apoteósica, con 108 conciertos y un escenario que en aquel momento fue el más grande de la historia. Aun así hay que reconocer que están lejos de sus grandes momentos, si bien nos deja un gusto muy bueno poder recorrer estos puentes de Babilonia.

Comienza el álbum con Flip the Switch, que contiene una soberbia batería de Watts y que, sin ser revolucionario, sí permite entrever que estábamos ante 'algo' que sonaba diferente de lo que habían hecho hasta ahora, resultado una buena canción, aunque bastante lejos de lo que habían hecho en sus momentos álgidos y con una letra que según el propio Mick Jagguer “Es una letra muy extraña, de verdad, sobre la muerte, la locura, la criminalidad y demás. Cosas bastante pesadas, de verdad, pero es una buena. Es excelente para empezar un disco”.  El siguiente tema es Anybody Seen My Baby?, que gozó de un buen éxito en las listas, tiene ese lametazo funky/dance jaggeriano que recuerda a las producciones de los Stones de finales de los 70 y incluye un rapeo de Biz Markie, incluido para tratar de hacer ver que los Stones (y sobre todo Jagger) se habían atrevido a dar un paso adelante. Este tema se ha convirtido en uno de los mas famosos de los Stones en los últimos años, en el video musical podemos ver a Angelina Jolie. Con Low Down, bajan el pistón, es quizás uno de los temas más flojos del álbum, un simple tema de transición con toques modernos, pero con falta de gancho. Con Already over me llegamos a la balada de rigor, demasiada pausada para lo que esperamos de los Stones, pero con ese toque Jagger que hace que nos entreguemos a más de cinco minutos de melancolía. Gunface se vuelve a la canción cruda, un intento de hard rock mezclado con tema de lista de éxitos donde destaca un punteo de guitarra absolutamente excelso, y son estos pequeños encuentros los que nos hace reencontramos con los chicos de Jagger intuyendo que están aun bastante lejos de lo que nos han ofrecido, intuimos que podemos disfrutar de nuevo en ciertos momentos. You Don't Have to Mean It es el típico reggae donde Keith Richards toma el micrófono, es quizás un corte muy abrupto con lo que estábamos escuchando hasta ahora, pero hay que reconocer que ha quedado una canción muy divertida y apañada para tomar aire con lo que se nos avecina, y es que lo que viene es Out of Control, segundo single del álbum, que comienza casi sibilino y va creciendo hasta transformarse en una montaña rusa a golpes de efecto, empieza sexy con un Mick Jagger que musita a la par que ritmos caribeños y funkarras sacados casi del “Slave” van progresando para desembocar contundente y profesionalmente en un estribillo que hace que saltes mientras lo estas escuchando, sello total Rolling. 


Saint Of Me es un pegadizo tema pop ideal para cantar a coro en los conciertos, un ejemplo de lo que debían ser y cómo debían sonar sus satánicas majestades en 1997 mimetizándose con lo que sonaba en esos momentos y a fe que lo consiguieron, un tributo al legendario intérprete de R&B Billy Preston, quien toca los teclados en esta pista. Preston ha tenido un largo historial de enfrentamientos con la ley por cargos como asalto y posesión de drogas y es el único hombre que ha grabado canciones con los Beatles y los Rolling Stones, tocó el famoso solo de teclado en "Get Back". Might as Well Get Juiced es la pieza más extraña del disco, con la voz de Jagger distorsionada, y sintetizadores a porrillo; no es rock, no es pop, casi psicodélico. Aquí surge la paradoja que atraviesa a muchos artistas si hay que seguir haciendo “más de lo mismo” con beneplácito asegurado del fan de siempre o debe seguir corriendo los riesgos propios de sus inquietudes. El tema estaría bien si….lo hiciese otro artista pero no los Stones. Always Suffering es otro medio tiempo de aires countries realmente delicioso, con la voz de Jagger en forma, penalizada por un estribillo demasiado comercial. Too Tight es un puro rock, tema rápido y sin concesiones que nos hace movernos y cantar. Thief in the Night es otro tema flojo a pesar de los intentos de buscar la excelencia con un saxofón, de igual manera que How Can I stop no es el mejor cierre del álbum

En definitiva, es un álbum para disfrutar siempre y cuando no seas muy exigente, si bien podemos decir que es de los mejorcito que hicieron sus satánicas majestades en la década de los noventa.

domingo, 6 de septiembre de 2020

The Rolling Stones - Beggars Banquet (Mes Rolling Stones)

Beggars Banquet - Mes #TheRollingStones

Amigos que mejor que este mes de septiembre para reconocer una de las mejores banda de rock de todos los tiempo, y como siempre desde 7días7Notas, queremos recorrer la carrera de The Rolling Stones,

Por ello hoy les traemos Beggars Banquet (El Banquete de los mendigos) el 7mo. álbum de la banda, el cual fue publicado en Reino Unido en diciembre 1968, donde la banda vuelve a un sonido más original más propio, luego de su experiencia con sonidos psicodélicos en sus anteriores disco. 


Por ello creo que Beggars Banquet, seré en la carrera de la banda en un disco que dará comienzo a un sonido musical mucho más Stones, a lo conocido hoy en día, y esta obra maestra nos trae ni más ni menos temas musicales tan vigentes como Sympathy For The Devil, que es el primer corte del álbum. 

Sympathy For The Devil, es verdaderamente una joya maestra de los Stones, pero no sera la única que acompañara este disco No expectations, su segundo corte con sonido Country, donde tenemos un ensoñador slide de guitar que pone los pelos de punta recordando que tal vez fue lo último que hizo Brian Jones junto a los Stones. 

Portada de 1968
Como hemos dicho, luego de pasar por una experiencia hacia lo psicodelico, los Stones quieren volver a un sonido mucho más de ellos, y lo vuelven a demostrar con Dear Doctor, pero lo Stones tienen mucho más para dar, y tras un espectacular lado A de este disco, no recibe Street Fighting Man otra joya de la corona, que nos tiene acostumbrado los Stones, y en particular Street Fighting Man la manera en que los Stones se pronunciaran en contra de la guerra de Vietman. 

Una curiosidad del disco es que originalmente no salio con la portada que hoy lo conocemos por parecer ofensiva, y la discográfica y la banda luego de discutir el asunto, decidió salir con una portada en blanco y en ella solo ponía "Rolling Stones - Beggars Banquet" en letras doradas, pero por suerte luego la banda re edito el álbum, con la portada original.   

Beggars Banquet en la carrera de los Rolling Stones es mucho más que un álbum de Rock, como hemos dicho es la bisagra que en la carrera musical de los Stones, marca un cambio en los discos que vendrán de la banda. 

Por ello no quisimos dejar pasar de mencionarlo en el mes de #TheRollingStones este disco, por ello amigos les dejo con este clásico que es todos ya conocemos pero sin duda queremos volver a escuchar. 

The Rolling Stones - Sympathy For The Devil



Daniel 
Instagram: Storyboy

miércoles, 2 de septiembre de 2020

The Rolling Stones - Steel Wheels (Mes Rolling Stones)


Se acaba el verano, y al llegar el mes de septiembre nos ponemos de nuevo serios. La "vuelta al cole" es lo más parecido a un descenso a los infiernos, y para sobrellevarlo, que mejor que escuchar los sabios consejos de sus "Satánicas Majestades". Y para poner en marcha la maquinaria pesada de rock y blues con la que vamos a realizar este viaje, nada mejor que pisar a fondo y que chirrien contra el pavimento las "ruedas de acero" de Jagger, Richards y compañía. Abróchense los cinturones, aquí comienza el #MesRollingStones.

STEEL WHEELS


Comenzamos casi por el final, porque Steel Wheels es el décimo noveno álbum de estudio (en Reino Unido), o el vigésimo primero (en Estados Unidos).  La razón es que, como miembros de lo que se llamó la "Generación X", empezamos a descubrir el poder de la música ya entrada la década de los ochenta. Habíamos oído hablar de los Rolling Stones, y habíamos escuchado sus canciones más representativas, pero en aquel ya lejano 1989, la publicación de un nuevo disco de los Stones, tras varios años de silencio, era para nosotros el momento de acercarnos, en tiempo real y por primera vez, a un disco completo de la banda.


Ayudó bastante que, tras un período de distanciamiento entre Jagger y Richards desde la publicación del anterior disco (el fallido Dirty Works, 1986), este nuevo retorno viniera, además, marcado por una vuelta a su sonido más clásico en buena parte de los temas del disco. Tras un período de composición conjunta, del que salieron más de cuarenta posibles canciones, convocaron al resto de miembros de la banda y comenzaron la grabación de los temas de la que sería su primera grabación digital, entre Montserrat y Londres, a excepción del tema Continental Drift, que se grabó en Tánger con la colaboración de The Master Musicians of Jajouka, lo que le dio a la canción un marcado aire oriental e innovador, que no fue del agrado de los más puristas fans de la banda británica.

El primer single lanzado para promocionar el disco fue Mixed Emotions, un gran ejemplo de esa vuelta a los sonidos de guitarra más clásicos del grupo, y un guiño a la ambivalente relación de amor y odio entre Jagger y Richards. Posteriormente, otros tres singles más fueron lanzados al mercado, en concreto la rotunda Rock and a hard place, la sentida balada para románticos Almost hear you sigh y uno de los temas más brillantes del disco, la rítmica y versátil Terrifying, que mostraba a unos Stones en plena forma en el estudio.

Si a esto unimos que la vibrante Sad Sad Sad, que arranca de manera fiera y engrasada la maquinaria del disco, se quedó sin el merecido premio de convertirse en uno de los singles, y que los dos temas interpretados por Richards (Can't be seen y Slipping Away) rayan también a gran altura, nos encontramos sin duda ante un gran disco en su conjunto. Cierto es que cualquier disco de los Stones a partir de los ochenta, y Steel Wheels incluido, palidece ante sus joyas de finales de los sesenta y primeros de los setenta, pero junto a A bigger bang es, probablemente, el mejor disco de las décadas posteriores y hasta la actualidad.

Tiempo tendremos, durante este mes, para profundizar en éstos y otros discos. Un tiempo que pasará para nosotros, como lo ha hecho este extraño y cálido verano, pero que no parece pasar para sus Satánicas Majestades. Las ruedas de acero han seguido moviendo la máquina, que durante 2020 ha ido soltando perlas de lo que podría ser su nuevo disco, incluida la brillante y profética Living in a ghost town. Mientras seguimos adaptándonos a la nueva vida, añorando la cercanía de los abrazos en ciudades fantasmas marcadas por la distancia, intentaremos hablar de todo esto, y mucho más, en el #MesRollingStones.