Tras ese primer revés, la canción encontró acomodo en la voz de Dusty Springfield, y tras comprobar el gran resultado, la propia Aretha Franklin tuvo que admitir su error y acabó grabando su propia versión sólo dos años después, pero ya era demasiado tarde. La versión de Aretha no logró siquiera acercarse al éxito mundial que poco antes había cosechado la versión de Dusty, porque para el hijo del predicador ya solo había una mujer, y esa era Dusty Springfield.
En 1994 la canción tuvo un gran resurgimiento comercial tras ser incluida en la banda sonora de la película Pulp Fiction de Quentin Tarantino, que alcanzó ventas superiores a los dos millones de copias. Ante estas cifras, es posible que la "Reina del Soul" volviera a tirarse de los pelos, lamentando no haber sido la primera en inmortalizar aquellas líneas que entonces consideró irrespetuosas:
"El único que pudo alcanzarme
Era hijo de un predicador.
El único chico que podría enseñarme
Era hijo de un predicador."
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