martes, 15 de febrero de 2022

Grandes éxitos y tropiezos: The Strokes

 


En esta nueva entrega de Grandes Éxitos y Tropiezos nos vamos hasta Nueva York, para hablar de un grupo que nos devolvió la ilusión por la música garaje rock en los albores del nuevo milenio. Tras comprobar que el mundo, no se autodestruía con el llamado "efecto 2000" de los ordenadores, sólo nos faltaba la irrupción de un grupo de rock que nos devolviera la efervescencia y el descaro que muchos dábamos ya por perdidos, cuando a finales de los noventa se apagaron los ecos del grunge, el brit pop y la nueva ola punk. Cuando parecíamos abocados a un largo camino de transición y decadencia, llamaron a la puerta del nuevo siglo unos descarados e insolentes The Strokes. El grupo que prometía reinar durante las próximas décadas nos regaló momentos fulgurantes, pero el gigante que llevaban dentro no pudo evitar que sus pies de barro les hicieran dar varios tropiezos. ¿Quieres comprar un disco de The Strokes? Esta es nuestra propuesta para que vayas sobre seguro.

Estás tardando en comprarlo: 

Is this it (2001) está considerado uno de los mejores discos de debut de una nueva banda, y muchos lo etiquetaron como el mejor disco de la década del 2000. La revista Rolling Stone le dio la máxima calificación posible (5 estrellas) en su crítica en el momento de su lanzamiento, y lo que es indiscutible es que prácticamente todo en este álbum es impactante, desde la controvertida portada de la cadera femenina y el guante de látex negro, pasando por la inesperada controversia del tema New York City Cops (que tuvo que ser eliminado de las reediciones del disco por criticar a los policías de Nueva York, en una letra sarcástica e inofensiva que se volvió inoportuna tras los atentados del 11-S), y terminando por el sonido áspero y directo de sus 11 temazos, entre los que se encuentran himnos de la banda como Take it or leave it, Last night, The Modern age o Hard to explain, por nombrar solo algunos.

La continuación de un bombazo de este calibre no debió ser fácil para The Strokes, pero si nos abstraemos del éxito de semejante hermano mayor, y consideramos Room on fire (2003) de manera aislada, estamos ante otra obra grande que encajaría en este apartado de recomendaciones. Las canciones de este disco nada tienen que envidiar a las del precedente, y la diferencia principal estriba en el enfoque que en el disco se le dio al sonido. Sin perder la potencia de los temas anteriores, la producción está mucho más cuidada, y con ello se prescinde de la aspereza y la urgencia de un primer disco que prácticamente se había grabado con tomas únicas. Todo está mucho más pulido en Room on fire, y como nunca llueve a gusto de todos, unos criticaron que el sonido fuera más limpio, y otros que el disco siguiera recordando al de debut y no hubieran dado un giro radical en la segunda entrega. Sin embargo, unos y otros estarían de acuerdo en que temas como Reptilia o 12:51 son auténticas joyas atemporales, y no son las únicas que brillan en un disco que es también imprescindible.
 

Si te queda pasta, llévate también:

Si la crítica fue positiva y unánime con Is this it, y ambivalente y bipolar con Room on Fire, fue bastante injusta y negativa con First Impressions of Earth (2006). Con este disco, la banda intentó dar ese giro que algunos sectores les demandaban, y abrir su paleta a nuevos y más variados colores. Cabe darles parcialmente la razón a los críticos en que el disco se hace largo, y que las canciones más alejadas del sonido de los primeros discos no terminan de despegar, pero un disco que contiene temas como You only live once, Heart in a cage y On the other side no baja nunca del notable en cualquiera de sus escucha.

Su último disco hasta la fecha, The New Abnormal (2020), lanzado durante el confinamiento por el Covid-19, es para muchos el esperado regreso del talento en bruto de una banda a la que todos esperamos ver de vuelta, pero quizá ese ansia nos ciega, y donde creemos ver renovadas excelencias solo hay en realidad algunos brotes verdes (The Adults Are Talking, Brooklyn Bridge To Chorus y sobre todo Bad Decisions), que en cualquier caso son de agradecer tras la travesía por el desierto que fueron discos tan extraños y flojos como los que os contamos en la siguiente sección.

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Tanto Angles (2011) como Comedown Machine (2013) son discos tan inexplicables como decepcionantes. En Angles, la obsesión por el innecesario cambio de rumbo en el grupo, les lleva a producir un incómodo disco que suena a tecno-pop ligero de los años ochenta, y del que apenas se salva el tema Machu Pichu, que destaca entre el batiburrillo general y es el único momento en el que brillan como antaño. Siendo un mal disco, les disculpa que al menos parecen tener un objetivo, lo cual no ocurre en Comedown Machine, un disco que transmite dejadez y desgana ya desde la insulsa y genérica portada. Era evidente que estaban agotados y necesitaban un descanso, y el período sabático y los proyectos paralelos les sirvieron para recargar pilas, y recuperar el tono en su reciente regreso con The New Abnormal (La nueva anormalidad). Nunca mejor dicho, porque lo normal hubiera sido que esta banda no se hubiera apeado nunca de lo alto de su, por entonces, merecido pedestal.

 
Nuestro TOP 5
 
1.- Take it or leave it
2.- Reptilia
3.- On the other side
4.-Heart in a cage
5.- Machu Pichu

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