viernes, 7 de enero de 2022

Disco de la semana 257: Hermética - Victimas del Vaciamiento


Disco de la semana 257: Hermética - Victimas del Vaciamiento

Debo decir que no soy mucho del metal, pero un amigo siempre me pregunta sobre el Metal en Argentina, por ello para los que les gusta el metal, y en particular el metal en Argentina, en esta ocasión les traigo una banda Argentina, donde se siente la fuerza y la energía de un riff de guitarra.

La escena metalera, nos regaló a fines de los 80 una de las bandas más veneradas y reconocidas del metal en en Argentina, Hermética, por hacer un poco de historia de este particular sonido, Hermética es parte de una banda pionera V8, semilla del heavy en la Argentina, y Hermética su continuación formada por el bajista Ricardo Iorio, junto a Claudio O’Connor al micrófono, Antonio Tano Romano en guitarra y Claudio “Pato” Strunz en batería, empezaron a formar algo que, hasta nuestros días, es considerado una auténtica leyenda. por ello Hermética es en Argentina, lo que Iron Maiden al Reino Unido o Accept a Alemania, es decir, unos auténtico referentes del Metal en su tierra.

Este disco dicen que fue una consagración definitiva de la banda y también el final de su carrera. Ni el metalero más pesimista habría siquiera pensado que Victimas del Vaciamiento, fuera su último disco de estudio, se dice que motivos hubo, partes enfrentadas, declaraciones polémicas, etc. 

La separación de Hermética, paradójicamente, fue el trampolín que terminó por colocarlos en el estatus de leyendas, no comentare cuales fueron esos problemas que ocasiono que la banda se separara, solo decirles que fuera lo que fuera, nos han dejado un álbum que habla por si solo en la escena del Metal, y dejare a mis fans del Metal comprobarlo. Sin más hablemos de Victimas del Vaciamiento, y les pediré perdon de antemano si caigo en exactitudes con respecto a este álbum.

Comenzaremos con Soy de la Esquina que abre el álbum de forma rápida y frenética, con el Claudio Pato Strunz haciendo gala de su dominio de la batería, mientras la guitarra del Tano Romano desgrana un riff con bastante fuerza, y O'Connor con sus agudos raspados, sello inconfundible del sonido Hermética, nos espeta un himno a la amistad, ésa de calle, birra (cerveza) y acera. Buen comienzo para el disco.

Llega el turno de Otro día para ser, que inicia relajada y tranquila, con Ricardo Iorio casi recitando la letra, hasta que en el minuto 1:28 O'Connor y toda la banda desatan su energía en un tema de medio tiempo, cuya profundidad lírica y marco musical le han condenado desde siempre a convertirse en un clásico Heavy/Thrash. 

Con dos temas ya hemos entrado en materia, y ya vemos que Victimas del Vaciamiento no es un clon barato de su anterior álbum. Traición, otro medio-tiempo enérgico e iracundo, nos muestra a unos Hermética rabiosos como siempre, pero capaces de sonar meditativos y melódicos sin perder esencia. Y como para refrendarlo, le sucede Olvídalo y volverá por más, la dramática balada con Ricardo Iorio al micrófono, más anti-político que nunca. El Tano (Antonio Romano) se hace presente con un excelente solo lleno de intensidad y melodía, coronando al que considero uno de los mejores temas del disco, y un clásico inmediato. Un auténtico himno, que nos recuerda que los políticos siempre se ríen en nuestra cara. "En un avión se llevó el dineral, a donde nadie sabe." fuerte declaración, Hermética marca en sus canciones un gran tono de protesta.

En esta última formación de la banda su baterista Claudio Pato Strunz es un baterista tremendamente infravalorado, y quien tenga alguna duda, que se ponga Hospitalarias realidades. Ése doble bombo del inicio, veloz, fuete y aplastante, no deja indiferente a nadie. Un track sólido de principio a fin, marca de la casa. 

Cambiando un poco el aire, Buscando razón y su riff inicial con sabor más a heavy que a thrash, es la declaración de que la banda esta consolidada y como he dicho hizo que este álbum sea uno de los mejores. 

Lo que viene es un continuo vaivén, una montaña rusa de baja-sube-baja, el aire tétrico, casi doom-sabbathiano de Cuando duerme la ciudad baja las revoluciones del disco, pero luego Ayer deseo, hoy realidad nos pega nuevamente un furioso thrash al más puro estilo de la banda, un tema para sacudir la cabeza hasta reventarse la nuca, cabe destacar al Tano Romano, sacando fuego a las cuerdas de su guitarra. Y nuevamente la lentitud con Del colimba, con un Ricardo Iorio describiendo con resignación y amargura las miserias del servicio militar obligatorio (colimba, en Argentina, se les llama a los que cumplen con el mencionado servicio militar).

Llegando al final del álbum, la banda nos regala Moraleja, guiño descarado al folklore de la pampa argentina ¿en un álbum de heavy/thrash? Pues sí, Hermética, por muy duros e inconformes sociales que sean, no olvidan sus raíces. “Para informarte de que también yo he nacido, en el terreno del Atlántico a los Andes, del verde Chaco a los hielos fueguinos”. Ciertamente es toda una declaración de orgullo nacional, no exenta de picardía gauchesca. 

Por eso son unos dioses en su tierra. Y para cerrar este álbum, Tano Solo, donde Antonio Tano Romano y su guitarra son los únicos protagonistas, no es el típico solo de guitarra cliché o autocomplaciente, sino más bien un track de corte ambiental, oscuro, melancólico y solemne. Un cierre que bien simboliza el final de la carrera de la banda.

En la cima de su carrera artística, y habiendo llegado a su plena madurez musical, Hermética puso punto final a su conta historia de sólo seis años. Seis años que bastaron para posicionar a la banda en el lugar que, con toda justicia, se ganaron con su obra. El sentir que emana de su música, su identidad nacionalista y su compromiso con la lucha desde el lado del Metal han hecho de la H(ermética) una leyenda argentina en toda la extensión de la palabra.

Daniel
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