El nombre de Tim Buckley resuena en la
historia de la música como una especie de maldición, similar a lo que
encontramos en la tragedia griega. Dotado de una voz pura, tan embellecedora
como singular, Tim Buckley fue uno de sus genios desaparecido demasiado pronto,
con sólo 28 años, víctima de una sobredosis. El destino no quedó ahí, ya que su
hijo Jeff, también reconocido cantante, le conocerá una muerte accidental en un
ahogamiento a la edad de 30 años. Una tragedia acentuada por el hecho de que la
separación/divorcio entre Tim Buckley y Mary Guibert, hará que Jeff haya visto
a su padre sólo una vez en 1974 algún tiempo antes de la tragedia. Además de su
talento vocal, mezclando influencias como Bob Dylan, el joven prodigio Tim
también fue un notable guitarrista y un maravilloso compositor/poeta. Se
convertirá así, con el transcurso de su carrera, en uno de los iconos de este
movimiento tan popular hasta finales de los años sesenta. La carrera de Buckley
comenzó con su debut en 1966, Tim Buckley, su mezcla de pop y folk rock
basándose en las influencias populares de la época. Su popularidad alcanzó su
punto máximo con el segundo álbum Goodbye and Hello, un disco más maduro con
influencias vanguardistas y sentimientos políticos. En los tres años que
siguieron, Buckley estuvo en su momento más prolífico y experimental,
produciendo cuatro álbumes de diferentes estilos. Happy Sad y Blue Afternoon
mostraron las raíces folclóricas de Buckley mientras que Lorca viró hacia
estilos más vanguardistas. El álbum final de este período, Starsailor, es una
mezcla de jazz, funk y estilos vanguardistas, lo que representa su evolución
continua en el género. Este período, aunque obtuvo cierto éxito de crítica,
resultó desastroso para las ventas de sus discos, ya que la disparidad de sus
estilos hizo que su base de fans casi desapareciera.
Once I Was, es uno de los dos
sencillos extraídos del disco Goodbye Hello, el álbum donde Tim encontró su
verdadera voz, y resultó ser capaz de embelesar a las audiencias utilizando
tanto los registros más bajos como su distintivo falsete. Su amigo de la
escuela secundaria, letrista y colaborador musical Larry Beckett también puso
su parte, lo que dio como resultado mejores canciones en general (la mitad de
las canciones de este álbum se atribuyen a Buckley/Beckett) con letras más
profundas que abordan temas como la guerra, las drogas y el amor, como muchas
otras bandas por excelencia de finales de los sesenta. Once I was es claramente
un folk nostálgico, una llamada a Neil Young, quien lanzará su primera obra en
solitario solo dos años después, en ella evoca el fin del amor, los rostros que
alguna vez fueron amados y luego rápidamente olvidados en beneficio de los
demás. La actuación de Buckley es cálida y tierna, y la armónica le da un toque
realmente agradable, el resto de instrumentos crean un sonido militarista en la
pista que encaja muy bien, Buckley aumenta la intensidad a medida que avanza la
pista, lo que la hace sentir cruda y apasionada.
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