Estáis
dispuestos a sentir la tristeza, la melancolía, incluso el dolor, solo tenéis
que empezar a escuchar los primeros acordes de este tema, la música arranca por
una sección de cuerdas in crescendo y el piano reparte sus notas tristes convirtiéndose
en el preludio de una voz perfecta que se abre paso por la música y la entrada
de la orquesta… y quien es el protagonista de esa voz, alguien que sin duda nos
ha acompañado en muchos momentos, Charles Aznavour, nacido como Shahnourh
Varinag Aznavourián Baghdasarian, nace en París en 1924 dentro de una familia
de refugiados que habían escapado del genocidio armenio, desde muy pequeño tenía
una gran predilección por las artes escénicas, y el canto iba a ser su futuro,
ya con 11 años debuta en los teatros hasta que en 1941 y tras un encuentro
fortuito conoce a Pierre Roche con el que compondrá alguno de sus mejores temas
y formará un dúo, no les iban demasiado bien las cosas en el escenario, y
tienen la fortuna seis años más tarde de su andadura de ser teloneros de la
gran Edith Piaf, aun así su carrera estaba totalmente estancada, no les espera
un futuro muy halagüeño y la desesperación empieza a reinar en el dúo hasta el
punto que su compañero decide dejarlo todo y partir a Canadá en busca de un
nuevo futuro, Charles decide pelear por su sueño, y en 1955 cambia todo cuando
su Sur Ma Vie se convierte en todo un éxito dándole la oportunidad de componer
para las grandes divas del momento
Hoy no
detenemos en Venecia, en una Venecia sin ti, y en una de las más bellas
canciones de amor, Aznavour hizo del amor una forma de vida y estaba dispuesto
a cantarle de todas las manera posibles, haciendo hincapié en las más
dolorosas, quizás porque lo tenemos idealizado, porque detrás de cada amor
fracasado hay una historia de dolor y soledad y el Armenio estaba dispuesto a
explotar ese filón, esta canción es la demostración, basta detenerse un poco en
su letra y a tus oídos llega la tristeza de un amor que muere en Venecia, aún
queda tiempo para recordar los buenos momentos, describir ese escenario donde
lo disfrutas, pero toda la belleza del lugar no puede compensar el dolor por
una relación rota, ya no hay sitio ni para las lágrimas en unos ojos
decepcionados. Venecia es patrimonio del mundo, tal y como lo fue Aznavour, por
esa razón esta canción ha sido cantada en distintos idiomas (inglés, francés,
español y por supuesto Italiano) podemos buscar la canción en cada uno de los
idiomas y en todos encontraremos un nexo común, la temblorosa y la melancolía voz
de Aznavour clamando por el amor que pudo haber sido, de hecho, que fue, pero
que en la actualidad solo queda un amargo recuerdo que pasea en una góndola en
Venecia.
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