domingo, 13 de junio de 2021

La música en historias: Jugar al gua - #MesRosendo

 




Sigue Rosendo sin encontrar su lugar en el Rock. Sus años con Leño no fueron fructíferos a nivel económico, pero sí lo fueron en cuanto a popularidad. El primer álbum de Rosendo Mercado en solitario fue un éxito rotundo, pero el segundo y el tercero fueron malos a nivel de ventas y de popularidad, sigue cotizando a la baja con este trabajo que con el anterior se disputa el dudoso honor de ser el peor trabajo de toda su carrera. Primer LP de Rosendo tras dejar RCA, pero más experimentos con gaseosa en una etapa de total libertad creativa en la que el cantante incluso toma las riendas de la producción. Autoproducido por Rosendo y el primero de Gustavo di Nobile que acompaño al rockero durante un tiempo. Libertad creativa para Rosendo que se ganó a pulso pero que no convence en ningún momento.


Arranca el disco con Bajo cuerda un rock and roll dicharachero y muy simpático donde no falta un piano bien entonado, no es la mejor presentación, pero conserva el espíritu desde el comienzo con esas guitarras que te retraen a tiempos más intensos, siguiéndole Manifiesta deprimente que no se olvida del toque ochentero de otras ocasiones con unos arreglos de sintetizadores para mi gusto algo forzados, pero ha merecido la pena solo por ese comienzo con la batería martilleando el ritmo. Sigue con Nada especial que hay que reconocer que no le pega demasiado, en su intento de probar distintos palos, creo que se la pega, seguramente su ritmo lento y cansino nos descoloca por completo, este no es el Rosendo que necesitamos, vuelve a perder los papeles como ya pasara en algunos momentos de su anterior trabajo “...A las Lombrices” (RCA, 1987), no sabemos si quiere ponerse romántico, misterioso o noctámbulo. Pero no perdamos los nervios porque su siguiente tema nos devuelve la esencia, Jugar al gua, no tiene la fama que otros temas suyos, pero debería, es un gran tema donde recuperamos el Rosendo irreverente, mordaz, áspero, y la música vuelve a su esencia, necesitamos a este Rosendo que se te clava dentro, una verdadera joya por reivindicar.

Sumisión es un hibrido que se queda en tierra de nadie, y es una pena porque tiene un gran potencial, pero ha dejado de rasgar la guitarra como siempre nos ha gustado y nos quedamos con ganas de más, de mucho más. Del pulmón es otro de sus experimentos que nos puede sacar de nuestras casillas o enamorarte, el solito se marca una especie de Reggae sin sonrojarse, la vida esta hecha para los valientes y para mi gusto es un acierto total, nos cuesta admitirlo ya hasta este momento nos ha regalado un sonido tan único, tan suyo, que se nos puede hacer cuesta arriba, pero detenerse en cada acorde y cada frase debería ser un ejercicio a realizar para descubrir que detrás de esos sonidos que otros han llevado al cielo, él también quiere colaborar y casi, casi que lo logra, no nos engañemos a este tipo le ha faltado maquinaria de marketing detrás sino lo hubiera petado. Pero para romperlo la siguiente canción,

Flojos de pantalón es una de las cimas de su discografía, temazo muy de Rosendo y con una letra muy "leñera" en el más amplio sentido de la palabra. Incluye el, posiblemente, mejor solo de guitarra del maestro de Carabanchel acompañada de una letra que podemos calificar al menos de curiosa y peculiar y que se presta a varias interpretaciones, me quedo con la crítica a la gente de ficción que vive su vida pendiente de la opinión de los demás, y me posiciono con la gente auténtica, con la gente de verdad, que vive su vida ajena a las modas y que intenta estar feliz consigo mismo… la gente Rosendo. Disfruten de la canción estrella del disco y uno de los clásicos inmortales del cantante madrileño. Claro está que no se la juega en este corte: ritmo, guitarras tensadas y el de Carabanchel sacándose las tachuelas de entre los dientes. Así, sí. Cosita es correcta, y eso es mucho en esta montaña rusa de disco, vuelve a la esencia y se agradece, la guitarra de nuevo mandando por encima de todos. Cierra el álbum y de nuevo nos sabe dejar un gran sabor de boca con Voluntad Pasiva, es cierto que le sobran algunas licencias, pero estamos en su etapa mas experimental, todo perdonable porque en posteriores albums sabría de nuevo sacar su estilo, pero hay que tratar de pasar por todos los sitios alguna vez en la vida y con talento, el viaje es siempre agradable.

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