El propio Jackson Browne, aunque con menos éxito, volvió a grabar la canción como single y tema principal de For Everyman (1973), su segundo álbum de estudio. Originalmente, había escrito la canción para su primer disco, pero cuando las fechas de lanzamiento se acercaban, seguía teniendo problemas para terminar la canción, y acabó descartándola para ese disco. Glenn Frey vivía en el mismo edificio de apartamentos de Echo Park (California), y un buen día le escuchó cantándola y se ofreció a ayudarle a terminarla.
Satisfecho con el resultado del trabajo en conjunto, Browne dejó que Frey y sus "águilas" la grabaran primero, quizá sin pensar que aquella canción fuera a llegar a ser considerada una de las mejores de la por entonces debutante banda california, considerada por el Rock and Roll Hall of Fame como una de las 500 canciones pioneras del rock and roll.
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